Desde siempre en los medios de pensamiento, la filosofía y la ciencia habría existido una zona de cuestión, de discurso y conflicto, para decidir  -auténtica apuesta intelectual y de investigación-  sobre cual de estos dos hechos, los seres vivos y el medio ambiente, podrían ser la primera causa de cambio y transformación, de mutación y evolución en la historia de la naturaleza y las especies.

Este discurso para nuestra fortuna, se habría visto solucionado en la observación de unos finales, en la existencia de un lugar de resolución de procesos que habla de consecuciones de una especie o un sistema ecológico, es decir, que en muchos casos los resultados positivos  -en belleza y potencia de esa especie o sistema-  y su pervivencia en el tiempo  -por demostración paleontológica o su mera presencia en la actualidad-  serían suficiente justificación para ese dilema. Entonces ¿antes los seres y después el medio ambiente o antes el medio ambiente y más tarde, cuando sea, los seres?

En la diversidad de los ambientes terráqueos y en esta precisa cuestión de adaptación de los seres, en concreto los humanos en ese medio, siempre habrían existido una serie de lugares punta, de zonas de especial conquista por sus mismas condiciones climatológicas, atmosféricas, de situación geográfica, incluso de incidencia en la degradación del medio. Ejemplo de ello podrían ser los desiertos y las zonas polares.

Un lugar donde mejor podría apreciarse el despliegue de condiciones en esa adaptación al medio, la adaptación de los seres humanos, su desarrollo y evolución en el medio ambiente es en las Islas Británicas.

Alguien podría pasarse páginas y páginas en artículos, escritos y lecciones de autores ingleses sobre prehistoria en su mismo país, Inglaterra, sin que aparezcan una sola vez en ellas palabras como hielo, nieve, invierno, frío polar, etc., y si bien es cierto que en los actuales tiempos esos términos proceden de un idioma resultante de la llegada de otros, es de suponer que ya en aquellos tiempos pretéritos esas palabras y referencias poseerían una dicción o términos, dichos y referencias semánticas para referirse a los mismos hechos.

Sería difícil imaginar la cantidad de trabajos, prevenciones, luchas y forcejeos continuos que los primeros habitantes de esas islas debieron desplegar y mantener para sobrevivir y hacerse dueños  -manejar-  el tremendo medio hostil que les rodeaba.

Hasta tiempos muy modernos la historia geológica de la Tierra se habría sucedido en el sentido de una alternancia entre largos periodos de glaciación y otros de bonanza de clima que habrían ido conformando, con el paso de las eras, unas ciertas zonas y paisajes contrastados. La existencia, no obstante, de unas zonas extremas, unas veces por acumulación de elementos  -casquetes polares- otras por degradación del medio  -desiertos-  habría terminado esa configuración del paisaje terrestre.

A la existencia de esos Casquetes Polares por acumulación de elementos, agua, nieve y hielo, es a lo que nos referimos ahora, pues su presencia desde que se formaron no habría dejado de acompañar la atmósfera, la climatología y el mismo desarrollo de las especies en los diferentes ecosistemas del planeta con su característica presencia al norte y al sur del mismo.

La historia geológica de Inglaterra y el resto de los lugares británicos viene a confirmar todas esas premisas. Situada en un espacio de coordenadas entre el paralelo 60 al norte y el 50 al sur y entre los meridianos 2 al Este y 6 al Oeste, debieron de disfrutar desde muy antiguo de una lugar preeminente en contacto con el borde del Casquete Polar Ártico, si no inmersos por completo en el mismo, sobre todo en las largas estaciones invernales. En Inglaterra hasta hace muy pocos años, hasta estos mismos tiempos de calentamiento global, cambio climático y deshielo polar, empezaba a nevar en otoño, a finales de Octubre y la nieve cubría toda la isla del característico manto blanco, una capa de varios palmos de nieve hasta la primavera, finales de Marzo, principios de Abril. Todas estas características teniendo en cuenta que llegarían así desde la implantación de los mejores tiempos del Holoceno, hace escasamente 10.000 o 15.000 años.

Se piensa que sería en pleno Paleolítico, al final del Paleolítico Superior, cuando por una serie de cambios orogénicos como la desecación de territorios e inundación de otros, la isla más grande Inglaterra comenzaría a separase del continente. Hace de esto 450.000 años. Anteriormente hacia el año 460.000 existía un magnífico periodo de glaciación durante el cual la mayor parte de la isla y Escandinavia estuvieron cubiertas de hielo y glaciares de manera permanente. Se especula, así mismo, con una gran fenomenología geográfica y de paisaje para el nacimiento de esa isla, grandes cascadas de agua procedente de lagos interiores o desde el mismo océano, formidables acantilados y cataratas que terminarían por inundar la región que hoy es el Canal de la Mancha. Pero también se podría obtener una versión más simple, algo que hablaría de deshielo polar y de inmersión de territorios al elevarse el nivel del océano. Proceso que confluiría hacia el último lugar más elevado, un puente o istmo de roca caliza que unía Calais con Dover y que acabaría por desaparecer hacia el año 6.500 antes de nuestra era. En la actualidad la profundidad marina en el Canal de la Mancha no es mucha y desde el litoral de Calais se observa en días claros al fondo en el horizonte, las costas de Dover.

