Los asombrosos "grafitos" de Iruña-Veleia (Álava)

Hace algo más de dos años, entre los días 8 y 16 de junio de 2006, fueron saltando a la prensa las primeras noticias oficiales sobre el hallazgo de hasta 800 asombrosos "grafitos" sobre cerámica (más propiamente serían ostraka (1)), ladrillos, vidrio y huesos, en latín y en euskera, muchos sólo con dibujos.

Las piezas habían aparecido en distintas fechas anteriores, en las excavaciones oficiales de la ciudad caristia (no vascona) meridional de Veleia, hoy junto a Trespuentes (Villodas), a 12 km al O de Vitoria, Álava (ubicación y foto aérea aquí, visita virtual aquí ), de los que el boletín de Terraeantiqvae de entonces se hizo eco inmediato, vid., con las fotos de los tres primeros fragmentos que se dieron a conocer por el equipo de arqueólogos, encabezado por D. Eliseo Gil y Dª Idoia Filloy, que excavaban allí desde 1994 (véase para el yacimiento y algunas piezas esta completa infografía de El Correo Digital), del que formaban parte también cuatro expertos de la UPV, historiadores (Juan Santos Yanguas y P. Ciprés) y lingüistas (Henrike Knörr y J. Gorrochategui).

Inicialmente se puso el acento sobre las piezas con "jeroglíficos" (“…jeroglíficos sencillos de la época más antigua, pero casi medio milenio después de que se dejara de utilizar en el misterioso país de los faraones…”):

y de temas cristianos (“la representación más antigua del mundo de la crucifixión [por “calvario”] de Jesús”):


En realidad la noticia, pero sólo de sus materiales cristianos, se había “filtrado” a un medio vasco, hasta donde pude comprobar, al menos doce días antes, el 27 de mayo de 2006 (“Hallan en Nanclares inscripciones del cristianismo copto de hacia e...”, pero sólo tuvo un par de ecos digitales y pasó desapercibida.

También se supo después que algunos expertos de la diócesis de Álava, e incluso del Vaticano, habían tenido ocasión previa de revisar los hallazgos, manteniendo absoluto hermetismo sobre sus impresiones (“…Según han apuntado fuentes eclesiásticas a este periódico, emisarios del Papa Benedicto XVI conocían la aparición de estos materiales desde hace varias semanas. Pero la relevancia de las piezas halladas, sobre todo por su cronología (siglo III después de Cristo y en plena persecución de los fieles al cristianismo) hizo que la Santa Sede enviara al enclave alavés a algunos especialistas en época romana de la Curia para comprobar in situ la importancia de una pieza como el Calvario, las ostrakas con dioses paganos asaet(e)ados, así como los grafías en euskera en otros materiales que apuntan a esa misma época.Los emisarios del Vaticano certificaron que, a pesar de su sencillez, el material epigráfico hallado en Iruña Veleia, que data del siglo III después de Cristo, es de un gran valor histórico puesto que no se conoce ninguna otra representación gráfica de la muerte del Hijo de Dios tan temprana. Ni siquiera en las propias catacumbas, en Roma, según señaló el propio director del yacimiento arqueológico, Eliseo Gil, se encuentra dibujada una reconocible figura de Cristo en su camino hacia el monte Gólgota y crucificado en la cruz, tal y como adelantó Diario de Noticias de Álava.”).

Probablemente aquella inesperada y molesta filtración fue la que forzó la presentación oficial de los hallazgos. Se trataba, en un primer momento, de “270 grafitos” (aunque estrictamente no lo son (2)), que procederían de un supuesto “paedagogium” o escuela, en la que un maestro o preceptor, acaso de origen egipcio (se dijo), enseñaría a los niños de la acomodada casa; se daba referencia de otras piezas, que no llegaron a conocerse gráficamente (“…en estos 270 objetos, datados en el siglo III d.C., los expertos han descubierto un relato de la época. Por un lado, porque se tratan de los apuntes de los pequeños estudiantes romanos –hay declinaciones del latín, el abecedario, un listado de emperadores, temas de La Eneida, relaciones de autores clásicos y divinidades– y también de sus travesuras. Como los garabatos que se hacen al tomar apuntes, los veleienses también habrían amenizado las clases con retratos, caricaturas, representaciones de la vida doméstica y paisajes…”).

