Foto: Izq: Marlize Lombard, investigadora y profesora de Antropología en la Universidad de Johannesburgo, en el sitio Cueva Sibundu en el norte de la provincia de KwaZulu-Natal. Dcha: Puntas de flechas (Imágenes: Universidad de Johannesburgo).

Vía: Digital Journal por Lee Labuschagne y Universidad de Johannesburgo | 07 de septiembre de 2010 (Traducción por G.C.C.)

Los arqueólogos de dos universidades de Sudáfrica han encontrado lo que se cree es la primera evidencia realizada por el hombre de flechas con punta de piedra, de 64.000 años de antiguedad, y todavía con restos de sangre y hueso.

De acuerdo con la información de MediaclubSouthAfrica, esto significa que el despliegue de la tecnología del arco y la flecha retrocede en 20.000 años y arroja luz sobre el desarrollo cognitivo de la humanidad.

Foto: Cueva de Sibudu

Los hallazgos fueron desenterrados de las capas de sedimento más antiguas de la Cueva de Sibudu, una cueva de arenisca al norte de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica. Marlize Lombard, investigadora y profesora de la Universidad de Johannesburgo, trabajó en el proyecto con un equipo de científicos bajo la dirección de Lyn Wadley, de la Universidad de Witwatersrand (Wits).

Una punta de hueso, que podría haber sido una punta de flecha, también se obtuvo en el lugar mencionado en 2008 por Lucinda Backwell y sus colegas de Wits. Junto con otras pruebas hace retroceder el desarrollo de la tecnología del arco y la flecha en al menos 20.000 años. Los hallazgos del equipo fueron publicados en el último número de la revista Antiquity.

Una inspección más detallada de las herramientas de piedra reveló restos de sangre, hueso y otros rastros de uso, que proporcionan pistas sobre la forma en que se utilizaron, según Lombard.

Foto: Restos de sangre (a la izquierda ) y fragmentos de hueso (derecha).

"La forma geométrica de las piezas indicaba donde se había impactado y dañado, y cómo ellas eran manejadas. Esto demostró que las piezas podían haber sido muy posiblemente las puntas de proyectiles, antes que puntas afiladas en el extremo de unas lanzas de mano", dijo Lombard de acuerdo con la página web de la UJ.

La punta de la flecha también tenía rastros de pegamento en forma resina obtenida de plantas y que los científicos creen que se utilizó para fijarla a la caña de madera de las flechas.

"La presencia de pegamento implica que las personas fueron capaces de producir herramientas compuestas, es decir, herramientas con diferentes elementos producidos a partir de distintos materiales que se unían con pegamento para hacer un artefacto único", subrayó Lombard.

La sofisticación de las flechas arroja luz sobre el desarrollo de la inteligencia humana, estiman los científicos. De acuerdo con Larry Barham, de la Universidad de Liverpool, "Esto es un indicador de una conducta cognitivamente exigente".

Foto de Antiquity

Ingeniería prehistórica

Los investigadores están interesados en estas primeras evidencias realizadas con arcos y flechas, ya que este tipo de ingeniería de armas puede indicar las capacidades tecnológicas y cognitivas de los seres humanos que vivían en ese momento.

Los investigadores concluyen en su informe que "La caza con arco y flecha requiere varias intrincadas etapas de planificación, recolección de material y preparación de las herramientas, e implica una serie de innovadoras habilidades sociales y comunicativas".

Lombard explicó que su objetivo último era explorar "la gran cuestión: ¿Cuándo empezamos a pensar de la misma manera que lo hacemos ahora?".

"Junto con pruebas suplementarias de la cueva de Sibudu, obtenidas por el profesor Wadley y su equipo, así como otros lugares de Sudáfrica, como Blombos, bajo la dirección del profesor Chris Henshilwood, estamos cada vez más convencidos de que hace 60 ó 70.000 años, en el sur de África, las personas se comportaban, a nivel cognitivo, de manera muy similar a nosotros".

Foto: Izq: Cuatro puntos de vista de una punta de hueso obtenida en la cueva de Sibudu. Dcha: Obsérvese las finas estrías longitudinales producidas por el raspado con una herramienta de piedra. Escala de barras = 10 mm. Fotografía de Backwell Lucinda.


El profesor Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que el trabajo pone a la vista que los humanos modernos de África, de hace 60.000 años, habían comenzado a cazar bajo una "nueva forma".

Los neandertales, y otros primeros seres humanos , explicó, muy probablemente fueron "depredadores de emboscada", esto es, necesitaban acercarse a sus presas a fin de darles muerte.

El profesor Stringer también señaló: "Este trabajo amplía aún más el desarrollo sobre las conductas que pueden inferirse de las primeras personas en África. Sin embargo, las largas brechas temporales en el registro posterior sobre el uso de arcos y flechas puede significar que estas armas no llegaron hasta mucho más tarde. De hecho, el concepto de arcos y flechas, incluso puede haber tenido que ser reinventado muchos milenios después".

Foto: Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres

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Comentario por Marián Cortés el septiembre 15, 2010 a las 12:43pm

Retrotraer en 20.000 años un invento crucial en la historia de la humanidad, es altamente interesante. El titular lo es mucho menos, porque antes de este hallazgo no nos cabía ninguna duda del origen africano del artefacto. El origen de los homínidos y del Homo sapiens está en ese continente, mientras no se demuestre lo contrario, y el arco y la flecha son uno de los inventos que distinguen a este último de sus antecesores.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el septiembre 15, 2010 a las 3:44pm
Buenas tardes, Marián:

En realidad, las interrogaciones del titular tienen un sentido un tanto retórico (quizá de llamada de atención sobre lo que explicita), dado que los datos proporcionados, después de este hallazgo, lo que sí invitan a concluir, es que, en realidad, quedan menos dudas sobre el origen cultural-geográfico africano de los artefactos en cuestión. Antes, lo que había, eran suposiciones mejor o peor fundadas. Ahora hay más claridad al respecto.

De todos modos, tampoco deja de ser interesante la advertencia del profesor Chris Stringer, en el sentido de que tales herramientas de caza pudieron tener una sucesiva reinvención en el tiempo y en ámbitos culturales y geográficos distintos. ¿Hasta qué punto puede considerarse que ello pudo suceder así, dada la compleja concepción que supone la elaboración de estos artilugios? Es verdad que a lo largo de la historia se han dado caso similares de reinvención de artefactos, pero no dejan de llamar la atención estos "gaps" temporales en la producción de la cultura material de los pueblos.

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