La historia de nuestra especie se parece cada vez menos a lo que nos enseñan los libros te texto. Todo un abanico de nuevos descubrimientos, en efecto, lleva ya varios años revolucionando lo que los investigadores sabían, o creían saber, sobre los primeros Homo sapiens, esto es, los primeros humanos como nosotros.
Foto: Reconstrucción virtual de la mandíbula hallada en Misliya.
(Gerhard Weber, University of Vienna)
La última sorpresa nos llega de Israel, donde un numeroso equipo internacional de investigadores, capitaneado por Israel Hershkovitz (izquierda), de la Universidad de Tel Aviv, ha encontrado el fósil de humano moderno más antiguo que se conoce fuera de África. De hecho, el hallazgo, que se publica esta semana en Science, sugiere que nuestros primeros antepasados directos abandonaron el Continente Negro por lo menos 50.000 años antes de lo que se creía.
El fósil, una mandíbula superior que conserva casi intactos varios de sus dientes, fue encontrado en la cueva de Misliya, en Israel, una de las muchas con restos prehistóricos del Monte Carmelo. Para estar completamente seguros de su antigüedad, los paleontólogos estudiaron el fósil y los restos arqueológicos asociados con varios métodos de datación diferentes. Y el sorprendente resultado fue que el maxilar tiene una edad comprendida entre los 200.000 y los 175.000. Lo cual significa que los humanos modernos salieron de África por lo menos 50.000 años antes de lo que se pensaba.
Foto: Vista de la cueva de Misliya. Está ubicada a 90 metros por encima del nivel del mar y forma parte de una serie de cuevas prehistóricas localizadas en las laderas occidentales del Monte Carmelo, en Israel. (Mina Weinstein-Evron, Haifa University).
"Misliya es un descubrimiento excitante -afirma Rolf Quam (derecha), de la Universidad de Binghantom (Nueva York) y coautor del estudio-. Y nos proporciona la evidencia más clara que tenemos hasta ahora de que nuestros antepasados emigraron de África mucho antes de lo que creíamos. También significa que los humanos modernos pudieron encontrarse e interactuar con otros grupos humanos arcaicos durante un periodo de tiempo mucho más largo, lo que les proporcionó más oportunidades para intercambios culturales o biológicos". Los investigadores analizaron al detalle los restos fósiles con microtomografías computerizadas y elaboraron modelos virtuales en 3D para compararlos con otros fósiles de homínidos de África, Europa y Asia.
"A pesar de que los detalles anatómicos del fósil Misliya son totalmente consistentes con los humanos modernos -afirma Quam-, algunas de sus características también se encuentran en neandertales y otros grupos humanos. Uno de los mayores desafíos de este estudio fue, precisamente, identificar las características de Misliya que solo se encuentran en humanos modernos. Esos son los rasgos que nos proporcionan la pista más clara de cuál es la especie que representa el fósil".
Foto: El maxilar izquiero de Misliya conserva todos los dientes a excepción del incisivo central. La forma y estructura de los dientes y de la dentina proporcionó datos importantes con respecto a la definición de Homo sapiens. (Israel Hershkovitz, Tel Aviv University).
Foto: Maxilar de Homo sapiens hallado en la cueva Misliya de Israel. Tiene entre 177.000 y 194.000 años de antigüedad. (Israel Hershkovitz / Universidad de Tel Aviv)
Hábiles cazadores
Los restos arqueológicos asociados a la mandíbula revelan, además, que los habitantes de la cueva eran hábiles cazadores de especies de caza mayor, controlaban el fuego y manejaban un "kit" de herramientas propias del Paleolítico Medio Temprano, muy similar al encontrado junto a los restos de los primeros humanos de nuestra especie en África.
A pesar de que con anterioridad ya se habían encontrado dentro de África fósiles de humanos modernos incluso más antiguos, el momento y las rutas seguidas por Homo sapiens en su migración fuera del continente negro siguen envueltas en niebla. Y ambas resultan de vital importancia para comprender cómo fue la evolución de nuestra propia especie. Se sabe que Oriente Medio representó un importante "corredor migratorio" para varias especies de homínidos durante el Pleistoceno, y que la región fue ocupada, aunque en momentos distintos, tanto por humanos modernos como por neandertales.
