EPIGRAFÍA

La epigrafía es una ciencia autónoma y a la vez auxiliar de la Historia, a través de la cual se estudian las inscripciones hechas sobre materiales duros (piedras, huesos, metal, madera, cerámica, etc.), estableciendo metodologías para interpretarlas.

“Las obras del Acueducto (de Segovia) se hicieron entre el 69 y el 98”

 

Dominica Contreras, leyendo su libro, con el Acueducto al fondo. Foto: Kamarero

 

Vía: El Adelantado.com | Guillermo Herrero | 26 de mayo de 2011

 

 El exhaustivo estudio del Acueducto de Segovia realizado por Dominica Contreras López de Ayala ha permitido a su autora precisar, con un altísimo grado de fiabilidad, cuándo fue construido.

 

“Pudo haber empezado a edificarse a partir del año 69 d. C.”, revela en la obra “Misterio del Acueducto de Segovia. El problema de la datación”, que será presentada hoy [esto es, ha sido presentado el pasado jueves] en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce. La marquesa de Lozoya da por seguro que en el año 74 d. C. —fecha del Edicto de Latinidad, a partir del cual muchas ciudades comenzaron a promover obras importantes— los trabajos eran una realidad. Y, en cuanto a la finalización, la historiadora sitúa ese momento en el año 98 d. C., cuando se dedica el monumento.

 

En el libro, fruto de una larga investigación que ha llevado a la marquesa de Lozoya a consultar todas las fuentes originales, se presentan, en avalancha, datos del que considera “uno de los monumentos más misteriosos que existen”, por la escasez de conocimientos fidedignos sobre su historia.

 

El dilatado proceso de documentación llevado a cabo por Contreras —en las bibliotecas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Museo Arqueológico Nacional e Instituto Arqueológico Alemán— han encaminado a la historiadora hacia un “total convencimiento” de que la lectura de la cartela del Acueducto realizada por Géza Alföldy (derecha) en 1992 es la correcta. Pero, lejos de adherirse a esa teoría sin argumentos, la marquesa de Lozoya ha querido poner a prueba el trabajo del catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Heildelberg, llegando finalmente a la conclusión de que la lectura de Alföldy viene a coincidir con la realizada pocos años antes por José María Martín Rodríguez —curiosamente, luego plagiada por Antonio Blanco Freijeiro—, y por una “crónica” antigua recogida por un historiador del siglo XVIII, el padre Francisco Masdeu, que posiblemente tomó la descripción de alguien que pudo ver las suficientes letras de la cartela como para leer o deducir lo esencial del texto. [La cartela aguantó letras hasta bien entrado el siglo XVI, como relata Juan de Valdes en su obra “Diálogo de la lengua”].

Epigrafía y arqueología

En cualquier caso, el estudio de Contreras va mucho más allá de examinar la lectura de Alföldy. La marquesa de Lozoya ha realizado en el libro una revisión crítica de la epigrafía relacionada con el Acueducto de Segovia. Y, en este apartado, presenta pruebas que confieren autenticidad a una inscripción hoy desaparecida, en un tiempo situada en la puerta de San Juan, que hacía referencia a quien mandó levantar el Acueducto, Licinius Lartius. “Al demonizar de forma reiterada, por copia de unos a otros, esa inscripción, recogida por Ambrosio de Morales en el siglo XVI, se creó un tapón cultural que impidió hasta ahora el estudio de la datación del Acueducto, puesto que la única vía lógica estaba desprestigiada”, escribe Contreras.

 

La historiadora defiende que la construcción del Acueducto “se decidió en tiempos de Vespasiano (69 -79 d. C.), a través de, o teniendo algo que ver, su gobernador de la Hispania Citerior, Lartius Licinius, por iniciativa de éste, o más probablemente por iniciativa del Consejo de la Ciudad y con su ayuda y participación y posible colaboración económica”.

 

Esta teoría de la marquesa coincide, según explica en la obra que hoy se presenta, “con el estilo artístico (del Acueducto), con la lectura de Alföldy de la cartela, con los resultados de las excavaciones arqueológicas y con las inscripciones recogidas en los siglos XVI y XIX”.

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La restitución hipotética del acueducto de Segovia, según G. Alföldy. Foto escaneada del libro "Segovia romana II. Gentes y territorios". 2010.

 

Descubriendo el Acueducto

 

Vía: EL ADELANTADO.com | 25 de mayo de 2011

 

Dice Dominica Contreras López de Ayala, marquesa de Lozoya, que cuando impartía clases en la Escuela de Magisterio y en la Universidad SEK (actual IE Universidad), se dio cuenta de que el monumento que mayor interés despertaba en el alumnado, el Acueducto de Segovia, era del que existía menos bibliografía. “Es la gran laguna de la Historia de Segovia”, afirma la historiadora. En vista de esa situación, ella decidió iniciar una investigación, en la que ha invertido tres años y medio de trabajo, y fruto de la cual es el libro “Misterio del Acueducto de Segovia. El problema de la datación”, que será presentado mañana, 26 de mayo, en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce (20,00 horas), en un acto en el que intervendrán Rosa María Sanz Serrano, catedrática de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid, y Emilio Illarregui Gómez, profesor de IE Universidad.

 

Siguiendo una metodología científica, la marquesa de Lozoya se ha basado en cuatro pilares para redactar su trabajo: la epigrafía, la inscripción de la cartela —leída por Geza Alföldy en el año 1992—, las excavaciones arqueológicas y el estilo artístico del monumento. Y ahora, tras acabar el vasto estudio, la historiadora afirma que “todas las conclusiones van en la misma dirección”. Las piezas del puzle empiezan a encajar.