(El llamado "grafito Vitae", escrito VITAII, con E "cursiva"=II. © El Correo Digital, de la infografía citada al comienzo)

Según afirmó entonces el director de la excavación, Eliseo Gil, la escasez de este tipo de testimonios en el mundo “permite al conjunto epigráfico desenterrado "codearse" con los que descansan en excavaciones tan populares como las de Pompeya, Roma o Vindolanda” (en TerrAnt, ibid.; para las tablillas del fuerte romano de Vindolanda, en Britannia, menos conocidas del público español, véase su espléndido website).

Al día siguiente, 9 de junio, los arqueólogos desvelan otra novedad aún más sorprendente, y llamada a introducir un factor no sólo científico: En otro espacio del yacimiento (“una domus más modesta”) había aparecido además un igualmente amplio conjunto de grafitos, esta vez "sobre fragmentos de ladrillo" (aquí), algunos de temática también cristiana, pero en euskera (“…Aparecen en Veleia restos de inscripciones en euskera del siglo III… El material sería ocho siglos más antiguo que el de san Millán… El conjunto epigráfico rebate la tesis de que el núcleo original del euskera se encontraba en Navarra… eso significa que dejaría a Álava como la cuna del vascuence”). Entre ellos había alguno tan sorprendente como esta mención de la Sagrada Familia, con una inaudita coma incluída: “Iesus, Ioshe ata ta Miriam ama”. Otros contenían palabras corrientes (“…entre ellas están "zuri urdin gori" (los colores blanco, azul y rojo); "urdin isar" (gris/azul estrella), aunque los filólogos creen que probablemente las palabras no irían juntas sino separadas (gris y estrella); "edan ian lo" (beber, comer, dormir); "ian ta edan" (comer y beber), y "iaun" (señor). Otras son religiosas: "geure ata zutan" (nuestro padre en vosotros), que es el saludo que utilizaban los antiguos cristianos… A la espera de su publicación oficial, fuentes aparentemente bien informadas han dado a conocer más detalles sobre las inscripciones con palabras difíciles que en los comunicados habrían sido suprimidas: ian ta edan deno, veleian iaun, beta zuri urdin gori; así como una mención a otra inscripción: marcus lagun..." (aquí).

Por estos hallazgos se había integrado en la comisión de estudio (al menos desde mayo) a dos prestigiosos filólogos (“…el director de Investigación de Euskaltzaindia y catedrático de Filología Vasca de la UPV, Henrike Knörr (3), y su colega Joaquín Gorrotxategi, autor de numerosos trabajos sobre el euskera primitivo…”), quienes comparecen en la prensa una semana más tarde, el día 16, para “asegurar la veracidad de las informaciones ya desveladas y que apuntaban a la aparición de inscripciones y leyendas en vasco antiguo y que podría situarse entre los siglos III y VI…” y precisar algunas informaciones incorrectas.

Desde el mismo día de los anuncios, 8 de junio, se mantuvo en el portal de Historia y Arqueología Celtiberia.net un animado debate sobre tan insólito conjunto de hallazgos, que duró más de dos años pero, tras sufrir un ataque vandálico, quedó interrumpido en su capítulo décimo (“Iruña-Veleia X”) debido al cierre de las intervenciones en dicho portal, el 14 de julio pasado (que muchos esperan que no sea definitivo). Era el tema más visitado y debatido de dicho sitio web, sumando en esos dos años más de 200.000 visitas y miles de comentarios y datos, muchos de gran interés (algunos de personas anónimas que los conocían de primera mano), además de algunas fotos obtenidas por usuarios por otros medios, como un curioso hueso (captado de un video en Youtube y al poco eliminado) en el que se mencionaba a “Nefertiti” y “Nefertari”.

La autenticidad de los óstraka había sido garantizada por el equipo de arqueólogos en la presentación, al concretar su aparición en la llamada “Domus de Pompeia Valentina” (también “del Impluvium”) como un conjunto sellado ("una cápsula del tiempo”, según se dijo el día 9), apelando además para la fijación de su cronología (el siglo III d.C. en principio, luego ampliada hasta el V) a pruebas físico-químicas practicadas previamente en prestigiosos laboratorios internacionales (“Los laboratorios de Toulousse (sic) y Groningen certifican la validez y la cronología de la pieza… La ostraka (sic) ha sido sometida a la prueba del carbono 14 en Francia y en Holanda... esas piezas también han superado la prueba de un acelerador de partículas, que certifica la antigüedad de la pieza así como del trazado que se haya impreso en la misma…”).

