Arqueoastronomía

Creo que la mejor manera de introducir este grupo de Arqueastronomía es exponer mi propia perspectiva personal. Desde hace muchos años he tenido un especial interés por la Historia, y más por la Prehistoria del Noroeste de la Península Ibérica con especial acento en León. Por esta razón, fue una gran y grata conmoción para mi la publicación del hallazgo de los laberintos incisos de Peñafaciel y su estrecha relación con otros de la costa atlántica gallega.

 

Durante el verano siguiente visité algunos yacimientos rupestres gallegos y cayó en mis manos un libro que me impresionó. Se trata de Santuarios de la Galicia Céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro de los arqueólogos García Quintela y Santos Estévez. En él, los autores proponían un modelo que conjugaba componentes astronómicos, arqueológicos y antropológicos y que explicaba los santuarios antiguos gallegos, una propuesta que aportaba una dimensión nueva de comprensión de estos lugares de culto. Con este “manual”, me decidí a aplicar con entusiasmo este enfoque a los distintos yacimientos con petroglifos que se habían ido haciendo públicos en Maragatería.

El problema de este libro es que su base astronómica es muy, muy pobre, pero pequeños aciertos en el modelo que iba tejiendo con esta base me estimularon a profundizar en temas como la Historia de las Religiones, Astronomía, Arqueología, tradiciones populares europeas en relación con celebraciones festivas, y a iniciar un apasionante trabajo de campo en el que estudiaba el emplazamiento y relación con el paisaje de los distintos monumentos, así como recopilar historias, leyendas y tradiciones ligadas a estos lugares. Al mismo tiempo, aprendí a desarrollar mis propias herramientas para evaluar el potencial de uso astronómico de estos lugares en relación con su estructura o con el paisaje, y otras para analizar estadísticamente la consistencia probabilística de la interpretación astronómica que realizaba. Concluí que estos lugares prehistóricos sagrados que podemos reconocer por la presencia de restos arqueológicos que generalmente son considerados de tipo cultual, así como otros muchos señalados de manera especial por la tradición popular local (por contar con propiedades mágicas o por ser habitación de seres imaginarios que son vestigios de antiguas creencias) observaban una relación especial con ciertas fiestas de un hipotético calendario prehistórico vertebrado por solsticios, equinoccios y fiestas de media estación, fiestas cuyo acontecimiento podía detectarse por la puesta o salida del sol en picos especialmente significativos del paisaje desde aquí visible. Pero también reconocí otros cuya especial relación con el paisaje revelaba un interés muy especial por un ciclo de la luna que tiene un periodo de casi 19 años, un uso astronómico que ha sido reconocido en trabajos muy solventes en los monumentos megalíticos británicos. Publiqué este estudio en un libro titulado Teleno, Señor del Laberinto, del Rayo y de la muerte. Un enfoque etnoarqueoastronómico para el estudio de los santuarios antiguos del corazón de la Asturia. Desde entonces, he ido ampliando este estudio a otros lugares del Noroeste peninsular que voy publicando en mi blog Asturiensis Prouincia Indigena.

Con la creación de este grupo en Terrae Antiqvae pretendo ampliar el ámbito de divulgación de esta experiencia, e intercambiar conocimientos, opiniones y sugerencias con otras personas que consideren a la Astronomía y a la tradición popular como fuentes de información convenientes e interesantes para ahondar en la comprensión de los monumentos prehistóricos que nos legaron las personas que habitaron aquí antes que nosotros.

La Colina del Cuervo: San Llorienzu de Xixón, Columbrianos y el Cabo de San Vicente




Castro de la Campa Torres
Reconstrucción de una cabaña castrela de la Campa Torres


San Llorienzu y Santa Catalina

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Sigo en Asturias, esta vez, acompañado solo por Alberto Álvarez Peña. Visitamos la capilla de San Lorenzo de Gijón, cuya estudio ya esbocé en otro artículo(1). Recordemos la tradición popular local que recogió mi anfitrión:

«Se decía que vivía en una cueva cerca de la capilla de San Llorienzu de la Mar en Somió (Xixón). Tenía atemorizados a todos los pescadores de Cimadevilla, destruyéndoles todos los aparejos de pesca y sus propias lanchas. la gente se decidió por buscar consejo en un ermitaño, de nombre Gorín que vivía en una cueva en el Picu’l Sol, el cual se ofreció para resolver el problema a cambio de que los pescadores le mantuvieran lo que le quedaba de vida.

«Entre las gentes de Cimadevilla escogió una moza de unos quince años, hija de soltera, de nombre Xuana, para que lo acompañase hasta la cueva donde habitaba el Cuélebre. Una vez en la entrada de la caverna, Gorín llamó a la bestia incitandola a salir. Momentos antes de que asomase la cabeza, el ermitaño pidió la faja que ceñía su cintura.

«Nada más aparecer el cuélebre, le arrojó la prenda al cuello, quedando amansado y dócil. Acto seguido el ermitaño penetró en el cubil del monstruo donde encontró un laurel de oro, tesoro que el cuélebre estaba custodiando. Al momento, Gorín ordenó al Cuélebre arrojarse al acantilado desapareciendo en las embravecidas olas.

«El ermitaño pasó a vivir entonces a la cueva del Cuélebre y los pescadores le llevaban comida y bebida en agradecimiento. Si alguna vez se olvidaban de hacerlo, un cuervo se posaba en el lugar que actualmente se llama Colina’l Cuervu y con sus graznidos les recordaba su obligación.

«Gorón vivió así, en santidad, hasta su muerte. Sobre la cueva fue edificada una capilla»(2).
Ermita de la Providencia construida después de la Guerra Civil en el solar anteriormente ocupado por San Lorenzo de Mar. Más información en este enlace

Ya entonces notamos que la puesta del sol en el solsticio de verano se producía ligeramente más allá del Cabo Peñas, el último confín terrestre al noroeste, visto desde la Colina del Cuervo. Esta interpretación no solo está en consonancia con la estrecha relación que hemos observado entre el solsticio de verano y lugares con tradiciones y/o restos arqueológicos relacionados con el culto a la serpiente, sino también con la coincidencia de la muerte del dragón en el mar, próximo al acantilado del que se ha arrojado. La cueva, por otra parte, es un elemento recurrente en este tipo de tradiciones, reminiscencias de antiguos lugares de culto que celebraban la muerte del dios del invierno, y representa, como ya sabemos, el útero de la Gran Diosa. Sin embargo, el papel que desempeña el Picu el Sol en este desarrollo no queda aclarado, ni siquiera es visible desde aquí, por lo que probablemente esté enlazando con otro espacio de culto.
Vista desde la Colina del Cuervo hacia el Noroeste

También hablamos sobre el Cerro de Santa Catalina, también en Xixón. Me explicó que hubo una capilla en el siglo XIX dedicada a Santa Catalina y a la Virgen de las Mareas y que perteneció al gremio de los mareantes. Las imágenes antiguas se pasaron a la capilla de La Soledad de Cimadevilla de Xixón, aunque ahora ya no existen, al igual que los exvotos de barcos que le ofrecían los miembros de su gremio. De esta capilla del Cerro de Santa Catalina se decía que era de las primeras erigidas por el cristianismo sobre antiguos centros paganos. En el cerro hay restos de la muralla romana y se hallaron sigilatas y monedas, y también está LA Fontica que tiene leyenda de xana a la cual por San Juan había que decirle “Xana, xaineta, dame tu riqueza y toma mi probeza”. Desde aquí se produce una solución análoga a la de San Llorienzu: una alineamiento en el lunasticio mayor norte en la tangente de la tierra respecto al mar que en esta ocasión corresponde a la Punta El Caballo, en Luanco. Tanto Lorenzo como Catalina son denominaciones populares aplicadas al sol y a la luna, respectivamente(3).

