Falsificaciones históricas: El reino de Asturias.

La interpretación de todos los acontecimientos que tratamos se hizo, no sólo en función de un momento político, sino especialmente en función de las ideologías a las que se adscriben cada uno de los hombres que interpretaron y escribieron la Historia de España. Será precisamente en el siglo XIX, durante el periodo romántico y nacionalista español, cuando aparecen una serie de obras históricas que tratan de ensalzar la "inconclusa" unidad de España y, sobre todo, de exaltar a un reino de Castilla sin orígenes pero con "destino manifiesto" como gran impulsora de esta fracasada unidad.

 

Tanto Modesto Lafuente con su "Historia General de España" (1850-1867), como los regeneracionistas Joaquin Costa (1846-1911) y Rafael Altamira (1866-1951), contribuirán en la idea de la identidad y de la conciencia nacional española gracias a la gran difusión que tuvieron sus obras, escritos y conferencias. Si en la “Historia Sagrada” del siglo XVIII no encontramos referencia alguna a un hipotético reino de Asturias, sino que se señala como tal a la antigua división adminsitrativa romana y suevo-visigótica de Gallaecia, ahora, como falsa explicación de la génesis del reino de Castilla, queda censurada cualquier referencia regia con el auténtico nombre testimoniado o simplemente se equipara indistintamente Asturias o León con el nombre de la Gallaecia.

Esta nueva fórmula historiográfica nacionalista será posteriormente retomada de manera acrítica, entre otros, por Menéndez Pidal a inicios del siglo XX, quien utilizará su Centro de Estudios Históricos para su divulgación, siendo el soporte histórico conceptual del pensamiento nacional-catolicista de la dictadura franquista y que remata doctrinalmente el egregio historiador exiliado Claudio Sánchez-Albornoz (1893-1984: cf. Orígenes de la nación española. Estudios críticos sobre la Historia del reino de Asturias. Oviedo, t. I: 1972, t. II: 1974, t. III: 1975.). En la actualidad la preconcebida y ahistórica idea acerca de la existencia de un "Reino de Asturias" sigue en vigor, comúnmente etiquetado como "la historia oficial", entre escolares, bachilleres y universitarios, siendo objeto de acalorados debates entre sus partidarios y detractores (1).

1. Territorialidad.

Se convendrá que un determinado reino ejerza su administración juridiscional, política y administrativa sobre un espacio geográfico limitado y conocido. En este sentido, toda la documentación medieval existente no nos informa sobre un reino llamado de Asturias, es decir, "gens hispaniae" conformada por astur-cántabros encuadrados en la provincia visigótica de Gallaecia: cf. "regione asturorum", "asturiensis provincie", "patriam asturiensium", "Asturiis". Ni siquiera con la creación de la nueva sede obispal de Oviedo: "Ordo gothorum Obetensium regum", "Regnante in Oveto", "regum ovetense", "regnum ovetenisum". Cuando se indica se hace con la dignidad de "Hadefonsi regis Galleciae et Asturiae". Se apela a la muy conocida fórmula "ordo asturorum" para extraer la conclusión sobre la existencia del reino astúr, si bien en los estudios actuales prefieren aplicar esta denominación a la etapa más primitiva de la dominación musulmana y con un carácter localista, prácticamente tribal (cf. Juan José Sánchez Badiola (2010), Asturia en la transición a la Edad Media, Argutorio n. 24, pp. 38-44).

Desde Isidoro de Sevilla, los Concilios Toledanos hasta todas las crónicas europeas y árabes se hace referencia a un único espacio territorial denominado Gallaecia que deriva de la tradición romana y suevo-visigótica (que nada tiene que ver con la realidad actual de Galicia, como algunos presuponen y otros imaginan). Así pues, el reino reconocido en todo el mundo conocido era el de Gallaecia y no el de Asturias. De las aproximadamente cuarenta referencias a la denominación de este reino, sólo en una se cita a un rey de Asturias, cinco como rey de Gallaecia y Asturias, en este orden, y la treintena restantes, siempre como rey de Gallaecia: "taliae, Galliae, Gothiae; Aquitaniae, Galleciae" (Concilio de Francfurt, s. VIII); "Hadefuns [= Alfonso II el casto] rex Gallaeciae" (Crónica de Reichenau), "mortuus est Ranimirus filius Veremudi rex Gallecie et filius eius Ordonius successit in regno" (Historiae Minores XXVII) o "Adefonso (= Alfonso III) Regi Gallaeciarum" (carta del Papa Juan IX). León es situado en 874 y 928 "in territorio Gallecie", y aún en 946 "Legione de Galletia". Posteriormente se corrompe (sintácticamente?) en la formulación regia "Legione et Gallecia" que será la habitual antes de la incorporación efectiva de Castilla y Toledo a la sede regia de León. En cuanto a la documentación registrada en Sahagún, sólo consta la entidad Gallaecia y así se cita también en la propia Crónica Albeldense:

"Habet [Spania] prouintias VI cum sedibus episcoporum: Prima Cartago (…) Quarta prouintia GALLICIAM: Bracara metropoli, Dumio, Portucale, Tude, Auriense, Yria, Luco, Uittania (Bretonia-Mondoñedo) et Asturica" (Crón. Albeldense III, 10).

Naturalmente, ello conlleva a la inaceptable traducción de Modesto Lafuente del término árabe Jalîkijah (= Gallaecia) por...Asturias o León indiferenciadamente, y que todavía podemos leer injustificadamente y con cierto sarcasmo en todos los autores actuales:

"[...] la Iglesia soberana de la Gallaecia, es decir, la astúr [...]" (J.C. Ríos Camacho (2007), "La Singularidad de San Rosendo...", p. 54 en Estudios diocesanos mindonienses n.23).

2. Legitimidad.

Bronisch (cf. Alexander Pierre Bronsich (2006), "El concepto de España en la historiografía Visigoda y Astúr", Norba n.19, pp. 9-42) nos descubre como en la "Historia Wambae Regis", Muza, un godo muladí, se autodenomina Rey de Hispania, siendo el único que se declara de sangre goda, mientras que nada parecido tenemos en las crónicas referidas a los reyes anteriores a Alfonso III. Muza, como rey godo, mantiene el antiguo concepto estatal unitario gótico de España, con una parte islámica con su rey y otra septenrional con su rey. La falta de referencias al término "Hispania" a partir del relato de los sucesos de Covadonga refuerza la idea, sospechada por muchos autores, de que el alzamiento tuvo un orígen local.

Esta sublevación al este de la provincia visigótica de Gallaecia, estuvo motivada principalmente por la conjunción de dos componentes: 1. el religioso, pues es en la Asturia donde se discute la cuestión de la adopción de Cristo entre Beato y Heterio (cf. "Certe iam rumor est, iam fama est; et non solum per Asturia, sed per totam Spaniam et usque ad Franciam divulgatum est, quod duae quaestiones in Asturiensi eclesia hortae sunt") y, 2. el personal, en referencia al asesinato en Tuy del padre de Don Pelayo, el dux cántabro Fáfila, a manos de Witiza (cf. Crón. Albeldense XIV, 33 1-7, omitida en la mayor parte de la ediciones por una interpolación literaria posterior sobre el orígen de Don Pelayo), y que sin duda habría de provocado los contínuos enfrentamientos entre indígenas cántabro-astures y vascones con la metrópolis visigótica de Toledo.

Sin entrar en los pormenores del orígen de la presencia árabe en el solar hispánico, igualmente falsificada por historiografía oficialista, podemos destacar, sin embargo, el conflicto religioso que va a suponer la ruptura de la provincia visigótica de Gallaecia (el antiguo reino suevo) con Toledo, orígen, como veremos, de la falsificación histórica. En 1976, M.C. Díaz y Díaz ya afirmaba que en el ducado de Asturias había grupos contrarios en el mundo clerical como podemos conocer a través de Beato y Heterio. Así la "Carta de Elipando a Fidel" (Heterius, año 785) nos muestra dos facciones enfrentadas e irreconciliables entre sí:

- Toledo, que reconocía la autoridad dogmática y político-eclesial de Elipando, obispo de Toledo, que había adquirido ritos proislámicos, y

- Gallaecia (así aparece en el texto original de Heterio), partidaria de los preceptos eclesiásticos de Beato, monje del Valle de Liébana, cántabro-astúr de formación carolingia.

Para Ríos Camacho (cf. Ríos Camacho, J.C. (2007), "La singularidad de San Rosendo…", Estudios diocesanos mindonienses, n. 23, p. 54 y ss y notas), son, por una parte, las gentes repobladas del Este de Asturias, traídas de la montaña (foramontanus), especialmente situadas en el Liébana, las que encabezan esta facción que goza de la simpatía papal. Se ve con buenos ojos romper con Toledo y crear una nueva sede en Oviedo. Partidario de esta facción fue sin duda Alfonso II el Casto. Sin embargo, estos intereses ideológicos no coincidieron con los de Mauregato ni con Bermudo I el Diácono. La posición antialfonsina de ambos personajes es muy evidente.

Por otra, los alfonsinos contaron con el importante apoyo del operativo obispado iriense (obispo Teodomiro de Iria), un obispado gallego de grandísma tradición que, a partir de las premisas doctrinales de Beato, construye la "inventio" del mito de Santiago, reforzando la política norteña frente a la de Toledo y el motivo para la reconquista. Debieron contar los alfonsinos también con el apoyo del cultísimo Monasterio de Samos (Lugo), que a partir de este momento toma una estrecha relación con la realeza.

Así pues, la provincia visigótica de la Gallaecia (denominación textual) será el reducto de la ortodoxia frente a las innovaciones proislámicas de la sede de Toledo y que pretende, en lo político, la restauración del orden "godo" en una nueva sede, Oviedo, como única y legítima continuadora del poder visigótico. Es en este preciso instante cuando se rompe la dependencia con Toledo, ahora considerada pagana y enemiga, legitimando una nueva sede, Ovetum, que curiosamente nace, como veremos, dentro del territorio eclesiástico del obispado dumiense-mindoniense, adscrito al sínodo de Lugo.

3.- Una nueva sede obispal: Oviedo.

La creación de la nueva sede obispal de Oviedo, que pretendía el reconocimiento y la legitimidad del nuevo "orden godo" con el establecimiento en el lugar de la sede regia, dará lugar a consecuencias eclesiásticas muy graves. El propio obispo Pelayo de Oviedo, históricamente conocido como "el obispo falsario", tendría que falsificar la documentación exigida en Roma para lograr su ambicioso proyecto, convertir Oviedo en la metrópoli de Hispania equiparándola a Toledo. El obispo Pelayo de Oviedo no dudó en falsificar el "Parrochiale Sueuum" (F.J. Fdez. Conde: "El libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo", Iglesia Nacional Española, Roma, 1971) donde se establece la división territorial eclesiástica de la Gallaecia recogida en el Concilio de Lugo del año 572, también hizo uso de la falsificación medieval anónima conocida como "Diuisio Wambae" (Luis Vázquez de Parga: "Liber Ithacii: La división de Wamba", Madrid, 1943), consiguiendo el apoyo papal, a pesar del pleito presentado por el obispado de Lugo, metrópolis de la Gallaecia al acoger en su seno la sede de Braga.

Efectivamente, en el año 572 el Concilio de Lugo establecía que:

 "[…] XIII.1. Ad sedem Brittonorum ecclesias que sunt intro Britones una cum monasterio Maximi et qui in Asturiis sunt" (F. Glorié : "Parrochiale Sueuum", Corpus Christianorum, Series Latina CLXXV. Itineraria et alia geographica, Turnholt, 1965, pp 143 ss..).

Por tanto, el texto original incluye dentro de la sede britoniense, adscrito al sínodo de Lugo (hoy Bretoña, prov. Lugo), todas las Iglesias asturianas que no son citadas dentro de la sede de Asturica (Astorga). Como ya se ha mencionado, Alfonso II el Casto (791-842) traslada la sede regia a Oviedo y crea un nuevo obispado en ese territorio. Esta decisión, como nos cuentan las crónicas, acarreará indirectamente un final dramático para las aspiraciones asturianas (cf. Crónica Rotense 23, Crónica Ovetense 23), al estallar un conflicto territorial entre la sede de Lugo y la nueva sede ovetense.