A pesar de ello, y del entusiasmo general que los hallazgos causaron, los escasos ejemplos poco a poco conocidos, oficial o extraoficialmente (apenas una decena, de un conjunto que ascendería a varios cientos, entre latinos y euskéricos), fueron puestos en tela de juicio en Celtiberia.net a partir del mismo día siguiente y sucesivos, cuando varios intervinientes comenzamos a observar anomalías importantes en las pocas piezas que se dieron a conocer entonces, que afectaban sobre todo a los grafitos con "jeroglíficos egipcios", “Calvario” y “la familia de Eneas”,

a los propios grafitos euskéricos (véase por ejemplo) y al aspecto general de las piezas y de los surcos, todo demasiado limpio, además de fijarnos en un comentario sin autor concreto, escrito al final de la noticia del día 9 pero en sólo uno de los diarios, que había pasado desapercibido: “…Fuentes cercanas a Euskaltzaindia manifestaron cierto recelo con estos nuevos materiales, pese a que han aparecido en una domus hasta ahora intacta y que se ha conservado en perfectas condiciones...". Algo que, obviamente, no había partido de la rueda de prensa, y que fue desmentido, posiblemente por los expertos lingüistas citados (supra) el 15-16 de junio ("Euskaltzaindia finalizó ayer con las sospechas de fraude que circulaban en la comunidad científica al confirmar la autenticidad de las inscripciones en euskera primitivo halladas en el yacimiento de Iruña Veleia....").

Fueron después algunos conocedores de escrituras egipcias los que llamaron la atención sobre la figura de la supuesta experta del equipo encargada de estudiar y presentar los jeroglíficos, sobre la ininteligibilidad de los signos mostrados, o sobre la imposibilidad de que nombres como los de Akhenaton y Nefertiti hubieran podido llegar a época romana, tratándose de figuras que fueron objeto de damnatio memoriae (más o menos una condena oficial de su memoria) ya en su propio tiempo, escritas además con denominaciones (al menos en lo que se había dicho) propias de los siglos XIX y XX. El primero fue Edmund S. Meltzer, en TerrAnt (ibid.), el 16-6-2006, pero aquellos grafitos no suscitaron el menor interés durante meses en foros de Egiptología (véase), aunque más tarde se abriría un amplio debate, crudamente en el sentido del descarte (véase allí el comentario-resumen de J. C. Moreno de 19-1-2008, o esta entrevista al mismo experto, nada menos que en Gara (lo que a mi juicio demuestra que, pasada la primera euforia, los medios nacionalistas están entre los más interesados en que las cosas queden claras, en el sentido que sea).

El 9 de noviembre de 2006 se publica una entrevista con el (luego fallecido) filólogo Henrike Knörr, quien, preguntado sobre la cuestión de la autenticidad, y aun admitiendo que “en cuanto a la lengua en sí, ciertamente es llamativo que lo entendemos casi todo”, manifiesta su plena confianza en los hallazgos: “Cuando profesionales y especialistas, junto con laboratorios, por ejemplo los de Groningen (Holanda) y el Centre National de la Recherche Scientifique de Burdeos, avalan la autenticidad de los descubrimientos, sobra cualquier duda.” (aquí).

