Los 'sapiens' llegaron a Europa Occidental hace 45.000 años

Diente encontrado en el sur de Italia. | Nature

 

Rosa M. Tristán / El Mundo

 

La llegada de los humanos modernos a Europa vuelve esta semana a la palestra científica con dos trabajos, publicados en la revista Nature, que adelantan unos cuantos milenios su aterrizaje en el oeste del continente. Restos fosilizados, encontrados hace décadas, han sido analizados de nuevo y, según los investigadores, pertenecieron a un Homo sapiens de hace entre 40.000 y 45.000 años que vivieron en Italia y al sur de Inglaterra.

Hasta ahora, los fósiles más antiguos de nuestra especie se habían encontrado en Rumanía (Pestera cu Oase), mucho más al este, y tenían menos de 40.000 años de antigüedad. Ahora, el cambio de fecha, si se confirma, supondría que convivieron más años con los neandertales y que tecnologías sofisticadas atribuidas a estos últimos realmente fueron realizadas por nuestra especie. Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo con estas conclusiones.

Uno de los fósiles del estudio, parte de un maxilar superior, fue encontrado en 1927 en la Caverna de Kent (izquierda), en Inglaterra. Unas pruebas con radiocarbono, realizadas en 1987, los situó hace unos 35.000 años, pero ahora han sido investigados de nuevo en la Universidad de Oxford. En concreto, y dado que la excavación tuvo lugar hace más de 80 años, los investigadores han estudiado ahora fósiles de otros animales de la colección del Museo de Historia Natural de Torquay. Y su conclusión es que el fragmento del maxilar (izquierda) perteneció a un humano moderno que vivió hace unos 43.000 años.

El estudio, cuyo primer firmante es Tom Higham (derecha), de Oxford, detecta en las piezas dentales  rasgos que también podrían ser de neandertales, pero sus autores consideran que predominan los de Homo sapiens, a quien atribuyen unas herramientas de piedra de tecnología Auriñaciense (más avanzada que la Musteriense de los neandertales) encontradas en el mismo lugar. "Con ello se demuestra la rápida y amplia dispersión de los humanos modernos por toda Europa hace más de 40.000 años", concluyen.

Los dientes italianos

También en Nature se publica la nueva datación de otros fósiles, en este caso dos dientes de niño encontrados en 1964 en la Grotta de Cavallo, una cueva al sur de Italia. Según sus autores, entre los que se encuentra Michael Coquerelle  (izquierda), colaborador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), este infante también era un humano moderno y vivió hace entre 45.000 y 43.000 años. Hasta ahora se pensaba que eran de un joven neandertal.

Para los estudiosos de estos fósiles, no hay duda de que las herramientas relativamente sofisticadas (de la tecnología uluzziana) que hay en esa gruta italiana tampoco fueron fabricadas por los parientes neandertales, sino por antepasados de nuestra especie.

Pese a estas conclusiones, a algunos especialistas europeos no les convencen mucho estos resultados. El paleontólogo Joao Zilhao (izquierda), actualmente en la Universidad de Barcelona, considera que en el caso de la Caverna de Kent las dataciones no están bien hechas porque no se han tenido en cuenta la historia geológica de Kent. Así lo cree también, según declara a ELMUNDO.es, el actual codirector del yacimiento, Paul B. Pettitt.

En opinión de Zilhao, algunos científicos se niegan a reconocer capacidad simbólica a los neandertales "cuando hace más de 50.000 años, ya se adornaban y pintaban, como demostramos en la Cueva de los Aviones de Cartagena".

 

 


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Comentario por Percha el noviembre 3, 2011 a las 10:23am
Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el noviembre 4, 2011 a las 2:33am

Expongo a continuación (en dos comentarios separados) dos artículos de EurekAlert! que proporcionan alguna información más ampliada y detallada sobre los estudios realizados que se dan cuenta en el post:

 

Foto: Interior de la Cueva de Kent donde fue hallado el hueso de mandíbula con tres dientes.

 

Vía: EurekAlert!| 2 de noviembre de 2011

 

Un hueso de mandíbula hallado en Inglaterra corresponde a los primeros humanos modernos del Noroeste de Europa.