 

En el año 832, el rey Alfonso II, que dice ser rey de la Gallaecia, une provisionalmente a la Iglesia de Lugo, la sede metropolitana de Braga y la sede de Orense, crea la nueva sede ovetense dotándola con la destruida britoniense, hecho que no se llevaría cabo pues inmediatamente los acogidos dumienses fundan San Martin de Mondoñedo, y cede además a Oviedo una decena de condados adscritos a la jurisdicción eclesiástica de Lugo (prácticamente la actual provincia de Lugo y parte oriental de La Coruña y Pontevedra), siempre con el propósito de su posterior reposición (Henrique Flórez "España Sagrada: Theatro geográfico-histórico de la Iglesia de España", tomo XL, Madrid, 1796):

"In Dei Omnipotentis nomine Patris Ingeniti Filii, Unigeniti ac Spiritus Almi. Clementi pietate, ac perpetue benignitatis munere vegetatus, seu Sanctorum omniun auxilio fretus. Ego seruus omium servorum Dei Adefonsus Rex Froilani Regis filius, postquam auxiliante Deo regni totius Galletiae, et seu Hispaniae suscepi culmen, quod fraude Mauregati calida amisseram, et post eius interitum, cum iubante Deo, ademptus Regni gubernacula fuissem, firmiter omnium obtinui munitiones sicuti a Victoriosissimo Rege Domino Adefonso, Petri Ducis filio fuerant vindicatae, ac de Sarracenorum manibus ereptae per totius confinia Gallecie, seu Barduliense Provincia. Has itaque, cum obtinuissem Provincias nutu Dei, ac Sanctae que semper Virginis Mariae ope adiutus, cuius Basilica ab antiquo constructa esset dignoscitur miro opere in Lucensi Civitate Provintiae Galletiae, placuit animo meo, ut solium Regni Oveto firmaren, et ibi Ecclesiam construerem in honorem S. Salvatoris ad ipsius similitudinem Ecclesiae S. Mariae Lucensis Civitatis; et placuit mihi, ut Principatum totius Galletiae ipsa Luco obtineret Civitas, in qua Ecclesia Sancta Dei Genitrix obtinuerat Principatum ab antiquo ante ingressum sarracenorum, in Hispania tempore pacis. Hoc ergo, protegente Deo, qui cuncta regit, et cuncta disponit, cum peragere studuissem, et Ecclesiam S. Salvatoris Oveto studiose, construerem, accidit, ut quidam Rebellis fugiens, ante faciem Abdarraahmam Regis ab Emerita Civitate, nomine Mahamud, veniret ad me, et pietate regia susceptus est ame, ut in eadem Provincia Galleciae commoraretur. Sed ipse ut erat fraudulentus, et deceptor etiam contra me rebellionem preparat, sicut ante fecerat contra Dominum suum, et colligens secum Sarracenorum multitudinem, eamdem Provintiam Galletiae depredare conatur, colligens se in Castrum quoddam, quod vocatum es ab antiquis, Castrum S. Christinae; cuius rei eventus cum ad me Oveto mandatum venisset, congregato exercitu, Galletiam properavi, ut de inimicis resisterem, et Christicolas de manu sarracenorum eriperen Deo auxiliante. Veniens vero ad Lucensem urbem cum omni exercitu, et ibi me in Ecclesia de S. Mariae orationibus comendans, altere die progessus sum ad pugnam, Castrum illud S. Christinae obsedi, in quod erat adunatio sarracenorum non minima cum ipso capite nomine Mahamud. Auxiliante itaque Deo Castrum oppugnavi, et omnium sarracenorum cervices ad terram postravi, ac delevi Hismahelitarum insidias, interfecto ipso Principe. Peracta itaque pugna cum Victoria Luco revertens Deo eiusque Genitrici gratias referre studui, ac Votum, quod promiseram, reddere non distuli. Igitur Ego iam praefatus Adefonsus hac victoria potitus, inimicisque superatis benignam erga me cognoscens Salvatoris clementiam, et eius Genitricis Mariae agnoscens auxilium, et omnium Sanctorum precibus adiutus, cum ad eandem Lucensem Urbem reversus fuissem cum omni meo exercitu, victoria de inimicis peracta, placuit mihi ex animo, Deo inspirante, ac omnibus Magnatis visum est, tam nobilium personarum, quam etiam infirmarum, ut Ecclesiam Sanctae Mariae, seu Urbem praefatam, quae sola integerrima remanserat a Paganis, non destructa murorum ambitu, quam etiam Adefonsus Rex Petri Ducis filius, quod ex Recaredi Regis Gotorum stirpe decendit, similiter eandem urbem populavit, ac Hismahelitorum tulit potestatem. Huic Ego iam supradictus Adefonsus Ecclesiae S. Mariae, seu urbe caeteras dono et concedo Civitates Bracaram, scilicet Metropolitanam, et Auriensem urbem, quae omnino a paganis destructa esse videntur, et populo et muro et non valeo eas recuperare in pristino honore. Has itaque urbes seu sibi subditas Provincias cum Ecclesiis, Sanctae Reginae concedo Virginis Mariae Lucensae sedis, ut Pontificalem ab ipsa accipiant ordinem, seu benedictionem, quam ipsae caruerant peccato impediente, et reddant debitum censum secundum decreta Canonum eidem Ecclesiis; idest tertiam partem. Haec nempe facio pro salute animarum omnium auctoritate Canonicale Sedis Apostolicae fretus, ut Ecclesiae, aut Sedes destructae a Paganis, aut a persecutoribus auctoritate Regali, seu Pontificali ad alia tutiora transferantur loca, ne Chrisptiani nominis decus devacuetur. Ab ipsa vero Lucensi Civitate necessitate compulsus, terras et provincias S. Salvatoris Ovetensi concedo Ecclesiae, quae ante fueram subditae Lucensi Ecclesiae per cucnta seculorum tempora: Haec sunt autem nominata Provintiae, idest, Balborica, Neira, Flamoso, Sarria, Páramo, Froilani, Sabinianos et Sardinaria, Abiancos, Asma, Camba et Ecclesias de Dezón. Has itaque Provincias, quae populatae sunt in diebus Domini Adefonsi Maioris, et nostris, quae ante fuerant subdictae Civitati Lucensi, Sancto concedimos Salvatori Ovetensis Ecclesiae, ex parte, Ecclesias non quidem omnes. Et quia longe posituae sunt ab Ovetensi sede, ideo nobis visum est, et rectum ut benedictionem, et omnem Episcopalem ordinem a Sede recipiant Lucensi, dentque censum omnem Ecclesiasticum Sancto Salvatori ex ipsis Ecclesiis supranominatis, non pene, ex omnibus; dantes et concedentes pro integratione Lucensis Urbi, pro istis Ecclesiis, praedictas civitates Bracaram et Auriensem cum suis provinciis et familis tali tenore scripturae firmitatis ut si auxiliante Deo post nos, Civitates supradictae, quae destructae esse videntur a Chrisptianis fuerint possessae et ad proprium reddierint decus ut Lucensis Ecclesiae suae provintiae supra nominatae restituantur et unicuique Civitati similiter, quia dedecus est, quod nunc pro animarum salute necessitase compulsi facimus, ut post nos Ecclesiae deuaricatae litigent. Ideo obseruata charitate precipimus, ut unaquaque Ecclesia ad suam revertantur veritatem et ipsam Sedem Oventensem fecimus eam et confirmamus pro Sede Britoniensi, quae ab Hismaelitis est destructa et inhabilitabilis facta. Siquis vero ex progenie nostre uenerit aut extranae gentis, potens aut impotens et hoc factum disrumpere conauerit iram superni Regis incurrat Dei Omnipotentis et Regiae functioni quinquaginta auri talenta coactus persoluat et a parte ipsius sedis, quod abstulerit, uel temptare uoluerit, reddat in duplo, uel triplo, ipsoque anathematis maledictione percusus pereat in aeternum et haec scriptura quam in Concilio edimus et deliberavimus permaneat in omni robore et perpetua firmitate. FIRMAS".

Este interesante y poco citado documento, que cumple un acuerdo tomado con anterioridad, pretende construir la sede ovetense a partir de la entidad territorial eclesiástica de la sede de Lugo. Se deduce por lo tanto que Oviedo, adscrito todavía en estos momentos al sínodo de Lugo, no tenía ningún tipo de jurisdicción territorial ni potestad eclesiástica alguna.

Igualmente se suele obviar cierto detalle de gran importancia. Lugo no sólo era una de las dos sedes eclesiásticas operativas, junto con la coruñesa Iria, del reino cristiano (Braga, Tuy, Astorga, etc. estaban o bajo control árabe, destruidas o desiertas), o la única ciudad con sus murallas intactas en manos del "regnum cristianorum" hasta el siglo X, sino que, entre los siglos VIII-X, fue además la sede metropolitana al acoger a la Bracarense, y, por tanto, la capital del reino: cf. "in Lucense oppido metropolitanus episcopus", "Recaredus Lucense Metropolitanus Episcopus", etc. ( A. Floriano Cumbreño: "Diplomática española del periodo astúr (718-910)", Oviedo, 1951, vol. II pp. 257-260; "España Sagrada", XL p. 124.).

Es en Lugo, precisamente, donde Ramiro I se reúne con la nobleza gallega para conformar el ejército que derrotaría a los astúr-vascones a orillas del río Narcea, en el valle de Cornellana, siendo hecho prisionero el rey elegido en Oviedo, Nepociano, y sus colaboradores. Aquí se acaba con toda pretensión asturiana. Curiosamente, este episodio conlleva un cambio en la dinastía, un cambio en el modo de sucesión que ahora se hace patrilineal, la presencia continuada de reinas de orígen gallego, costumbre que continuará hasta principios del siglo XIII, y, además, en la sede ovetense, se asentarán las familias berciano-gallegas emparentadas con la realeza (cf. J. Pérez de Urbel: "Los primeros siglos de la Reconquista (años 711-1038)", t. VI de Historia de España, dir. por Menéndez Pidal, Madrid, 7ª ed. , 1997 p. 60).

Pero el hecho todavía más obsceno, vergonzoso y denigrante de esta falsificación histórica es un documento que ninguno de nuestros egregios historiógrafos suelen mencionar, ni siquiera de pasada o en nota a pie de página. Se trata del pergamino conocido como 9-4-7/1956, expediente 8, bien oculto en una caja, escondido en un lugar recóndito de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, y cuyo minucioso estudio sobre su indudable autenticidad fue realizado por Juan Carlos Galende Díaz ("Estudio paleográfico-diplomático de un privilegio de Alfonso III", CEG, Tomo XLI, fascículo 106, Santiago, 1993-94, pp. 113 y ss.).

 

En el año 902, Alfonso III, confirma el siguiente privilegio:

"In Dei nomine. Ego Adefonsus totus Ispanie imperator qui licet indigne uocitor catholicus tibi Sauarico. Salutem. Michi et omnibus Ispaniae principibus satis notum et propter sarracenorum persecutionem te a sede tuq discessisse et sedem in loco qui Mindunietum uocaturfundasse, me concedente et coroborante. Qua propter concedimus tibi et successoribus tuis diocesim illam que uocatur Trasancos et Besaucos et Prucios cum omnibus terminis suis procedentibus usque ad aquam de lunkeras, insuper addimus tibi illas eclesias de Salagia per aquam de discessu usque admontem que uocatur Nemi, et hec supra dicta tibi confirmamus propter diocesim de Asturias quam [o]uetensi sedi prebuimus, et deinceps de nostro iure et dominio omnium hominum radimus ut habeas tu et successores tui in integrum. Si quis tamen huius scripture nos trae seriem infringere conatus fuerit excomunicationis crimen incurrat, insuper centum auri talenta coactus exsoluatpresuli eiusdem sedis menduniensis. FIRMAS".

Se trata de un privilegio real hecho con mala fé, con falsedad, aconsejado sin duda por el obispo Pelayo de Oviedo, "el falsario", en la que se concede territorios eclesiásticos pertenecientes al obispado de Lugo a la sede Mindoniense en contrapartida de haber perdido su jurisdiscción en las ahora tierras diocesanas de Asturias. Es decir, entrega territorios propios del sínodo de Lugo a una sede perteneciente al mismo sínodo.