A pesar de ello, o quizá como consecuencia, el 18 de noviembre siguiente su colega lingüista y miembro del equipo, Prof. Joaquín Gorrochategui, da un golpe en la “línea de flotación” de la autenticidad al publicar un artículo (“Los asombrosos hallazgos de Iruña-Veleia”, en el que afirma que a esa fecha ni Knörr ni él disponen aún del “catálogo completo de textos, transcritos adecuadamente y acompañados de las ilustraciones correspondientes”, aclara, más bien con sorpresa, los distintos sitios y ambientes del hallazgo de los óstraka en euskera (“…La primera hipótesis provisional de que se trata de material de relleno sobre el cual construir una casa de comienzos del s. V no ayuda, precisamente, a definir su función. Tampoco ayuda nada, en mi opinión, el que hayan aparecido más óstraca en catas realizadas durante este verano [del 2006], según noticias avanzadas por los propios arqueólogos…”) y detalla algunas rarezas concretas en los textos euskéricos, pero, sobre todo, termina con unas palabras nada ambiguas: “Precisamente porque hay mucho en juego, tenemos que extremar todas las cautelas, cada uno en la disciplina cuyos métodos y contenidos mejor conoce, a fin de poder llegar, al final del proceso, a un convencimiento pleno sobre la autenticidad de los hallazgos y su aceptación por la comunidad científica. Pero aún estamos lejos de ello… Dicen que la fe es conveniente en la investigación científica, pero el método es imprescindible”. Esto, escrito por un miembro tan relevante del equipo, supuso, como él mismo lo dice, “un jarro de agua fría para el ardor de algunos y la ilusión de muchos” que sería ya definitivo.

Dos días después los profesores Joseba Lakarra y José Larrea, de Filología Vasca e Historia Medieval, en otro artículo (“Veleia: Los arqueólogos primero”, aunque recordando las anomalías más conocidas y comentadas en red, y las “perplejidades” que surgían ante algunos materiales, incidían más bien en lo indeseable de que la información llegara sólo a través de entrevistas y ruedas de prensa, debido a las posibles deformaciones en la intermediación de algunos diarios (“…mientras el medio de comunicación preferente sean las entrevistas de prensa, la situación es desasosegante. Es rigurosamente imposible que haya salido de la boca de Eliseo Gil lo que algunos medios han transmitido…”), emplazaban las certezas para más adelante (“…Sólo cuando el equipo de Veleia exponga en publicaciones especializadas y reuniones científicas los elementos de datación de que ha ido disponiendo para los graffiti; cuando publiquen el primer estudio y el primer corpus de inscripciones y de imágenes; cuando esto se someta a discusión por los especialistas; entonces empezaremos a tener algunas seguridades…”), y terminaban llamando a la calma con un “Déjese trabajar a los arqueólogos”.

La sospecha se extendió de forma ya imparable, por más que Henrike Knörr volvió a salir con una réplica a sus tres colegas (“El catedrático y miembro del equipo que perita los hallazgos entiende la cautela de otros expertos, pero no ve «motivos para desconfiar de los arqueólogos»… está convencido de que los descubrimientos del yacimiento alavés van a provocar una «revolución» en el «modelo o paradigma» con el que hasta ahora se ha interpretado la historia de la lengua, del arte y hasta de la religión en el País Vasco… «No tengo motivos para desconfiar. Yo diría francamente que no hay duda sobre lo aparecido ni sobre la datación de los hallazgos».” (aquí).

Todo ello motivó un muy categórico comunicado oficial del equipo, el 23 de noviembre de 2006, publicado en la web oficial de entonces, pero conservado en "Iruña-Veleia II", en el que se dan como legítimamente ofendidos ("...son a nuestro juicio absolutamente irresponsables y poco documentadas –como se admite expresamente- algunas opiniones y artículos publicados últimamente en prensa que no sabemos a qué puedan responder [...] Es grave, muy grave, que por primera vez en la Arqueología vasca (hablamos de Arqueología, de ciencia, de método, no de descubrimientos casuales de origen poco aclarado) se ponga en entredicho el método arqueológico y las analíticas de validación y por ende la profesionalidad y el honor de los arqueólogos y especialistas implicados en un descubrimiento fruto directo de un programa de investigación que lleva años en curso y no pocos esfuerzos...") y se extienden de nuevo sobre sus métodos y las pruebas realizadas. Lo firman 7 de los 8 miembros, estando sólo ausente de él J. Gorrochategui.

A pesar de que, en 21-11-2006 (supra) se decía que “el equipo de Eliseo Gil, que ayer rehusó pronunciarse sobre los artículos, ha anunciado que presentará en breve al público los escritos en lengua vasca y dará «datos muy aclaratorios» sobre su autenticidad” (ibid.), lo único que siguió a todo esto, en febrero de 2007, fue el extraño abandono de tres de los arqueólogos del equipo, Miguel Ángel Berjón, José Ángel Apellániz y Carlos Crespo. Ellos no quisieron entrar en detalles, pero los motivos sugeridos por la empresa gestora, Lurmen, S.L., no sonaron muy convincentes, al menos para quienes han/hemos excavado en condiciones mucho más precarias y calurosas (“…atribuyeron su despedida a razones «laborales». «Las condiciones de este trabajo son duras. En verano se pasa calor y, además, en la zona no disponemos más que de un prefabricado sin agua y que tiene luz gracias a un generador», indicó un portavoz de la empresa” (véase).