Por eso, los investigadores creen que el descubrimiento de Misliya abre las puertas a nuevas teorías y posibilidades, como la del reemplazo demográfico o la mezcla genética con poblaciones locales mucho antes de lo que se pensaba. De hecho, el hallazgo del fósil encaja a la perfección con las recientes sugerencias, basadas únicamente en análisis de ADN antiguo, de que tuvo que haber una migración anterior a la que conocemos, de unos 220.000 años de antigüedad.
Fuente: José Manuel Nieves | ABC, 25 de enero de 2018
Los primeros Homo sapiens fuera de África
Fuente: CENIEH - Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, 25 de enero de 2018
La revista Science publica hoy el estudio y la datación de restos fósiles humanos hallados en la cueva de Misliya (Israel) que sugieren que la primera salida de nuestra especie del continente africano se produjo al menos 60.000 años antes de lo documentado hasta ahora. Se trata de un trabajo llevado a cabo por un equipo internacional en el que han participado científicos procedentes de tres instituciones burgalesas: el CENIEH, el MEH y la UBU.
Científicos españoles forman parte del equipo internacional que acaba de publicar en la revista Science un estudio sobre los restos fósiles de humanos modernos más antiguos hallados fuera de África. Se trata de un fragmento maxilar izquierdo que preserva la dentición, descubierto en la Cueva de Misliya (Monte Carmelo, Israel), cuyo rango de edad, entre 177.000 y 194.000 años, sugiere que la primera migración de nuestra especie fuera del continente africano se produjo al menos 60.000 años antes de lo documentado hasta ahora.
El trabajo, liderado por Israel Hershkovitz de la Universidad de Tel Aviv (Israel), es el resultado de una colaboración entre investigadores procedentes de varias instituciones internacionales de América, Europa, Asia y Oceanía, entre los que se encuentran Jose Mª Bermúdez de Castro, Mathieu Duval, María Martinón-Torres y Laura Martín-Francés, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH); Juan Luis Arsuaga, del Museo de Evolución Humana (MEH), así como José Miguel Carretero, Laura Rodríguez y Rebeca García, de la Universidad de Burgos (UBU).
Hasta ahora, los restos más antiguos de Homo sapiens fuera de África se habían identificado en el Corredor Levantino y en China, y estaban datados entre 80.000 y 120.000 años. “Este nuevo descubrimiento en Misliya sitúa la primera migración de nuestra especie cerca de los 200.000 años. Estamos descubriendo la parte no-africana de nuestra historia más temprana” declara María Martinón-Torres, directora del CENIEH, quien en 2015 ya había participado, junto a Bermúdez de Castro, en el descubrimiento de los Homo sapiens más antiguos de China.
Inequívocamente ‘sapiens’
Afortunadamente, el techo de la cueva Misliya colapsó hace unos 160.000 años y protegió el fósil humano y los artefactos arqueológicos enterrados en los sedimentos hasta el día de hoy. La rica evidencia arqueológica revela que los habitantes de la cueva de Misliya eran cazadores de grandes especies como uros, gamos persas y gacelas, controlaban la producción de fuego en hogares, utilizaban ampliamente las plantas y elaboraban utillaje lítico del Paleolítico medio temprano, empleando sofisticadas técnicas innovadoras, similares a las encontradas con los primeros humanos modernos en África.
Para determinar la especie a la que pertenece el maxilar de Misliya, los investigadores han realizado tanto mediciones antropológicas clásicas del maxilar y los dientes, como análisis mediante tomografía y microtomografía axial computarizada que han permitido estudiar la anatomía interna del fósil y la comparación de su forma mediante reconstrucciones y modelos virtuales en 3D.
La comparación con fósiles de homínidos africanos, europeos y asiáticos y con poblaciones humanas recientes, ha mostrado que este fósil pertenece inequívocamente a un humano moderno arcaico. “Ni el maxilar ni los dientes comparten ninguno de los rasgos que caracterizan a otras especies humanas, incluyendo a los singulares neandertales”, comenta José Miguel Carretero, director del Laboratorio de Evolución Humana (LEH) de la Universidad de Burgos.