Naturalmente, ahora se entiende el levantamiento del conde Froila Vermúdez, dux de Lugo, quien con su ejército toma Oviedo, se autoproclama rey y obliga a Alfonso III a ocultarse en tierras castellanas. Ciertamente que Alfonso III consigue en Ávila reunir tropas suficientes para derrotar a Froila en Oviedo (Crón. Albeldense, XV, 12). Sin embargo, la sede ovetense agonizaba y Alfonso III se vió obligado a pactar con el poderoso conde gallego Hermenegildo y su sobrino, el legendario obispo de Iria y Mondoñedo, San Rosendo, ambos parientes del sucesor a la corona.

El territorio ovetense pertenecía a Lugo, y su pretensión, como sede obispal, de equiparase a Toledo, provocaría un doble conflicto eclesiástico: con la sede metropolitana de Toledo y con la sede de Lugo. El obispado de Lugo mantuvo durante años este pleito ante los agravios y excesos jurisdiccionales de la nueva sede obispal de Oviedo. El Concilio de Salamanca de 1154, 200 años más tarde, daría la razón a los prelados lucenses (cf. D. Mansilla: "Panorama histórico-geográfico de la Iglesia en España", BAC, Madrid, 1982, II 2º, pp. 611 ss.; C. Sánchez-Albornoz: "Dos documentos sobre Braga y Mondoñedo”, Coruña, 1981, pp. 91 ss.). 

 

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(1) Para mayor conocimiento de una revisión critica acerca de este tema consúltese:

 

. Peiró Martín, Ignacio (1995), Los guardianes de la historia: la historiografía académica de la Restauración, Zaragoza.

. Pellistrandi, Benoît (1997), «Escribir la historia de la nación española: proyectos y herencia de la historiografía de Modesto Lafuente a Rafael Altamira», Investigaciones Históricas: Época Moderna y Contemporánea, 17, pp. 137-160.

. Wulff Alonso, Fernando (2003), Las esencias patrias: historiografía e historia antigua en la construcción de la identidad española (siglos xvi-xx), Barcelona.

. Ríos Saloma, Martin Federico (2005), Restauración y Reconquista: sinónimos en una época romántica y nacionalista (1850-1896), MCV, Fundación Caja Madrid, pp. 243-263, Madrid.

. Ríos Saloma, Martin Federico (2009), La "Reconquista", ¿una aspiración peninsular? Estudio comparativo entre dos tradiciones historiográficas, Bulletin du Centre d'études médiévales d'Auxerre, Hors série 2.

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  • Alejandro Gómez

    No se lucha contra la manipulación histórica manipulando a la contraria. Al final, al igual que el franquismo, crearéis una corriente contraria a vosotros e igualmente falsa. Se llama efecto péndulo que no termina nunca, o terminará cuando una generación sea lo suficientemente racional y madura como para reunirse e intentar, sin llegar con un prejuicio hecho, intentar interpretar los documentos de manera fiel. 

  • callaeca

    A Tomás y Alejandro Gómez.

    A.- Lejos de mi ánimo de entrar en cuestiones ideológicas y que éstas se presupongan por un tag determinado. No me interesan los debates ideológicos. Es más, los repudio. Así que mejor, es que se atengan a los textos originales, antes de prejuzgar a las personas.

    B.- Ciertamente un lapsus el referido al texto de Alfonso III,  pues se indica claramente en el mismo a Sabarico/Savarico: "qui licet indigne uocitor catholicus tibi Sauarico" (cosas de las prisas y falta de revisión). La mención Reino de Asturias, tomado de Pellicer en La Historia Sagrada, es sólo referencial, pues salvo en el título no hay ningún texto que mencione o haga referencia explícita o implícita de su existencia (léaselo entero...). No sé que trata de decirme con su referencia a la Albeldense, lo único que podemos deducir es ORDO GOTORUM OBETENSIUM REGUM (referida a una sede regia), por lo que le remito a la lectura de los textos originales expuestos. Creer en la existencia o el nacimiento de un "Astororum regnum" en tiempos de Pelayo, cuando de facto la antigua provincia de la Gallaecia todavía era dependiente de Toledo es, sinceramente, inconcebible, insostenible. Ni Mauragato, ni Bermudo I estuvieron por la labor de independizarse de Toledo, acto que debe atribuirse exclusivamente a Alfonso II el Casto. Ni tampoco todos los reyes fueron de Primorias (cf. la herencia que se lee en el diploma del Rey Silo del Archivo Eclesiástico de la Catedral de León).

    C.- En cuanto al nombre del reino, Gallaecia...¿pone usted en duda la autenticidad del texto de Alfonso II? ¿la autenticidad del texto de Heterius del año 785, "Carta de Elipando a Fidel"? Dígame, ¿cuál es el nombre del reino que se mencionan en ambas textos? ¿son ideológicamente sospechosos ambos textos? y ¿qué me dice de las crónicas y anales europeos: germanas, húngaras, francas, britanas, etc.? ¿son falsificaciones también? ¿talvez la crónica silense, que todavía en 1060 denomina Gallaecia a todo el reino hasta el Pisuerga?  

    Pero le diré todavía más, el obispo de Braga Ordoario, acogido en Lugo, fue el único obispo existente en el reino cristiano en época de Alfonso I, y en su calidad de obispo de Braga fue el metropolitano de todo el reino cristiano. Todos los obispos de Lugo, desde el siglo VIII al XI (otro lapsus, puse X), residentes al amparo de su fortaleza, fueron metropolitanos de facto y de iure: p.e."Metropolitanus et Lucensis episcopus", ¿lo capta? ¿sabe usted lo que significaba en aquella época ser sede metropolitana?

    Y ésta es la razón por la existe un pleito entre Lugo y Oviedo que se resuelve a favor de la primera en 1154. La argumentación de este pleito era simplemente que Oviedo pertenecía jurisdiccionalmente al sínodo obispal de Lugo y que por tanto no había potestad para redistribuir los territorios que pertenecían a la iglesia lucense o ¿por qué cree usted que el obispo Pelayo tuvo que recurrir a falsificaciones?

  • callaeca

    ¿Pueden, Tomas y Alejandro, traducir a los lectores las siguientes oraciones extraidas de textos originales?:

    "Ego seruus omnium seruorum Dei Adefonsus Rex Froilani Regis filius, postquam auxiliante Deo regni totius Galletiae"

    y

    "mortuus est Ranimirus filius Veremudi rex Gallecie et filius eius Ordonius successit in regno"

  • J.Ramón López Blanco

    Excelente trabajo Callaeca, mis felicitaciones... y si la documentación histórica y un profundo y detallado trabajo como el suyo da un nuevo enfoque, pues supongo que los que se rasgan las vestiduras serán los que tendrán que mirarse en el espejo y preguntarse ¿quienes se ofuscan con las ideologías preconcebidas?

  • Tomás

    Mira: si escribiendo sobre Historia consideras simplemente "un lapsus" hacer coetáneos a Alfonso III y al Obispo Pelayo de Oviedo, Dios nos libre de todo el resto del texto.

  • Juan Domingo Álvarez Fernández

    Buenos días.

    Yo sólo quería hacer un comentario que, aunque queda un poco al margen de lo que se está discutiendo, está motivado por algunas alusiones de la autora: Cantabria no estuvo jamás en la provincia de Gallaecia, donde sí estuvo Asturia (me refiero a la tierra de los cántabros y a la de los astures, respectivamente, no a las comunidades autónomas actuales), sino en la Tarraconense.

    Es más, Pelayo no inició la Reconquista en la antigua Asturia, sino en la antigua Cantabria, en territorio de la tribu de los vadinienses, para ser más exactos, puesto que estaba en Covadonga. Por lo tanto fue con dicha tribu cántabra con la que tuvo que pactar para afincarse allí y hacer frente a los musulmanes, no con indígenas astures como nos han contado siempre. El principado de Pelayo, de hecho, no sobrepasó los límites de la antigua Cantabria (solamente controló su parte noroccidental), así como tampoco lo hizo su hijo y sucesor Favila. No fué hasta tiempos de Alfonso I, sucesor de Favila por ser su cuñado, e hijo del duque Pedro de Cantabria, cuando el principado de Cánicas (hoy Cangas de Onís) creció en todas las direcciones hasta llegar a las actuales Galicia y Vizcaya, por la costa, y a la meseta por el interior. Lo llamo "principado" porque, como sabrán ustedes, "príncipe" llaman las crónicas asturianas a los que tradicionalmente se ha llamado "reyes", hasta llegar a Alfonso II, que según las mismas crónicas, fue el primero en ser coronado en Oviedo según el rito de la antigua corte visigoda de Toledo. Por lo tanto, difícilmente se podía llamar "Reino de Gallaecia" a algo que no estaba en Gallaecia ni era un reino.

    En consecuencia, lo que realmente hubo fue un principado de Cánicas (Cangas de Onís), al que sucedió el principado de Pravia (cuando se trasladó la corte allí) y, posteriormente, el reino de Oviedo al que, tradicionalmente, se ha llamado Asturias (desconozco a partir de qué momento exactamente).

    Saludos

  • callaeca

    Querido Tomás, no se da usted cuenta que el propio privilegio de Alfonso III lo indica: "qui licet indigne uocitor catholicus tibi Sauarico", también he puesto el carácter de sede metropolitana de Lugo hasta el siglo X cuando en realidad lo fue hasta el XI (la importancia de este hecho es que Lugo era la "única" sede metropolitana del "regnum cristianorum", cosa que no se si usted logra entender (1)). Pero, por favor, ¿podría usted responder a las preguntas que le formulo y traducir las dos oraciones extraídas de la documentación medieval para que los lectores del blog conozcan la dignidad de los reyes de este momento histórico?.

    Gracias J. Ramón. Creo que se ofuscan demasiado, si, y de entrar en terrenos de discusión de los que "paso" ampliamente. Se trata de dar otro punto de vista, desde la óptica de mundo eclesiástico, el religioso, causa de tantas guerras y conflictos. No es nada nuevo, pero si silenciado por lo que implica.

    Por lo demás, simplemente comparto el punto de vista del nada sospechoso Manuel Carriedo Tejedo (2002): "Cronología de los Obispos de Castilla en los siglos VIII-X (Osma-Muñó, Veleya-Malpuesta y Oca-Burgos)", Edad Media. Revista de Historia, n.5, pp. 69-116. El autor refleja el carácter localista, hoy aceptado por una buena parte de los estudiosos, de los llamados primeros "reyes asturianos", por lo que no se puede hablar de un reino astúr en los primeros momentos (además de una depencia jurídica con Toledo que se rompe definitivamente con Alfonso II). Carriedo prefiere las denominaciones localistas "reyes de Cangas", "reyes de Pravia" encuadrados siempre dentro de la provincia suevo-visigótica de la Gallaecia, en ningún caso, utiliza la expresión "reyes de Asturias".

    También observa que "mientras que la sede episcopal iriense no se interrumpió durante todo el siglo VIII, el caso es que Britonia (de la que dependió Asturias en la época goda) no se restauró, en tanto que Oca [...] quedó olvidada [...]". Dos reflexiones: 1.- La falta de veracidad sobre una repoblación en el occidente de la Galicia marítima, Iría siguió siempre sede operativa (y muy poco después Lugo con la llegada desde Braga del obispo Odoario); 2.- La sucesora sede de Britonia fue eregida por los dumienses en San Martin de Mondoñedo.

    Igualmente al hablar de los obispos Hermogio y Kintila (año 812) comenta "nos encontramos ante dos obispos [...] que actuaron en territorios en cuyo suelo no radicaba ninguna sede histórica, tales como el astur (antaño dependiente de la olvidada Britonia) y el cántabro-alavés (otrora dependiente de la todavía inalcanzable Oca) [...]."

    Extraigo algunas de sus reflexiones:

     "Los pastores castellanos (incluidos los de Osma, todavía in partibus infedelium) asistían a la corte ovetense y compartían todavía su presencia con el resto de los prelados inscritos en la antigua provincia Gallaecia visigoda (hasta el río Cea). Y así hasta que, entrado ya el siglo X, mediante un proceso que hoy se nos escapa, pero tal vez relacionado con la formación (en 923) del gran condado de Castilla y Álava (en la persona de Fernán González), la Gallaecia es ampliada ahora por el leonés Ramiro II a costa de los antiguos Campos Góticos [...], quedando así asegurado el límite occidental de la Tarraconense (Castilla) en el río Pisuerga, ahora también límite "galaico" de Voto de Santiago

    Desde entonces, será estéril buscar a los obispos de Valpuesta, Oca y Muñó [...] en la "sede regia" leonesa, ni junto al "metropolitano" lucense, ni en la "sede apostólica" de Santiago, ni junto al resto de los prelados "galaicos" que, a la recíproca, jamás serán sorprendidos en Castilla desde 932.

