El puerto del que partió Colón, al descubierto

Uno de los hornos descubiertos en el puerto de Palos.

  • Investigadores de la Universidad de Huelva hallan el histórico enclave de Palos

Lucía Vallellano / EL País

En el siglo XV el antiguo puerto de Palos de la Frontera (Huelva), hoy desaparecido, constituyó un punto neurálgico para las relaciones comerciales de Castilla, que atraía la atención de mercaderes, navegantes y marinos de muchas partes del mundo. No es casualidad que Cristóbal Colón y los Reyes Católicos eligieran este activo enclave para preparar la expedición hacia el Nuevo Mundo. Desde finales del siglo XIX la recuperación del castillo de la localidad y del puerto histórico ha sido un anhelo de investigadores y representantes públicos, pero dificultades de tipo burocráticas y económicas lo han impedido. Sin embargo, un grupo de expertos arqueólogos de la Universidad de Huelva, con el apoyo del Ayuntamiento de Palos, ha sacado a flote en los últimos dos meses, gran parte de los restos arqueológicos que constituyen el original puerto, desde donde el almirante Colón preparó la aventura colombina y zarpó con las tres carabelas.

El puerto histórico de Palos se encontraba en la ensenada de la localidad, hoy colmatada, al pie de la Fontanilla, la fuente pública donde se abastecieron de agua las naves de Colón. En 1992 se descubrió que las estructuras portuarias estaban localizadas en una zona conocida como la vaguada próxima a la orilla del puerto. En aquel año las investigaciones se paralizaron y ha sido ahora, 22 años después cuando se han retomado los trabajos de excavación del antiguo puerto y del castillo, dos emblemas arqueológicos de los lugares colombinos.

Juan Campos, investigador principal del proyecto, ha explicado cómo el enclave portuario gozaba de suficiente calado para el atraque de barcos. Esta teoría desmonta argumentos anteriores que sostenían que las naves se quedaban en el río sin adentrarse en el puerto: “Los análisis geotécnicos empleados demuestran que hay un calado más que suficiente para que las naves se adentraran al interior. Estamos ante un puerto natural a salvo de los vientos y protegido por las corrientes, además de económico porque permitía con un esfuerzo mínimo cargar y descargar las mercancías en el trasiego existente en este espacio”. 

Imagen aérea del hallazgo. (Izquierda)

Entre los restos arqueológicos hallados se encuentra un alfar, un conjunto de hornos donde se cocía la cerámica y para la elaboración de alimentos además de una lota, ubicada al sur, que era la aduana, donde se localizan claramente los espacios de una taberna, una fonda y almacenes para guardar la mercancía. El puerto contaba con los astilleros, donde se construyó la carabela Niña, pero al ser de “carpintería de ribera y una actividad al aire libre” no ha dejado huella arqueológica.

En los dos meses de excavaciones, los investigadores han sacado a la luz hasta siete hornos que componen el alfar “único en España” por sus características, señala Juan Campos. Este experto ha precisado que la proliferación de hornos en el puerto explica la “necesidad de proveer de ladrillos a la próspera Villa de Palos. Son los mismos ladrillos con los que está construida la Iglesia de San Jorge, la casa de los Pinzón o la Fontanilla. Los hornos revelan el trasiego comercial de la época” .

Sin embargo, lo más significativo para Juan Campos es el hallazgo de la lota, el lugar donde se producían todas las transacciones comerciales. “Era un lugar multifunción que albergaba la fonda, la taberna y unos almacenes para guardar el material con el que se comercializa”, ha subrayado Campos. La lota fue el espacio “donde supuestamente Colón conversó con muchos de los marineros y donde efectuó los tratos necesarios para preparar la expedición al Nuevo Mundo, ha precisado el investigador. "El complejo revela lo que las fuentes históricas nos dicen que estamos ante un puerto extraordinariamente próspero”, ha remarcado Juan Campos.