Un trozo de hueso de mandíbula excavado en una cueva prehistórica en Inglaterra es la evidencia más temprana de humanos modernos en Europa, según un equipo internacional de científicos. El hueso se creía que tenía alrededor de 35.000 años, pero el nuevo estudio de investigación demuestra que es significativamente mayor -entre 44.000 y 41.000 años de antigüedad, de acuerdo con los resultados que se publicarán en la revista Nature. La nueva datación del hueso se espera que ayude a los científicos a calcular la rapidez con que los humanos modernos se extendieron por Europa durante la última Edad de Hielo.También ayuda a confirmar la muy debatida teoría de que los primeros humanos convivieron con los neandertales.

Beth Shapiro (izquierda), profesora asociada de Biología en la Universidad Estatal de Pennsylvania (USA) y miembro del equipo de investigación, explicó que el fragmento de maxilar superior -la mandíbula superior- que contiene tres dientes fue descubierto en 1927 en una cueva de piedra caliza prehistórica llamada "Caverna de Kent", en el suroeste de Inglaterra.

 

Los registros de las excavaciones originales, realizadas por la Sociedad de Historia Natural Torquay, ubicada en Devon, Inglaterra, indican que el hueso de la mandíbula fue descubierto a 3 metros bajo la superficie y fue sellada por depósitos de estalagmita. "En 1989, científicos de la Universidad de Oxford dataron el hueso en unos 35.000 años. Sin embargo, se plantearon dudas más tarde sobre la fiabilidad de esta datación, debido a los rastros de pegamento moderno -que se utilizó para conservar el hueso después de su descubrimiento- que fueron encontrados en su superficie", dijo Shapiro."Sabíamos que íbamos a tener que hacer pruebas adicionales para volver a datar el hueso".

A causa de que el resto del área no contaminada del hueso fue considerada demasiado pequeña para volver a datarla, el equipo de investigación buscó en los archivos de las excavaciones, y colecciones del Museo de Torquay, muestras de huesos de otros animales registrados a más profundidad, por encima y por debajo del lugar donde el maxilar superior se había encontrado.

Los miembros del equipo de investigación obtuvieron dataciones por radiocarbono de los huesos de lobo, ciervo, oso de las cavernas, y rinoceronte lanudo, todos los cuales fueron hallados cerca del maxilar superior, y todos los que podrían estar datados entre 50.000 y 26.000 años de antigüedad. Utilizando la metodología de un modelo estadístico bayesiano, los científicos fueron capaces de calcular una edad para el maxilar superior. La nueva datación indica que el hueso tiene entre 44.000 y 41.000 años de antigüedad.

 

Tom Higham (izquierda), director adjunto de la Unidad de Aceleración por Radiocarbono de la Universidad de Oxford, y un miembro del equipo de investigación, dijo: "La datación por radiocarbono de huesos antiguos es muy difícil de hacer. Debido a que la fecha inicial de este fragmento de mandíbula fue afectado por restos de pegamento moderno, la valoración inicial hecha en 1989 era demasiado joven. La nueva datación que hemos obtenido nos permite, por primera vez, identificar con precisión la antigüedad real de este especímen clave. Creemos que este trozo de hueso de la mandíbula es la primera evidencia directa que tenemos de los humanos modernos en el noroeste de Europa".

Shapiro explicó que la nueva y más precisa datación es especialmente importante, ya que proporciona una evidencia más clara sobre la coexistencia de neandertales y los humanos anatómicamente modernos. "Si el hueso de la mandíbula tiene, de hecho, de 44.000 a 41.000 años, eso significa que corresponde a un tiempo cuando los neandertales todavía estaban presentes en Europa, así que lo primero que había que confirmar era si el hueso pertencía a un ser humano anatómicamente moderno y no a un hombre de neandertal".

 

Shapiro y su equipo intentaron, por primera vez, extraer el ADN mitocondrial de uno de los dientes, pero tenían una cantidad insuficiente para secuenciar ADN válido. Eventualmente, los miembros del equipo fueron capaces de utilizar un modelo virtual tridimensional basado en una tomografía computarizada del hueso de la mandíbula llevando a cabo un análisis detallado del fósiles. Los investigadores compararon las formas internas y externas de los dientes con los fósiles de los humanos modernos y neandertales de un número diferente de yacimientos. Ellos encontraron características de los primeros humanos modernos en todo,  menos en 3 de 16 rasgos dentales.