    Se había iniciado al mismo tiempo una disputa política por la cuña territorial de Tierra de Campos [...]. Una lucha de influencias y recelos que se mantuvo durante todo el siglo X, y que no se ventiló hasta la batalla de Tamarón (1037), cuando fue coronado en León un conde castellano (Fernando Sánchez) que puso fin al aislamiento secular entre obispos "galaicos" y "tarraconenses".

    El Pisuerga, no obstante siguió siendo un referente, y así lo puso de manifiesto el propio Fernando I, al dividir el reino entre Alfonso VI de León y Galicia y Sancho II de Castilla, muerto el cual (1072) la realidad geográfica del reino se terminará imponiendo a las viejas divisiones provinciales visigodas. La Gallaecia y la Tarraconense fueron perdiendo vigencia, y lo cierto es que al celebrarse el Concilio de Burgos, en 1080 (que además suprimió la vieja liturgia toledana) dio comienzo a una intensa década de cambios profundos, tras la que iba a iniciarse una nueva época".

    Por tanto, puede usted, Tomás, condenar también por hereje a Carriedo Tejedo.

    (1) Sede metropolitana: capital de una antigua provincia romana, ciudad principal, sede de una provincia eclesiástica.

  • callaeca

    En parte tienes razón Juan. Ahora bien, el término "princeps" no significaba en aquella "rey", sino hombre principal de un determinado pueblo. De ahí el carácter localista de Cangas y Pravia, que no afectó a buena parte de la provincia visigótica de la Gallaecia, pues ni Iria fue repoblada por Alfonso I, ni Braga, que cuando fue tomada por los árabes contaba con una importante demografía, y cuando fue recuperada siglos más tarde seguía teniendo una muy importante población. En un reciente trabajo arqueológico (ahora mismo no recuerdo autor y título, pero puedo buscarlo) se recoge que en la mitad norte de la actual Galicia no afectó para nada la presencia árabe, pues las pequeñas iglesias locales siguieron operativas o siguieron levantándose y esto también es sintomático en El Bierzo.

    Sólo comprueba una cosa en los dos documentos que aporto: el texto de Alfonso II lo hace con la dignidad de rey de toda la Gallaecia (y la futurible Hispania), el texto de Alfonso III como rey de Hispania (si bien el Papa Juan IX se dirige a él como "Adefonso Regi Gallaeciarum"). En nigún caso como Rex Asturiae o Rex astorurom.

  • Carlos Sánchez-Montaña

    Magnifico trabajo. Y una pregunta: ¿quien pago la fiesta y con que intención?
    No se fuerza el status quo de forma tan radical sin medios para hacerlo y sin un objetivo importante.
    El saqueo de Lugo fue general, vean las joyas de la Cruz de los Angeles, y eso requería autorización desde la máxima autoridad europea.
    Este trabajo es básico y referente en el futuro. Enhorabuena.
  • callaeca

    Pues gracias Carlos, aunque no entiendo tu pregunta. 

    Se puede añadir algo más sobre Lugo, aunque se trate de una opinión personal. A mi juicio Lugo, que fue rápidamente reconstruido en tiempos de Alfonso I, no era simplemente una ciudad, era una fortaleza militar, muy operativa, que entre otras regiones, conectaba con Oviedo por la antigua vía romana hacia Lucus Asturum. Por esta razón es trasladado el obispo Odoario desde Braga (metropolis del reino) a la protección de las murallas de Lugo. Así es como lo define el verso transcrito del epítome ovetense:

    "Bracare Lugo episcopus arce" (lat. arx. "protección, fortaleza")

    La efectiva victoria de Alfonso el Casto contra Mahamud, no lejos de esta ciudad. La rápida y fácil consecución y movilización de un ejército que Ramiro I reúne para sus aspiraciones regias, del mismo modo que el conde Froila Vermúdez quien también tomará Oviedo. De la ciudad de Lugo parte el ejército que recuperá territorios desde el río Mondego en la bracarense hasta "Legione" en tiempos de Alfonso III. También se empleó a fondo contra las incursiones normandas y vikingas, como los episodios protagonizados por el conde gallego Rodrigo Romániz, Dux de Lugo y pariente del rey o que ocupan personajes tan trascendentes como el también Dux de Lugo, Oveco Bermúdez.

    ¿Quién sacó más réditos en esta disputa política-religiosa entre la "sede metropolitana" lucense y la nueva sede ovetense donde se asentaba la Corte?

    A mi juicio la "Galicia marítima", y en especial, las sedes de Lugo y Mondoñedo, además del gran empuje que supuso el auge de la sede apostólica de Santiago de Compostela.

    Por ejemplo, San Rosendo, el famoso obispo gallego, era tataranieto de Ramiro I y su padre, Gutiér Menéndez, el conquistador de Braga, tío de otros dos monarcas Sancho Ordoñez y Goto.

    Seis mujeres originarias de Lugo, ligados por lazos de consanguinidad y afinidad a san Rosendo, fueron reinas: Elvira Menéndez (esposa de Ordoño II), Aragonta González, Goto Núñez, Adosinda Gutiérrez , Velasquita Ramírez y Elvira Menéndez (esposa de Alfonso V) y que prosigue en Ordono III y Sancha, madre de Alfonso VI.

    San Rosendo, por su parte, era sobrino de Ordoño II y del la reina Elvira Menéndez, por tanto, primo hermano ("cogermano suo") de Sancho Ordóñez, rey de Galicia, Alfonso IV el Monge y Ramiro II de León y, en consecuencia tío ("tío meo") de Ordoño III, de Sancho I y de Elvira Ramírez, la regente de su también sobrino Ramiro III. Su tío paterno era el conde gallego Hermenegildo, mano derecha de Alfonso III.

    Los benificiados fueron por tanto los Menéndez, Aloitez, Osórez y Gutiérrez de las tierras de Lugo, cuya saga pervive, por ejemplo, en la Infanta Teresa, hija de Alfonso VI, madre del rey de Portugal y cuyo amante y compañero de batallas fue otro descendiente de esta saga, Fernando Froilaz de Traba, señor de Trastámara, cuya hija y nieta fueron reinas en la Corte de León.

  • Carlos Sánchez-Montaña

    callaeca.

    Mi pregunta gira alrededor de la cuestión ¿Cual es la razón para el traslado de "activos", la redistribución política y religiosa del N.O.? 

    Los dirigentes no actúan por capricho (salvo excepciones y aún así el capricho tiene sus razones últimas).

    En los tiempo oscuros del siglo VII el poder político y religioso se concentra en Lugo, y su borrado de los libros de historia tiene mucho que ver con el "trabajo" de los reyes asturianos que a  su vez siguen instrucciones desde la corte Franca y la Sede de Roma.

    En los libros de historia cuando el obispo Odoario llega a Lugo en el año 741 la ciudad era un páramo sin muros en pie. Cosa imposible de imaginar a la luz de la ciencia arqueológica moderna.

    Dicho de forma sencilla: En el siglo VIII Lugo es saqueada y el botín repartido, una parte marcha a Oviedo y la otra a Compostela. Lugares que pocos años antes no tenían ningún peso en la historia del N.O. 

    ¿Quién patrocina ese reparto?

    ¿No era más sencillo tomar asiento en la capital de Galicia y gobernar el reino desde su Sede histórica?

    ¿A quién molestaba que Lugo permaneciese como Sede principal del N.O.?

    Gracias por tu atención.

     

     

  • JUAN PEDRO VAZQUEZ HERNANDEZ

    La guerra es la madre de la historia,la historiografía, su madrastra.

  • Tomás

    No voy a intervenir más en este hilo, donde veo que se ha efectuado un "copy & paste" del mismo contenido que pulula por la Red, con propósitos propagandísticos. Al menos uno esperaría que lo pergueñasen con un poco más de coherencia, si es para su distribución masiva, pero ya se sabe que lo que se produce para el consumo masivo suele adolecer de calidad.

    No me gustaría que alguien le echase un vistazo somero y, dejándose engañar por alguna cita y transliteración medieval, le supusiese alguna verosimilitud, por eso prefiero desmontarlo antes de irme, para lo cual no hay nada mejor que la brevedad y la claridad:

    -El artículo y su argumentación se basan fundamentalmente en dos documentos. Pues bien, el primero de ellos, la supuesta donación de Alfonso II del año 832, es falsa como cualquier medievalista confirmará, huelgan, pues, más comentarios a todo lo que de ella se sigue.

    -El segundo privilegio, sí que es auténtico. Lástima que el Obispo Pelayo aún no hubiese nacido para aconsejar malévolamente al rey, como nos desvela la autora con inquietante prosa:

    Se trata de un privilegio real hecho con mala fé, con falsedad, aconsejado sin duda por el obispo Pelayo de Oviedo

    Y a esto se reduce todo, buenas noches a todos.

  • JUAN PEDRO VAZQUEZ HERNANDEZ

    Estoy intentando estudiar las guerras Astur-cántabras.No hay dos versiones que coincidan ni en el teatro de la guerra,ni en el territorio ocupado previamente por Roma en la zona.Ni que parte de los habitantes se sometió o se resistió,ni el destino de los perdedores;aunque la esclavitud masiva y el genocidio eran las señas de identidad romana.Estoy leyendo"El Cantábrico en la edad del Hierro"publicado por la real academia de la historia.Es impecable,pero a partir de este periodo no hay ni rastro de verosimilitud histórica.Desde el limes,el grado de romanización, el grado de migración visigoda,la evolución de la estructura socio económica.Sólo hay oscuridad y manipulación.Por cierto los Visigodos eran un pueblo invasor y odiado que arrastró a la península ibérica al momento más bajo de su historia.No eran hispanos,no se mezclabán y la invasión musulmana se enfrentó a ellos ,no a los hispanos que les abrieron las puertas de sus arruinadas ciudades.Pronto florecería la cultura ,la economía,las ciudades.Hasta el dramático final del califato. Debería prohibirse enseñar a los escolares que los visigodos eran un poder legitimo y se perdió España.En Hispnia se siguió bebiendo vino,musulmanes incluidos,imaginaros lo fanáticos que eran y hasta el siglo XI la mitad de la población no era musulmana.Con Almanzor todo acabó y finalmente el integrismo religioso se extendió en ambas religiones.Toda nación se funda sobre un genocidio y por tanto la historia oficial de todas las naciones es una fabula basada en mentiras y falsificaciones.No somos la excepción.

  • callaeca

    No tan así, Tomás. Una cosa es que se hubiera escrito en el siglo XI y otra que el contenido del documento sea cierto. Revisemos el texto en lo que nos interesa:

    1.- "Huic Ego iam supradictus Adefonsus Ecclesiae S. Mariae, seu urbe caeteras dono et concedo Civitates Bracaram, scilicet Metropolitanam, et Auriensem urbem, quae omnino a paganis destructa esse videntur".

    Cierto, confirma el carácter metropolitano de Lugo.

    Cierto, Lugo acoge la sede de Braga y la sede de Orense.

    2.- "terras et provincias S. Salvatoris Ovetensi concedo Ecclesiae, quae ante fueram subditae Lucensi Ecclesiae per cucnta seculorum tempora: Haec sunt autem nominata Provintiae, idest, Balborica, Neira, Flamoso, Sarria, Páramo, Froilani, Sabinianos et Sardinaria, Abiancos, Asma, Camba et Ecclesias de Dezón".

    Cierto. no se si todas las mencionadas, pero tierras como Lemos, Sarria, Asma, Sardinaria (si se refiere a Monte Nigro) o Neira tienen una extraña curiosidad: sus monasterios principales (Samos, Neira, Pombeiro, Ferreira de Pantón, Asma...), dentro de la gran telaraña de monasterios tejida entre Lugo y El Bierzo, se vinculan con la realeza del momento o están bajo jurisdicción real. 