El significado mitológico del cuervo y su relación con el solsticio de verano

Siguiendo a Angelo de Gubernatis, encontramos a los cuervos y cornejas identificados con la noche oscura, cubierta e invernal(4), también en conexión con el agua, y con el invierno funeral e infernal(5). Evidencia también que «en el sistema de creencias ario, el cuervo es una de las formas asumidas por las almas de los muertos»(6) de modo que dar comida a los cuervos es para los hindúes los mismo que dar comida a las almas de los muertos(7). Esta explicación está en clara consonancia con el significado mitológico de los córvidos, según se identifican con ciertos dioses, como el védico Yamas, dios de los muertos(8); o el furioso Odín, señor germánico de la guerra que a veces era denominado a veces como "Señor de los Cuervos", y que tenía dos: Hugin (pensamiento) y Munin (memoria) posados sobre sus hombros(9); o las irlandesas Babd (que significa corneja), Morrigan y Macha, diosas de la guerra, fertilidad y soberanía, que provocan el enfrentamiento entre los hombres por simple capricho(10); o el bretón Brân, cuya tradición recogió Villamarqué en su Barzhaz Breizh, según la cual se enfrentó en batalla a los nórdicos, murió en la cárcel y resucitó en forma de cuervo(11); o el mito siberiano según el cual El Cuervo creó el mundo en forma de hombre anciano con la ayuda de su hijo Tangen. El Cuervo robó el sol del Cielo y lo ocultó en su boca, pero su hijo Tangen le hizo cosquillas y el Cuervo escupió el sol al cielo(12). En todos estos casos, el cuervo se corresponde con distintas divinidades que desarrollan el papel de la faceta invernal, malévola, sangrienta, lunar, senil y decadente del dios supremo.


En otros casos, encontramos héroes en estrecha asociación con cuervos y cornejas, aunque en estos casos la identificación me parece problemática.
Jeremy Hush, Black Queen
(jeremyhush.bigcartel.com/product/black-queen)

En muchos episodios del héroe irlandés del Ciclo del Ulster, Cuchulain, aparece la corneja, encarnación animal de la Morrigan. Cuchulain establece con la diosa una curiosa relación de amor-odio: lucharon porque el héroe la rechazó como amante, pero después se convirtió en su amiga, advirtiéndole de los peligros que le acechaban(13). Finalmente, cuando muere atado a un menhir, Morrigan como cuervo planea sobre su cuerpo y se posa en su hombro(14). También dos cuervos, expertos en los secretos de los druidas, anunciaron al héroe la presencia de las tropas cuando este llegó al dominio de los dioses y fue recibido por Labraid(15).

Apolo tenía al cuervo como su ayudante, pero lo castigó por no cumplir adecuadamente sus encargos. El cuervo era blanco pero el dios lo hizo negro como castigo por ser mensajero de males noticias: su amante Coronis (que significa corneja) lo traicionó, y Apolo la asesinó estando embarazada de Asclepio, a quien, arrepentido, extrajo de su vientre(16). También le prohibió beber agua en agosto por retrasarse en el recado de traer agua para ofrecer un sacrificio a Júpiter y, además, echar la culpa a una serpiente por bloquear el agua(17).

Es evidente que el dios Apolo estaba asociado al cuervo, pero ¿podemos identificarlos? Frecuentemente, encontramos en la bibliografía relativa a la religión griega y romana afirmaciones que sostienen esta idea(18), sin embargo, resulta extraño que el dios de la luz, el asesino de la invernal serpiente Pitón, se corresponda con un ave que simboliza la oscuridad y el invierno. Apolo suele compararse con el halcón en la Iliada(19), o en la Metamorfosis de Antonio Liberalis, entre otros(20), donde se transforma en este animal cuando es perseguido, así como a otros dioses, por Tifón(21) en Egipto. Este relato se basa en un mito egipcio(22) en el que Seth es perseguido por Horus ‒que era representado como un halcón o con la cabeza de un halcón‒, asimilados respectivamente a Tifón y Apolo(23). Sin embargo, en la versión de Ovidio la forma que adquiere es la de un cuervo(24) . Podemos añadir la leyenda cuteana ‒samaritana‒ de la creación que se refiere a los siete hijos de la Gran Madre, entre los que se incluyen dos gemelos opuestos: Sut ‒Seth‒, asimilado al cuervo o al buitre negro, y Horus, al halcón(25) . El halcón es también el animal representativo de Indra(26).
Carl Emil Doepler, Odin, der Göttervater,
WÄGNER, W., Nordisch-germanische Götter und Helden, Otto Spamer, 1882, p. 7
(Fuente: Wikipedia)
Oliver Sheppard, Statue of Cuchulainn, 1916
(Fuente: Wikipedia)

El halcón, en la mitología, es el sol, que ahora brilla en su esplendor, atravesando las nubes y la oscuridad con sus relámpagos y rayos solares(27), mata a los demonios(28) y aparece como divino, opuesto a todo lo diabólico(29). Halcón y cuervo aparecen en la mitología en oposición(30), con significados antagónicos. ¿Cómo podríamos explicar la identificación del dios Apolo con ambos? Se me ocurren las siguientes: 1º El cuervo de Apolo es blanco, como defiende Angelo de Gubernatis al exponer que el dios se transformó en un cuervo blanco en la guerra contra los gigantes(31). De hecho, el mito del origen albino del cuervo y el castigo consistente en ser negro no es exclusivo de la mitología griega: lo encontramos también en leyendas americanas(32) o en el Génesis(33). 2º Apolo, como dios supremo, puede desempeñar uno u otro papel en función del relato mítico en el que intervenga, o como dijo George Steiner «El núcleo central de los mitos no es el personaje que los protagoniza, sino el "tema mítico" en que ellos se encarnan. Ese tema suele ser mucho más antiguo que los personajes que lo revisten en un determinado punto del tiempo y del espacio, y es también más tenaz que ellos mismos en cuanto a capacidad perdurativa»(34); y 3º Apolo no se identifica con el cuervo, sino que este está asociado a él de forma dual, que es la explicación que nos da W. H. Gardner: «En la mitología egipcia, la razón considerada para dedicar el halcón a Horus es el vuelo audaz que se observa en el ave para dirigirse hacia el sol sin cegarse con los rayos, pero la razón de la dedicación del cuervo con el mismo dios no es tan evidente, aunque es probable que, en las formas tanto del lobo y el cuervo, estaba representada la noche negro como un seguidor invariable y necesario del dios del día»(35).

El dios irlandés Lugh ‒o el pancéltico Lugus‒ nos plantea un problema similar. Varios autores lo identifican con un "dios-cuervo"(36). Una de las principales razones está en la etimología de la ciudad gala de Lugdunum, ahora la francesa Lyon según Clitofón.

«Cerca del Arar se encuentra el monte Lugduno, que también cambia de nombre por la siguiente razón: Momoro y Atepomaro, expulsados por Sereroneo, llegaron a esta colina, siguiendo órdenes de un oráculo, para construir una ciudad. Se excavaban fosos para las fundaciones cuando repentinamente aparecieron cuervos que, volando de un lado a otro, cubrieron los árboles de los alrededores. Momoro, que era especialista en la ciencia de los augures, llamó a la nueva ciudad Lugdunum. Pues en su idioma el cuervo se llama lougos y un lugar elevado dounon como dice Clitofón en el libro trece de las Fundaciones»(37).
Clodius Albinus, AR Denarius, 195 or 196-197, Lugdunum.
Muestra al Genio de Lugdunum, con un cuervo o un águila a sus pies

Sin embargo, como explica en su tesis Gaël Hily, esta etimología es discutible, ya que se prefiere otra basada en *louko-, *leuko- con el significado de brillante, sugiriendo que podría referirse a un cuervo blanco(38).