Existen evidencias de presencia humana en la isla a partir de un millón de años hace, aunque el Paleolítico Británico propiamente dicho comienza hacia el año 750.000 hasta los 10.000 años antes de nuestra era y en el se alternan periodos de Glaciación y otros de Interglaciación. Esa presencia se habría configurado en base a grupos de humanos de la antigua impronta de cazadores-recolectores que en uso de los caminos del litoral, en la buena estación, se habrían adentrado en el escueto territorio en persecución y simbiosis con las manadas de animales de las que dependían.

Hay pruebas de la existencia de Homo Erectus desde los 700.000 años antes de n.e., es decir, hombres primitivos que caminaban erguidos y usaban la bipedestación como normal ejercicio. Hacia los 500.000 años hace aparece el llamado Homo Heidelbergensis, de esbelta figura y que usaba los bosques como casa y refugio, un auténtico "hombre de los bosques" que todavía sabía usar los árboles como casa y refugio. Cazaba elefantes, rinocerontes, e hipopótamos.

Homo Neanthertal hace su aparición en los 230.000 años hace, en los estratos se superpone a Homo Heidelbergensis y es el auténtico "hombre de las cavernas", más pequeño que el anterior a quien sustituye y con la cabeza plana y miembros característicos del uso de la cueva para vivir. Es por estas tempranas fechas cuando se sitúa el límite del uso del fuego por los humanos en esa isla Inglaterra.

Existen pruebas de la presencia de Homo Sapiens desde hace 30.000 años antes de n.e., y como integrante de grupos de cazadores-recolectores  que venían siendo y siguiendo las antiguas costumbres.Existen así mismo periodos de vacío presencial humano a causa de Glaciaciones.

Sería entonces, al principio del Neolítico, hacia el año 6.500 antes de n.e., cuando desaparecerían, inmersos en las olas del mar los últimos caminos y trazos de costa entre el continente y la isla, desde cuando comenzara a fraguarse el más primigenio espíritu de ser ingleses, una especie de conciencia nacional de compartir un lugar como propia isla de sus habitantes desde antiguo.Es de suponer que ya en estos avanzados tiempos de la Prehistoria, cuando en otros lugares del planeta habían tenido tiempo de sucederse, de ir y volver diversas culturas y civilizaciones,  la demostración en el medio y sociedad humana de la isla se encontraría así mismo bastante desarrollado, con preclaras manifestaciones de sedentarismo en cabañas al aire libre, incluso en las mismas cavernas usadas en el pasado, que habrían permanecido en ellas durante temporadas. La estructura del mismo grupo de cazadores-recolectores habría evolucionado a maneras de relación y sociedad, así mismo como los trabajos y distribución de los mismos entre las mujeres y los hombres del grupo. Es de suponer que la actividad de cada cual se irradiaba hacia el exterior a partir del lugar que habían elegido para vivir y que la mejor época para ir de caza o pesca o en recolección de frutos, raíces y plantas silvestres sería en los meses de la buena estación, puesto que los seis o siete meses de invierno todo se encontraba cubierto de nieve y hielo. En los meses de verano y buena estación habría que conseguir, entonces, alimento suficiente para todo el invierno. Quizás las partidas de caza  -algo que desde siempre se habrían encargado los hombres-  también podrían haberse sucedido en invierno, en medio del nevado paisaje, pues en algún lugar deberían de permanecer las manadas de ciervos o jabalíes. Pero es más probable pensar que en la producción y almacenamiento de alimento "para pasar el invierno" debieron de utilizarse técnicas especiales de congelación y conservación a la intemperie de los mismos. También en los primeros asentamientos sedentarios debieron de disponer de una buena reserva de madera o carbón para los hogares que, así mismo, debía recolectarse en los meses de la buena estación. Es de suponer que todos estos cuidados fuesen algo muy importante, crucial para la supervivencia, pues sin fuego, sin alimento, la vida en aquel lugar seria imposible, la vida humana, me refiero.