    3.- "Ideo obseruata charitate precipimus, ut unaquaque Ecclesia ad suam revertantur veritatem et ipsam Sedem Oventensem fecimus eam et confirmamus pro Sede Britoniensi, quae ab Hismaelitis est destructa et inhabilitabilis facta".

    Cierto. Es el punto de la discordia. Pero como tú bien dices, el texto de Alfonso III es auténtico y, precisamente ahí, se confirma la cuestión ovetense del documento considerado falso.

    Y que vuelve a repetirse en el Concilio de Salamanca de 1154, donde se le dio la razón, además, a los prelados de Lugo. 

    ¿Cuál es entonces la falsedad de este documento? ¿una copia del siglo XI de algún documento desaparecido, tal vez? Porque es lo que parece, si atamos cabos.

  • callaeca

    Y en cuanto la cita: "mala fé", "falsa" es la misma que hace quien autentificó el documento de Alfonso II.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Pensaba no intervenir en la propuesta de debate que nos ofrece Callaeca con este post, dado que la misma ya tiene bastantes añitos y, francamente, resulta cansino verla resucitar al socaire de estos tiempos, que no cesan, de reivindicaciones nacionaliegas.

    No obstante, no puedo por menos que suscribir muy enfáticamente las opiniones que ha manifestado al respecto de este post nuestro ya conocido contertulio Tomás. Llevaba estos días dándole vueltas a la cabeza que lo que se leía en este post ya lo había visto anteriormente, así que, en cuanto tuve tiempo, me puse a comprobarlo por Google y enseguida dí con ello. Veo, además, que hace una hora y pico Tomás nos advierte de que en el mismo hay mucho de "copy & paste". ¡Y tanto!, yo diría que casi enteramente todo el post de Callaeca, la cual, para mayor inri, no nos proporciona en su bibliografía ni una mención al texto sobre el cual se "inspira". Ni siquiera un enlace, que sería lo correcto (claro que, para eso, entonces ya leíamos directamente la página en cuestión).

    Yo no sé a que página web se refiere Tomás cuando alude al "copy & paste", pero lo que sí es seguro es que la mayor parte de las ideas del texto y datos que Callaeca nos ofrece como fruto de su trabajo proviene de la discusión que en Wikipedia se mantuvo sobre el concepto "Reino de Asturias". Prácticamente, se plagian todas las ideas e infinidad de frases de quien firma como LUGUSONIS.

    Eso sí, el tal LUGUSONIS no comete el mayúsculo lapsus de hacer coetáneos a Alfonso III y al Obispo Pelayo de Oviedo, cosa que cuando Callaeca copió su frase al respecto e introdujo su propia aportación ya debería haberle llamado la atención. 

    En fin, siento decirlo Callaeca, pero no me parece de recibo que se ofrezca un post como un trabajo personal en su contenido y no se cite ni se ponga una referencia a quien se copia de modo casi literal o literal del todo.

    Este proceder -y siento también recordarlo- ya pasó con otro post tuyo titulado "Celtas: algunas cuestiones", en el que, por cierto, compruebo que has borrado las intervenciones que hacían alusión a ello y lo has cerrado a más intervenciones. Como comprenderás no es así como se debe proceder en estos debates. 

  • callaeca

    Mas lo siento yo, Guillermo...porque, ¿conoces, acaso, a Lugusonis?. Te diré que yo lo conozco muy pero que muy bien y creo que no le importa absolutamente nada que escriba, pegue o interpole lo que Lugusonis allí dice. Te lo aseguro.

    Manoseado tema. Tanto que se decidió amordazar a Sánchez-Albornoz, que defendió la autenticidad del documento hasta su muerte. Que además digamos no se fue muy equitativo, porque para la balanza contraria, por ejemplo, entre otras muchas cosas, se admite la primera mención explícita del territorio de Kangas en un diploma de Ramiro Alfónsiz, del 926, confeccionado o interpolado en el scriptorium del obispo Pelayo durante las primeras décadas del siglo XII (S. García Larragueta: Colección de documentos, 1962, pp. 95-96. Crítica al documento en F. J. Fernández Conde: El Libro de los testamentos de la catedral de Oviedo, Roma, 1971, pp. 185-191.), resguardándose en el sí manoseado "con reservas" o "con todas las dificultades inherentes" generalizado.

    Y volviendo al documento, puesto que nadie duda de la veracidad de la donación metropolitana a la sede de Lugo y tampoco existen dudas, por el documento de Alfonso III, de la usurpación territorial de la sede Mindoniense. Lo que se pone en duda es la donación de territorios lucense a la sede ovetense. Pues bien, existe una serie estadística muy curiosa que está relacionado con este hecho.   

    En un interesante artículo de Iñaki Martín Viso: MONASTERIOS Y REDES SOCIALES EN EL BIERZO ALTOMEDIEVAL, Hispania, 2011, vol. LXXI, n.º 237, enero-abril, 9-38, el autor detecta tres modelos distintos en cuanto a los "actores" o la personalidad de los donadores a los monasterios:

    En el Bierzo:

     Modelo 1

     - Santa Leocadia de Castañeda: Otros 50%, Eclesiásticos 36%, Aristocracia 7%, Monarquía 7%

     - Santos Cosme y Damian de Burbia: Otros 69%, Eclesiásticos 23%, Aristocracia 0%, Monarquía 8%

     - San Sálvador de Bárcena: Otros 67%, Eclesiásticos 33%, Aristocracia 0%, Monarquía 0%

    Modelo 2

     - San Pedro de Montes: Otros 13%, Eclesiásticos 67%, Aristocracia 20%, Monarquía 0%

     - Santiago de Peñalba: Otros 27%, Eclesiásticos 66%, Aristocracia 0%, Monarquía 7%.

    Modelo 3

     - Monasterio de Samos, extrapolable al Monasterio de Ferreira de Pantón, Pombieiro, Asma y a otros monasterios más tardíos como, entre otros, Carboeiro (no hace falta citar aquí, la donaciones respectivas, en tierras de Lemos, en memoria de sus ancestros que allí yacen, a las hermanas Infantas, hijas de Alfonso VI): Otros 14%, Eclesiásticos 14%, Aristocracia 39%, Monarquía 33%

    Ahora relacionalo con el documento y ya verás que extraña coincidencia.

    Adios.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Mira, Callaeca, que al tal Lugosonis le importe un bledo que lo plagies descaradamente, con el fin de presentarnos un post de infumables pretensiones reivindicativas ideológico-historiográficas, no significa que estas sucias prácticas plagiarias tuyas -reiterativas- no nos importen a los demás. Puede que al Sr. Lugosonis le importe un bledo tu proceder (me extraña, aún con todo, que no te lo haya advertido él mismo), pero tú, por si acaso, o por lo que fuera, escamoteas la fuente del plagio.

    Así que, por favor, no insistas con tu oscura y abigarrada presentación de datos, con tus interpretaciones nacionaliegas y con tus lapsus tendenciosos. Retírate discretamente por el foro, cambia de nick, vuelve a cambiar de foto, y procura amueblar mejor tus ideas, que eso de andar plagiando a la gente ya sabes que hace dimitir hasta ministros.

    Lo mismo: adiós para siempre.

  • callaeca

    Asombroso Guillermo. ¿quien eres tú para impedir que me plagie a mi misma? Lo único que has demostrado con tu patética actitud es tu intransigencia, tu ignorancia y tu falta de respeto hacia las personas que no piensan como tú. Porque en eso consiste tu intervención, intentar ocultar a la gente cierta clase de información que te molesta que se sepa; impedir a toda costa que la gente tengo acceso a esa información y venderles tu dogmático y único punto de vista , que tu caso, en este post, ni eso ha sido. Sólo ha consistido en confundir, soltar barbaridades y sandeces.

     Y, ¿cómo lo haces? Intentando desprestigiar a las personas que molestan tu egocentrismo pertinaz, casi enfermizo, que recuerda, "oscuramente", lo que sabemos del nacional-catolicismo; ejercitando y aplicando grotescamente tus dotes detectivescas, de tribunal y jurado, es decir, de verdulera chismosa, con el único fin de calumniar, (donde, sin el más mínimo rigor, todo vale), a quienes hurgan en tu inamovible dogma; mintiendo como suele ser habitual en estos personajes que se creen iluminados por la razón absoluta. Tu eres quien debieras dimitir: por calumniar, por faltar a la verdad, por tu irrespetuosidad hacia las personas que discrepan de tu forma de pensar, por interrumpir intencionadamente el hilo del post (donde podrías haber formulado, libremente, cualquier comentario) y, sobre todo, por impedir QUE LA GENTE TENGA DERECHO A CONOCER, te guste o no, por más que quieras censurarlo, boicotearlo y echar basura para enterrarlo.

    ¿Acaso la gente no tiene derecho a saber que Sánchez-Albornoz creía auténtico el texto de Alfonso II?; ¿que han sido los cuatro buitres de siempre, los grandes gurús medievalistas, quienes lo han amordazado? ¿por qué tanto empeño en darlo como catégoricamente falso cuando se da tanta benevolencia al realmente falso de Ramiro Alfónsiz (cf. "Con las debidas reservas, el texto nos describe...Pelayo...Cangas, bla, bla, bla"); ¿por qué si la primera donación y la tercera del texto de Alfonso II son ciertas no lo ha de ser la segunda? ¿Y aún no siéndola, no demuestra acaso la documentación que la sede de Oviedo nació en territorio del sínodo obispal lucense, sede metropolitana, y se proveyó de sus tierras? ¿Acaso niegas esa evidencia? Por lo demás, cualquier pretensión astúr fue totalmente truncada por Ramiro I (cambio de dinastía), por mucho que tú trates de sazonar con la nómina de "regentes o reinantes en Oviedo", que ni siquiera pertenecía a la Asturica, el resto de esta historia.

    Para ello te has valido de clásico tópico de las rivalidades "nacionalistas", de pena, vamos, pero ¿qué coño tienen que ver los "nacionalismos" del siglo XXI con el siglo IX? Nada, ¿verdad?. Pues punto. Y de un lapsus que ha sido suficientemente explicado, por dos veces (Guillermo, por supuesto, jamás se equivoca).

    Mi reiterada práctica plagiaria sacada fuera de contexto, haciendo referencia a un equívoco por la que presenté las disculpas pertinentes en mi primer artículo aquí. Vergonzoso vamos. Traté irónicamente hacerte ver que yo era Lugusonis. Pero ya veo que, bueno...patético.

    Tu eres quien debieras abandonar este lugar, al menos para tener un poco de dignidad, si es que te queda alguna vergüenza. 

  • María //

    Callaeca;el asunto es que no es la primera vez que "copy-pegas".Recuerda cuando hiciste pasar por tuyo un texto de Marcial Tenreiro.Creo que en aquel momento se aceptó lo del "equívoco" porque nadie pensó que volverías a hacer algo así.No sé si ahora te has copiado a tí misma o no,pero no es  la primera vez que lo haces.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Lo que es asombroso, Callaeca, es que ahora nos digas sin sutilezas que Lugusonis eres tú misma. Esto sí que ya es la "repanocha", como vulgarmente se dice. ¿Así que ahora resulta que eres un sacerdote, y para más señas de la catedral de Mondoñedo? Porque el tal Lugosonis (refiriéndose a sí mismo) dice, en el debate de Wikipedia mencionado, lo siguiente: Como historiador y sacerdote de la catedral de Mondoñedo... Y en otro momento subrayaMuchas gracias Escarlati, aún así, como la mentira no encaja bien con mi condición de clérigo...

    No pensaba volver a intervenir, pero dada tu revelación explícita de que eres el mismísimo Lugusonis lo hace inevitable.

    ¿Así que cómo se explica esta condición tuya Callaeca/Lugusonis? ¿Eres mujer y al mismo tiempo hombre? ¿Eres una seglar y la vez un clérigo? ¿A qué clase de travestismo juegas con nosotros? ¿Quién es el patético (o patética) aquí?

    No sólo plagias textos sino que ahora dices que eres un hombre (¿también plagias personalidades ajenas?). Y si eras un hombre desde el principio que entraste en esta red social a qué viene mostrarte como una fémina ante todos nosotros? En los cinco años que llevo colaborando en Terrae Antiqvae sólo vi una cosa semejante una vez y el tipo resultó ser un "troll" habitual. Cuando se tiene un problema de identidad personal se acude a otros sitios.