 

Si de algo se considera satisfecha Contreras es de haber logrado quitar lo que llama “el tapón cultural”, que impedía un conocimiento más preciso del Acueducto. En ese sentido, la marquesa de Lozoya llama especialmente la atención de una inscripción, ahora desaparecida, de la que da noticia Ambrosio de Morales en el siglo XVI y, a principios del siglo XIX, Isidoro Bosarte, que hace referencia a quien mandó edificar el monumento, Licinius Lartius.

 

De acuerdo con la historiadora, el hecho de que Andrés Gómez de Somorrostro considerara falsa esa inscripción indujo a error a los autores que, hasta la actualidad, le han seguido. Hasta que, ahora, el trabajo de la marquesa de Lozoya, presentando argumentos irrefutables, da credibilidad a esa inscripción, que durante un tiempo permaneció situada en la puerta de San Juan.

 

Para Contreras, la información que ofrece esa inscripción “concuerda” con la lectura de Alföldy de la inscripción de la cartela, y con los datos proporcionados por las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los últimos años en el entorno del Acueducto. Así, la marquesa de Lozoya concluye mostrando su convencimiento de que el símbolo de Segovia comenzó a construirse en tiempos de Vespasiano (emperador desde el año 69 al 79 después de Cristo) y fuera dedicado finalmente a Trajano (98 - 117 d.C.), “tras unos trabajos que debieron durar cerca de veinticinco años”, lo que corrobora la estimación de Frontino, quien afirmaba que las obras para poner en funcionamiento un acueducto rondaban el cuarto de siglo.

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Posts de Terrae Antiqvae relacionados:

* Leyendo en las murallas

* El historiador Géza Alföldy recibe el homenaje de IE Universidad ...

 

 

Géza Alföldy: explicaciones de la inscripción del acueducto Segovia 25/9/2010

 

 

 

 

 

 

 

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Bueno, ya tenemos otro nuevo estudio que se atreve a proporcionar y asegurar, al menos, el rango de fechas en que fue construido el emblemático acueducto de Segovía, una cuestión, como se sabe, hasta ahora compleja de conocer y, por tanto, muy debatida. Ya veremos hasta qué punto será recibida con parabienes la tesis que ha formulado la historiadora Dominica Contreras. Habrá que leer su libro, el cual se presenta muy interesante.

 

Ya no es sólo que despeje, más o menos, el tiempo en que fue construido el acueducto, sino que, al dar la razón a Géza Alföldy, despeja también la duda de cuándo Segovia adquirió el estatuto de municipalidad latina, cuestión ésta asimismo muy debatida a cuenta de la inscripción honorífica dedicada a Emilio Mummio Prisco Corneliano Lépido, de la cual se habló en el post relacionado "Leyendo en las murallas".

 

Si la Sra. Dominica Contreras tiene entonces la razón, habrá que concluir que el estatuto de municipalidad latina lo alcanzó Segovia durante la dinastía Flavia, y no bajo el gobierno del emperador Tiberio.

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    Guillermo Caso de los Cobos

    Gracias, Dra. Alicia, por el enlace a la página de TRAIANUS que señala. No había reparado en ella. Es un interesante complemento.

     

    Ya seguiremos a medida que surjan -o sepamos- más noticias al respecto. Un saludo

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      Alicia M. Canto

      No hay de qué. Con esa referencia y foto de lo que habitualmente no se ve del acueducto (siendo también impresionante), sólo quería mostrar (otra vez, hay muchos casos en los que no se hace) que en Epigrafía los datos de una excavación reglada, como los datos arqueológicos en general, deben ser tenidos en cuenta, y a la inversa lo mismo (también es frecuente que no se haga). La colaboración de las disciplinas es fundamental.

      Por otro lado, venía a comentar que ayer en la biblioteca de la facultad, aunque con no mucho tiempo, pude consultar el (interesante) artículo de D. José Mª Martín Rodríguez "Onomástica segoviana a la luz de las inscripciones lapidarias" en Estudios Segovianos 71-72, 1972, 171-198 , donde antes de ayer imaginaba que podría encontrarse la idea o información que, según la Sra. Contreras, supuestamente le habría plagiado el Prof. Blanco, por ser el único artículo próximo a estos temas que le conozco (aunque Dialnet no es exhaustivo), y 5 años anterior a la propuesta de Blanco. Pero no vi en él nada relacionado con la inscripción del acueducto. Quedaría por ver en algún otro trabajo suyo, pero acaso sea mejor esperar a poder consultar el nuevo libro, donde ella supongo que explicará a qué se refiere exactamente, y dónde.

      Creo que no comenté que algunas páginas de la edición en alemán de 1997 de Alföldy son consultables en Google Books. Saludos.

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        Guillermo Caso de los Cobos

        Me alegro que haya vuelto sobre este tema/asunto, Dra. Alicia, y nos haya aclarado el alcance de la acusación de la Sra. Contreras sobre el profesor Blanco Freijeiro. 

        Recuerdo que en su momento tenía la intención de adquirir el libro que al respecto había publicado la misma, pero avatares del día a día hicieron que dicha intención quedara en un semi-olvido, por así decir. Tras la lectura de su último comentario me dispuse a localizar el PDF de la obra en cuestión y, ciertamente, después de hallarlo y leer la acusación malévola sobre el profesor Blanco Freijeiro, no cabe duda que hay que concluir que la misma es totalmente impresentable al no darse una sola cita ni niguna referencia de prueba sobre lo que allí se mantiene. Es inaudito que la Sra. Contreras considere que se puede dejar por escrito un comentario así, tan grave, sin demostración alguna, y que crea que con su palabra basta. Lo que logra, es que su conducta quede muy descalificada por semejante proceder, del que no dudo muchos habrán tomado buena nota al leer tan desagraciado pasaje.

        Un saludo cordial