Soliforme del Furacón de los Mouros de Librán

Uno de los elementos más relevante y misteriosos, por lo sugerente, son los soliformes en las pinturas rupestres prehistóricas. Uno de los ejemplos más sobresalientes es el del Furacón de los Mouros de Librán, donde, según la tradición, hay enterrado un gigante de oro(1).




 

Según el texto de la declaración BIC:



«En Toreno localizamos el conjunto rupestre esquemático de Librán, declarado Bien de Interés Cultural en 1985. En las Cuevas del Moro se localizan estos conjuntos pictóricos, encuadrados en el llamado Arte Esquemático Postpaleolítico. La cueva se sitúa en un cortado rocoso sobre afloramientos cuarcíticos de la margen derecha del río Primout. Se sitúa en un afloramiento rocoso de difícil acceso, con paredes muy craqueladas, lo que determina la presencia de pequeñas superficies planas sobre las que se realizan las pinturas. El acceso se realiza desde el camino que sale de Libran y cruza el rio Primut, desde donde hay que tomar el primer cruce a la derecha y ascender hasta el cortafuegos. Continuando por el cortafuegos hasta la tercera cresta rocosa y descendiendo 100 m a media ladera se llega a la primera plataforma rocosa en la que se encuentra la cueva. En Cueva del Moro I se localizan 12 paneles de pequeñas dimensiones en los que no se observan superposición de pinturas. Los motivos representados son digitaciones, antropomorfos, idealizaciones solares, cruciformes, tectiformes y zoomorfos, con pintura roja, aunque existen algunos trazos negros, tal vez de cronología posterior [...] La cronología base que se propone para el estudio del arte rupestre postpaleolítico en la meseta castellano leonesa arrancaría en el Calcolítico con el inicio de las formas esquemáticas grabadas y pintadas en monumentos dolménicos y cuevas, prolongándose a lo largo del Bronce antiguo y, a partir del Medio, producirse un debilitamiento artístico lo que no impediría la pervivencia de la tradición esquemática e lo largo del Bronce Final y primera Edad del Hierro. Las pinturas de Toreno se datan entre el Bronce Final-Hierro I»(2).
La supuesta relación de estos motivos con el culto solar puede, en este caso, confirmarse con cierta solidez. Si bien la entrada principal de la pequeña cueva en la que se encuentran las pinturas está orientada al Sur, en el interior hay un pequeño agujero justo enfrente del panel en el que está dibujado el soliforme, una ventana que mira hacia el SE. Una vez reconocido un referente en horizonte como lugar señalado por la alineación soliforme-agujero he calculado una declinación con valor -23,17º que con una precisión inferior a 1º señala la salida del Sol en el solsticio de invierno.



Veo difícil alcanzar la cueva antes del amanecer de finales de diciembre o pasar la noche allí, pero ver ese sol pintado iluminado por los primeros rayos del nuevo sol tiene que ser algo verdaderamente impresionante. La veneración al nacimiento del sol en el solsticio de invierno es sensible en monumentos megalíticos como Newgrange(3), donde el sol del amanecer en esta fecha recorre un largo corredor del túmulo e ilumina su interior durante unos segundos, o Stonehenge, con su eje principal orientado en esta fecha(4), o la cueva paleolítica de Parpalló en España la luz del Sol del amanecer del solsticio de invierno penetra a través de un pasadizo e ilumina brevemente el interior(5).

 

Vídeo sobre el alineamientos solsticial invernal de Newgrange, Irlanda: https://www.youtube.com/watch?v=ngADMns8W78
 
 
Salida del sol en el solsticio de invierno en Stonehenge. Fuente: Wikipedia

Este culto al Sol Nuevo pervivió en épocas tempranas del cristianismo, y aunque entonces fue condenado, resistió enquistado en la celebración de la Navidad. No por casualidad es la fecha en la que nacieron muchos otros “hijos divinos” como Dionisos, Mitra, Horus, Zeus, Hércules, Adonís, Quetzalcoatl, etc.