    Por lo demás, te diré que tus improperios me resbalan. Entre otras razones, porque ninguno es cierto como todo el mundo puede comprobar y me conoce ya desde hace tiempo. Ni impido que se conozca nada (que yo sepa no se ha borrado ningún comentario), ni he faltado a ninguna verdad de lo que he escrito, y, por supuesto, ni calumnio ni hago interrupciones capciosas. Me he limitado a asumir los argumentos expuestos por el contertulio Tomás y advertir al respetable de que tu trabajo era simplemente un refrito plagiario de una discusión de la Wikipedia, dado que eso, te guste o no, es una información que tú sí ocultaste y debe saberse. Y no sólo eso, sino que al ocultarlo escamoteabas, a su vez, lo que los demás miembros de la discusión respondían al tal Lugusonis.

    Y no me vuelvas a decir que los nacionalismos del siglo XXI no tienen nada que ver con el siglo IX, porque eso es pura retórica para esconder el bulto. El rollo "nacionaliego-celtista" lo llevamos aguantando aquí en Asturias desde hace muchos años. Tu post, como ya lo había advertido primeramente Tomás, rezuma ideología nacionaliega por todos sus poros, más allá de debatir si tal documento se considera falso o auténtico.  Tu finis operis estaba claro (no por nada, no es nuevo), y tu finis operantis, lo mismo.

    Así que relájate, tranquilízate, toma algo, vístete como quieras (de mujer o de hombre), y déjame en paz que tengo mejores cosas que hacer aquí en Terrae Antiqvae.

  • callaeca

    María, ocurrió una sóla vez (no reiteradas). Tú sabes que fue un equívoxo, te lo expliqué personalmente a tí por e-mail, pedí disculpas por ello y reemplazé el texto.

    En cuanto a identidades me temo que borda lo personal, algo que, pienso yo, raya lo obsceno, lo asqueroso, lo desagradable y que define perfectamente el tipo personalidad de quienes han hecho estos brillantes comentarios. No tengo que dar explicaciones. Sólo faltaría, Me basta con saberlo yo y las gentes con las que comparto mi vida, con las que me relaciono. Pero desde luego no suelo faltar a nadie el respeto.

    En cuanto al señor Guillermo, que sigue con sus lindezas, confiesa su pecado: su manifiesta paranoia de que todo lo revisable respecto a este tema es conspirativa, de los separatistas, de los nacionalistas, de gentuza indeseable, de la que mejor es no hablar, en fin, de los nuevos talibanes de la Europa Atlántica que se alzan al son de la gaita y a ritmo de jota para apropiarse de la historia ajena. Por esa razón el señor Guillermo sudora tanto al oír la palabra "nacionaliego-celtista" y se vuelve encarnada su cara, de ira, cada vez que se menciona esa indefinible voz. Pobre señor Guillermo, ¿tanto es su odio, su rencor y su resentimiento? Desgradaciadamente o no, yo no pertenezco a la especie o a la etnia o a lo que sea de los "nacionaliego-celtistas", que, por cierto, suena como muy a rancio.

    Pero lo que más le duele al señor Guillermo es saber la verdad.

     

  • Alfredo

    Me parece penoso que se lleven los argumentos al insulto y al desprecio al contrario.

  • María //

    Si Callaeca,y la explicación la dí (la dimos todos)por buena para ,me imagino,zanjar el asunto .El problema es que es dificil entender cómo alguien que escribe un artículo no sé dé cuenta de que lo que está escrito no es suyo sino de otro.Se podría seguir ahondando en el asunto,pero supongo que es mejor dejarlo   en este punto  para no seguir con temas personales.

  • Pedro Pacheco

    Tiene razón Guillermo. El comportamiento de Callaeca es inaceptable y recuerda al del conocido y peligroso troll "Neville" azote de Celtiberia y de Terraeantiqvae. Por aportar algo serio al debate http://www.laopinioncoruna.es/cultura/2012/08/27/cimientos-religios...  

  • José María Montes Villa

    La necesidad de ciertos nacionalismos de contar con una legitimidad histórica para justificar su existencia, lleva a la tergiversación de la historia mediante la manipulación de la misma y de sus fuentes. Esta forma de actuar es muy corriente en las denominadas "autonomías históricas" y consiste en apropiarse de una identidad y una historia  que no les corresponde o solo les toca en parte. Para ello la mejor manera es negar la existencia de la realidad de la que se quieren apropiar y posteriormente ocupar ese espacio, creando de la nada una identidad histórica y con ello una “legitimidad reivindicativa”. Es una actitud que vienen sufriendo los habitantes de Aragón, Asturias y Navarra.

  • María //

    Bueno eso lo hacen todos los nacionalismos sin excepción,tanto los periféricos como los de los    Estados.Creo que lo mejor es seguir con debate sobre el tema meramente de documentos etc

  • Carlos Sánchez-Montaña

    Cruz de los ángelesLa historia es un continuo, mal que le pese a algunos que la prefieren compartimentada según las cátedras que les amparan.

    La historia del N.O. es un continuo que por si mismo explica el auge de Oviedo y Compostela apoyado en la autoridad de Lugo, la anterior capital del N.O. 

    Los elementos materiales que permiten fundar la NUEVA capital política en Oviedo y la NUEVA capital religiosa en Compostela provienen de Lugo. Son elementos depositados en los templos romanos de Lucus Augusti por orden del mismo Augusto, y el propio Alfonso II, como príncipe de su época, traslada a Oviedo y Compostela. Todo ello según el dictado de Aquisgran y Roma, como solo así podía ser.

    No se trata de arrimar el ascua al ningún nacionalismo, ni gallego, ni asturiano, ni español. La historia se cuenta según la ciencia nos ofrece argumentos, y hoy los argumentos materiales para comprender que el traslado de la capitalidad desde Lugo a Oviedo y Compostela fue una decisión política de influencia Europea.

    Callaeca aporta documentos discutibles pero que muestran aspectos silenciados por muchos sobre como se fue tejiendo el cambio político que determino el Principado de Asturias.

    Nada debe de ofender a los asturianos.

    -----------------------------------------------------

    Mercedes Marqués | Oviedo www.lne.es 20/01/2006

    El investigador Carlos Sánchez-Montaña sostiene que la cruz que mandó construir Alfonso II guarda el tesoro romano procedente de Lucus Augusti.

    http://www.culturaclasica.com/?q=node/558

    -----------------------------------------------------

    Recientemente, según la historiadora Pilar García Cuetos, en entrevista realizada en La Nueva España el 24 de enero de 2006, y haciendo mención a la investigación inédita de D. Carlos Sánchez-Montaña, que ha descubierto que uno de los brazos de la Cruz incluye el sello del emperador romano Octavio Augusto, en cuyo reinado fue conquistada la Península Ibérica; de ahí que la fecha de la forja sea el año 846 según la Era Hispana, iniciada en el año 38 antes de Cristo.

    «Los monarcas asturianos se sienten herederos de los emperadores romanos. Esa Imagen del poder es la que se transmite, y en reyes cristianos, como es el caso de Alfonso II, esta Imagen de Augusto no sería tanto del emperador como una reinterpretación de Constantino, primer monarca cristiano. Los reyes atesoran las piezas antiguas, forman parte de su tesoro, y en un momento determinado era habitual la donación de esos bienes, en este caso al Salvador, a una iglesia de su fundación. En el testamento de Alfonso III se habla de dípticos consulares antiguos, piezas de marfil en las que se refleja la imagen del emperador presidiendo diferentes actos. El testamento de Alfonso III habla de esas piezas y curiosamente en las jambas de San Miguel de Lillo las vemos copiadas».

    http://el.tesorodeoviedo.es/index.php?title=Cruz_de_los_%C3%81ngeles

  • callaeca

    No, no..si aquí al que revienta, boicotea, calumnia e insulta es aún por encima el venerado.

    María, retiré inmediatamente el texto, confeccioné otro y solicité disculpas públicas, ¿si o no? Posteriormente he escrito como unos 10 artículos más, ¿fui advertida alguna vez sobre algo parecido, María? No. Luego por qué se dice "reiteradas". Eso se llama calumniar

    Conozco (o conocía) a más de uno aquí que usan diferentes nicks y que participan en otros foros o grupos de discusión con ellos. Como yo y como probablemente muchos otros, ¿y?. El mío de siempre es éste (o mi nombre propio en grupos de discusión especializados) y punto. Lo que haga fuera de aquí no es de la incumbencia de nadie. 

    También resulta curioso que, en el último artículo que había colgado aquí, sucediese un hecho similar a éste. No recuerdo si se trata de la misma persona de otra. Un fanático exaltado, que tenía como dogma de fé considerar herejía el punto de vista del Dr. J. Koch (en temas relacionados con la indoeuropeización de la Pen. Ibérica), en vez de discutir sobre el tema razonablemente, se dedicó a boicotear el post, colgar sus pesquisas policiales, en plan gestapo, acerca de mi persona, referida a mi vida personal, y, como no, ponerme a parir. Es decir exactamente lo mismo que ha hecho Guillermo.

    El mismo método, la misma táctica, el mismo fin: boicotear el post. Pero vamos a ver, si el señor Guillermo o cualquier otra persona tienen algo que decir sobre el tema que lo digan, y si tienen dudas sobre alguna cuestión, pues que lo pregunten, pero, creo yo, con otras formas más acordes con la educación.

    Además me demuestra que no voy desacertada, puesto que el sector "abertzale" no ha ofrecido por el momento ningún argumento alternativo y sólo se ha dedicado al insulto, a la descalificación, a la calumnia y al boicoteo de este post. En resumen:

     

    1.- Oviedo no pertenece a la sede de Astúrica, sino a la sínodo obispal de Lugo, al incluirse dentro de la iglesia bretona.

    2.- Los bereberes destruyen la iglesia bretona de Maxima (San Martín de Mondoñedo, Foz, Lu.) y toman las murallas de Lugo. La sede de Iria es la única operativa en toda la provincia visigótica de Gallaecia.

    3.- Los bereberes se retiran de Lugo. Ahora son las sedes de Lugo e Iria las únicas operativas en el "regnum cristianarum". Lugo, plaza militar, es la única ciudad amurallada en mano de los cristianos. Es reconstruida por el obispo Ordoario.

    4.- La sede regia se establece en Oviedo, tal vez por razones estratégicas: p.e. se comunicaba directamente con la ciudad de Lugo por una vía romana.

    5.- Dotación territorial para la creación de la no existente sede de Oviedo. Los territorios son tomados de la sede destruida de Bretoña. Sin embargo, Oviedo no es la heredera de la sede britoniense. Será la Dumiense-Mindoniense, pues es la britoniense la que acoge a la sede de Dumio, que reinicia la sede, incluso, conservando los ritos bretones. Oviedo, por lo tanto, sigue adscrito al sínodo de Lugo (se deduce tanto del texto de Alfonso II, Alfonso III y Concilio de Salamanca de 1154)

    6.- Lugo es sede metropolitana al acoger a la bracarense. No hay dudas sobre esta cuestión.

    7.- El texto de Alfonso II, considerado como falso, excepto en Sánchez-Albornoz, habla de otra dotación (en este caso provisional): todas las comarcas pertenecientes a la sede de Lugo se otorgan a la ovetense. Este hecho podría reflejarse en que las dotaciones a los monasterios lucenses están relacionadas con la monarquía y la aristocracia emparentada con ella.

    8.- Se añade a esto, el entramado monástico existente entre Galicia y El Bierzo, muy operativo y dinámico, bien interrelacionado entre sí, algo inexistente en el resto del reino, prácticamente devastado y desierto.

     

    El hecho es que Oviedo dependía legalmente de la sede metropolitana de Lugo, al menos hasta el reinado de Alfonso III , cuando se apropia de parte de los territorios correspondientes a Dumio-Mondoñedo y que en cuya compensación se le entrega otros pertenecientes a la sede Iriense. Esta es la causa del litigio, resuelto a favor de Lugo en 1154 (200 años después).

     

    La ciudad de Lugo siempre ha sido ninguneada por una gran parte de los autores. A mi juicio tuvo un papel muchísimo más relevante de lo que se le suele atribuir. Era ni más ni menos que la sede metropolitana del reino y su única fortaleza militar operativa.  No en vano fue en Lugo donde se forjó una nueva dinastía regia.

