Foto: Entrada a la Cueva Negra, en la provincia de Murcia. Las hachas de mano pertenecientes a este yacimiento y al de la Solana del Zamborino (Granada) proceden de hace unos 900.000 años. © EFE.
Nature publica un estudio con participación española que sugiere que el Estrecho de Gibraltar era lugar de paso para los inmigrantes desde África hace más de un millón de años.
Algunas de las hachas de piedra de Solana del Zamborino (Granada) son de una belleza extraordinaria. Aquellos bifaces de mano se utilizarían para trabajar la madera o machacar huesos, pero su simetría trasluce una intención estética. El alto grado de desarrollo tecnológico logrado por los autores de aquellas herramientas confundió a los investigadores que, en los años 70, cuando se excavó el yacimiento granadino, lo dataron en 200.000 años.
La antigüedad cuadraba con lo que se sabía hasta entonces sobre la cultura bautizada como Achelense. Iniciada en África hace 1,5 millones de años, no habría llegado a Europa occidental hasta un millón de años después. Sin embargo, ahora, un trabajo publicado en Nature por los investigadores del Berkeley Geochronology Center (BGC) Luis Gibert y Gary Scott acerca a europeos y africanos.
Según su revisión de la antigüedad de Solana del Zamborino, el yacimiento tiene unos 760.000 años. Más antigua aún es el hacha de mano encontrada en Estrecho del Quípar (Murcia). Datada hasta ahora en 200.000 años, los estudios magnetoestratigráficos de Scott y Gibert han datado la llegada de la tecnología achelense a Europa occidental en 900.000 años.
* Información adicional en PDF (763 Kb.) Suplementary Methods and Disccussion. Rock Magnetism / Paleomagnetism Supplementary Information: This file contains Supplementary Methods, a Supplementary Discussion, Supplementary References, Supplementary Figures 1-4 with Legends and Supplementary Table 1.
"La gran brecha temporal entre la aparición de los bifaces en África y la llegada a Europa era sospechosa, pero algunos autores la justificaban diciendo que existió una primera migración de homínidos hasta Europa antes de que se inventara el achelense. Ahora sabemos que está presente en Europa hace 900.000 años", afirma Luis Gibert (izquierda).
En opinión del investigador español, la existencia de una tecnología tan avanzada en el sur de la península ibérica hace casi un millón de años comenzará a cambiar la idea de que la ocupación de lo que ahora es Murcia y Granada fue algo puntual. Los primeros inmigrantes africanos habrían llegado hace 1,3 millones de años. Con ellos trajeron la rudimentaria tecnología olduvayense, lascas y cantos trabajados que comenzaron a ser utilizados como herramientas, probablemente, por los Homo habilis.
Foto: Location maps and geological sketch. © Nature.
Aquellos individuos, entre los primeros pobladores de Europa, dejaron sus útiles y es posible que incluso sus huesos en las inmediaciones de Orce (Granada) y allí se han encontrado en yacimientos como Barranco León y Fuentenueva 3. Miles de años más tarde, los muchachos de las piedras talladas debieron de quedar fascinados por la sofisticación de los bifaces que introdujeron en la península los individuos que llegaron Homo erectus o ergaster, probablemente hace algo menos de un millón de años.
Inmigrantes del Pleistoceno
Las especies ocupantes dejaron sus vestigios en yacimientos superpuestos y allí podrán encontrarse indicios, en opinión de Gibert, de una vía de entrada a la Península poco aceptada por los paleoantropólogos. Según se apunta en el artículo de Nature, es posible que la barrera entre Europa y África, el Estrecho de Gibraltar, fuese permeable al paso de los humanos. "Los bifaces más antiguos de Europa están en el sur de la península ibérica y no se encuentran ni al norte de Alemania ni al este de Italia", explica Gibert. "La industria achelense podría venir del Magreb", concluye.
Foto: Magnetochronology of Palaeolithic sites. © Nature.
A la hipótesis del tráfico de homínidos a través del estrecho le queda aún mucho camino por recorrer, según apunta la investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, María Martinón-Torres. Ella, basándose en el análisis de 5.000 fósiles de dientes de distintas especies de Homo y Australopithecus, ha propuesto que los primeros pobladores de Europa llegaron desde Asia.
"Las hipótesis son interesantes y ésta también, pero harían falta más pruebas que la aparición de dos bifaces con esas edades", afirma Martinón-Torres (izquierda). "Habría que comparar con las herramientas que puedan encontrarse en el norte de África y con las de Israel [en el yacimiento de Ubeidiya se han encontrado bifaces de 1,2 millones de años], para ver si es más plausible una entrada por el estrecho o una llegada por el este", argumenta. "Si se observan datos como la migración de fauna a través del estrecho se ve que ese paso ha sido más una barrera que una puerta", agrega.
En su opinión, el hallazgo publicado hoy en Nature apunta a la entrada de una nueva población en el sur de la península ibérica, pero no necesariamente a través del Estrecho de Gibraltar "La dispersión de las poblaciones quizá sea más dinámica de lo que creemos, los grupos podían quedarse aislados en una región y en un momento determinado, porque, por ejemplo, la extensión de un glaciar disminuye, pueden moverse y se instalan en otra zona, llevando consigo una nueva tecnología", concluye.