El objetivo del proyecto quedará como un símbolo arqueológico que fue testigo de la gesta del descubrimiento y para ello se prevé hacer un recreación que haga ver al visitante cómo fue el puerto en aquella época. Paralelamente, los arqueólogos han concluido las excavaciones del castillo que han permitido definir la planta y desarrollar una recreación virtual de la fortaleza.

El alcalde de Palos, Carmelo Romero, ha subrayado el hito histórico que para la localidad supone este hallazgo y ha propuesto la idoneidad de trasladar, una vez esté culminado el proyecto, las tres naves del Descubrimiento, que hoy están en la Rábida en el Muelle de las Carabelas, al puerto de Palos. “El objetivo es recrear el antiguo puerto incorporando la lámina de agua y ubicando las carabelas para hacer verdad histórica, porque fue desde este lugar donde emprendieron el rumbo al Nuevo Mundo”, ha concluido.

 

  • María Jesús

    Es muy curioso lo del calado.  Parece mentira.  Desde aquí animo al Sr. Campos para que nos cuente más cosas sobre ello.  Saludos.

  • María Jesús

    Bueno, y muchas gracias a Percha, por colgarlo.  Saludos.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Carabela Santa María: de las "pocas dudas" de Clifford al "no" de la Unesco

    Fuente: lainformacion.com | 6 de octubre de 2014

     Aunque el pasado mes de mayo el explorador estadounidense Barry Clifford señaló que había "pocas dudas" de que los restos de una embarcación hallados en aguas de Haití correspondían a la Santa María, la Unesco hoy no ha tenido ninguna a la hora de afirmar que "no es" la nao capitana de Cristóbal Colón.

    "Las pruebas son abrumadoras". Así de rotundo se mostraba Clifford sobre la autenticidad de esta nave cuyo paradero llevaba investigando años y que descubrió supuestamente tras analizar fotografías tomadas durante una investigación previa, que realizó hace diez años en aguas del norte de Haití.

    Al hacer las exploraciones submarinas, el equipo de Clifford encontró ornamentos del siglo XV, entre ellos ruedas e instrumentos para dirigir una embarcación de esa época, y, según explicó entonces al Servicio Mundial de la BBC, el barco estaba hundido debajo de varias toneladas de piedras.

    En aquellas fechas, a mediados del pasado mes de mayo, el explorador se aventuró a decir que, de confirmar la autenticidad del pecio, la Santa María "debía quedar en Haití" para ser expuesta en un museo, a fin de ayudar a ese país a "generar unos ingresos que tanto necesita".

    Pero no sólo hizo público su deseo de qué hacer con la nave de Colón, sino que también confió en que pudiera existir una cooperación entre España y Haití para excavar el pecio, que se encontraba debajo de varias toneladas de piedras y a solo seis metros de profundidad: "Confío en que España apoye esto y ayude a Haití", concretó.

    Por su parte, el gobierno dominicano no tardó en mostrar "especial interés" por esta información y afirmó entonces que estaba a la espera de "una mejor precisión de la ubicación geográfica" de los restos descubiertos frente a la costa norte de Haití.

    El ministro dominicano de Cultura, José Antonio Rodríguez, indicó a Efe que todo lo que tuviera que ver con la historia de la República Dominicana, situada como Haití en la isla La Española, el primer lugar de América al que llegó Colón, era de interés para el Ministerio de Cultura, más si se trataba del patrimonio subacuático vinculado a su pasado.

    Por el contrario, historiadores españoles como Consuelo Varela, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y especialista en Cristóbal Colón; o el académico de la Real Academia de la Historia de España, Carlos Martínez Shaw, se apresuraron a cuestionar que la nao hallada fuera la Santa María.

    Con la incógnita en el aire, y la Unesco llevando a cabo las correspondientes investigaciones para desvelar la autenticidad, el pasado 22 de septiembre el arqueólogo submarino Xavier Nieto fue el primero en negar la autenticidad por tratarse de un navío "moderno", que debió hundirse entre finales del siglo XVII e inicios del XVIII.

