Arqueoastronomía

Creo que la mejor manera de introducir este grupo de Arqueastronomía es exponer mi propia perspectiva personal. Desde hace muchos años he tenido un especial interés por la Historia, y más por la Prehistoria del Noroeste de la Península Ibérica con especial acento en León. Por esta razón, fue una gran y grata conmoción para mi la publicación del hallazgo de los laberintos incisos de Peñafaciel y su estrecha relación con otros de la costa atlántica gallega.

 

Durante el verano siguiente visité algunos yacimientos rupestres gallegos y cayó en mis manos un libro que me impresionó. Se trata de Santuarios de la Galicia Céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro de los arqueólogos García Quintela y Santos Estévez. En él, los autores proponían un modelo que conjugaba componentes astronómicos, arqueológicos y antropológicos y que explicaba los santuarios antiguos gallegos, una propuesta que aportaba una dimensión nueva de comprensión de estos lugares de culto. Con este “manual”, me decidí a aplicar con entusiasmo este enfoque a los distintos yacimientos con petroglifos que se habían ido haciendo públicos en Maragatería.

El problema de este libro es que su base astronómica es muy, muy pobre, pero pequeños aciertos en el modelo que iba tejiendo con esta base me estimularon a profundizar en temas como la Historia de las Religiones, Astronomía, Arqueología, tradiciones populares europeas en relación con celebraciones festivas, y a iniciar un apasionante trabajo de campo en el que estudiaba el emplazamiento y relación con el paisaje de los distintos monumentos, así como recopilar historias, leyendas y tradiciones ligadas a estos lugares. Al mismo tiempo, aprendí a desarrollar mis propias herramientas para evaluar el potencial de uso astronómico de estos lugares en relación con su estructura o con el paisaje, y otras para analizar estadísticamente la consistencia probabilística de la interpretación astronómica que realizaba. Concluí que estos lugares prehistóricos sagrados que podemos reconocer por la presencia de restos arqueológicos que generalmente son considerados de tipo cultual, así como otros muchos señalados de manera especial por la tradición popular local (por contar con propiedades mágicas o por ser habitación de seres imaginarios que son vestigios de antiguas creencias) observaban una relación especial con ciertas fiestas de un hipotético calendario prehistórico vertebrado por solsticios, equinoccios y fiestas de media estación, fiestas cuyo acontecimiento podía detectarse por la puesta o salida del sol en picos especialmente significativos del paisaje desde aquí visible. Pero también reconocí otros cuya especial relación con el paisaje revelaba un interés muy especial por un ciclo de la luna que tiene un periodo de casi 19 años, un uso astronómico que ha sido reconocido en trabajos muy solventes en los monumentos megalíticos británicos. Publiqué este estudio en un libro titulado Teleno, Señor del Laberinto, del Rayo y de la muerte. Un enfoque etnoarqueoastronómico para el estudio de los santuarios antiguos del corazón de la Asturia. Desde entonces, he ido ampliando este estudio a otros lugares del Noroeste peninsular que voy publicando en mi blog Asturiensis Prouincia Indigena.

Con la creación de este grupo en Terrae Antiqvae pretendo ampliar el ámbito de divulgación de esta experiencia, e intercambiar conocimientos, opiniones y sugerencias con otras personas que consideren a la Astronomía y a la tradición popular como fuentes de información convenientes e interesantes para ahondar en la comprensión de los monumentos prehistóricos que nos legaron las personas que habitaron aquí antes que nosotros.

Peña Furada y la Casa La Vieja de Manzaneda de Omaña (León): la leyenda de Gabriela



En el artículo que dedicamos al santuario de Nuestra Señora de la Barca de Muxía nos aproximanos a la antigua tradición atlántica consistente en atravesar piedras horadadas para obtener fertilidad o curación(1), que para Mircea Eliade tenía como significado último la recreación de un nacimiento desde el seno de la Tierra(2) pero que al efectuarse en ocasiones sobre restos de dólmenes pondría en evidencia que los espíritus benefactores no son otros que los de los muertos o antepasados. Alonso Romero nos ofrece varios ejemplos(3) entre los que se incluyen algunos en los que se hacía pasar a niños enfermos por huecos en piedras para curarlos, especialmente de enfermedades como el raquitismo.