Estudios del maxilar superior se han llevado a cabo durante la última década, pero ha sido sólo con la aplicación de las últimas técnicas de investigación y datación que el equipo investigador fue capaz de realizar este avance en la identificación del hueso de la mandíbula como perteneciente a los primeros humanos modernos conocidos hasta ahora en Europa.

 

"Los datos comparativos estaban carentes de algunos de los rasgos que nuestro equipo estaba estudiando", dijo Shapiro. "Así que, afortunadamente, el miembro de nuestro  equipo, Tim Compton, del Museo de Historia Natural, Inglaterra, ayudó a construir una completa nueva base de datos para ayudar a distinguir las características de los seres humanos modernos de las peculiaridades de los neandertales. Mientras que las características dominantes son ciertamente modernas, hay algunas que son ambiguas o que caen en el rango del neandertal". El equipo de investigación cree que estas características ambiguas pueden reflejar un muestreo inadecuado de la variación humana moderna, al compartir rasgos primitivos los primeros humanos modernos y los neandertales, o incluso que hubiera hibridación entre las dos especies. "Vamos a tener que profundizar un poco más y hacer más trabajo para resolver estas cuestiones", dijo Shapiro.

Otro aspecto interesante de este nuevo estudio es que podría ayudar a resolver la aparente discrepancia acerca de las dataciones conocidas del periodo Auriñaciense, una época de desarrollo cultural en Europa y suroeste de Asia que se extendió desde hace 45.000 a 35.000 años atrás. Investigadores anteriores habían descubierto artefactos y herramientas de este periodo que se cree que han sido producidos por los primeros humanos modernos en Europa. Sin embargo, curiosamente, estos artefactos han resultado ser mucho más antiguos que los restos de esqueletos encontrados en su misma vencidad. Mientras que las herramientas auriñacienses y los ornamentos han sido datados tan antiguamente como 44.000 años, los exámenes han determinado con toda precisión que la edad de los restos humanos correspondientes han dado como resultado una datación que no va más allá de entre 41.000 y 39.000 años, lo que indica una diferencia significativa.

"La nueva datación e identificación de este hueso de la Caverna de Kent es muy importante, ya que ahora tenemos evidencia directa de que los humanos modernos estaban en el noroeste de Europa hace 42.500 años atrás", dijo Higham. "Ello confirma la presencia de humanos modernos en el momento que tiene lugar los inicios de la cultura Auriñaciense, y nos dice mucho acerca de la velocidad de dispersión de nuestra especie a través de toda Europa durante la última Edad de Hielo. También significa que los primeros humanos convivieron con los neandertales en esta parte del mundo, algo que una serie de investigadores han puesto en duda".

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el noviembre 4, 2011 a las 2:54am

Foto: La Grotta del Cavallo (señalizada por una flecha roja) abierta a la bahía de Uluzzo, Apulia, Italia.

 

Los Homo sapiens llegaron a Europa antes de lo que previamente se pensaba

 

Vía: EurekAlert | 2 de noviembre de 2011

 

La antropología virtual permite una nueva identificación de los primeros humanos modernos
               
Miembros de nuestra especie (Homo sapiens) llegaron a Europa varios milenios antes de lo que previamente se pensaba. A esta conclusión llegó un equipo de investigadores, dirigido por el Departamento de Antropología de la Universidad de Viena, después de volver a analizar dos antiguos dientes de leche. Estos dientes fueron descubiertos en 1964 en la Grotta del Cavallo, una cueva prehistórica en el sur de Italia. Desde su descubrimiento han sido atribuidos a los neandertales, pero este nuevo estudio sugiere que pertenecen a los seres humanos anatómicamente modernos. Análisis cronométricos, llevados a cabo por la Unidad de Aceleración por Radiocarbono de la Universidad de Oxford, muestran que las capas terrestres, dentro de las cuales los dientes fueron encontrados, tienen entre 45.000 y 43.000 años de antigüedad. Esto significa que los restos humanos son más antiguos que cualquier otro conocido resto humano moderno de Esuropa. El trabajo de investigación fue publicado en la reconocida revista científica Nature.