Otro dato es el que afirma los cuervos avisan a Lugh de la llegada de los fomorianos en la Segunda Batalla de Magh Tuiredh(39), en concordancia con las advertencia de la Morrigan, con aspecto de cuervo, en relación con el héroe Cuchulain, como hemos visto. Sin embargo, no he conseguido encontrar la referencia del texto mitológico que recoge este episodio.
Relieve de un dios con fruta, cuervos y perro,
romano-céltico, Moux, Burgundia,
ALDHOUSE-GREEN, M. J.,
Animals in Celtic life and myth, Routledge, 1992, p. 179

Un tercer dato, utilizado para sostener la identificación de Lugh con el cuervo está en el poema irlandés El Halcón de Achill. Miranda Green afirma que según este poema, la asociación del Lugh y el cuervo «está muy clara»(40). Se trata del diálogo del halcón de Achill y Fintan mac Bóchra. Ave y profeta se vanaglorian de su edad que se remonta a poco antes del diluvio. El halcón confiesa haberle arrancado un ojo cuando este tomó la forma de un salmón y Fintan relató haber tomado otras como águila, halcón y humano. El halcón, como compensación por el ojo arrancado le relata su presencia en todas las batallas que se celebraron en Irlanda, mencionando que acompañó a Lug en el campo de batalla devorando los cadáveres de los muertos.

En la traducción a la que yo he podido acceder(41) el ave es un halcón, pero algunos autores insisten en que el ave en el relato es indistintamente halcón, cuervo o águila(42), lo que, junto a la mención de Lug, sirve de justificación para la asociación del córvido con este dios. Dimitri Nikolai Boekhoorn, en su tesis doctoral Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique, defiende que el cuervo es el animal de guerra por excelencia aunque en la iconografía galo-romana aparece como compañero de deidades más beneficiosas y pacíficas(43), pero que para los antiguos celtas, rapaces y córvidos compartían un mismo significado simbólico(44). Apunta que Lug, cuyo equivalente griego es Apolo(45), fue originalmente para algunos autores un dios-cuervo(46), planteamiento que fue discutido y rechazado por otros(47), y que el cuervo es también el símbolo por excelencia del chamanismo(48) . García Quintela subraya unos paralelos muy interesantes entre el ave de Achill, que él considera simplemente un cuervo, y Lug, que denotan claramente un carácter solar solsticial: el cuervo viene del oeste para recibir la bendición de Fintán y allí regresará inmediatamente para morir, lo cual es equivalente a las epifanías del dios "venía hacia nosotros del oeste en el momento de la puesta del sol", "he venido desde la puesta del sol y me dirijo a su salida", "semejante a la puesta del sol era el brillo de su rostro", "me parece extraño que el sol salga por el oeste hoy"(49). A esto habría que matizar que en otras epifanías de Lug, este viene desde el este, como en El Destino de los Hijos de Tuireann, cuando Lug se presenta ante el rey de Irlanda en la Colina de Balor al frente de un ejército que viene del Este con su rostro y frente brillantes como el sol poniente de modo que no era posible mirarlo directamente o como el sol de un día claro de verano(50), o cuando Lug apareció ante su hijo Cuchulain desde el Noreste(51).
 Lug, el dios sol, de Ernest Wallcousins

Confuso ¿verdad? El cuervo cuyo significado mítico tratamos desvelar se revela como blanco o negro, como benéfico o como amante de la guerra de cuyos despojos se alimenta, como símbolo del sol del verano o como del más oscuro invierno. Incluso nuestro relato gijónés revela la ambigüedad del ermitaño y su cuervo cuando, después de la desaparición del dragón, sea Gorín el receptor de las ofrendas de los pescadores, tributo al que estos estaban obligados. El siguiente relato de una tribu de indígenas americanos de Puget Sound, Washington, Estados Unidos de América, puede servir de síntesis de todo lo que hemos visto y nos va a servir de base para el siguiente paso:

«Hace mucho tiempo, cuando comenzó el mundo, Águila Gris era el guardián del Sol, la Luna y las estrellas, del agua fresca, y del fuego. Águila Gris detestaba tanto a la gente que mantenía todas estas cosas ocultas. La gente vivía en la oscuridad, sin fuego y sin agua dulce.

«Águila Gris tenía una hermosa hija, y Cuervo se enamoró de ella. Al principio, Cuervo era un ave blanca como la nieve, y así, agradó a la hija de Águila Gris. Ella lo invitó a la casa comunal de su padre.

«Cuando Cuervo vio el Sol, la Luna y las estrellas, y el agua fresca colgando a los lados de la cabaña de la cabaña de Águila, supo lo que tenía que hacer. Espero una oportunidad para apoderarse de ellos cuando nadie estaba mirando. Los robó todos, y un tizón del fuego también, y salió volando de la casa comunal a través del agujero de humo. Tan pronto como Cuervo salió, colgó el Sol en el cielo. Se produjo tanta luz que fue capaz de volar lejos a una isla en el medio del océano. Cuando el Sol se puso, sujetó la Luna en el cielo y colgó las estrellas alrededor en diferentes lugares. Por esta nueva luz siguió volando , llevando consigo el agua fresca y el tizón ardiente que había robado.

«Voló atrás sobre la tierra. Cuando llegó al lugar correcto, dejó caer el agua que había robado. Cayó al suelo y allí se convirtió en la fuente de todas las corrientes de agua dulce y lagos del mundo. Entonces Cuervo voló, sujetando el tizón con su pico. El humo del fuego impregnó sus plumas blancas y las ennegreció. Cuando su pico comenzó a arder, tuvo que soltar la tea. Golpeó las rocas y se escondió dentro de ellas. Por eso, si se golpean dos piedras juntas, saldrán chispas de fuego de ellas.

«Las plumas de Cuervo nunca volvieron a ser blancas de nuevo después de haberse ennegrecidas por el humo de la tea. Es por eso que Cuervo es ahora un pájaro negro»(52).
Edward  S. Curtis, The North American Indian (Fuente Wikipedia)

El cuervo es un trickster o tramposo, una de las figuras míticas más complejas, desconcertantes y antiguas de las antiguas religiones. El término trickster, cuando es utilizado por científicos sociales, se refiere a algo más que un personaje embaucador. El trickster es destructor y creador, héroe y villano, frecuentemente masculino y femenino. Se compone de opuestos y parece ser una reminiscencia de una primera capa histórica humana que se remonta al Paleolítico(53). Muchos veces es un demiurgo o héroe cultural que proporciona a los seres humanos elementos necesarios como el fuego, o el sol, o herramientas para obtener comida. Aunque el trickster hace cosas que benefician a los humanos, también es impulsivo, egoísta e incluso un personaje grotesco que roban comida, embauca sexualmente a mujeres, y profana rituales sagrados, aunque, al final, siempre es castigado(54). Esta dualidad ha confundido a muchos estudiosos. El Coyote, la Liebre, el Cuervo y la Araña son animales trickster primarios. Algunos ejemplos de trickster en la Mitología son Hermes, Prometeo, Krishna, Loki(55), o incluso Odín(56). La divinidad trickster también es responsable del asesinato del dragón, que equivale a la liberación de las aguas retenidas.
Heinrich Füger,
Prometheus Brings Fire to Mankind, 1817

«Los mitos que relacionan el asesinato de un reptil enorme por un héroe o divinidad trickster aparecen en muchas mitologías a lo largo de Eurasia y más allá, en Polinesia y las Américas. Es una parte importante de los mitos de creación. El asesinato del monstruo libera las aguas contenidas para hacer el mundo fértil y habitable para los humanos. Está en relación con el solsticio de verano y el matrimonio del asesino del dragón (o cazador) con una virgen local, en última instancia, el matrimonio entre el sol y la luna, como se encuentra en la Antigua India a través de China y Japón hasta los Mayas Kekchi. Estos mitos se rastrean hasta una mitología reconstruida tardo-paleolítica denominada Laurasiana que incorpora mitos desde el comienzo del mundo hasta su destrucción final»(57).