Sitios abandonados
Gibert reconoce que pasar de la conjetura a los hechos demostrables respecto a la teoría del estrecho permeable no será sencillo. "Habrá que buscar evidencias de intercambio de fauna u objetos arqueológicos en el norte de África", dice. También ayudaría a conocer las rutas de entrada de los primeros habitantes de Europa trabajar en los desatendidos yacimientos de la cuenca Guadix-Baza, en Granada.
Foto: Las dos caras de un bifaz hallado en el yacimiento de Cueva Negra (Murcia), de 900.000 años de antigüedad. © MICHAEL WALKER | El País.es
Es llamativo que el yacimiento de la Solana del Zamborino, desde ahora el segundo lugar con la tecnología achelense más antigua de Europa, no haya sido excavado desde hace más de 30 años. "Allí se encontraron restos de fuego. Si se confirmase, estaríamos hablando de las evidencias de fuego más antiguas de toda Europa con 760.000 años", asegura el geólogo.
Más interesante aún sería encontrar restos humanos, algo que no se descarta teniendo en cuenta la gran cantidad de fauna encontrada en los yacimientos granadinos y el inmenso potencial que aún tienen que explotar. En Murcia, en el yacimiento de Cueva Negra, ya se han encontrado cuatro dientes humanos de 900.000 años. Los usuarios de aquellas hermosas hachas pueden estar cerca.
Vía: Daniel Mediavilla | Público.es, 2 de septiembre de 2009
jorge hugo bertran vall
jorge hugo bertran vall (bertranvall)
3 Sep 2009
Guillermo Caso de los Cobos
Una gran noticia ésta, desde luego. De las que hacen temblar y poner patas arriba más de un paradigma sobre la evolución de los primeros asentamientos humanos en Europa.
En Atapuerca tenemos la mandíbula de 1,2 millones de años que se halló en el nivel TE9 de la Sima del Elefante, y que fue portada de la revista Nature en marzo del pasado año, pero no se disponen de bifaces achelenses (o modo 2), sino que la industria lítica asociada es pobre, de tipo olduvayense (modo 1).
Y ahora tenemos en el sur peninsular dos estupendos bifaces achelenses (de los que se hace eco también la prestigiosa revista Nature) con una antigüedad de 760.000 uno, y 900.000 años otro, con el polémico fósil de Orce (aparte de algunas piezas dentales) de trasfondo, lo que obliga a reconsiderar muy seriamente, tal como se apunta en la noticia, la vía de penetración desde África, a través del estrecho de Gibraltar, de los homínidos (Homo ergaster/erectus) que pudieron hacer tales bifaces.
Cuanto más vueltas se le da al asunto, si se acepta la antigüedad de estas hachas, más difícil se ve cómo pudieron aparecer en el sur peninsular si no se acude a esta posibilidad. La sugerencia de la investigadora María Martinón-Torres, apuntando que hará falta comprobar y comparar más datos al respecto en el norte de África va de suyo (como así lo subraya también el propio Luis Gibert), pero su idea de que tal vez haya que contemplar una movilidad o dispersión de las poblaciones mucho más dinámica (sugiriendo, si no entiendo mal, que la penetración por el Este de Europa fue más pronto y más rápida de lo que se viene estimando) se antoja un tanto complicado de aceptar mientras no aparezcan bifaces de modo 2 de esa antigüedad en otras partes de Europa.
No está de más recordar que hay otros investigadores que, incluso, apuntan una posible vía de penetración de homínidos (Homo ergaster/erectus) hacia Europa a través de las islas del sur de Italia (Malta, Sicilia y adyacentes), pues ven muchas semejanzas entre el cráneo de Ceprano (Italia), de unos 800.000 años de antigüedad, y los fósiles de Homo erectus (mandíbula de Ternifine, por ejemplo) encontrados en los años cincuenta en Argelia y que datan de la misma época. En cualquier caso, no cabe duda que los interrogantes sobre la evolución humana se amplían y se complican.
Por lo demás, me imagino que Luis Gibert estará muy satisfecho de honrar, con este hallazgo, la memoria de su padre, José Gibert, descubridor del polémico fósil de Orce y gran defensor de la hipótesis de penetración africana por el sur peninsular. Quién sabe, a lo mejor al final resulta que estaba más cerca de la verdad de lo que a otros les parecía.
De momento, hay que felicitarse de que las excavaciones en Orce se vayan a reanudar este otoño. Tras la notoria noticia que nos ocupa, ni que decir tiene que se presenta como un objetivo muy importante a la hora de pretender obtener datos que clarifiquen las múltiples cuestiones que se plantean sobre el primer asentamiento humano en Europa. Ya lo ha dicho más de un investigador: si Atapuerca es un filón prehistórico, la cuenca de Guadix-Baza de Granada tiene todo el aspecto de no irle a la zaga. Ambos yacimientos se podría decir que son los Olduvai de España.
3 Sep 2009