Vino después el cierre de la página web del yacimiento (que se reabriría en abril de 2008, pero eliminando los documentos que hacía mención y detalle de los 'grafitos'), y una etapa de largo silencio del resto del equipo, bien descrita por la arqueóloga codirectora, Idoia Filloy, en esta entrevista de 19 de agosto de 2007 (aquí): “Una publicación centífica al respecto estará lista para el año que viene y, por lo tanto, de momento no vamos a desvelar más datos sobre estos hallazgos; habrá que esperar… el tema suscita tal revuelo que decidimos que era mejor dejarlo así hasta hacer la correspondiente publicación científica. Si no, al final se malinterpretan las cosas y sale lo que no tiene que salir… Por nuestra parte, jamás ha habido duda sobre la datación de los hallazgos. Nosotros hemos visto cómo salían de la tierra esos grafitos. Lo que sucede es que los datos que aportan en determinados aspectos, sobre todo lingüísticos, son tan novedosos que cuestionan las teorías que hasta ahora se venían manejando, y eso ha suscitado dudas…. Quizá nosotros fuimos ingenuos al pensar que habría especialistas a quienes les haría ilusión poder trabajar con información de primera mano, como es el caso de los lingüistas. En cualquier caso, te encuentras con el recelo de quien durante toda su vida ha elaborado y mantenido una teoría que, de repente, unos hallazgos desmontan. Como investigadora, sin embargo, considero que debemos estar abiertos a asumir esos cambios…”. En ella confirmaba también que otra serie de grafitos había sido encontrada en otras varias zonas (“…Además de ese conjunto con inscripciones en euskara, sí que han ido saliendo más restos en otros puntos del yacimiento, y siempre en el mismo horizonte cronológico, de manera que certifica que lo que has encontrado en un punto se da en otros puntos del yacimiento. Es un fenómeno que aparece bastante extendido….”).

Sin embargo, en octubre de 2007 el revuelo social y las suspicacias de diversos especialistas (véase) debieron de impulsar al Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava, que entre tanto, en agosto, había cambiado de manos, del Partido Popular (Federico Verastegui) a Eusko Alkartasuna (Lorena López de Lacalle) a anunciar que se harían “…nuevos acuerdos con la Universidad del País Vasco, al objeto de crear una comisión técnica que supervise y analice los hallazgos que se están obteniendo en Iruña Veleia”, lo que se materializó poco después mediante la creación de una “Comisión Científica de Asesoramiento” de la UPV (Universidad del País Vasco), en la que volvía a estar Gorrochategui, y a la que, abandonando el equipo de Gil, se sumaron los dos historiadores, Santos y Ciprés, y que comenzó sus trabajos en enero de 2008: “…La Comisión Científica de Asesoramiento está constituida por los filólogos Joaquín Gorrotxategi, Joseba Lakarra y Henrike Knörr, los epigrafistas Juan Santos Yanguas y Pilar Ciprés, los arqueólogos Agustín Azkarate y Amelia Baldeón, los químicos Fernando Legarda y Manuel Madariaga y el director del Servicio de Museos Félix López…”), que “…trabajará desde diversas áreas, como la Historia, Física, Química, Arqueología, Lingüística y Epigrafía…” (aquí) y debería aclarar especialmente (se supone) la autenticidad de las piezas. Sobre sus trabajos se impuso una completa discreción (“un cordón de seguridad”, “un protocolo de confidencialidad”), con lo que a partir de entonces no hubo muchas novedades que comentar. A fines de febrero de 2008 se anunció que sus conclusiones estarían listas hacia la pasada primavera, aunque después las han retrasado para este otoño de 2008 (véase), por lo que, salvo nuevo retraso, deben de estar “al caer”.