Algunos ejemplos de trickster son el cuervo como encarnación del Verethragna, el dios persa de las victoriosas batallas, cuyo nombre significa “asesino de Vritra(58), o la leyenda del pueblo americano Salinan, en California, según la cual Halcón y Cuervo vencieron a la terrible serpiente bicéfala Taliyekatapelta(59), o el héroe-trickster japonés Yamato que mata a muchos enemigos, entre los cuales se incluye una serpiente, y que después de morir enfermo por tocar a la gran serpiente Grupo de Nubes, renace como una ave blanca(60). Sin embargo, vamos a centrarnos en la figura de una enigmática figura mitológica: el escandinavo Loki.
Wenceslaus Hollar, Fox and crow

De Vries fue uno de los primeros en notar que Loki era el equivalente escandinavo del "trickster" americano(61). Según Snorri Sturluson «Loki es de hermoso y bello aspecto pero de mala naturaleza, es de costumbres muy caprichosas. Tenía más sabiduría, de esa que llaman astucia, que cualquier hombre, y por todo se queja. Causaba siempre complicaciones a los dioses y a menudo las resolvía mediante estratagemas»(62). Es el acompañante más habitual de Thor en sus expediciones(63), aunque en ocasiones lo traiciona(64). De hecho, se le llama "compañero de Odín" y "camarada de Thor"(65). Consiguió para los dioses sus tesoros: la cabellera dorada de Sif y el martillo Miölnir para Thor, la lanza Gungnir y el anillo Draupnir para Odín y el jabalí Gulinborsti y el barco Skidbladnir para Frey(66). Se transforma y adopta naturaleza femenina(67): por ejemplo, se convirtió en halcón para recuperar las manzanas de Idun, que él mismo había sustraído y que permitía a los dioses mantenerse jóvenes(68), y obtuvo para Odín el collar de Freya, denominado Brising ó "Resplandeciente"(69), lo cual me recuerda el robo del sol por parte de Cuervo.
Vaso griego (500 a.C.)
Obsérvese el ave (¿cuervo?) detrás de Prometeo

Según Enrique Bernárdez, en su libro Los Mitos Germánicos, más que un dios, parece en realidad un simple compañero de los dioses, aunque al final serán precisamente sus hijos quienes acaben con la vida de las divinidades principales, en el Ragnarok(70): el lobo Fenrir contra Odín o la serpiente de Midgard contra Thor, además de su hija Hel, diosa de la Muerte(71). El mismo Loki luchará y será derrotado por Heimdal, que está llamado a ser el nuevo rey de los dioses(72). Bernárdez añade que «No existen topónimos basados en su nombre ni nadie llamó nunca Loki a un hijo suyo. Es prácticamente seguro que no existió un culto a Loki y que nadie hizo sacrificios en su honor ni se le rezaba [...] no hay nada en la Inglaterra pagana ni en el continente europeo que apunte a un equivalente de este curioso personaje»(73). En realidad, discrepo un poco de esto, ya que opino que hay mucho de Loki en Odín y que puede estar ocultando un dios mucho más importante.. Pero esto ya lo veremos más adelante.
James Doyle Penrose, El castigo de Loki,
McKENCIE, D. A., Teutonic Myth and Legend:
An Introduction to the Eddas & Sagas, Beowulf, The Nibelungenlied, etc.,
Gresham Publications, 1912

Las trastadas de Loki siempre fueron de poca monta… hasta que provocó la muerte de Balder, el hijo amado de Odín. Fue perseguido por los dioses que lo capturaron cuando se ocultaba en forma de salmón y condenado a que una serpiente vertiera sobre él su veneno, un castigo que recuerda al de Prometeo. Así sucedió:

«Baldr tuvo unos sueños horribles: una völva predice su muerte y los dioses se reúnen para buscar un modo de evitarla. Así que Frigg, la madre del joven dios, toma juramento a todo lo que existe en la tierra, y nada podrá dañarlo. Se olvida del muérdago, sin embargo, porque parece insignificante. Pero Loki se disfrazó de mujer y consiguió sonsacarle el secreto a la diosa. Se reunieron luego los dioses para entretenerse arrojando toda clase de cosas a Baldr y comprobar que nada le hacía daño; Loki se acercó a Hödr, “Guerrero”, hermano de Baldr, que era ciego y no participaba en la diversión, y le dio una ramita de muérdago para que, guiado por él, se la arrojara y hacerle así los honores. La rama mágica mató a Baldr. Ante el desconsuelo de los dioses, Frigg pidió un voluntario para ir a Hel a intentar tratar la vuelta de su hijo. Se ofreció otro de los hijos de Odín, Hermod, “Valeroso en la Tropa”, que tomó prestado el caballo Sleipnir y atravesó el Gialarbrú. Pero allí se le dijo que Baldr sólo podría salir si todas las cosas de la tierra, vivas y muertas, lloraban por él. Y así lo hicieron, pero hubo una vieja etona llamada Thokk que se negó a hacerlo: seguramente era Loki, y por su culpa no pudo abandonar Baldr el mundo de los muertos. Entretanto prepararon el funeral del dios: aprestaron su barco pero no consiguieron sacarlo del agua hasta que los ayudó una etona llamada Hyrrokin, que llegó cabalgando sobre un lobo. la esposa de Baldr, Nanna, murió de dolor y fue quemada en la pira junto a su marido. Odín arroja a la hoguera su mágico brazalete Draupnir. Loki será castigado por los dioses y Vali, otro hijo de Odín, dará muerte a Hodr»(74).

Loki mató a Balder en el solsticio de verano(75), y este hecho es recordado con los tradicionales fuegos de Balder, que nos describe James Frazer en su Rama Dorada:
Elmer Boyd Smith, Each arrow overshot his head,
BROWN, A. F., In the Days of Giants: A Book of Norse Tales,
1902, p. 232

«Haya sido o no así, lo cierto es que el muérdago, el instrumento de la muerte de Bálder, se recogía regularmente con motivo de sus cualidades místicas la víspera del solsticio de verano en Escandinavia, patria de Bálder. La planta se encuentra por lo general en los perales, manzanos, robles y otros árboles de los bosques espesos y húmedos que se extienden en las zonas más templadas de Suecia. Así, uno de los dos incidentes principales del mito de Bálder es reproducido en el gran festival escandinavo del solsticio estival. Pero el otro incidente importante, la quema del cadáver de Bálder en una pira, también tiene su "duplicado" en las hogueras que todavía arden o ardían hasta últimamente en Dinamarca, Noruega y Suecia la víspera del solsticio. Es verdad que no consta que se quemase efigie alguna en estas hogueras, mas la quema de una efigie es un rasgo que puede fácilmente desaparecer después de olvidar su significación. El nombre de fuegos de Bálder (Balder's Balar), por el que primeramente fueron conocidas las hogueras solsticiales en Suecia, patentiza su conexión con Bálder más allá de la duda razonable y se hace probable que en tiempos antiguos fuese quemado en ellos cada año, ora un representante vivo, ora una imagen de Bálder. La época del solsticio era la estación consagrada a Bálder y el poeta sueco Tegner, situando la cremación de Bálder en el solsticio de estío, puede muy bien haber seguido la tradición antigua de ser dicho solsticio la época en que el buen dios alcanzó su fin prematuro»(76).

