Comprender el papel de la pareidolia en el arte rupestre humano primitivo

Pintura paleolítica de un uro procedente de la cueva de La Pasiega. El artista paleolítico remontó las grietas naturales de las paredes de la cueva al pintar la cabeza, los cuernos y la pata trasera del animal. Crédito: Izzy Wisher, cortesía del Gobierno de Cantabria.

Un fenómeno psicológico en el que las personas ven formas significativas en patrones aleatorios, como ver caras en las nubes, puede haber estimulado a los primeros humanos a crear arte rupestre.

La investigación realizada por nuestros departamentos de Arqueología y Psicología en la Univerisdad de Durham, y publicada en Cambridge Archaeological Journal, ha descubierto que el arte rupestre de la Edad del Hielo, realizado hace ya unos 40.000 años, estuvo influenciado en parte por un fenómeno psicológico visual llamado pareidolia.

 Flujo de trabajo para crear simulaciones de iluminación. Primero se importa un modelo de fotogrametría (A) a Unity (B), donde se produce una fuente de luz que captura las propiedades de una antorcha paleolítica (C).

Pareidolia y los primeros artistas humanos 

El equipo de investigación, dirigido por la Dra. Izzy Wisher (izquierda), que era estudiante de doctorado en Durham en el momento del estudio, examinó pinturas de animales en cuevas del norte de España para buscar alguna evidencia de que la pareidolia pudo tener influencia en los primeros artistas.

  

De ser así, podrían esperar que la mayoría de las representaciones incluyeran características de las paredes de la cueva (como grietas y curvas) y adoptaran formas relativamente simples. 

Los investigadores también utilizaron un software de juegos de realidad virtual modificado para modelar las paredes de la cueva y replicar las fuentes de luz utilizadas por los artistas (muy probablemente la luz parpadeante del fuego producida por pequeñas antorchas o lámparas), a fin de comprender los efectos visuales en la pared de la cueva mediante el seguimiento del movimiento de los ojos de los participantes.  

Ortoimágenes (imagen ortorrectificada que toma en cuenta distorsiones en la topografía de la pared de la cueva) de representaciones que son de estilo simple y tienen una fuerte relación con las características topográficas de la pared de la cueva de Las Monedas (Cantabria).

Ortoimágenes de representaciones que tienen una fuerte relación con las características topográficas de la pared de la cueva de La Pasiega (Cantabria).

Influencia e inspiración 

Su estudio encontró que más del 50 por ciento de las representaciones mostraban una fuerte relación con las características naturales de la pared de la cueva y eran de naturaleza simple (carecían de detalles como ojos o cabello), lo que sugiere fuertemente que la pareidolia guiaba en parte las creaciones de los artistas.  

Los ejemplos incluyeron los bordes curvos de las paredes de las cuevas cuando se usaron para representar las espaldas de animales, tal como caballos salvajes, o donde las grietas naturales se usaron como si representasen cuernos de bisontes.  

Sin embargo, la pareidolia no puede explicar todas las imágenes y los investigadores creen que el arte puede haber sido parte de una "conversación creativa" con las paredes de la cueva, en las que los primeros artistas se guiaban no solo por lo que veían emerger de las mismas (grietas y formas), sino también utilizando su propia creatividad.

Ortoimágenes de representaciones traseras representadas en estilos similares en la cueva de La Pasiega (Cantabria), pero con diferentes relaciones con la pared de la cueva. 

Calcos digitales e imágenes de simulación VR de la representación 8 (A y B) y la representación 25 (C y D) en la cueva de Las Monedas (Cantabria). Las dos representaciones parecen estar situadas en relación con áreas naturales de sombra, dando la impresión de que los animales emergen de la oscuridad.

Pruebas sistemáticas 

El equipo cree que su estudio ofrece la primera prueba sistemática de la tan discutida teoría de que la pareidolia influyó en los artistas rupestres y es el primero en utilizar condiciones de iluminación simuladas en realidad virtual como parte de la investigación que lleva a cabo la Univerdiad de Durham sobre paleopsicología visual. 

Fuente: Universidad de Durham | 21 de septiembre de 2023

  • Carmen L.

    Qué interesante investigación.

    Publiqué recientemente en mi blog una cosa acerca de pareidolias muy Paleolíticas (Inferior) que se han sugerido acerca de algunas de las "esculturas" más antiguas y a través de  "manuports" (u objetos pareidólicos llevados a posta por los humanos -u homínidos- a los sitios donde, miles de años después, se descubrieron por los Arqueólogos). Es una hipótesis atractiva, que incluso se pone en relación con el inicio de la creencia de que hay "otros seres" que vemos a medias, que se manifiestan en la naturaleza (son pareidolias pero no tan fijas como las que se encuentran en piedra) y que esos seres son "espíritus" o diosecillos... Personalmente, me parece que el hombre primitivo toqueteaba mucho las paredes, los árboles, los pedruscos... y que no solamente el ojo sino también la mano, el tacto, tuvo que ver en eso. Ya se han encontrado "macarroni" (datados en tiempo neandertal) que indican una tendencia a "dibujar" toqueteando, "acariciando" la roca. Me parece que hay una parte más amplia de lo sensorial en relación con el "arte" paleolítico. Después quizá empezaron las historias sobre seres que "viven en la roca" o que salen de ella, ayudados por la visión provocada por bebercios un poquito alucinógenos, de colores, luces y formas... visiones.

    Es muy interesante todo eso y muy sugerente para explicar el inicio del Arte. También se habla de que las más primitivas "venus" Paleolíticas son en realidad cantos pareidólicos, intencionalmente retocados (posteriormnte se retocaron del todo, tallando las "venus" que conocemos, mucho más modernas).

    Libro: La mente en la caverna (David Lewis-Williams)

    Entrada en mio blog: https://mycrann.wordpress.com/2023/07/11/el-arte-y-ellos/

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Ciertamente, Carmen, ver paraidolias en determinadas configuraciones pétreas o estructuras arbóreas, u otras derivadas de la naturaleza, puede llevar a la noción de la existencia de 'otros seres' (no humanos), lo cual está muy atestiguado por aquellos que se han dedicado a estudiar el desarrollo de las concepciones animistas.

    En cambio, el hecho de ver en las representaciones rupestres paleolíticas de animales la encarnación de 'otros seres' entraría de lleno en la teoría sobre los orígenes de la religión, al verse estas encarnaciones animalísticas como númenes, esto es, entidades que, sin ser humanas, eran sin embargo centros de voluntad y de entendimiento, entidades a las que había que engañar, rogar, obedecer o matar, tal como nos lo explicita el filósofo Gustavo Bueno en su libro "El animal divino". 

    Un saludo

    Por cierto, muy bueno el post que al respecto has puesto en tu blog.

  • Carmen L.

    Gracias, Guillermo.

    La verdad es que no sabía que G. Bueno se hubiera ocupado de ésto.