    Los supuestos restos del buque Santa María, de Cristóbal Colón. Foto: Barry Clifford

    Nieto descartó así la suposición del estadounidense Bill Clifford, que apuntaba a la posibilidad de que se tratase de uno de los barcos de Cristóbal Colón.

    Unas declaraciones que sirvieron de antesala a las hechas públicas hoy por la propia organización, que ha sido tajante al afirmar que "no es" la buscada nave.

    Su informe se basa en una excavación submarina efectuada entre el 9 y el 14 del pasado mes de septiembre, en la que participó Nieto, y en el que se asegura que se trata de un pecio "mucho más tardío" que el de una de las tres naves que llevó Colón en el descubrimiento de América.

    Los elementos de fijación encontrados in situ cerca del arrecife Coque Vieille, según el comunicado de la Unesco, corresponden a una técnica de ensamblaje que se remonta a finales del siglo XVII o incluso al XVIII, época en la que la estructura del barco se fijaba con clavos y broches de cobre o bronce.

    "Por lo tanto, el pecio hallado no puede ser la Santa María, que, tras derivar hacia el arrecife, se hundió en la noche del 24 al 25 de diciembre de 1492", señaló la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

  • Percha

    Un placer, María Jesús, y perfecto complemento a la noticia, Guillermo. Gracias.
  • María Jesús

    Gracias a los dos.  Estos sabios siempre van igual, presuponiendo que todo el mundo tiene sus mismos conocimientos.  Y es para preguntar a Xavier Nieto: ¿Qué elementos de ensamblaje se utilizaban a finales del siglo XV, por favor? Jejeje.  Muchas gracias. Un abrazo.

  • Percha

  • María Jesús

    Un crack, Percha!!

  • María José Grech

    Muy interesante el descubrimiento, así como todos los comentarios adjuntos a la noticia. Me planteo la evidencia de que la geografía de la península, que ha sufrido grandísimas transformaciones, no digo ya en los últimos milénios sino centurias, no se vean reflejadas en un mapa a la hora de situar un hecho histórico en particular, con lo cual se pierde un enfoque realista de un hecho histórico. Tenemos la sensación de que la geografía de España y Portugal sigue estable desde hace miles y miles de años, lo que no es en modo alguno cierto. Como ejemplo, adjunto estos enlaces que quizás puedan aportar algo de claridad a la zona geográfica de la que nos estamos ocupando, la costa sur atlántica de la península: http://bajo-guadalquivir.blogspot.com/2012/04/lacus-ligustinus.html ; y http://www.uhu.es/vic.investigacion/divulgacion/110317.html.

    ¿Se han realizado mapas en los que se pueda apreciar la sucesión de cambios y la evolución de la geografía de la península? Bueno, no solo sería interesante la evolución peninsular, todo cambio geográfico mundial nos serviría para poder apreciar y entender las migraciones que se han sucedido en el tiempo, todos los antecedentes que nos acercan a la comprensión de nuestra realidad actual.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    El puerto secreto de Colón

    El arqueólogo Juan Campos, junto a dos de los hornos hallados en Palos. / PACO PUENTES

    Fuente: EL PAIS.com| 10 de octubre de 2014

    Una veintena de personas se mueve, como si apenas rozase el polvoriento suelo, entre los muros medio caídos de una estructura al pie de una ladera frente a la cual solo se atisba maleza. Los protagonistas de esta coreografía son arqueólogos y obreros que se afanan en descifrar para qué servían las estancias que van surgiendo del barro y sumando incógnitas a una excavación sobre la que ha puesto sus ojos medio mundo: el antiguo puerto de Palos de la Frontera (Huelva) del que zarpó Colón el 3 de agosto de 1492.

    “Nos queda todavía más de un mes de campaña y mucho trabajo posterior, porque casi cada día encontramos nuevas evidencias que nos permiten aclarar los usos de estas estancias”, explicaba este jueves Juan Campos, catedrático de Arqueología de la Universidad de Huelva y director del proyecto que ha conseguido desenterrar un lugar simbólico para Occidente. Un puerto histórico del que no faltan referencias documentales pero que, literalmente, se lo había tragado la tierra.