La etimología de Balder suele basarse en una raíz *b[h]el- que significa “brillante, blanco”(77), la misma que se ha utilizado para explicar el nombre de Balor, el abuelo y enemigo de Lug, si bien esta tiene un matiz que la relaciona con el relámpago y la muerte(78). Ya había reparado en la semejanza de los nombres Lug/Loki y Balor/Balder, pero me desconcertaba que en el combate singular de Lug contra Balor, el primero representa el bien mientras que el segundo es cruel y malvado, una asignación de papeles opuesta a la de Loki y Balder. Si Balor es el enemigo de Lug en el Cath Maige Tuired o Segunda Batalla de Mag Tuired, en el Aided Chloinne Tuireann o Destino de los Hijos de Tuireann su adversario es Breas, hijo de Balor (aunque en el Cath Maige Tuired su padre era Elatha). En ambos textos Lug perdona la vida de Breas, aunque a cambio de enseñar a los Tuatha Dé Danann las artes de la agricultura y la recolección. El nexo entre Loki y Balder, y Lug y Bres se encuentra en un curioso poema de los Dindsenchas, concretamente el 40 con título Carn Hui Neit: Bres, cuyo nombre significa “bello”, es dibujado como amable y noble, flor de los Tuatha Dé Danann, que es envenenado arteramente por Lug, ya que no podía rechazar, por hospitalidad, las 300 vacas de madera rellanas de un líquido rojo, amargo y venenoso que Lug le ofrecía. Gaël Hily señala en su tesis los paralelos los dos enemigos de Lug: Balor y Bres(79). Otro dato apoya el posible origen de Lug como trickster, aunque en los textos mitológicos irlandeses no actúa como tal, y es la equivalencia del dios irlandés con Hermes, el trickster griego, que d’Arbois de Jubainville dejó bien patente(80).

Como conclusión podemos enunciar la evidencia de un personaje mítico de origen muy antiguo, posiblemente paleolítico, característicamente joven, brillante, astuto, hábil, polivalente, ambiguo y burlesco, simbolizado por el cuervo (entre otros animales) que participa en un relato mítico en el que causa la muerte del representante de la naturaleza en decadencia (que en otras ocasiones se encarna en serpiente o toro), acontecimiento que evidencia una estrecha relación con el solsticio de verano. Este actor divino tramposo ha pervivido en algunas tradiciones del Noroeste en forma del Diañe o Diablo Burlón(81).

El Pico el Cuervo de Columbrianos, León

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Lyon no es la única ciudad que admite la etimología “Fortaleza de Lug” o “Fortaleza del Cuevo” como pretendía el Pseudo-Plutarco. Otras son en Laon en Francia, Liegnitz en Polonia, y probablemente Loosduinen en Holanda(82). Sea como sea, este animal está muy presente en la toponimia que aunque suele explicarse etimológicamente como derivado del latín curvus, a, um, “curvo”. Preparando este artículo recordé el “Pico el Cuervo”, en Columbrianos, muy cerca de Ponferrada, que consta en el catálogo arqueológico del PGOU de Ponferrada y que me llamó la atención por el hallazgo de “siete estructuras pétreas de lajas de pizarra de planta rectangular” que pese a recordar tumbas medievales, ni estaban orientadas como estas ni contenían restos humanos.


«En ellas se dice que el enclave dista 1,5 Km de la localidad de Columbrianos, ubicándose al este del mismo, sobre un morro de cumbre amesetada, situado en la parte baja de la ladera sur del cerro del Castro, relieve bastante destacado en la margen derecha del río Sil. La primera noticia sobre el mismo la proporciona Mañanes (1988) donde cita que en la zona se recogen tégulas e ímbrices que evidencian la presencia de un establecimiento romano, cuyos restos no definen una tipología determinada. Las prospecciones llevadas a cabo sobre el terreno en las mencionadas campañas, dieron resultados distintos; en la más antigua, en superficie registraron la existencia de una dispersión difusa de tégulas e ímbrices (teja curva), así como mampuestos de arenisca y pizarra en un área de planta pseudocircular de 140 m de diámetro. En la más reciente el rastreo sobre el terreno no proporcionó ningún tipo de material, debido a la fuerte alteración producida por la construcción de la autovía del Noroeste. Incluso en ambas existen diferencias en cuanto a su extensión, para una la superficie es de 2,10 Ha, siendo en la otra de 1,50 Ha, respectivamente al orden de citación.

Con motivo de esta obra de infraestructura, en 1998 se realizó una excavación de urgencia en este espacio, dando como resultado la exhumación de siete estructuras pétreas de lajas de pizarra de planta rectangular, que muestran características similares a cualquier necrópolis medieval, salvo en ciertas diferencias, como es su orientación N-S en vez de la cristiana E-O y la inexistencia tanto de restos óseos como de cualquier otro tipo de material arqueológico, a excepción del que compone las propias estructuras, supuestamente funerarias. Esta carencia absoluta de restos dificultó tanto determinar claramente la tipología del enclave como su fijación cronológica»(83).
Salida del sol desde el Pico el Cuervo sobre el Cerro el Castro en el solsticio de verano

Me pregunto si el topónimo "cuervo", aquí, guarda alguna relación con el hecho de que este punto está precisamente orientado con la salida del sol en el solsticio de verano sobre el Cerro del Castro, en consonancia con los otros lugares elevados cuyo nombre alude a este animal y que estamos estudiando en este artículo. Los restos arqueológicos apuntados en el PGOU de Ponferrada bien podrían corresponder a un antiguo lugar de culto romano o romanizado.

El Promontorio Sagrado, el cuervo y San Vicente

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San Vicente de Zaragoza en prisión, Escuela Francisco Ribalta

La tradición popular asturiana muestra una relación muy estrecha entre el cuervo y San Lorenzo. Se dice, por ejemplo, que los cuervos son mouros porque fueron malditos porque batían sus alas para avivar el fuego de la parrilla donde estaban asando al santo, o que tienen prohibido beber agua en agosto por no haber llevado agua para apagar las llamas del martirio(84). También encontramos en la hagiografía de San Vicente una gran afinidad con este animal. Se dice que una gran cuervo guardó y defendió el cadáver del santo cuando este fue abandonado en una basurero después de ser martirizado por el prefecto romano Daciano(85).

Enrique Florez, en su España Sagrada, relata como su cuerpo llegó al Algarbe, en Portugal y hace referencia a un Monte de los Cuervos, en una de las puntas del Cabo de San Vicente.

«Concuerdan los monumentos públicos portugueses, pues en la historia del primer rey don Alfonso se lee que en la victoria obtenida contra cinco reyes moros en el año 1139 hubo entre los prisioneros algunos cristianos descendientes de aquellos que vivían en el Algarbe con el cuerpo de San Vicente, los cuales, pidiendo libertad por ser cristianos, refirieron ser originarios de Valencia, de donde por miedo de Abderramán habían salido sus ascendientes con el cuerpo del mártir San Vicente, y llegaron al promontorio del Algarbe, manteniéndose allí hasta que unos moros, degollando a los cristianos ancianos, cautivaron a los mozos de quienes ellos descendían, en cuya prueba citaron las mismas pequeñas casas en que habían vivido, si los moros no las habían arruinado, con la seña de los cuervos que desde la llegada del santo frecuentaban el sitio. De hecho, luego que el rey recobró Lisboa, fue reconocido aquel lugar y hallado el cuerpo del milagrosos santo en un sepulcro de madera ya algo podrida, manifestándose desde luego la santidad de las reliquias por medio de uno de los asistentes que hurtó un hueso y al punto cayó ciego y rabioso hasta que sacó del pecho los que había ocultado.

Gozosos con el descubrimiento del tesoro, le embarcaron añadiéndose el prodigio de ponerse dos cuervos en la nave, uno en la proa y otro en la popa, como guardas que de orden del celo habían sido señaladas para el sagrado cuerpo desde que el impío Daciano le expuso a la inclemencia, y habían cumplido tan bien con su destino, que aun los moros llamaban a la punta del cabo del Algarbe Monte de los Cuervos, por la asistencia continua que tenían allí desde que llegó el celestial tesoro»(86).
Cuerpo de San Vicente prtotegido por un cuervo.
Detalle del Retablo de Labuerda. S. XIII

Mucho antes, el geógrafo musulmán Idrisi mencionaba una Iglesia del Cuervo que fue identificado con el Cabo de San Vicente por su traductor, R. Dozy(87). Añade Idrisi que «esta iglesia no ha experimentado cambio alguno desde la dominación cristiana; posee tierras, y las almas piadosas tienen costumbre de ir a dar presentes cuando van en peregrinación. Está situada sobre un promontorio que avanza en el mar. Sobre el caballete del edificio hay diez cuervos y nadie los ha visto comer ni ausentarse. Los sacerdotes que hay en la iglesia, cuentan cosas maravillosas de estos cuervos, pero se dudaría de la veracidad de quien quisiera repetirlas»(88).