En los últimos meses el debate se recrudeció entre quienes llevaban esperando dos años unas conclusiones fiables y una presentación con muestras gráficas generosas de los óstraka y sus lecturas (téngase en cuenta, por ejemplo, que, asombrosamente, aún no se conoce ni una sola imagen de los cientos en euskera), junto a explicaciones convincentes que despejaran las dudas sobre varias importantes cuestiones, entre ellas las puramente arqueológicas. Algunos en los foros, casi siempre de forma anónima, comenzaron a hablar hasta con acritud de un fraude en toda regla, haciendo alusiones profesionales y personales como mínimo improcedentes, y otros optamos por mantener la credibilidad en la profesionalidad del equipo hasta la presentación científica de todos los materiales ("wait and see"), aunque sin dejar de señalar, como al principio, todo aquello que desde la Epigrafía u otras ciencias carecía de paralelos y de justificación.

Comenzando por el hecho de que en época romana se enseñaba a los niños usando tabulae ceratae (véase "Un inciso sobre las tabulae ceratae", con fotografías del método, aquí), esto es, tablillas de madera rellenas de cera, utilizando punzones de hueso, madera o marfil, buscando, como seguimos haciendo ahora, materiales con los que no pudieran correr ningún peligro. O por el otro hecho de que, en la inmensa mayoría de los óstraka cotidianos conocidos (otra cosa son los grafitos sobre cerámica (2)), la letra que se utiliza es la minúscula y no la mayúscula que, sin embargo, es la constante en los ejemplos hasta ahora conocidos de Iruña-Veleia. Hay otras rarezas más “técnicas”, como uso de comas, flechas dobles, el "RIP" del crucifijo, la ortografía latina, letras adornadas como en la primera mitad del siglo XX, el abuso de la II=E, y otros detalles que, desde el momento mismo de su presentación, pueden leerse en los foros de Celtiberia.net que abajo se indican. Anomalías que, todas sumadas, componen un conjunto realmente insólito para cualquier experto, y más teniendo en cuenta que son sólo las vistas en una decena de ejemplares, de un conjunto de varios cientos.

Como en otros tantos temas, el tiempo y las evidencias -o la falta o insuficiencia de éstas- pondrán cada cosa en su lugar; claro que se precisa para ello cierta dosis de paciencia, y que hay que dejar trabajar a quienes han sido encargados de ello. Pero incluso esto tiene sus límites: Desde que Internet es la vía más universal, democrática e instantánea de información, estamos muy "mal acostumbrados" ya a las presentaciones, breves pero claras, rápidas y muy bien ilustradas, de importantísimos hallazgos. Recuérdese el caso reciente de los retratos de la dinastía ulpio-aelia en Sagalassos, Turquía: El verano pasado el colosal Adriano (en TerrAnt), que incluso está ya expuesto temporalmente en el British Museum, y este mismo verano de 2008, apenas hace un mes y 20 días respectivamente, los de Faustina la Mayor y Marco Aurelio, con espléndidas fotografías durante el proceso de excavación, una web interactiva en la que se puede seguir el día a día de los hallazgos, y los detalles suficientes para una buena y fiable información del gran público, que tiene también su derecho a saber, pues al final, de un modo u otro, es el que sufraga y sostiene al mundo de la cultura.

Por ello, una presentación científica y social amplia de los materiales escritos de Iruña-Veleia, aunque no sea con el rigor exigible a una Memoria final (nadie ha pedido nunca tal cosa), no debería diferirse mucho más. De hecho, para un hallazgo presentado con tan grandes seguridades y equiparado a Pompeya o Vindolanda, un tan prolongado silencio tras dos comisiones de estudio es incluso contraproducente, dado el número de expertos implicados (entre miembros y asesores), los medios económicos habilitados, y el generoso tiempo disponible. A nadie puede convenir que esta situación de incertidumbre y misterios se prolongue más.

Cabe plantearse finalmente si, de no ser por las voces y foros críticos en Internet, se habrían aceptado los hallazgos sin más debate ni comisiones, puesto que, cuando fueron presentados, había unanimidad en el equipo, y tenía toda clase de respaldos científicos, de arqueólogos, laboratorios, epigrafistas y lingüistas. Cabe deducir entonces que la sociedad aficionada en general, y también los expertos involucrados en el estudio, han contado con una inesperada y muchas veces valiosa ayuda en este cibermedio, y que todo ello debe ser bienvenido si ha contribuído a un mejor conocimiento de la verdad final, sea ésta la que sea. (© Alicia M. Canto, U.A.M.)