No tengo claro si el lugar que vamos a describir a continuación encaja en esta categoría. Se trata de la Peña Furada de Manzaneda de Omaña y, según me contaron, los niños solían jugar atravesando su pequeña apertura. No conseguí ninguna referencia a un antiguo uso curativo aunque, también es cierto que sólo encontré a un par de señoras a quien preguntar. Aún así arriesgaremos el estudio de su potencial astronómico. Desde aquí llaman la atención el Suspirón, el Pico el Pando, Arcos de Agua, los dos picos del Tambarón: la Peñona y el Tambarón propiamente dicho, y finalmente Cueto Agudo. Entre los dos picos del Tambarón se produce la puesta del Sol en los equinoccio aparentes (recordemos que estos corresponden a los puntos media, en días, entre los solsticios(4)). Este alineamiento se ve reforzado porque corresponde al punto central del sector del horizonte visible a través del hueco de la Peña Furada de Manzaneda.


Un poco más arriba encontramos otro lugar cuyo nombre evoca a un potente personaje mitológico de la tradición popular leonesa pero también muy presente, como no podía ser de otra forma, en toda Europa: La Casa de la Vieja. Antes de profundizar en su significado y orígenes expondremos lo que se cuenta de ella en Manzaneda. Al parecer, Urbano Álvarez López, natural de Manzaneda y fraile agustino, elaboró literariamente una historia, la Leyenda de Gabriela, que plasmó en un libro titulado Mi Aldea. La historia, considerada como hecho cierto, puede resumirse así:

En las faldas de la sierra, en Manzaneda de Omaña, vivía con su marido una anciana montañesa. Tenían una hija muy hermosa llamada Gabriela que decidió escapar de la pobreza y recorrer otros pueblos y ciudades viviendo una vida disoluta de la que más tarde se arrepiente, por lo que decide regresar a su pueblo natal. Lo hace el día de la fiesta de San Pelayo, patrón de Manzaneda, acompañada de su hijo Gabriel. El abuelo y Gabriela desaparecen de la escena, siendo el resto del relato protagonizado por abuela y nieto. Gabriel se hace mozo y se dedica al pastoreo, adquiriendo progresivamente tintes malvados. Un día comete un crimen o una gran pecado que se refleja en la propia Naturaleza mediante terribles fenómenos atmosféricos. Cuenta la historia que:

«Crujió toda la montaña, tembló espantada la tierra,

y de las cumbres más altas, rodaron enormes piedras,

que se hacían mil pedazos, al bajar por la laderas.

Y observaron que en la altura, cerca de Casa la Vieja,

alzabanse llamaradas, en medio de la tormenta,

y que una nube de rayos, y de pálidas centellas,

iluminaban el monte, con claridades siniestras.

Y el famoso Cueto Agudo, levantando la cabeza,

diz que gritó enfurecido: ¡Afuera el infame! ¡Afuera!.

No consiento en mis dominios, un pastor de tal ralea».

Gabriel desapareció y su abuela, la Vieja, llorando, lo buscó desesperada:

«¡Ven Gabriel, ven recibe la merienda, que hoy te traigo pan y miel!».

Finalmente, la Vieja, poco antes de morir, recibe una carta de su nieto arrepentido.

No sabemos si el relato es invención del fraile o responde a una tradición oral. Yo me inclino por lo segundo ya que el relato es considerado un hecho real. De ser así, es evidente que ha transformado totalmente haciendo irreconocible la hipotética historia original. Sin embargo me gustaría destacar algunos rasgos que me parecen interesantes: El momento máximo y esencial de la historia es el dolor de la Vieja que busca a su nieto extraviado, un episodio que recuerda notablemente a la Mater Dolorosa de un arquetipo mítico que encuentra su expresión más conocida en las leyendas griega y latina de Deméter y Ceres, que como nuestra protagonista, se identifican con una mujer anciana. Sorprende también, aún como licencia literaria, que un autor religioso no parezca encontrar inconveniente en mostrar al monte del Cueto agudo como una especie de antigua divinidad de la montaña. Por último, quiero destacar que tanto si consideramos a la Leyenda de Gabriela como invención de Urbano Álvarez, como si no, el relato señala un topónimo auténtico de Manzaneda que por su sola composición, ya merece nuestra atención: la Casa la Vieja.