    “El hallazgo no tendría la enorme repercusión que está teniendo si se tratara de cualquier otro puerto del siglo XV, pero aquí estamos en un espacio emblemático que cambió el curso de la historia”, puntualiza Campos, quien ya había trabajado en esos terrenos en 1992, cuando realizó una prospección geotécnica en la ensenada del río Tinto, que forma el puerto natural de Palos. El trabajo definió la fisonomía de la ensenada y calculó que a finales del siglo XV tenía unos ocho metros de profundidad, más que suficiente para el atraque de unas naves con tres metros de calado.

    “Fue un estudio preliminar para el proyecto de ajardinamiento que realizó la Consejería de Obras Públicas y en cuanto entregamos el trabajo se pusieron a mover tierra sin ninguna contemplación con lo que intuíamos que había enterrado a solo dos metros de la superficie. Cuando una excavadora rompió uno de los hornos del siglo XV conseguimos que se parara la obra en la ladera, pero ya habían dañado otras estructuras”, recuerda Campos, tan enfadado entonces que se prometió no volver a pisar el lugar. Algo que, obviamente, no ha podido cumplir cuando el Ayuntamiento de Palos le ofreció ponerse al frente de la excavación.

    Obreros y arqueólogos trabajando en la alota del puerto de Palos de la Frontera. / P. PUENTES

    Los trabajos, iniciados el pasado junio, han localizado la alota, el edificio portuario de uso comercial en el que, según la documentación histórica, Colón se entrevistó con muchos de los marinos que se enrolaron en su gran aventura. “La alota es un edificio con funciones de aduana, donde se subastaba la mercancía y se hacían todas las transacciones comerciales. Aquí se reunían los marineros y albergaba también una fonda donde comer y dormir”, precisa el arqueólogo señalando el lugar en el que sospechan que se encontraba el hogar de la cantina. El conjunto construido al pie de la ladera ocupa unos 800 metros cuadrados, con distintas estancias que se fueron añadiendo posteriormente a un edificio rectangular de 90 metros cuadrados con tres espacios. La otra gran área en la que se excava, ubicada también en la zona, es un enorme alfar en el que hasta ahora se han encontrado cinco hornos del XV y se sospecha que hay otros dos.

    “Este ya era un puerto próspero a principios del siglo XV, de aquí salía loza de mesa, ladrillos y tejas para buena parte de Europa y, además, los marinos palermos [gentilicio de Palos] habían conseguido de la reina Isabel de Castilla patente de corso para sus incursiones en Guinea. Su fama de aguerridos navegantes fue precisamente lo que atrajo a Cristóbal Colón a Palos”, explica Campos mientras vigila como el conductor de la retroexcavadora va sacando tierra. Hasta ahora han movido 4.800 toneladas.

    “La creación de la Casa de la Contratación de Indias en 1503 en Sevilla supuso el principio de la decadencia del puerto de Palos que se abandonó definitivamente a finales del XVI. La erosión de la colina, más por el proceso climatológico que por la acción antrópica, lo cubrió para siempre y sepultó su memoria a principios del XVII”, explica el arqueólogo mientras contempla extasiado los testares —depósito de cerámicas defectuosas— que acaban de descubrir junto a los hornos y que les permitirá reconstruir la vajilla de loza que acompañó a Colón en su periplo.

    El proyecto persigue hacer visitable todo el conjunto de hornos y estructuras portuarias y que el agua vuelva a lamer las orillas del antiguo puerto, igual que lo hacía cuando el almirante partió al mando de dos carabelas y una nao. Además, el alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, está acariciando la idea de trasladar las réplicas de las tres naves que protagonizaron la hazaña, que desde 1994 se exhiben en el paraje de La Rábida, al antiguo puerto.