Enlaces interesantes para el seguimiento del tema desde su presentación (4)

En TerraeAntiqvae:
http://terraeantiqvae.blogia.com/2006/060801-alava.-iruna-veleia-de... (lo más completo sobre las primeras informaciones)

En Celtiberia.net:
“Iruña-Veleia I" - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2042 (8-6-2006)
“Iruña-Veleia II” - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2364
“Iruña-Veleia III” - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2474
“Iruña-Veleia IV” - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2639
“Iruña-Veleia V” - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2768
“Iruña-Veleia VI”- http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2894
“Iruña-Veleia VII” - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=3119
"Iruña-Veleia VIII" - http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=3199
"Iruña-Veleia IX": http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=3401
"Iruña-Veleia X": http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=3473 (2-7-2008)

“Iruña-Veleia. Archivo gráfico y temático de los grafitos”- Un resumen de las principales informaciones de prensa sobre los hallazgos, ilustraciones de los mismos, con consideraciones sobre la escritura cursiva en tablillas, ostraka y similares, y otros aspectos (hasta 21-1-2008): http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2372

En Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Iru%C3%B1a-Veleia

Otros: http://del.icio.us/tag/veleia (289 referencias en Internet, en castellano y euskera)

Sitio web del yacimiento y equipo (cerrado durante meses, se reabrió una nueva versión de él el 10/4/2008): http://www.veleia.com/

Notas.

(1) Óstraka son fragmentos de cerámica rota (y a veces de piedras) que después han sido reutilizados como soporte para escribir. Su singular en griego es óstrakon. Aunque los primeros ejemplos son egipcios y hebreos (vid. http://www.answers.com/topic/ostracon), su utilización en la democracia griega para las votaciones, sobre todo las de destierro (http://www.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/TERMINOS%20HIST...) los hizo célebres y dio lugar al vocablo moderno “ostracismo”. Técnicamente no son "grafitos" (v. la nota 2), aunque esta definición se ha popularizado irremediablemente para referirse a estos hallazgos.

(2) Los óstraka se diferencian de los grafitos sobre vasos cerámicos en que éstos son inscripciones sobre un recipiente cuando éste está aún completo, por ello muchas veces se encuentran fracturados por cualquier parte del texto; al revés que en los óstraka, es más normal en ellos usar la letra mayúscula. También se denominan "grafitos", como ahora, a la escritura espontánea, generalmente cursiva, sobre otros objetos o superficies, sobre todo paredes, columnas, etc.

(3) Lamentable y prematuramente fallecido el 30 de abril de 2008. Véanse para otras referencias http://henrikeknoerr.com/blog/ y http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=3473. En la necrólogica de 24-6-2008 publicada por su colega J. A. Lakarra se cita como ya escrito su borrador de informe sobre los grafitos en euskera: "… Lleno de proyectos personales y colectivos -algunos recordamos su ilusión por la Eusko Bibliographia y tengo delante su borrador de informe sobre unas supuestas escrituras vascas del s. III …”

(4) Existen en red muchas referencias a este tema en euskera, a cuyos comentarios lamentablemente no tengo acceso por desconocer el idioma, quizá algún otro usuario pueda completar este aspecto. Muchas de ellas se localizan a través de http://del.icio.us/tag/veleia

P.D.- Las fotografías del artículo, si no se dice otra cosa, son © del Equipo Veleia, tomadas del Boletín de Terraeantiqvae.

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Comentario por Alicia M. Canto el enero 12, 2009 a las 10:13pm
Percha: Lo siento, pero no todo se puede comentar aquí... A la pieza que me dice no he llegado, pero es de las que, una vez bien documentada, había que haberle levantado las concreciones; tiene surcos más convincentes que otras, pero esas comas son demasiado "cantosas", como suele decirse.
Comentario por Percha el enero 13, 2009 a las 12:00am
Me ha dejado de piedra doctora, ¿sobre que no se puede hablar aquí? al menos de una pista ;-)
Comentario por Alicia M. Canto el enero 13, 2009 a las 12:15am
Jajajaja, Percha, déjeme que me guarde algunos "misterios" ;-)

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