 

«Cuando el Sol asciende en el amanecer, hay algunas personas tan necias que lo adoran desde los lugares más elevados; incluso algunos cristianos piensan que actúan piadosamente siguiendo esta práctica, de modo que antes de entrar en la basílica de San Pedro el Apóstol, dedicado al único y verdadero Dios, cuando han subido los escalones que lo conducen a la galería en la entrada principal, giran su cara hacia el Sol naciente e, inclinando sus cabezas, hacen una reverencia en honor del disco brillante […] Las mentes simples son engañadas por algunos que mantienen la perniciosa creencia de que nuestra celebración de hoy [la Navidad] alcanza su elevado honor no del nacimiento de Cristo, sino, como dicen, del ascenso del “nuevo Sol”»(6)
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(1) MARTINFERRE, C., Manuscrito de los brujos, Primera parte. Entrepeñas y Penachada, Pasionporloslibros, 2011, p. 9
(2) Bien de Interés Cultural Comunidad Autónoma de C. y León: Conjunto rupestre esquemático de Librán
(3) RUGGLES, C.L.N., Ancient astronomy: an enciclopedia of cosmologies and myth, ABC-CLIO, 2005, entrada NEWGRANGE, pp. 309-312; RUGGLES, C.L.N., Astronomy in prehistoric Britain and Ireland, Yale University Press, 1999, pp. 12-19
(4) RUGGLES, C.L.N., Ancient astronomy: an enciclopedia of cosmologies and myth, ABC-CLIO, 2005, entrada STONEHENGE, pp. 405-409; RUGGLES, C.L.N., Astronomy in prehistoric Britain and Ireland, Yale University Press, 1999, pp.35-41, 38, 44-47; LOCKYER, J., Stonehenge and Other British Stone Monuments Astronomically Considered, MacMillan and Co., 1906
(5) ESTEBAN, C., AURA TORTOSA, J.E., The winter sun in a Palaeolithic cave: La Cova del Parpalló Astronomy, Cosmology and Landscape, ed. por C. Ruggles, F. Prendergast y T. Ray, Ocarina Books, Bognor Regis, 2001, p. 8
(6) Sermones de Navidad 22 y 7 del Papa León Magno

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Respuestas a esta discusión

¡Pues qué quieres que te diga, Miguel Ángel, bendita "equivocación" (tampoco lo es tanto viendo la fotografía del soliforme y el primer sol) que nos permite ver esto que a mí me parece una maravilla (gracias por el esfuerzo)!.

Yo creo que no debes tomar esto como un error, sino todo lo contrario. Creo que la intencionalidad está clara y queda palpablemente evidenciada, eso es lo que para mí es importante. Es todo un éxito, Miguel A., mi enhorabuena.


En el límite entre Filiel y Lucillo se localiza el conjunto rocoso de Peñafaciel, a unos metros de la célebre estación con laberintos grabados en dos paneles rocosos. Allí encontramos una roca con forma curiosa, con forma de caparazón de tortuga que la imaginación popular imagina como la albarda de Santiago. En su parte superior hay dos pequeñas incisiones que marcan el eje de simetría de la roca, cuya línea y boca señalan con precisión el amanecer en las fechas que se encuentran en el punto medio entre el solsticio de invierno y los equinoccios, a primeros de febrero y de noviembre.
La Albarda de Peñafaciel, entre Filiel y Lucillo, Maragatos, León
Salida del Sol el 4 de febrero de 2011 alineada con el eje de la Albarda y la línea de sus incisiones superiores, en la foto rellenas de hielo