    Y tiene mucha razón Carlos, aquí se encuentra la base de cómo se formó buena parte de la Asturias actual.

  • José María Montes Villa

    Aparte de toda la documentación que se expone en el post y en los comentarios, parece que nadie tiene en cuenta otras consideraciones. A Cualquier monarca , de Pelayo en adelante , no se le pasaría por la cabeza poner la capital de su reino en un lugar tan expuesto a los ataques de los moros de Córdoba como Galicia. En cambio Oviedo era un lugar protegido por la Cordillera Cantábrica y de escape fácil hacia Picos de Europa, por eso la Capital del nuevo Reino se colocó allí y no en Lugo, ni en ningún otro lugar de Galicia.
  • Pedro Pacheco

    Carlos yo no se de donde sacas tu que los reyes asturianos se sienten herederos de los emperadores romanos cuando en realidad se sentían herederos de los reyes godos como asi se sintieron sus sucesores los reyes de León y de Castilla.

    Las crónicas cristianas son claras y prístinas aunque lacónicas y concisas y sólo mencionan a los godos y a los astures.

    Ambos términos "godos y astures" pueden aludir al componente nobiliario y popular del nuevo reino distinto y distante del de Toledo o bien a una diferenciación político-étnica.

    Para aclarar el doble significado de godos y astures seria preciso conocer con seguridad si el territorio de lo que en época medieval se llamó Asturias de Oviedo, Asturias de Santillana y aún Asturias de Trasmiera estaba bajo control o no del reino visigodo de Toledo y bajo qué condiciones es decir si era un dominio firme como el de otros territorios u obedecia a una soberania mas o menos nominal.

    La singularidad de Galicia, ¡¡¡no confundir por Dios con Gallaecia!!!, consiste en ser la parte más desarrollada del reino, más romanizada, más rica, y con una poderosa nobleza local de origen galaicorromano y suevo que pugnará con los monarcas asturianos en  defensa de sus intereses. 

    La parte nuclear del reino "territorium primoriense" (centrooriente asturiano y occidente cántabro) sufrirá las tendencias centrífugas de los magnates gallegos y de los vascones alaveses  solventadas manu militari o mediante matrimonios políticos.

     

  • María //

    Callaeca,prefiero no seguir con el asunto precisamente para no desviar el foro.Ya se ha dicho sobre esto lo que se tenía que decir. 

  • Pedro Pacheco

    Item ordo gotorum obetensium regum-iussa super Astures procurante Monnuzza-iste primum contra eis sumsit revellionem in Asturias-Astororum regnum diuina providentia exoritur-Rudericus ULTIMUS rex gotorum-per idem ferre tempus in hac regione Asturiensium prefectus erat-Qui per omnes Astores mandatum dirigens, in unum colecti sunt et sibi Pelagium principem elegerunt-salus et Gotorum gentis exercitus reparatus- Como se ve sólo se menciona a los godos y a los astures. 

  • Carlos Sánchez-Montaña

    Las menciones de en textos a ambos reinos no explica el sentido de linaje de Alfonso II y su propia lealtad a la hora de decidir.

    Alfonso II se sabía heredero del linaje romano de Lugo, y por ello como delegado de la autoridad del emperador Augusto en el N.O. Algo muy anterior a los godos y mucho mas relevante.

    Así lo atestigua la Cruz de los Angeles y su donación al tesoro de la catedral de Oviedo. El tesoro del "Paladio" en el templo de Júpiter es el antecedente del tesoro de San Salvador.

    Ver:

    Los entalles romanos de la Cruz de los Ángeles Fabiola Salcedo Garcés

    -El sello de Augusto en la Cruz de los Angeles. Carlos Sánchez-Montaña
    -La Cruz de los Angeles- Enciclopedia de Oviedo.
    *LAS JOYAS ROMANAS DE AUGUSTO EN LA CRUZ DE LOS ANGELES DE OVIEDO
    Estudio presentado el arquitecto gallego Carlos Sánchez-Montaña y publicado en la portada del diario "La Nueva España" el 20 de enero de 2006:“Las razones que argumenta para considerar que esta pieza perteneció al emperador Augusto las sustenta en las imágenes que contiene el sello, que responden a la simbología representativa del emperador.” VER INFORMACION

    La historiadora Pilar García Cuetos, en entrevista realizada en La Nueva España el 24 de enero de 2006, y haciendo mención a la investigación inédita de Carlos Sánchez-Montaña: “Los monarcas asturianos se sienten herederos de los emperadores romanos.” VER INFORMACION

    El profesor de la Universidad de Oviedo Lorenzo Arias en información publicada en La Voz de Asturias el 29 de enero de 2006 explica que “la cara principal de esta cruz de oro y piedras preciosas presenta entalles originales de la época imperial romana con representaciones mitológicas.” VER INFORMACION
  • Pedro Pacheco

    Carlos he leído tus meritorios trabajos. Desde mi punto de vista con aciertos y errores como es lógico suponer.

    Tu dices que Alfonso II llamado el "Casto", aunque los musulmanes cuando saquearon Oviedo hicieron referencia a un harén que poseía, dices que se sabía heredero del linaje romano de Lugo ¿?  ¿Qué quieres decir exáctamente con eso?  Hasta donde yo se en el testamento alfonsino se hace referencia a un primer antepasado, Pelayo, que poseia tierras en Tiñana, cerca de Oviedo y en el concejo de Siero véase mapa http://es.wikipedia.org/wiki/Ti%C3%B1ana dicho rey o caudillo militar según las diferentes versiones no aparece para nada en Lugo. Su figura aparece ligada a Tiñana, a Brece en Piloña y a Cangas de Onís incluso estirando hasta Gijón donde residia Munuza pero nunca se hace referencia a Lugo.

    La única mención conocida en cuanto a lo que tu comentas es la expresión utilizada en las crónicas musulmanas mucho menos fiable que las cristianas y que se refieren al personaje como Belay el rumí o Pelayo el romano al frente de una banda de asnos salvajes. 

       

  • Pedro Pacheco

    El intríngulis de la cuestión a la que se prestan los nacionalismos periféricos -incluido el castellano- es negar la evidencia del origen de la nación española en el reino asturiano y la legitimidad histórica del reino asturleonés como legítimo sucesor del reino Visigodo de Toledo en el dominio peninsular.

    Portugal y Castilla en su momento discutieron la legitimidad aprovechando la debilidad de la monarquía leonesa, anteriormente con la corte en Oviedo y en Cangas, magnates galaicos y vascones también la discutieron y ahora la discute el nacionalismo gallego pero como dice el refrán hay que ir a la fuente clara.

    Arabes tamen patria simul cum regno oppresso pluribus annis per presides Babilonico regi tributa persoluerunt, quousque sibi regem elegerunt et Cordobam urbem patriciam (*) regnum sibi firmauerunt. Goti uero partim gladio, partim fame perierunt. Sed qui ex semine regio remanserunt, quidam ex illis Franciam petierunt, maxima uero pars in patria Asturiensium intrauerunt sibique Pelagium filium quondam Faffilani ducis ex semine regio principem elegerunt.

    O lo que es lo mismo: una parte de los godos murió por hambre, otra por la espada. La masa popular goda junto a la hispanorromana se sometió al poder musulmán convirtiéndose en mozárabes o renegando de la religión cristiana y convirtiéndose al Islam.Pero de la alta nobleza "ex semine regio"  una pequeña parte huyó a Francia (Ajila II y Ardón) en tanto en cuanto la mayor parte de la misma se refugió  "in patria Asturiensium" donde por gloria divina nació el reino de los astures et Asturorum regnum divina providentia exoritur. et christianorum Asturumque gentem uictor sublimando defendit.

    Es decir, sintentizando, la unidad de la nación española, la monarquía, el ejército y la fe católica tras el inmenso desastre de la invasión musulmana se cimenta en el discurso político-ideológico y teológico del reino asturleonés.  



  • Carlos Sánchez-Montaña

    Que el rey Alfonso II era conocedor de Lugo y sus detalles está reflejado en los documentos de la historia.

    Alfonso II, que paso muchos años de su vida, hasta su coronación como rey, en el monasterio de Samos (Lugo). Fue allí donde realizó su aprendizaje y conoció los argumentos simbólicos que posteriormente puso en práctica.

    Dicen los textos que el propio rey casto adopto la arquitectura de la catedral de Lugo para construir la de Oviedo, por lo que no sería extraño que las joyas romanas de la cruz también viajaran desde la antigua ciudad de Lucus Augusti hasta la capital asturiana.

    En la antigüedad ese tipo de tesoros eran guardados en las criptas de los templos. El tesoro de las joyas de Augusto debieron de pasar de Lugo a Oviedo en el momento de la refundación.

    A nadie se le escapa que Alfonso II es de una "escuela" diferente a sus antecesores, y que la influencia que recibió de la corte franca de Aquisgrán y Roma también fue mucho mayor que la de sus antecesores.

    Lo descrito en el artículo de Callaeca ofrece bases para comprender como se refunda el principado.... su base son los siete siglos anteriores de historia que acumula la ciudad de Lugo.

    Reconocer eso solo es ciencia histórica.

  • Juan Domingo Álvarez Fernández

    Para el señor Pedro Pacheco:

    Efectivamente, los textos sólo nombran a godos y astures. Estoy de acuerdo plenamente con usted en que era de los reyes godos de quienes se declaraban herederos los reyes astur-leoneses. Es más, cuando se redactan las crónicas, probablemente, el fin principal era el de mostrar a la monarquía ovetense como heredera directa y legítima de la corte visigoda de Toledo.

    De todos modos, en mi opinión, el hecho de que las crónicas estén redactadas muy posteriormente a los hechos ha alterado la realidad histórica en un pequeño detalle: Pelayo no pactó con los astures, como asegura el texto que usted nos expone. Pelayo se encontraba, como cualquier historiador de la edad Antigua sabe, en territorio cántabro, más concretamente en el de la tribu de los vadinienses, cuyas lápidas funerarias, abundantes en esa zona de la actual Asturias, se pueden contemplar en el museo de Oviedo. Con dicha tribu tuvo que pactar el dicho Pelayo para poder establecerse en su territorio.

    En mi opinión, lo que fundó Pelayo fue un principado en torno a la actual Cangas de Onis (Canicas, entonces), dentro del antiguo territorio cántabro. Las propias crónicas llaman "príncipes" a todos los que nosotros llamamos tradicionalmente "reyes", hasta la época de Alfonso II. Creo que lo que hubo realmente fue un principado de Cangas, seguido en el tiempo por el principado de Pravia, ya en territorio astur, y por el reino de Oviedo a partir de Alfonso II.

    El hecho de que el centro del reino basculase hacia Occidente, abandonando Cangas de Onís para mudarse a tierras astures, es la explicación de que se hable de astures en las crónicas cuando de ningún modo pudo ser así, ya que el territorio astur sí estaba controlado en tiempos de Pelayo por los musulmanes (en las crónicas se habla del gobernador musulmán de Gijón, al que se habría enfrentado Pelayo).

    En resumen que, en este caso, aunque sólo se nombre a godos y astures, se omite claramente a los cántabros, que fueron quienes lucharon junto a Pelayo en Covadonga. Me gustaría conocer su opinión sobre esta omisión.

    Saludos.

  • Pedro Pacheco

    Estimado señor Juan Domingo Álvarez Fernández cuando hablo de los astures y cuando se habla en las crónicas de "los astures" como ya apuntó el gran maestro Sánchez Albornoz sin duda engloba tal denominación a los cántabros.

    Como Vd sabrá los cántabros, en la antigua provincia de Oviedo hoy comunidad del Principado de Asturias y en época medieval las Asturias de Oviedo, venían a ocupar por la parte oriental de la región hasta el concejo de Colunga no muy lejos de Gijón y con límite a lo que parece en el monte Sueve  avanzando hacia el interior hasta los cordales de Ponga.

    Ahora bien ¿qué se entiende por Cántabros y Astures? posiblemente sólo eran una interpretación romana para encuadrar tales poblaciones administrativamente. No existía ninguna unidad ni conciencia de ella ni posiblemente diferenciación por su parte sino una atomización en castros potentemente fortificados que luchaban por los recursos del país.