Recientemente se publicaban los fósiles de Jebel Irhoud (Marruecos), con 300.000 años de antigüedad, y sus descubridores planteaban su posible atribución a nuestra propia especie. Pero como explica Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana, los fósiles africanos anteriores a Misliya, como los de Jebel Irhoud, podrían considerarse más bien pre-sapiens, y “en mi opinión, son antepasados de nuestra especie, pero no pertenecen a ella, lo que todavía le da más importancia al hallazgo de Israel."
Datación directa de los fósiles
Con el objetivo de determinar su edad, se ha realizado la datación directa de un diente del maxilar mediante los métodos de Series de (U-Th) y Resonancia Paramagnética Electrónica (más conocido por su acrónimo en inglés, ESR). Parte de este trabajo se ha llevado a cabo en los laboratorios del CENIEH por el geocronólogo Mathieu Duval (izquierda), dentro del marco de un proyecto de investigación europeo.
“Para conseguir una datación fiable, se ha tenido que desarrollar un protocolo especial que permitiera limitar el aspecto destructivo del método, similar a lo utilizado recientemente para datar los restos de Homo naledi, en Suráfrica”, explica Duval, actualmente investigador en la Universidad de Griffith (Australia).
Foto: Gerhard Weber, University of Vienna
La importancia de este trabajo, en el que han participado también otros miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), como Rolf Quam de la Universidad de Binghamton (EE.UU.) y Carlos Lorenzo, de la Universidad Rovira i Virgili, permite posicionar al equipo científico español en la vanguardia de los estudios sobre evolución humana, particularmente en materia de paleoantropología y datación de los asentamientos prehistóricos del circunmediterráneo.
Para la realización es este trabajo, el equipo español ha recibido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad (CGL2015-65387-C3-2-3-P MINECO/FEDER), la Fundación Atapuerca y la Comisión Europea (Marie Curie IOF 626474)
Guillermo Caso de los Cobos
¿Cuándo nos expandimos fuera de África? El yacimiento de Misliya y ...
De acuerdo con todas las evidencias, nuestra especie surgió en África hace entre 300.000 y 200.000 años. Si admitimos que los restos de Jebel Irhoud (Marruecos), cuya antigüedad se cifra en unos 315.000 años, pertenecieron a Homo sapiens estaríamos en torno a la cifra más antigua relacionada con el origen de nuestra especie (ver post de 13 de junio de 2017, en este mismo blog). Y si aceptamos las estimaciones de los genetistas, el origen estaría girando en torno a los 200.000 años. Por otro lado, se acumulan evidencias de la expansión de nuestra especie fuera de África hace unos 120.000 años a través del estrecho de Bab el-Mandeb, que se localiza entre los actuales estados de Djibouti y Yemen. En aquella época, pudo existir un paso franco a través de un puente por tierra firme. Desde ese lugar y hasta los confines de Australia, se puede seguir el camino de nuestros ancestros gracias a un cierto número de yacimientos.
Imagen digitalizada del maxilar Misliya-1. Fuente: Science
La expansión de Homo sapiens por el Corredor Levantino pudo comenzar antes, como se explica en un artículo recién publicado en la revista Science. El científico Israel Hershkovitz, líder de este trabajo, dirigió las excavaciones en el yacimiento de Misliya, donde hace pocos años se encontró, entre otros restos fósiles, un maxilar humano datado en unos 160.000 años. En la investigación de este fósil hemos participado la mayoría de los paleoantropólogos del proyecto Atapuerca. El yacimiento de Misliya se localiza en la pequeña cordillera de Monte Carmelo, en el norte del estado de Israel, declarada en 2012 patrimonio de la humanidad por la UNESCO debido a la notable concentración de lugares con yacimientos del Pleistoceno.