Y más de mil años antes, Estrabón comenzó su descripción de la costa atlántica desde el punto más occidental próximo al Estrecho de Gibraltar: el Promontorio Sagrado, sobre el actual Cabo de San Vicente, un santuario rupestre desde el cual se contemplaba la puesta del sol, que manifestaba aquí un comportamiento singular, y donde se realizaban rituales con piedras y con agua. El geógrafo de Amasya tiene como fuente la descripción que hizo del lugar Artimidoro de Éfeso, en su Geographoúmena, en el año 100 a.C.

«Hagamos una descripción detallada, empezando por el Hierón Akrotérion. Éste es el punto más occidental no sólo de Europa, sino también de toda la "oikouméne" (o mundo conocido), pues el mundo habitado se termina por el ocaso con los dos continentes, es decir, con la península de Europa y con la extremidad de Libia(o África), de las cuales una la ocupan los íberos y otra los moros. Los confines de Ibería se extienden unos mil quinientos stadios más allá de la citada extremidad. De ahí el nombre con que se designa al territorio contiguo a dicho confín, que en lengua latina llaman "Cuneus", con lo que quieren significar "sphén"(o cuña). Este promontorio se proyecta dentro del mar, y Artemídoros, que según afirma visitó el lugar, lo compara a una nave, y dice que tres pequeñas islas contribuyen a darle esta figura: una ocupa el lugar del espolón, y las otras dos, con regulares condiciones para aportar, el de las "epotídes"(o pieza de madera que formaba en los navíos griegos como dos orejetas salientes a ambos lados de la proa). Y dice que no hay allí ningún templo de Heraklés, como falsamente afirmó Éphoros, ni ningún altar dedicado a él ni a ningún otro dios, sino piedras esparcidas por doquier en grupos de tres o cuatro, las cuales, según una antigua costumbre, son vueltas del revés por los que visitan el lugar y después de ofrecida una libación reintegradas a su postura primera. Y no está permitido ofrecer sacrificios ni aun estar allí durante la noche, pues dicen que los dioses lo ocupan en aquellas horas. Los que van a visitarlo pernoctan en una aldea próxima, y después, de día, entran allí llevando consigo agua, ya que el lugar no la tiene.

«Estas afirmaciones cabe que respondan a la verdad, y debemos creerlas; pero lo que nos cuenta [Artemídoros], siguiendo las tradiciones populares, hemos de rechazarlo por entero. Según Poseidónios, es opinión vulgar que en las orillas del Océano el Sol es más grande en su ocaso, y se pone con ruido casi como si al extinguirse, en el momento de caer en lo profundo, la mar chirriase. Pero esto -dice- es falso, como lo es que la noche siga inmediatamente tras la puesta del Sol, sino que sobreviene después de un breve intervalo, tal como acaece en los otros grandes mares; porque en las regiones donde el Sol se pone detrás de montañas, el día perdura después de oculto el Sol por virtud de la luz difusa; pero en las costas no sigue ningún intervalo considerable, si bien las tinieblas no advienen al instante, como tampoco advienen al punto en las dilatadas llanuras. En cuanto a la ilusión visual del tamaño del Sol, en los mares éste crece a la puesta como a la salida, porque del agua se eleva en tales ocasiones una mayor cantidad de vapor; es decir, que los rayos visuales, al pasar a través de este vapor como a través de una lente, se refractan, y por ello la imagen se hace mayor, como sucede cuando el Sol o la Luna se ven en su puesta u orto a través de una niebla seca y tenue, en cuyos casos los astros aparecen algo rojizos. Y dice [Poseidónios] que se convenció de la falsedad de las mencionadas aserciones cuando, durante su estancia de treinta días en Gádeira, pudo observar las puestas del Sol. Mas Artemídoros afirma que el Sol al ocultarse es cien veces mayor que de ordinario, y que la noche adviene de un modo repentino. Si nos atenemos a sus propias manifestaciones, no es creíble que él mismo haya visto este fenómeno desde el Hierón Akrotérion, puesto que afirma que nadie puede pisarlo durante la noche, y como la noche sucede bruscamente al día, no habría podido permanecer en él a la caída del Sol. Tampoco pudo ver esto en otro lugar a orillas del Océano, porque, aunque Gádeira está ciertamente sobre él, Poseidónios y otros más atestiguan lo contrario»(89).

Otros geógrafos mencionaron este Promontorio Sagrado como Plinio(90), Ptolomeo(91), Periplo de Pseudo-Escílax(92) o Mela(93) apuntando su identificación con el límite sudoccidental de la Península, entre el cabo de San Vicente y Sagres(94). Avieno, también lo señala denominando al punto más occidental es el cabo Cinético(95): «Después el Promontorio Sagrado se eriza con sus rocas, y está dedicado a Saturno: borbotea allí un mar encrespado, y el litoral se extiende a lo largo de un flanco de piedra».
Puesta del sol sobre el Cabo San Vicente desde el Pontal dos Corvos en el solsticio de verano
Puesta del sol sobre el cabo San Vicente desde Sagres en el solsticio de verano

Aquí encontramos dos topónimos curiosos, el Pontal dos Corvos desde donde podemos asistir a la puesta del sol en el cabo de San Vicente en el solsticio de verano y el promontorio de Sagres, que etimológicamente ha sido relacionado con el Promontorio Sacro(96). Desde este podemos asistir nuevamente a la puesta a la puesta del sol en el cabo de San Vicente en el solsticio de verano, a la altura de la iglesia de Santa María de la Gracia, o la puesta de la luna en el lunasticio mayor norte sobre el mismo referente, visto desde el extremo más meridional del promontorio.

Conclusiones

En este artículo hemos redundado en la tradición de San Llorienzu de Xixón y su interpretación astronómica extendiendo nuestro análisis al próximo cerro de santa Catalina, reencontrándonos nuevamente con la circunstancia de que en las zonas costeras los alineamientos solares o lunares pueden utilizar como referencia los puntos límite entre la tierra y el mar. Esta situación, si recordáis, ya lo habíamos encontrado en Santo Hadrían de Malpica(97) .

Hemos querido tirar del significado mitológico del cuervo, presente en la tradición popular gijonesa, y nos hemos encontrado un simbolismo complejo y contradictorio que finalmente nos ha conducido a una figura aparentemente muy antigua, el trickster, que explicaría la confusión de los arquetipos Mercurio-Marte que reconocimos en la mitología escandinava en la figura de Odín(98). Este personaje mitológico desempeñaría el papel de un grotesco dios del verano que provoca la muerte del espíritu decadente e invernal de la naturaleza, acto contextualizado en el solsticio de verano, aunque finalmente el trickster se degrada adquiriendo tintes malvados e invernales por lo que es castigado indicando la ciclicidad de los ritmos estacionales de la naturaleza.

Además de la Colina del Cuervo, escenario en el que el ermitaño Gorín y su sirviente córvido dan muerte al cuélebre gijonés, hemos estudiado dos lugares asociados al cuervo y que denotan, con menor o mayor evidencia, el haber sido antiguos lugares de culto desde los que se producen alineamientos solares en el solsticio de verano. Me refiero al discreto y desconocido Pico el Cuervo de Columbrianos, en León, y el mucho más famoso Promontorio Sagrado del cabo de San Vicente, en Portugal. Este último, al que se han dedicado innumerables publicaciones, nunca hasta ahora había sido analizado en clave arqueoastronómica.

Puedes obtener los cálculos en este enlace.


