Empleados del Museo Egipcio de El Cairo pegaron apresuradamente con resina epoxídica la barba trenzada en azul y oro de la máscara fúnebre del faraón Tutankamón, lo que dañó la reliquia tras ser derribada durante el proceso de limpieza, informaron el miércoles curadores del museo.
Fuente: Brian Rohan/Associated Press | Yahoo, 21 de enero de 2015
El museo es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, pero en algunas áreas, antiguos sarcófagos de madera yacen desprotegidos ante la vista del público, mientras que los sudarios fúnebres de los faraones, montados en paredes, se desmoronan tras los paneles de cristal. La máscara de Tutankamón, de más de 3.300 años de antigüedad, y otros objetos encontrados en su tumba, son sus principales exhibiciones.
Tres de los curadores del museo contactados por teléfono dieron versiones diferentes de cómo ocurrió el incidente el año pasado, y si la barba se salió de su lugar accidentalmente mientras limpiaban la máscara o si la retiraron porque estaba suelta.
Pero dijeron que recibieron órdenes superiores de arreglar la situación rápidamente y que se usó el adhesivo equivocado. Todos hablaron a condición de no ser identificados por temor a represalias.
"Desafortunadamente, se usó una sustancia nada apropiada. La resina epoxídica tiene una alta propiedad de adhesión y se utiliza en metal o piedra, pero no creo que haya sido lo adecuado para un objeto tan preciado como la máscara dorada de Tutankamón", dijo uno de los curadores.
"La máscara debió llevarse al laboratorio de conservación pero tenían prisa en mantenerla en exhibición y usaron ese material de secado rápido", agregó el conservador.
El curador dijo que la máscara ahora tiene un vacío entre el rostro y la barba. "Ahora se puede ver una capa amarilla transparente".
Otro conservador del museo, presente al momento de la reparación, dijo que la resina epoxídica se había secado en la máscara del niño rey y que un colega usó una espátula para removerla, dejando rasguños. El primer conservador, que inspecciona el artefacto con regularidad, confirmó los rasguños y dijo que estaba claro que se debían al uso de una herramienta para raspar la resina epoxídica.
Guillermo Caso de los Cobos
Con ejemplos de cuidado de piezas arqueológicas como este, (aparte de la inestabilidad que rodea al Museo Egipcio de El Cairo por causas políticas y sociales), dudo muchísimo que el Museo Egipcio de Berlín conceda devolver algún día a Egipto el tan reclamado busto de Nefertiti.
22 Ene 2015
Guillermo Caso de los Cobos
El daño en la máscara dorada de Tutankamón tiene arreglo
Fuente: EL MUNDO.es | Fancisco Carrión | 25 de enero de 2015
Las autoridades egipcias han reconocido este sábado que la máscara dorada de Tutankamón fue dañada el pasado agosto. Un experto alemán encargado de examinar la obra considera, no obstante, que la controvertida restauración -en la que se empleó un pegamento inusual en la arqueología y muy resistente- es "reversible" pero necesitará de un delicado trabajo de rehabilitación.
"Afortunadamente nada grave ha sucedido. Se pegó la barba a la máscara con un material que, aunque se cree irreversible, en realidades muy difícil de retirar pero puede hacerse", ha declarado a varios medios de comunicación, entre ellos EL MUNDO, el arqueólogo alemán Christian Eckmann tras una concurrida rueda de prensa en la que el ministerio de Antigüedades ha tildado de "exageradas" las informaciones sobre el daño causado a una joya del tesoro de Tuntankamón.
La alarma saltó a mediados de semana cuando conservadores del Museo de Antigüedades egipcias denunciaron a varios medios que la figura había sufrido una rotura y que había sido reparada con resina epoxi, un adhesivo inapropiado para conservar una pieza histórica. A juicio de Eckmann, "se pudo hacer mejor". "Es obvio al mirar la máscara que la restauración no se ha acometido de la mejor manera, por eso he sugerido que se lleve a cabo otra reparación", ha agregado el arqueólogo, preocupado por los restos de cola diseminados por la barba trenzada.
La efigie -uno de los 5.398 objetos hallados por Howard Carter en la tumba del "faraón niño" (1550 y 1295 a. C.) en 1922- tuvo el percance el pasado agosto durante la renovación de la iluminación de la sala donde se exhibe. Al tocar la máscara, se desprendió la barba, una pieza cuyo peso sobrepasa los 2 kilos que permaneció perdida tras el descubrimiento del tesoro y que fue pegada al resto de la máscara durante su primera restauración en 1941.
'Superglue' epoxi
Según el experto, el personal del museo trató de unirla con un primer material pero, al fracasar, recurrió a la resina epoxi. "En la mayoría de los casos es un material irreversible pero no siempre", ha apostillado Eckmann, especializado en la restauración de obras de metal y vidrio. "Desconocemos aún el tipo concreto de epoxi y hay un largo debate sobre su uso. No creo que haya problemas para retirarlo aunque reconozco que es una intervención muy delicada", ha precisado.
El primer examen ha revelado, además, que la pieza presenta un rasguño. "No hemos podido determinar si es antiguo o reciente", ha señalado Eckmann. Las autoridades han formado un comité de expertos -integrado por restauradores, arqueólogos y científicos- que prepará el paso de la barba por quirófano. Labrada en oro y piedras preciosas, la máscara del "faraón niño" es un icono de la Egiptología.
El daño revela la alarmante falta de profesionalidad que padecen los museos en Egipto y el deterioro de una institución fundada en 1902 que, ubicada en un extremo de la céntrica plaza Tahrir, ha padecido la agitación política de los últimos cuatro años. En enero de 2011 los cazatesoros saquearon una de sus salas aprovechando la desbandada policial. Y un mes después el ejército instaló un centro de detención entre los objetos faraónicos.
Consciente de la decadencia del museo, las autoridades anunciaron el año pasado un proyecto multimillonario financiado por Alemania para remozar su interior de vitrinas abarrotadas y falta de información escrita. Una docena de expertos internacionales trabaja en el radical cambio de imagen del recinto que podría, además, extender su espacio de exhibición añadiendo el terreno colindante donde se alza la sede del Partido Nacional Democrático -la formación de Mubarak- arrasada por un incendio en 2011. Según las previsiones del gobierno, parte de la colección que se exhibe actualmente en el museo será trasladada a un nuevo espacio, el Gran Museo Egipcio, que se construye desde hace unos años cerca de las majestuosas pirámides de Giza.
25 Ene 2015