También es de suponer que aquí en Inglaterra, como en el resto de los lugares del planeta, las razones básicas de la horticultura y agricultura producto de la observación de la naturaleza, podrían encontrarse desarrolladas antes de la llegada de los "productos exitosos" del neolítico. Algunos tubérculos, algunos árboles frutales y plantas de diversa clase ya se habrían cuidado desde antes, algo que se habría visto implementado sobremanera con la llegada de esos productos exitosos: trigo, cebada, legumbres, tubérculos y ahora redondeado con la llegada de los animales domésticos: cachorros de cabra y oveja y otros animales como el cerdo. De todos estos trabajos también como en otros lugares, en casi todos ellos, se habrían encargado las mujeres, pues el grupo de los hombres, sus maridos, se encontrarían empleados en las labores de caza y pesca. 

Bien, así la cosa, se habría producido una distribución de trabajos entre las mujeres y los hombres. algo que habría dilucidado sobre cual de los dos géneros aportaría mayor riqueza y posibilidad de alimento para el grupo.

Los primeros indicios de cerámica, uso del barro cocido para crear recipientes en aquel lugar Inglaterra se datarían hacia el 4.100 antes del nuestra era. Es en torno a los años 4.000 al 3.800 antes, cuando se datan las primeras evidencias de uso de la agricultura, o bien resultante de la llegada de nuevos colonos que traerían los productos exitosos desde el continente donde ya se encontraban desarrollados, o bien que esos productos hubiesen llegado importados desde vías comerciales entre ambos lugares. A la primera cultura de agricultores  -agricultoras- se le llama de Windmin Hill por el nombre del yacimiento  -lugar arqueológico más representativo-   que, a partir de una determinada época esas novedosas prácticas ya se encontraban muy presentes y distribuidas por diversos lugares de Inglaterra y de la otra gran isla Irlanda. Estos primeros lugares de uso de la agricultura son coetáneos, es decir, conviven durante mucho tiempo con otros grupos y culturas más antiguas como los grupos que seguían habitando en los bosques y que siguieron usando un utillaje "maglemoisiense", los grupos de culturas fluviales que vivían junto a os ríos y que utilizaban técnicas "tardenoisienses" y los del litoral que usaban utensilios "azilienses".

El estudio de la Prehistoria en Inglaterra se hace desde las primeras noticias de humanos que visitaron el lugar hasta la conquista de Roma en el año 43 después de nuestra era, y las primeras noticias sobre el lugar en antiguos escritos son de Piteas en el año 325 antes de n.e.

En los tiempos modernos sería William Stukeley que vivió entre 1.687 y 1.765 quien pusiera de relevancia el interés por la Prehistoria en ese país y la importancia de la leyenda sobre "druidas". Amigo de Isaac Newton, adoptaría el nombre de Archidruida Chyndonax. Dice Stukeley que los druidas habrían establecido en Inglaterra la verdadera religión patriarcal, pero esto relacionado con el relato bíblico. Sería éste hombre por observaciones en Stonehenge y Avebury quien habría iniciado la "saga druida" que aún hoy prospera.

De cualquier forma hay opiniones para todos los gustos pues otro autor, éste americano, pero formado en Cambridge, de nombre Jared Diamond asegura en sus escritos que la agricultura es el peor error en la historia de la raza humana, sus teorías dentro de un marco de autores académicos que reclaman el regreso a la sociedad de cazadores-recolectores anterior a ese periodo de puesta en marcha de la agricultura. Ese regreso volvería a los hombres más pacíficos y en armonía con la naturaleza.

Los lugares arqueológicos y de presencia prehistòrica más importantes en Inglaterra serían: el número impreciso de monumentos megalíticos que datarían de finales del Neolítico y la Edad de Bronce, entre los 5.000 y 4.000 años antes de n.e. ; Avebury Circle datado a partir del 3.000 al 2.800 años antes; cerca de aquí la propia colina de Windmill Hill, la colina artificial de Silbury Hill y el propio Stonehenge, sus diferentes estructuras, así como West Kennet Long Barrow datado hacia el 2.800 antes; Anillo de Brodgar en las islas Orcadas y Piedras de Stennes datadas hacia el 2.900 antes de n.e.; Bryn Celli Ddu que es una tumba en la isla de Anglesey y la misma construcción de los primeros círculos de tierra de un solo acceso llamados "henges".

Otros lugares muy famosos y emblemáticos serían: Durrington Walls a tres kilómetros de Stonehenge; Skara Brae, un pequeño poblado en Orkney, Escocia; Long Meng, grupo de piedras verticales y Castlerigg en Cumbria; las "flechas del diablo", dos piedras solitarias en Boroughbridge en Yorkshire y Must Farm, una granja datada entre el 1.200 y el 800 años antes de nuestra era.   

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