El Corredor Levantino ha sido testigo de hallazgos sorprendentes que han dado lugar a debates interminables. Es difícil ponerse acuerdo en la interpretación de los restos fósiles datados entre hace unos 120.000 y 50.000 años. Algunos de los yacimientos han proporcionado restos de la población neandertal, mientras que otros han sido atribuidos a nuestra especie. Los restos incluidos en la especie Homo neanderthalensis, como los de los yacimientos de Kebara o Tabun, muestran un aspecto más grácil que los de sus contemporáneos de Europa. Los restos atribuidos a Homo sapiens, como los de los yacimientos de Jabel Qafzeh y Es Skhul, presentan un aspecto arcaico en relación con las poblaciones humanas actuales. Las diferencias morfológicas entre todos estos fósiles no son tan acusadas como las que nos permiten distinguir sin vacilaciones a los neandertales europeos de los primeros sapiens que pisaron nuestro continente. Para rizar el rizo, la antigüedad de los restos de Jabel Qafzeh, que se ha estimado en torno a los 100.000 años, es anterior a la de todos los restos atribuidos en esa región a Homo neanderthalensis.
De izquierda a derecha: Bermúdez de Castro, Carretero, Martinón-Torres y Arsuaga presentaron el estudio del maxilar hallado en Israel. - Foto: Patricia
Durante años y una vez que los expertos lograron ponerse de acuerdo sobre la asignación taxonómica de los fósiles hallados en todos estos lugares, se llegó a un cierto consenso: los neandertales y los humanos modernos coexistieron sin aparentes problemas en el Corredor Levantino. Los miembros de nuestra especie no pudieron progresar hacia el norte debido a la barrera demográfica que suponía la existencia de una población neandertal bien establecida en Eurasia. Por otro lado, hay bases científicas firmes para proponer que los restos humanos encontrados en el Corredor Levantino pudieron pertenecer a poblaciones resultantes del mestizaje entre las poblaciones de Homo sapiens que pretendieron expandirse fuera de África por esa región y la población neandertal residente. La proximidad morfológica entre los restos de Kebara, Tabun, Skuhl y Qafzeh se podría explicar de este modo.
En este contexto, el artículo publicado en Science ha tenido que presentar información convincente sobre la asignación taxonómica del maxilar de Misliya. Este fósil consiste en la mitad de un maxilar, con parte del arco cigomático y todos los dientes. No es gran cosa, pero la morfología y el tamaño relativo de los dientes está mucho más próxima a la de Homo sapiens que a la de Homo neanderthalensis. Por supuesto, los “argumentos morfológicos” no convencerán a todos y Misliya entrará en el debate. Su antigüedad no es un problema para quienes consideramos que puede encajar perfectamente en Homo sapiens. Si estamos en lo cierto, el maxilar Misliya-1 sería el resto más antiguo de nuestra especie fuera del continente africano, testigo mudo de los intentos de aquellos ancestros por expandir su territorio a través del Corredor Levantino.
Fuente: quo.es | 25 de enero de 2018
26 Ene 2018
Guillermo Caso de los Cobos
Un candidato a ser el ‘Homo sapiens’ más antiguo, hallado en Israel
“Rompe las columnas para que se hunda el techo y les parta a todos la cabeza; y si alguno llega a salvarse, lo mataré a espada; pues ninguno de ellos podrá huir, no escapará nadie con vida. Aunque bajen hasta el infierno, de allí los sacará mi mano; si suben a los cielos, de allí los haré bajar. Si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los agarraré”, bramaba contra los pecadores el Dios del Antiguo Testamento en el Libro de Amós.
Allí, en ese bíblico Monte Carmelo, escondidos en la cueva de Misliya, a unos 12 kilómetros de la ciudad de Haifa (Israel), han aparecido ahora los restos fósiles de humanos modernos más antiguos hallados fuera de África: un fragmento de maxilar izquierdo —con sus dientes— de alguien que vivió hace unos 180.000 años. “Seguramente también se podría decir que es el Homo sapiens más antiguo del registro fósil. Y se ha encontrado en Israel, en Palestina, en ese lugar bíblico por excelencia. Eso le da un poco de morbo al descubrimiento. El primer Homo sapiens se encuentra en Tierra Santa”, afirma el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, coautor del hallazgo.
