El tórax de los neandertales estaba adaptado a un mayor consumo de oxígeno

Forma media del tórax neandertal (azul) comparado con el de H. sapiens (rojo), estudiado a nivel de caja torácica superior (costilla 1), media (costilla 5) e inferior (costilla 11). La caja torácica neandertal es mucho más amplia que la de Homo sapiens, lo cual es más evidente a nivel medio e inferior. / Journal of Human Evolution.

Uno de los factores biológicos que más caracterizan al Homo neanderthalensis es su gran masa muscular. Según los especialistas, esta conllevaría un aporte de aire al organismo también grande, ya que el tejido muscular es un gran consumidor de O2.

Foto: restos de costillas de un individuo neandertal de 

El Sidrón (Asturias).

Este alto consumo de oxígeno debería verse reflejado en la caja torácica. Sin embargo esto no se ha podido aún comprobar mediante métodos tradicionales, ya que las costillas y vértebras aparecen generalmente fragmentadas o deformadas en el registro fósil.

Ahora, paleoantropólogos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) han podido conocer cómo era el tórax del hombre neandertal, utilizando técnicas como morfometría geométrica 3D.

Los neandertales estarían caracterizados por una caja torácica relativamente más corta y que sería más amplia en su parte inferior que en 'Homo sapiens' 

Los especialistas estudiaron más de 100 restos torácicos (costillas y vértebras) del yacimiento de El Sidrón (Asturias), junto con restos de otros neandertales (Kebara 2, Shanidar 3, Tabun 1, La Chapelle-aux-Saints). Los resultados se publicaron en el  Journal of Human Evolution.

Reconstrucción virtual

Después de una tarea de reconstrucción de costillas y vértebras mediante técnicas 3D, los autores llegaron a la conclusión de que los neandertales estarían caracterizados por una caja torácica relativamente más corta y que sería más amplia en su parte inferior que en Homo sapiens.

“Como el diafragma, uno de los músculos más involucrados en la respiración, se sitúa en la parte inferior del tórax, una expansión de esta zona podría conferir a los neandertales una mayor potencia respiratoria y una mayor entrada de aire en el organismo debido a una mayor contribución diafragmática”, asegura Daniel García Martínez  (izquierda), del Laboratorio de Morfología Virtual del MNCN y doctorado por la UAM, y coautor del trabajo.

“Esta mayor entrada de aire en el organismo sería totalmente coherente con la necesidad de un mayor aporte de Oal organismo debido a que su masa muscular era mayor que en nuestra propia especie”, añade el investigador.

El porqué de la mayor masa muscular en neandertales es algo controvertido a día de hoy. Algunos autores piensan que podría ser una adaptación a la lucha cuerpo a cuerpo contra grandes presas; otros piensan que esta podría proporcionar una aislación térmica en los neandertales, ya que vivían en Europa en momentos en que la temperatura media anual era muy baja. Otros, por su lado, opinan que este carácter podría ser debido simplemente a la deriva génica.

 
 
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  • Guillermo Caso de los Cobos

    Los atléticos moradores de El Sidrón

    Investigadores, durante las excavaciones de El Sidrón. / E. C.

    Los habitantes de la cueva de El Sidrón eran más «atléticos» que el Homo sapiens. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el grupo de investigadores que trabaja en las excavaciones de la cueva piloñesa después de estudiar restos de costillas recuperadas en este enclave.

    El estudio publicado por los investigadores en la revista 'Journal of Human Evolution' señala que la caja torácica de los moradores de la cueva piloñesa era más grande que la del Homo sapiens, algo que se sospechaba pero que hasta ahora no se había podido demostrar.

    El descubrimiento incluye una segunda parte. «Además de más grande, el tórax de estos neandertales tenía una forma ligeramente triangular», según explicó el investigador del CSISC, Antonio Rosas (izquierda).

    «Lo que se comprueba es que la parte media y baja de la caja torácica, lo que se conoce como la zona de las costillas, era más ancha. La parte alta era más estrecha pero más profunda, haciendo una especie de quilla».

    Esta estructura torácica permitía a los habitantes de El Sidrón disponer de una mayor cantidad de aire con el que alimentar un cuerpo más «fornido» que el del Homo sapiens. «Su fisiología demandaba más energía y, por tanto, más combustible en forma de oxígeno. Eran más corpulentos, más activos y podían hacer movimientos más explosivos. Eran más atléticos que nosotros», señaló Antonio Rosas.

    No solo era la masa muscular de los neandertales la que necesitaba más oxígeno. Su cerebro era más grande que el del Homo sapiens, por lo que las necesidades energéticas también crecían por esta causa.

    Llegar a estas conclusiones no ha sido una tarea sencilla. «Ha sido un trabajo muy meticuloso. Hemos usado técnicas como la morfometría geométrica en tres dimensiones, que permite extraer una gran cantidad de información de los restos. Eso nos ha llevado a tener una gran comprensión de todo el sistema del tórax», señala Antonio Rosas.

    El trabajo incluyó además el estudio de las cajas torácicas de otros ejemplares de neandertal encontrados en diferentes enclaves. «Se sospechaba que su tórax era más grande que el del Homo sapiens por los restos encontrados en otros yacimientos. Pero este estudio confirma esas sospechas y, además, matiza cuál era la forma que realmente tenía», explica el investigador del CSIC.

    Fuente: elcomercio.es | 5 de diciembre de 2017

  • María Jesús

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