La Grotta del Cavallo, en Apulia, fue descubierta en 1960. Contiene unos 7 metros de depósitos arqueológicos que abarcan el período durante el cual los neandertales fueron sustituidos por los humanos modernos. Dos dientes de leche fueron descubiertos en 1964 por Arturo Palma di Cesnola (izquierda) profesor emérito de la Universidad de Siena en los llamados estratos arqueológicos uluzziences. La cultura Uluzziana ha sido descrita en  más de 20 yacimientos diferentes en toda Italia, y se caracteriza por los adornos personales, herramientas de hueso y colorantes, productos típicamente asociados con el comportamiento simbólico de los humanos modernos. Sin embargo, los dientes de Cavallo fueron identificados en la década de 1960 como pertenecientes a los neandertales, los cuales vivieron hace alrededor de 200.000 a 40.000 años atrás. Esta atribución ha estado en el corazón de un amplio consenso de que el Uluzzian, y los complejos adornos y herramientas complejas que se inscriben en él, fueron también producidos por los neandertales.

Comparativa de tomografía axial micro-computarizada de los dientes

Stefano Benazzi (derecha), post-doctorado del Departamento de Antropología de la Universidad de Viena, y sus colegas, fueron capaces de comparar los modelos digitales derivados de la tomografía micro-computarizada de los restos humanos de la Grotta del Cavallo con los de una amplia muestra dental de humanos modernos y neandertales: "Hemos trabajado con dos métodos independientes: para el primero, medimos el espesor del esmalte dental, y, por el otro, las líneas generales de la corona. Por medio de la tomografía micro-computerizada fue posible comparar las características internas y externas de la corona dental. Los resultados muestran claramente que los especímenes de la 'Grotta del Cavallo' fueron humanos modernos, no los neandertales, tal como se pensaba originalmente".

 

Los nuevos análisis cronométricos de la Unidad de Acelerador de Radiocarbono de Oxford

Katerina Douka (izquierda), post-doctorada en el Laboratorio de Investigación de Arqueología e Historia del Arte en la Universidad de Oxford, llevó a cabo un exhaustivo programa de datación por radiocarbono para establecer una cronología firme de los hallazgos.

Dataciones anteriores de la cultura Uluzziana eran problemáticas y estaban afectadas por la contaminación. Dado que los dientes eran demasiado pequeños para datarlos directamente, Douka desarrolló un nuevo enfoque centrado en la datación de las conchas marinas encontradas en los mismos niveles arqueológicos que los dientes. Este enfoque mostró que los dientes humanos modernos databan entre  45.000 y 43.000 años.

Douka dijo: "La datación por radiocarbono de materiales paleolíticos es difícil debido a que los niveles que quedan de radiocarbono son muy bajos y a que la contaminación puede ser problemática. Los collares son objetos importantes de la ornamentación del cuerpo y nos han permitido de manera directa y segura datar por radiocarbono los objetos asociados con estos primeros 'Homo sapiens' pobladores de Europa".


La cultura Uluzziana fue hecha por los humanos modernos

"Lo qué significan las nuevas dataciones es que estos dos dientes de la 'Grotta del Cavallo' representan los más antiguos fósiles de humanos modernos europeos conocidos en la actualidad. Este hallazgo confirma que la llegada de nuestra especie al continente -y, por tanto, en un período de coexistencia con los neandertales- ocurrió varios miles de años antes de lo que previamente se pensaba. Basándonos en esta evidencia fósil, hemos confirmado que los humanos modernos, y no los neandertales, son los creadores de la cultura Uluzziana. Esto tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión del desarrollo de la conducta humana 'plenamente moderna'. Si la colonización del continente se produjo en una o más ondas de expansión, y cuáles rutas fueron tomadas, aún no se ha establecido", concluyó Benazzi

La colaboración internacional puede hacerlo posible

Gerhard Weber (izquierda), director del fondo "Core Facility" para la Tomografía Micro-Computarizada y subdirector del Departamento de Antropología de la Universidad de Viena, comentó sobre el descubrimiento de la siguiente manera: "El material fósil humano es muy raro, particularmente los dientes de leche bien conservados. Es sólo gracias a la colaboración de varias instituciones europeas que los restos fósiles pueden ser accesibles. La re-evaluación del material de 'Cavallo' sólo fue posible a través de las innovaciones técnicas desarrolladas en la última década, conocidas como 'Antropología Virtual'. Estas nuevas técnicas desarrolladas en favor de la morfometría dental, y también las nuevas dataciones por radiocarbono, ayudarán a abordar cuestiones taxonómicas relacionadas con otros fósiles humanos problemáticos".