Hoy es muy fácil sentirse especiales, como miembros de una especie elegida por algún dios, pero esta ensoñación era más complicada hace 100.000 años. En aquella época, coexistían en el planeta Tierra al menos cinco especies humanas diferentes: Homo sapiens, Homo erectus, neandertales, Homo floresiensis y denisovanos. Todos los estudios científicos sugieren que practicaban sexo entre ellas cuando coincidían en un mismo territorio, dando lugar a hijos mestizos cuyo ADN sigue en mayor o menor medida en nuestra sangre. La promiscua verdad científica es difícil de encajar con el Génesis bíblico.
De izquierda a derecha: Bermúdez de Castro, Carretero, Martinón-Torres y Arsuaga presentaron el estudio del maxilar hallado en Israel. - Foto: Patricia
El nuevo hallazgo de Misliya, publicado hoy en la revista Science, implica que los humanos modernos salieron antes de África y tuvieron unos 60.000 años más para compartir genes —tener sexo— con los neandertales, más propios de climas fríos, que iban y venían entonces por el actual Israel.
El fósil de Misliya, según Arsuaga, compite por el título de Homo sapiens más antiguo conocido. Hace unos meses, un equipo de científicos desveló el hallazgo de restos humanos modernos de 300.000 años en el yacimiento marroquí de Jebel Irhoud. El descubrimiento desplazó la cuna de la humanidad a Marruecos. Antes, los restos más antiguos de Homo sapiens, de 195.000 años, habían aparecido en el yacimiento de Kibish, en Etiopía. Para Arsuaga, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, estos fósiles son presapiens.
“Están en la línea 'sapiens', pero no son todavía completamente 'sapiens'. Yo iría todavía más allá de lo que se dice en nuestro artículo publicado en 'Science' y me atrevería a decir que es el primer fósil de 'Homo sapiens', completo, con anatomía actual”, sostiene. “Estoy totalmente de acuerdo con Arsuaga”, coincide Israel Hershkovitz, paleoantropólogo de la Universidad de Tel Aviv y líder de la investigación. Su estudio científico publicado en Science se limita a afirmar que los restos de Misliya “son los humanos modernos más antiguos fuera de África”.
“La historia del origen de 'Homo sapiens' ha sido africana. Con este estudio ampliamos el marco geográfico en el que debemos buscar el origen de nuestra especie”, explica con más cautela María Martinón Torres, coautora del trabajo y directora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, en Burgos. “Yo creo que hay que considerar al Oriente Próximo dentro de los límites geográficos de lo que hasta ahora hemos llamado la cuna de la humanidad”.
Curiosamente, como en el relato bíblico (“Rompe las columnas para que se hunda el techo y les parta a todos la cabeza”), el techo de la cueva de Misliya colapsó hace unos 160.000 años y sirvió de protección para el fósil humano y las herramientas enterradas en el sedimento. Los restos hallados muestran que los humanos de Misliya ya controlaban el fuego y cazaban grandes animales, como vacas prehistóricas, gamos persas y gacelas. Sus herramientas de piedra, elaboradas con el método Levallois y sofisticadas para la época, son similares a las encontradas con los primeros humanos modernos en África.
“Hay otro yacimiento, en el mismo conjunto de Monte Carmelo, en el que han aparecido conchas perforadas para hacer collares, de hace 100.000 años. Eso ya indica que hay una mente como la nuestra, lingüística y simbólica”, detalla Arsuaga. En Misliya, en cambio, no ha aparecido nada similar hasta ahora. “Misliya es de hace 200.000 años. Estamos en unas fechas en las que no hay objetos simbólicos, de adorno o artísticos, que nos hagan pensar en una mente como la nuestra”, añade Arsuaga. “Es un 'Homo sapiens' sin objetos simbólicos”.
Fuente: elpais.com | 26 de enero de 2018
26 Ene 2018
orellano jorge anibal
Es fascinante, pensaba que había dos salidas de Africa, la primera hace aproximadamente 120.000 años que de acuerdo a los datos del genetista Stephen Oppenheimer, se habría extinguido en Oriente Próximo debido a una intensa sequía, y la segunda hace 80.000 años, episodio que coincidió con un severo proceso de salinización de las costas del mar Rojo que ante la ausencia de recursos habría obligado a pequeños grupos humanos ha atravesar La Puerta de las Lagrimas (Bab el Mandeb) hacia la costa vecina del actual Yemen.
27 Ene 2018