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(1) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., El dragón de piedra: Pedra da Boullosa, as Pedras da Serpe de Castro Penalba y Gondomil, Santo Hadrián de Malpica y San Llorienzu de Xixón, Asturiensis Prouincia Indigena, 2013, http://asturiense.blogspot.com.es/2013/01/el-dragon-de-piedra-pedra...

(2) ÁLVAREZ PEÑA, A., Mitos y leyendas asturianas, Picu Urriellu, 2008, 3ª ed., pp. 121-123

(3) ÁLVAREZ PEÑA, A., Mitoloxía de los santos n’Asturies. Raigaños paganos nel cristianimu, Trabe, 2012, pp. 38, 53

(4) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, pp. 245, 250-251

(5) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, pp. 256, 260

(6) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 263

(7) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 253

(8) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 253

(9) SAX, B., Crow, Reaktion Books, 2003, p. 58

(10) MacKILLOP, J., A dictionary of Celtic mythology, Oxford University Press, 2004 (1ª ed. 1998), entrada CROW, p. 100

(11) MacKILLOP, J., A dictionary of Celtic mythology, Oxford University Press, 2004 (1ª ed. 1998), entrada BRAN, p. 46

(12) WILKINSON, P., PHILIP, N., Mitología, Espasa, 2008, p. 273

(13) ROLLESTON, T. W., Mitos y leyendas celtas, Turner Publicaciones, 2013 (1ª ed 1911), pp. 97, 181

(14) ROLLESTON, T. W., Mitos y leyendas celtas, Turner Publicaciones, 2013 (1ª ed 1911), p. 183

(15) MacCULLOCH, J. A., The Mythology of all races, Edd. Luis Herbert Gray, V. 3, 1918, p. 36

(16) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 253-254; SAX, B., Crow, Reaktion Books, 2003, p. 44; OVIDIO, Metamorfosis, 2, 532-679

(17) OVIDIO, Fastos, Libro 2, 14 de febrero

(18) ALMAGRO GORBEA, M., De la épica celta a la épica castellana. la literatura como nuevo campo de estudios de la Hispacia céltica. Cuadernos de Arqueología Universidad de Navarra 18, 2010, pp. 9‐40

(19) HOMERO, Iliada, CV, 220-280

(20) Los egipcios reverencian al halcón como sagrado a Apolo, a quien llaman, en su lengua, Horus [...] El cuervo también era sagrado a Apolo, o Horus, PRITCHARD, Egyptian Mythology, pp. 317, 819, citado en GARDNER, W. H., A Flock of Mythological Crows, Popular Science Monthly Volume 18, November 1880

(21) ANTONIO LIBERALIS, Metamorfosis, 28

(22) HARD, R., The Routledge Handbook of Greek Mythology, Routledge, 2004, p. 85

(23) HERÓDOTO, Historia, II, 144, 156; DIODORO SICULO, Biblioteca Histórica, I, 25

(24) OVIDIO, Metamorfosis, 5, 139

(25) MASSEY, G., The Sign Language of Astronomical Mythology, Cosimo, 2008, p. 214

(26) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 181

(27) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, pp. 181, 202

(28) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 182

(29) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 192

(30) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 193

(31) GUBERNATIS, A., Zoological Mythology, V. 2, 1872, p. 253-254

(32) DUNDES, A., Sacred Narrative: Readings in the Theory of Myth, University of California Press, 1984, p. 169; BASTIAN, D., E., MITCHELL, J. K., Handbook of Native American Mythology, ABC-CLIO, 2004, p. 159

(33) Genesis 8:7, Noé envió un cuervo blanco para comprobar si las aguas del diluvio habían remitido, pero el cuervo nunca regresó (y, al final, una paloma sí)

(34) STEINER, G., Lenguaje y silencio. Ensayos sobre la literatura, el lenguaje y lo inhumano, Gedisa, 1990 (1ª ed. 1976), p. 176, citado en PUERTO, J. L., Leyendas de tradición oral en la provincia de León, 2011, p. 18

(35) GARDNER, W. H., A Flock of Mythological Crows, Popular Science Monthly Volume 18, November 1880

(36) KRAPPE, A. H., Les Dieux au corbeau chez les Celtes, Revue de l’histoire des religions 114, 1936, pp. 236–46, citado en GREEN, M., Animals in Celtic life and myth, Routledge, 1992, p. 179; FERNÁNDEZ DE ESCALANTE, M. F. (1986): San Vicente, los cuervos y el dios Luc, Córdoba; GARCÍA QUINTELA, M. V., El reyezuelo, el cuervo y el dios céltico Lug: aspectos del dossier ibérico, Arys: Antigüedad: religiones y sociedades, Nº. 5, 2002, pp. 153-202

(37) Pseudo-Plutarco, de Fluvii, IV, 6, citado en GARCÍA QUINTELA, M. V., SANTOS ESTÉVEZ, M. Santuarios de la Galicia céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro. Abada Editores, 2008, p. 206

(38) HILY, G., Le dieu celtique Lugus, École practique des Hautes Études. Section des sciencies historiques et philologiques. Menttions historie, textes et documents. Doctorat en littératures celtiques médiévales et histoire des religions, Pierre-Yves Lambert (Dir.), 2007, p. 305

(39) SAX, B., Crow, Reaktion Books, 2003, p. 60; GREEN, M., Animals in Celtic Life and Myth, 1992, p. 178; ROSS, A., Pagan Celtic Britain, Routledge and Kegan Paul, 1967, p. 250, citado en ELLIS DAVIDSON, H. R., Myths and Symbols in Pagan Europe: Early Scandinavian and Celtic Religions, Syracuse University Press, 1988, p. 91

(40) GREEN, M., Animals in Celtic Life and Myth, 1992, p. 178

(42) El águila [de Achilla se llama cuervo dentro del texto. BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 149; A lo largo del relato el ave es indistintamente halcón, cuervo o áquila GARCÍA QUINTELA, M. V., SANTOS ESTÉVEZ, M. Santuarios de la Galicia céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro. Abada Editores, 2008, p. 207; García Quintela cita a GUYONVARC’H, Ch, J., Textes mythologiques irlandais I, Rennes, 1980, 171, como referencia de la traducción del relato

(43) BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, pp. 38-39

(44) BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, pp. 150-151; Confusión entre rapaces (halcón, águila) y córvidos STERCKX, C., Des dieux et des oiseaux. Réflexions sur l’ornithomorphisme de quelques dieux celtiques, Mémoires de la société belge d’études celtiques 12, 2000, p. 47; TYMOCZKO, M., The semantic fields of Early Irish terms for black birds and their implications for species taxonomy, en Matonis, A.T.E, Melia, D.F., (éd.), Celtic Language, Celtic Culture. A Festschrift for Eric P.Hamp, Ford & Bailie Publishers, Van Nuys, 1990, citados en BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 216

(45) Bernard Sergent, que ha estudiado los paralelismos entre los mitemas y otros aspectos del dios Lug(h) / Lugus céltico de una parte, y su homólogo griego Apolo, por otro, también toma nota de esta fenómeno de ornitomorfismo. La deidad celta como su equivalente griego están estrechamente relacionados con varias aves, que a veces cambian: esta es la primera cuervo, águila o buitre, y también el cisne, y el reyezuelo y la grulla o la garza SERGENT, B., Le livre des dieux. Celtes et Grecs, II, Payot, 2004, p. 212, citado en BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 204

(46) BIRKHAN, H., Germanen und Kelten bis zum Ausgang der Römerzeit, Wien, Köln, Graz, Böhlaus, 1970, P. 487, citado en BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 211

(47) Le ROUX, F., GUYONVARC’h, Ch., La civilisation celtique, Editions Payot, 2001, pp. 173-174, citado en BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 211

(48) BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique : de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 365

(49) GARCÍA QUINTELA, M. V., SANTOS ESTÉVEZ, M. Santuarios de la Galicia céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro. Abada Editores, 2008, pp. 208-210

