Prehistoria

La prehistoria (del latín præ: ‘antes de’, y del griego ιστορία: ‘historia’) es, según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la aparición del Homo sapiens sapiens hasta la invención de la escritura, hace más de 5000 años (aproximadamente en el año 3300 a.C.). Pero según otros autores se terminaría con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a las primeras civilizaciones y Estados.
Es importante señalar que según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de real significancia en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la Prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida de los seres antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la aparición del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues éstos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la Prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas, mayas o mexicas en América, los ghana o zimbabue en África y los jemer en el sureste asiático, las cuales solamente son identificadas con este período por la ausencia de textos escritos que de ellas tenemos.

Las excavaciones en la cueva de Santimamiñe (Vizcaya) descubren nuevos niveles de ocupación

Tres arqueólogos trabajan en la nueva fase de excavaciones en la cueva de Santimamiñe. /LUIS ALBERTO GARCÍA

Fuente: EL PAIS.com | Leyre Pejenaute| 3 de agosto de 2012

Vivían en el corazón de la reserva de Urdaibai, en la hoy conocida como cueva de Santimamiñe. Eran cazadores-recolectores y sentían predilección por ciervos y cabras, aunque no les importaba mojarse en el río para pescar unos salmones. Y eso que fue una época gélida, con 15 grados menos de media que hoy en día. De ahí que al regresar al hogar se reuniesen en torno a un gran fuego para hacer vida en común. 12.000 años después, los nuevos análisis realizados les señalan como los autores del conjunto de pinturas rupestres de Santimamiñe.

En la fase más reciente de las excavaciones que vienen realizándose desde 2004 se han descubierto nuevos niveles de ocupación cuya antigüedad oscila entre 12.000 y 12.700 años. Se trata de un habitáculo al fondo de la cueva donde apenas llega la luz. Sobre la roca, las capas oscuras de ceniza carbonatada marcan el lugar de las hogueras.

“La zona se encuentra en un estado excepcional de conservación”, explicaba ayer el arqueólogo que dirige las excavaciones, Juan Carlos López Quintana (izquierda). Su equipo ha excavado cuatro metros en torno a la hoguera fósil y desenterrado e inventariado unos 10.000 registros, entre huesos de animales, restos marinos, herramientas de sílex o colorantes para teñir cuero. O para pintar ciervos, bisontes y caballos en las paredes de la cueva.

Las pinturas adornan las galerías que recorren las vísceras del monte Ereñozar, cerradas al público hace 14 años y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008 junto al resto de muestras de arte paleolítico del Cantábrico. “Antes se creía que eran anteriores”, con unos 14.700 años de antigüedad, “pero todo indica que se hicieron en la época final del Magdaleniense [periodo del Paleolítico Superior, entre 15.000 y 8.000 años a.C.] y que fueron obra de quienes se reunían para cocinar en torno a este fuego”, precisó López Quintana.

El arqueólogo que dirige el proyecto, promovido por la Diputación de Bizkaia, pidió “cautela” hasta terminar las dataciones, pero se mostró satisfecho con los progresos: “En ocho años se ha realizado un trabajo muy intensivo, el que correspondería a 20 campañas convencionales”. La siguiente fase planea profundizar en los distintos periodos de ocupación de la cueva. “Alcanzaremos las capas de hace 15.000 años en 2020”, calculó.

Pinturas de Santimamiñe

La cueva de Santimamiñe, descubierta en 1916, se mantuvo abierta al público sin apenas restricciones durante 80 años. El deterioro provocado por la influencia humana acabó obligando a cerrar la cámara de las pinturas en 1997. El proyecto actual, iniciado en 2007, se apoya en la investigación y conservación de la cueva y la difusión de su patrimonio. En las entrañas de Urdaibai aún queda mucho por desenterrar.


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    Dani García de la Cuesta

    Muy buenas.

    Vaya como se parecen estas pinturas a las de la Covaciella, en Asturies. Datadas sobre 14200 años.