Prehistoria

La prehistoria (del latín præ: ‘antes de’, y del griego ιστορία: ‘historia’) es, según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la aparición del Homo sapiens sapiens hasta la invención de la escritura, hace más de 5000 años (aproximadamente en el año 3300 a.C.). Pero según otros autores se terminaría con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a las primeras civilizaciones y Estados.
Es importante señalar que según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de real significancia en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la Prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida de los seres antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la aparición del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues éstos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la Prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas, mayas o mexicas en América, los ghana o zimbabue en África y los jemer en el sureste asiático, las cuales solamente son identificadas con este período por la ausencia de textos escritos que de ellas tenemos.

El CENIEH participa en un estudio sobre los dientes de Meipu, que arrojan luz sobre el poblamiento de Asia

Comparación del primer molar superior de Meipu con otros fósiles de África, Asia y Europa.

María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), participan en un estudio publicado en la revista Journal of Human Evolution, sobre uno de los pocos fósiles humanos que se conocen en China del Pleistoceno inferior tardío, los dientes de Meipu, que aportan nueva información sobre el poblamiento temprano de Asia continental.

Se trata de cuatro piezas dentales encontradas a comienzos de la década de 1970 en la localidad de Meipu, en el sur de China. Estos dientes, datados entre 780.000 y 990.000 años, presentan una serie de caracteres primitivos que los diferencian de Homo erectus, la especie predominante en el continente asiático durante la mayor parte del Pleistoceno.

Foto: Con 990.000-780.000, los dientes de Meipu del sur de China son morfológicamente intermedios entre los homínidos africanos 'Homo' / Dmanisi temprano y el 'Homo erectus' asiático del Pleistoceno medio.

Los investigadores del CENIEH, junto con los científicos del Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology (IVPP) de Pekín, han estudiado esta muestra, que no se analizaba desde hace cinco décadas, mediante técnicas de imagen que entonces no estaban disponibles, como la microtomografía axial computarizada, y la comparación con un registro fósil sustancialmente más abundante.

«Estos dientes son unos de los pocos testimonios que tenemos en China de las primeras salidas de África», comenta José María Bermúdez de Castro (izquierda), coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH. Hasta ahora, los fósiles más antiguos fuera del continente africano se hallan en el yacimiento de Dmanisi, en la República de Georgia y están datados en 1,8 millones de años de antigüedad.

Los fósiles de Meipu fósiles carecen de las especializaciones que caracterizan al 'Homo erectus' clásico, como las profusas arrugas o «crenulaciones» de la dentina, el tejido que se encuentra debajo del esmalte dental. 

Entre los fósiles de Dmanisi y los fósiles de Homo erectus clásico de China ─la mayoría de ellos pertenecientes al Pleistoceno inferior, hace entre 300.000 y 500.000 años─ existe un vacío importante que dificulta la comprensión de lo que sucedió entre la primera llegada de homininos a Asia continental y la aparición de 'Homo erectus'.

Una historia africana en Asia

En algunas características, como la convexidad moderada de los incisivos o la forma del premolar superior, los dientes de Meipu se parecen más a los de las poblaciones humanas del Pleistoceno inferior, como Homo ergaster, o a los homininos encontrados en Dmanisi. «Creemos que los fósiles de Meipu preceden a la aparición de Homo erectus», afirma María Martinón-Torres (izquierda), investigadora y directora del CENIEH.

A pesar de tener cronologías similares, los investigadores destacan sus diferencias con Homo antecessor, la especie hallada en el yacimiento de la Gran Dolina, de Atapuerca (Burgos). «Meipu sigue contando una historia africana, mientras 'Homo antecessor' ya había comenzado su periplo propiamente europeo», concluye María Martinón-Torres.

Fuente: burgosconecta.es| 12 de enero de 2021