A unos pocos kilómetros de allí, y muy cerca de las ruinas de la antigua iglesia de San Salvador de Quintanilla de Somoza, hay una interesante estación de arte rupestre que fue dada a conocer por José María Luengo en 1990. También, y en estrecha relación con esta, fue hallada la lápida votiva custodiada en el Museo de León con la inscripción “Uno es Zeus-Serapis-Iao”. Uno de los elementos más curiosos del yacimiento es un megalito consistente en un gran bloque de piedra alargado con incisiones laterales y cazoletas grabadas apoyada sobre dos peñas de forma que el conjunto define un conducto a través del cual podemos ver la salida del sol en las mismas fechas que la Albarda de Peñafaciel. Podéis encontrar una exposición con mayor profundidad en el artículo El santuario rupestre de Quintanilla de Somoza: un paradigma del ca....
Megalito cerca de San Salvador de Quintanilla de Somoza, Maragatos, León

Amanecer a través del megalito de San Salvador el 6 de noviembre de 2010

Estos puntos intermedios entre el solsticio de invierno y los equinoccios debieron tener una gran importancia en la Prehistoria ya que según un estudio estadístico realizado por Michael Hoskin, la mayoría de los dólmenes del occidente europeo está orientados en esta misma dirección. Aquí creo importante hacer notar que la posición de salida del sol en el fecha intermedia entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno , y la fecha intermedia entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera es la misma. Este tema fue tratado en profundidad en el libro, Teleno, Señor del Laberinto, del Rayo y de la Muerte. Un enfoque et....
Orientación de las tumbas megalíticas del oeste europeo. HOSKIN, M., El estudio científico de los megalitos. La arqueoastronomía, PH67, Especial monográfico, Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Agosto 2008, Gráfico 3, p. 89

Pocos dudan de la importancia que debieron tener solsticios y equinoccios como ocasión de celebración y fiesta para el hombre antiguo. Menos conocidos en los estudios prehistóricos y antropológicos españoles son estas fechas que se encuentran a medio camino entre solsticios y equinoccios y que formalmente son denominadas “fiestas de media estación”. Durante la Edad Media se producían el día primero de los meses de febrero, mayo, agosto y noviembre y son popular, aunque impropiamente, conocidas como las “fiestas del calendario celta”: Imbolc, Beltaine, Lugnasad y Samain. Podemos reconocer su pervivencia en nuestra tradición festiva popular en los Carnavales, las rogativas y fiesta de primero de mayo, las fiestas patronales de agosto y Todos los Santos, respectivamente. Podéis encontrar una explicación más detallada en el artículo La génesis del calendario: el calendario prehistórico.

Recientemente hemos conocido otro lugar de culto prehistórico que podemos añadir a esta nómina. Se trata del Furacón o Buracón de los Mouros, en Librán. En el interior de este abrigo podemos encontrar distintos motivos de pinturas rupestres entre los que destaca un carismático “soliforme” o dibujo en forma de sol, localizado en una pared enfrentada a una abertura. A primeros de febrero y a primeros de noviembre podemos asistir a un fenómeno ciertamente impresionante: en estos días los primeros rayos del Sol iluminan durante unos minutos el soliforme, que es entonces destacado por una brillante mancha dorada. Su significado implicaría el despertar de la Naturaleza dormida y el final del invierno estimulado por los cada vez más poderosos rayos del Sol, a primeros de febrero.
Amanecer el 3 de febrero de 2013






Defensas del castro de Peña Redonda

En muchas ocasiones podemos reconocer el modo en que estos antiguos lugares sagrados y su contexto festivo fueron cristianizados. Así, no es casualidad que los santos patrones de Filiel y Lucillo sean respectivamente la Virgen de las Candelas y San Martín, que Quintanilla de Somoza celebrara antiguamente San Antón o que el patronazgo de Santo Tirso en Librán, que celebra su fiesta el 28 de enero. En definitiva, el fenómeno que aquí apuntamos permitiría profundizar más en el contexto cultural y festivo asociado a esta impresionante estación de pinturas rupestres berciana: el Furacón o Buracón de los Mouros, de Librán, constituyendo, asimismo, la raíz más profunda de la cultura tradicional popular de esta localidad.
Iglesia parroquial de Librán, León

Santo Tirso

Nuevamente tengo que agradecer a Paco Vuelta, de Toreno por acompañarme. Gracias.

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