(50) Aided Chloinne Tuireann. El Destino de los Hijos de Tuireann, editado por Society for the Preservation of the Irish Language, with notes, translation, and complete vocabulary by Richard O Duffy, 1901, pp. 70-71, 82-84

(51) GARCÍA QUINTELA, M. V., SANTOS ESTÉVEZ, M. Santuarios de la Galicia céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro. Abada Editores, 2008, p. 265

(52) CLARK, E. Indian Legends of the Pacific Northwest, University of California Press, 1953. PP. 150-151

(53) CAMPBELL, J., The masks of god, Viking, 1970, citado en BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 249

(54) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 248

(55) GARRY, J., EL-SHAMY, H., Archetypes and Motifs in Folklore and Literature, M. E., SHARPE, pp. 472-480

(56) FEE, C. C., Gods, Heroes, and Kings : The Battle for Mythic Britain, Oxford University Press, 2001, pp. 95-99

(57) WITZEL, M., Slaying the dragon across Eurasia, en In Hot Pursuit of Language in Prehistory: Essays in the four fields of anthropology, Ed. John D. Bengtson, John Benjamin Publishing Company, 2008, pp. 263-285

(58) SAX, B., Crow, Reaktion Books, 2003, p. 53

(60) SEAL, G., Encyclopedia of Folk Heroes, ABC-CLIO, 2001, p. 283

(61) DE VRIES, J., The problem of Loki, 1933, citado en BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 247

(62) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 252

(63) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp. 217-218, 226, 238

(64) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 229

(65) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 247

(66) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp .253-261 También consigue para Odín su caballo Sleipnir BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 268

(67) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p.250

(68) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p.265

(69) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp. 170-173

(70) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 243

(71) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 246

(72) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, p. 278

(73) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp. 244-245

(74) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp. 279-280

(75) ANDREWS, T., Dictionary of Nature Myths: Legends of the Earth, Sea, and Sky, Oxford University Press, 1998, pp. 22-23

(76) FRAZER, J.G., La rama dorada. Magía y religión, Fondo de cultura económica, 1981 (1ª ed. 1890), p. 729

(77) BERNÁRDEZ, E., Mitos germánicos, Alianza Ensayo, 2002, pp. 279

(78) «La etimología y el significado de Balor no se puede determinar con precisión: parece verosímil la presencia del radical *bel- que designa al relámpago o la muerte». GUYONVARC'H, C.-J., LE ROUX, F., Los druidas, Abada Editores, 2009, p. 520; Proto-Indo-Europeo *b[h]el-/*b[h]ol- 'brillante, blanco': Sánscrito bhāla-m 'esplendor'; Griego φαλός 'brillante, blanco'; Antiguo eslavo eclesiástico bělъ 'blanco'; Lituano bãlas, báltas 'blanco'. Pokorny 1959:118-120 *bhel-,*bhelǝ- 'centelleante, blanco'; Walde 1927-1932.II:175-176 *bhel-; Mann 1984-1987:63 *bhal- 'blanco, pálido, moteado blanco, palidez', 63 *bhāl-; Watkins 1985:6 *bhel- 'brillar, destelalr, quemar; blanco lustroso y varios colores brillantes'. Proto-Indo-Europeo *b[h]les-/*b[h]los- 'brillar': Inglés antiguo blæse 'antorcha, fuego'; Germánico Alto Medio blas 'antorcha'. Pokorny 1959:158 *bhles- 'centellear'; Walde 1927-1932.II:217 *bhles-. BOMHARD, A.R., KERNS., J. C., The Nostratic macrofamily: a study in distant linguistic relationship, Mouton de Gruyter, 1994, p. 210

(79) HILY, G., Le dieu celtique Lugus, École practique des Hautes Études. Section des sciencies historiques et philologiques. Menttions historie, textes et documents. Doctorat en littératures celtiques médiévales et histoire des religions, Pierre-Yves Lambert (Dir.), 2007, pp. 442-443

(80) D'ARBOIS DE JUBAINVILLE, H., El ciclo mitológico irlandés y la mitología céltica, Brontes, Barcelona, 2008, pp. 143-146

(81) BARTOLOMÉ PÉREZ, N., Mitoloxía Popular del Reinu de L.lión, Faceira, 2013, pp. 110-111

(82) BOEKHOORN, D. N., Bestiaire mythique, légendaire et merveilleux dans la tradition celtique: de la littérature orale à la littérature écrite, Tésis doctoral, Universidad de Rennes, 2008, p. 88

(83) Plan General de Ordenación Urbana de Ponferrada: revisión y adaptación. Documento de refundido de aprobación definitiva, según acuerdo de 22 de mayo de 2007 (BOCyL nº 103 de 29 de mayo de 2007), Catálogo y Normativa Arqueológica. Tomo II, p. 54

(84) ÁLVAREZ PEÑA, A., Mitoloxía de los santos n’Asturies. Raigaños paganos nel cristianimu, Trabe, 2012, pp. 52-53

(85) GALVÃO, D., Crónica de D. Afonso Henriques. Segundo o manuscrito da Torre do Tombo. Com notas e glosario de José de Bragança, 1948, p. 95, citado en GARCÍA QUINTELA, M. V., SANTOS ESTÉVEZ, M. Santuarios de la Galicia céltica. Arqueología del paisaje y religiones comparadas en la Edad del Hierro. Abada Editores, 2008, p. 215; La leyenda de oro para cada día del año, Tomo I, 1844, p. 195

(86) FLOREZ, E., España sagrada: Theatro geographico-historico de la iglesia de España, Tomo VIII, pp. 139-140

(87) DOZY, R., DE GOEJE, M. J., Description de l'Afrique et de l'Espagne par Edrîsî, 1866, p. 207

(88) DOZY, R., DE GOEJE, M. J., Description de l'Afrique et de l'Espagne par Edrîsî, 1866, p. 218

(89) ESTRABÓN, Geografía, III, 1, 4-5

(90) PLINIO, Historia Natural, II, 242

(91) PTOLOMEO, Geografía, II, 5, 2-3

(92) Periplo de Pseudo-Escílax, 112

(93) POMPONIO MELA, Corografía, III, 7

(94) ROMERO RECIO, M., El rito de las piedras volteadas (Str. 3.1.4), Arys 2, 1999, 0pp. 71-72; En nuestra opinión, dado que las fuentes sitúan el Promontorio Sagrado en el extremo occidental de la Península pero mediatizadas por una visión geográfica que concebía esta zona muy extendida, en la Antigüedad se consideraría que el mencionado Promontorio abarcaba el área comprendida entre el cabo San Vicente y Sagres, pues es difícil afirmar que las fuentes hiciesen referencia al primero. ROMERO RECIO, M., El rito de las piedras volteadas (Str. 3.1.4), Arys 2, 1999, p. 73; MONEO, T., Religio iberica: santuarios, ritos y divinidades (siglos VII-I A.C.), Real Academia de la Historia, 2003, p. 444

(95) AVIENO, Ora Marítoma, 201-204

(96) MAGALHÃES GODINHO, V., Ensaios, Volumen 2, Livraria Sá da Costa Editôra, 1968, p. 102; SCHULTEN, A., Geografía y etnografía antiguas de la peninsula ibérica, Volumen 1, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto "Rodrigo Caro" de Arqueología, 1959, p. 340

(97) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M. A., El dragón de piedra: Pedra da Boullosa, as Pedras da Serpe de Castro Penalba y Gondomil, Santo Hadrián de Malpica y San Llorienzu de Xixón, Asturiensis Prouincia Indigena, 2013, http://asturiense.blogspot.com.es/2013/01/el-dragon-de-piedra-pedra...

(98) GONZÁLEZ, M. A., Quién es el dios Teleno. Thor, Odín y Freyr, Asturiensis Prouincia Indigena, 2012, http://asturiense.blogspot.com.es/2012/01/quien-es-el-dios-teleno-t...