El autor que más atención ha prestado a La Vieja como personaje mitológico leonés es Nicolás Bartolomé Pérez. Así comienza el capítulo que le dedica en su muy recomendable Mitoloxía Popular del reinu de L.lión, editado por la Asociación Cultural Faceira:
La Vieja, de Alberto Álvarez Peña, en
BARTOLOMÉ PÉREZ, N.,
Mitoloxía Popular del Reinu de L.lión,
Asociación Cultural Faceira, 2013, p. 95

«El romanista alemás Gerhard Rohlfs estudióu en diferentes culturas europeas la esistencia d’un antiguu mitu que, d’alcuerdu cona sua investigación, personificaría determinadas fuercias de la naturaleza tanto benéficas como maléficas, adoptando nomes, características ya rasgos parecidos nas tradiciones populares d’Europa. Rohlfs chamóu a esti numen Vetula, palabra latina que significa “viecha”, que yía como s’imaxina a esti ente. Esta denominación esplícase porque Rohlfs centróu’l sou estudiu nos países románicos ya d’esa designación derivan muitos de los nomes romances de las manifestaciones del mitu. Sin embargu, l’ambitu de las creyencias relativas a la Vetula estiéndese acul.lá de la Europa románica p’alcanzar prácticamente a todu’l continente ya a tódolos sous grupos l.lingüísticos ya culturales. Dalgunas de las más interesantes manifestaciones de la Vetula aparecen no reinu de L.lión, especialmente las referidas al arcu la viecha ya la mítica Viecha (Vieja, Vella, Vieya, Viella) que vive en ciertos montes ya cuevas del nuesu territorio»(5).

La Vieja corresponde al tercer aspecto de la Gran Diosa, asimilada tanto a la Tierra como a la Luna(6), que desde el Neolítico ha comenzado a manifestar distintas facetas para adecuarse al ciclo de la vida: «[Las diosas agrarias] Empiezan a tener una historia patética, a vivir el drama del nacimiento, de la fertilidad y de la muerte»(7). Los otros dos aspectos son el de Virgen y el de Madre. De acuerdo al estudio que hemos realizado sobre la polarización del dios supremo indoeuropeo(8), la Vieja corresponde a su faceta invernal, al igual que el dios Teleno.
Cueto Agudo
Pico del Pando, Arcos del Agua  y Tambarón

Debemos regresar al lugar que estamos analizando: la Casa de la Vieja de Manzaneda de Omaña. Constituye una especie de atalaya y recinto pétreo con una intensa sensación de transformación humana. El horizonte visible es marcado por los mismo referentes que en la Peña Furada: el Suspirón, el Pico el Pando, Arcos de Agua, el Tambarón y Cueto Agudo al que debemos añadir el Teleno. En este ocasión desde aquí se produce la puesta del Sol en el solsticio de invierno sobre el Pico del Pando que confirmaría el carácter invernal que hemos considerado para el ser mítico que da nombre a esta singular localización omañesa.

Puedes obtener los cálculos en este enlace.

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(1) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., La barca de piedra de Muxía, Asturiensis Prouincia Indigena, 2013, http://asturiense.blogspot.com.es/2013/09/la-barca-de-piedra-de-mux...

(2) ELIADE, M., Tratado de Historia de las Religiones, Ediciones Cristiandad, 2009, pp. 342

(3) ALONSO ROMERO, F., Cultos y creencias en torno a los megalitos del área atlántica europea. Andavira, 2012, pp. 119-145

(4) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., La génesis del calendario: el calendario prehistórico, Asturiensis Prouincia Indigena, 2011, http://asturiense.blogspot.com.es/2011/11/la-genesis-del-calendario...

(5) BARTOLOMÉ PÉREZ, N., Mitoloxía Popular del Reinu de L.lión, Asociación Cultural Faceira, 2013, pp. 95-102

(6) ELIADE, M., Tratado de Historia de las Religiones, Ediciones Cristiandad, 2009, p. 257

(7) ELIADE, M., Tratado de Historia de las Religiones, Ediciones Cristiandad, 2009, pp. 388-389

(8) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Introducción, Asturiensis Prouincia Indigena, 2011, http://asturiense.blogspot.com.es/2011/12/quien-es-el-dios-teleno-i..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Marte en la antigua Roma, Asturiensis Prouincia Indigena, 2011, http://asturiense.blogspot.com.es/2011/12/quien-es-el-dios-teleno-m..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Indra y el dragón Vritra, Asturiensis Prouincia Indigena, 2011, http://asturiense.blogspot.com.es/2011/12/quien-es-el-dios-teleno-i..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Lug y Balor, Asturiensis Prouincia Indigena, 2012, http://asturiense.blogspot.com.es/2012/01/quien-es-el-dios-teleno-l..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Thor, Odín y Freyr, Asturiensis Prouincia Indigena, 2012, http://asturiense.blogspot.com.es/2012/01/quien-es-el-dios-teleno-t..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Taranis, Teutates y Esus, Asturiensis Prouincia Indigena, 2012, http://asturiense.blogspot.com.es/2012/01/quien-es-el-dios-teleno-t..., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Conclusiones, Asturiensis Prouincia Indigena, 2012, http://asturiense.blogspot.com.es/2012/01/quien-es-el-dios-teleno-c...