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Foto: Artefactos de la cultura Uluzziana hallados en la Grotta del Cavallo.

 

 Muy interesantes las conclusiones a las que han llegado estos dos estudios. Guste o no lo cierto es que con ellos se han recortado a los neandertales, una vez más, posibilidades de ser los autores materiales de determinados objetos simbólicos. Hace justo un año se publicó igualmente un trabajo (en el que figuraba el propio Thomas Higham) que cuestionaba seriamente que los neandertales fueran los artífices de los objetos encontrados en los niveles del chatelperroniense de la Cueva de los Renos, Francia, uno de los yacimientos que se ha venido presentando como emblemático para posicionar a los neandertales como sujetos con clara capacidad para desarrollar una conducta simbólica.

 

Después de que la cultura Uluzziana haya quedado también descartada, sólo les queda a los neandertales (a expensas de futuros descubrimientos), como prueba de sus capacidades simbólicas, los hallazgos de conchas marinas perforadas y pintadas que halló el profesor Joao Zilhao (izquierda) en la Cueva de los Aviones, Cartagena, Murcia. Una evidencia claramente firme que debería servir para no regatear a los neandertales cogniciones simbólicas, pero no sé por qué tengo la sensación de que no se tardará mucho en cuestionarla.

 

Es decir, a tenor de los trabajos de investigación que se vienen realizando en los últimos tiempos, no me extrañaría nada que en el futuro se realizasen nuevos estudios que, como mínimo, planteen que dichas conchas perforadas y pintadas de la Cueva de los Aviones son simplemente un producto de imitación de los neandertales respecto de los objetos simbólicos que ya elaboraban los Homo sapiens, y tanto más cuanto que ahora, con los nuevos resultados ofrecidos, se ha retrasado la datación del momento en que aparecen los sapiens en Europa.

Ahora bien, con todo, ni que decir tiene que la cuestión seguirá siendo polémica y no muchos paleoantropólogos estarán dispuestos a asumir fácilmente las conclusiones ofrecidas. Ya hemos podido leer lo que decía Zilhao en relación a los adornos de concha de la Cueva de los Aviones, pero también que las dataciones de la Caverna de Kent no tienen en cuenta la historia geológica de la zona. Un argumento al que se ha sumado Paul B. Pettitt (derecha), y en el que abunda en Science News, al decir que las inundaciones periódicas que dicha cueva ha sufrido a lo largo del tiempo han podido desplazar e inclinar los estratos y los fósiles que en la misma se han hallado. Debido a esa razón son igualmente muy poco fiables los datos y registros realizados en 1927 de los fósiles de animales que allí se encontraron y que fueron utilizados en el análisis de Higham.

Y en relación a los dientes de leche de la Grotta de Cavallo en Italia, Francesco d'Errico (izquierda), de la Universidad de Burdeos, también ha manifestado un argumento similar: dos dientes aislados pueden moverse fácilmente a través del suelo a lo largo del tiempo. En última instancia, para Joao Zilhao un par de dientes son insuficientes para demostrar que pertenecían a los seres humanos modernos sin tener ninguna otra parte del cuerpo que los acompañe y confirme como tales.

Por lo demás, hay un aspecto curioso en los dientes de la mandíbula de la Cueva de Kent que puede leerse en la nota-resumen de Nature y de la que se hace eco la información que aporta EurekAlert!, y que no es otra que la descripción que se hace de sus características, al decirse que las mismas están compuestas por trece rasgos dentales que son propiamente humanos, mientras que otros tres muestran afinidades neandertales y, finalmente, otros siete son ambiguos.

Esto es, ¿hasta qué punto esos tres rasgos que muestran afinidades neandertales pueden
considerarse fruto de una posible hibridación? Por lo que se nos comenta en el artículo, la cuestión no deja de ser interesante y merece más investigación y estudio, aunque sin más restos fósiles de semejante individuo difícil se ve cómo se podrá llevar adelante. En cualquier caso, digo que es interesante porque podría estar en la línea de demostrar que sí pudo haber hibridación entre neandertales y sapiens en Europa después del primer contacto en Oriente Próximo hace 80.000 años, algo que, según los estudios realizados hasta ahora,  no parece que se haya producido.

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