    El que se uniesen eventualmente ante un peligro romano, godo o musulmán o ante una oportunidad económica: razzias o mercenariado no presupone la existencia de una nación cántabra o astur.

    Los cántabros y astures no existían ni antes ni después de los romanos son una interpretación de poderes externos sobre la que se han originado todo tipo de mitos. Por lo tanto carece de sentido hablar de cántabro o de astur en oposición a unos u otros y le pongo el ejemplo claro de que el rio Sil según las crónicas romanas bajaba del territorio de los cántabros o que el oppidum Noega (Campa Torres) estaba al lado de los cántabros.

  • Pedro Pacheco

    Respecto a Lugo: "Tiene España seis provincias con las sedes de los obispos. La primera Cartagena.... La cuarta provincia es Galicia: Braga la metrópoli, Dumio, Portucale, Tude, Auriense, Yria, Luco, Bretoña y Astorga: ocho". Crónica Alb, III.
    Asi pues Lugo depende de la metrópoli bracarense.
    Cuando se da cuenta de los obispados y sus sedes se mencionan doce siendo Oviedo la sede regia y encabezando el listado. Le sigue en importancia la sede bracarense cuyo titular Flavinio o Flavianus reside en Lugo por estar Braga bajo poder moro.
    ¿Porqué se da cuenta de doce obispados y no de once, de trece o de catorce? Al igual que en el relato de la batalla de Covadonga se narra una "missa de hostibus" adaptando los sucesos a la misma hay un alto contenido simbólico en esta cuestión de los doce obispados.
    Equivalen a los doce apóstoles. Si Pedro fue el primero en la lista en su momento ahora lo es Hermenegildo, titular de la sede regia de Oviedo, capital del reino y comparando a Roma con Oviedo.
    Se trata de una cuestión simplemente religiosa, simbólica pero no política como vd pretende sr Carlos Montaña.
    A partir de aquí podria especularse con el nombre supuesto de los fundadores de la Monarquía Pedro y Pelayo que recuerdo es el nombre de varias Papas decisivos en la historia de la Iglesia Católica y que ningún otro rey posterior ha usado tales nombres hasta Pedro I el Cruel de Castilla lo cual es un enigma de difícil explicación. Los nombres regios por antonomasia son Alfonso, Ramiro, Ordoño, Fruela,Vermudo pero nunca Pedro o Pelayo.
    ¿Quién destruyó las iglesias de Lugo? En la campaña del 714 Muza según al Makkari y tras retirarse por orden superior califal los beréberes posiblemente barawatta sentaron guarniciones en la zona, asegurándola.
    El yerno de Pelayo, Alfonso I el Católico, ocupa entonces Lugo y el norte gallego aprovechando la revuelta igualitaria de los beréberes.
    Señor Carlos Montaña Lugo no fue nunca sede metroplitana tal honor recayó en Braga, honor que mantuvo y recuperó tgras la reconquista de finales del siglo XI y si vd lo duda le recomiendo los trabajos de Novo Guisán o la abundante documentación eclesiástica.
    Lugo nunca tuvo derecho a ser metrópoli y Oviedo defendió la legalidad histórica de Braga.La metrópoli lucense intentó apoderarse de territorios asturianos, intentó usurpar la sede metropolitana bracarense.

  • Pedro Pacheco

    Lo que no consiguió en su época lo logró reciéntemente cuando se apoderaron de los ayuntamientos de Negreira de Muñiz,Fonsagrada, Navia de Suarna y Ribeira de Piquín; usurpándolos en 1834 con la oposición de la Junta General del Principado.

    Un auténtico expolio del que no se salvó la documentación histórica, los archivos de tales municipios incluidos en la diócesis de Oviedo desde su creación por el gran rey Alfonso II, bisnieto de Pelayo. Tales documentos permanecen aún a dia de hoy secuestrados por el obispado de Lugo  cuando debieran estar en Oviedo.

    Y por si fuera poco ahora reclaman el territorio comprendido entre los rios Eo y Navia e intentan implantar oficialmente el idioma gallego en dicha franja para erradicar el español sin que el gobierno de Madrid mueva un dedo.

       

  • Juan Domingo Álvarez Fernández

    Con todo el respeto, señor Pacheco, creo que no puedo estar de acuerdo con usted. Si bien es cierto que no se puede hablar de una nación cántabra o astur en época prerromana, dado que cada tribu, incluso cada clan (permítame usar esta nomenclatura para entendernos y no liarnos con gentes, gentilidades y otros tipos de organizaciones suprafamiliares) vivían de forma independiente, no es menos cierto que tenían conciencia de pertenecer a una entidad social superior: cada clan sabía que pertenecía a una tribu, y cada tribu a un pueblo. Las pruebas de ello nos las dejaron los mismos habitantes prerromanos de estas regiones, que en sus aras a los dioses y en sus lápidas funerarias se  autodefinen como pertenecientes a un clan y a una tribu concreta y, en caso de estar fuera de su territorio, se adscriben también a un pueblo. Tenemos varios ejemplos de ciudadanos cántabros residentes fuera de Cantabria que se citan en sus inscripciones con la frase "ex gente cantabrorum" ("del pueblo de los cántabros").

    Me podría usted alegar que estos monumentos son de época romana y, como han hecho algunos  autores, deducir de ello que, anteriormente a la conquista romana, no existía dicha denominación de "cántabros" o "astures". Sin embargo, los propios autores romanos, antes de la conquista, conocían la existencia de estos pueblos, y así dejan constancia de ello en sus textos. Como sucede en el de Catón, que el 195 a. C., realizando una expedición por el valle del Ebro y la Celtiberia, recibe noticias de que el Ebro nace en Cantabria, y deja constancia de ello en sus escritos, en los que menciona "...flumen Hiberus; is oritur ex cantabris, magnus atque pulcher, pisculentus...". O Julio  César, en su "De Bello Gallico", un par de décadas antes de la conquista romana.

    Además, aunque la que usted cita es una postura extendida entre algunos historiadores no especializados en el estudio de estos pueblos, probablemente causada por los antiguos estudios de investigadores extranjeros que opinaron de ese modo (Schulten, Syme...) o por la extensión en la edad Media del topónimo "Asturias" hacia Cantabria, hay que tener en cuenta que los pueblos prerromanos hispánicos no tenían nada que ver entre sí (a nivel político, se entiende), aparte de sus lógicas relaciones de vecindad (buenas y malas), dado que Hispania como entidad política fue una creación de Roma. Y esta misma Roma dispuso a los cántabros y a los astures en provincias separadas (los primeros en la Tarraconense y los segundos en la Gallaecia), por la sencilla razón de que eran pueblos diferentes, y como a tales los consideraban.

    Y, posteriormente, en época visigoda, los cronistas siguen citando a esos mismos pueblos sin que en ningún momento se confundan entre sí, diferenciando a cada uno claramente.

    También es verdad que Ptolomeo situó las fuentes del Miño en Cantabria. Si ve usted en un atlas dónde nace el Sil, verá que la distancia hasta la antigua Cantabria no es demasiado grande como para justificar el error, especialmente teniendo en cuenta que la proyección del mapa ptolemanico distorsiona bastante la  realidad geográfica de la península (los Pirineos, por ejemplo, van de Norte a Sur, según este autor...). El caso del oppidum de Noega, que se cita en unos textos entre los cántabros y en otros entre los astures, se debe  probablemente a que hubo dos Noegas, uno  en Gijón y el otro en Cantabria, según algunos autores en la actual Noja o próximo a ella.

    Un cordial saludo.

  • Pedro Pacheco

    Estamos siendo objeto de una auténtica invasión "galleguista" a manos de los exaltados del sr Beiras. León también la padece. Utilizan todos los medios a su alcance sobre todo la poderosa tele-galega para difundir su ideario propagandístico y para destruir España y ahora pretenden utilizar este espacio para predicarnos con su doctrina. Los documentos antiguos prueban que todo el valle del Navia pertenece a Asturias y al obispado Ovetense. El censo de Aranda certifica la pertenencia de Navia de Suarna y todas sus parroquias a Asturias. Fonsagrada, Abres,Piquín y Puentenuevo pertenecian a la nobleza asturiana de los Miranda; territorios conocidos históricamente como "Terra de Miranda".

    En el siglo XI se dice exprésamente que el castillo de Pobra de Navia pertenece al condado Naviense de las Asturias.

    En 1.154 ,presionado por poderes externos,el obispado de Oviedo se vió obligado a ceder los territorios asturianos de Sarriá, Monforte de Lemos y Meira pero conservando todos los demás al este del rio Eo que ahora pretenden ocupar.

    Álvaro Roderici, señor de Suarna y Suarón, casado con doña Urraca, "la asturiana" y regente en Asturias dominó tales territorios.

    En 1.369 el obispo de Oviedo, Don Gutierre nombra a Alvar Pérez Ossorio gobernador de Grandas, quedando Suarna y Burón vinculadas a sus descendientes.

    En 1834 tuvo lugar el atentado   cuando sin criterios históricos ni científicos se troceó el territorio asturiano con la creación de nuevas provincas: Lugo, León, Oviedo y Santander.

    Nunca se habia visto algo igual; las Asturias de Oviedo, las Asturias de Santillana y de Trasmiera habían sido fraccionadas y divididas para crear provincias a escuadra y cartabón según el modelo centralista francés y posteriormente se creó el engendro de las actuales Cantabria y Principado de Asturias recortadas y mutiladas por todas partes. Ver para creer.

  • callaeca

    Hay un hecho evidente: la mayor parte de la provincia visigótica de la Gallaecia estaba devastada, quedando sólo operativa la sede de Iria. No es hasta bien entrado el siglo X cuando se observa un cambio bien definido con la progresiva reaparición de las sedes orientales reconquistadas (Osma, Veleya y Oca) y de que ya no tienen que rendir cuentas en la corte ovetense o en la metropolitana Lugo. Toda esta enorme provincia se mantuvo, pues, en una situación caótica e insostenible durante este periodo, y con una realidad socio-política de "reino cristiano" dentro de la antigua demarcación provincial visigótica llamada Gallaecia,  (a mi entender, el primitivo "regnum asturorum" tiene carácter localista, es poco duradero y es imposible, como dice Amancio Isla (2011:13 y ss.) señalarlo como un reino provincial y heredero del gótico. Algunos autores dudan de que sus acciones y administración alcanzasen los límites extremos de esta extensa región, dada la devastación sufrida (especialmente agresiva en Asturica y Bardulia) y por la precariedad de medios disponibles. La denominación usando el término latino "princeps" podría ser también significativo de este hecho, pues literalmente se debe traducir como "hombre principal" (nunca como "rey"); por otra parte, la utilización del etnónimo astúr se sugiere como débil o limitado si se tiene en cuenta la campaña de Ramiro I. Por cierto muy coincidente con el suevo, 

    Por otra parte, era necesario establecer en este reino (sorprendentemente coincidente con el reino suevo en sus limites territoriales) su definición política, pues se debe reconstruir y dar legitimidad a una nueva realeza. Coincido con Amancio Isla que en nuestro caso no se siguió la "romanidad" como en el caso carolingio, sino que se fundamentó exclusivamente en preceptos religiosos (derivados de la interpretación del dogma surgida entre Beato y Elipando). 

    En esta fundamentación política se establece la necesidad de crear una sede equiparable a Toledo. Mauragato y Silo no aceptan esta propuesta político-religiosa, pero si Alfonso II que cuenta a su favor con el obispo de Iria, Teodomiro (donde ahora precisamente surge la "inventio" de Santiago y el posterior "voto a Santiago"). La elección es Oviedo, me inclino a pensar que por razones estratégicas ya que se conectaba por medio de una antigua vía romana con la plaza fuerte de Lugo (ciudad que quedaría a disposición del reino cristiano tras la retirada berebér) y ésta con Iria, únicas sedes plenamente operativas y con una amplia red de monasterios muy activos entre Galicia y El Bierzo.

    Ahora, Oviedo jurisdiccionalmente se enmarcaba dentro de las iglesias adscritas a la sede britoniense, refundada por la dumiense-mindoniense. En este sentido no puedo estar de acuerdo con Pedro, puesto que en el privilegio de Alfonso III (y también en el documento de Alfonso II referida todavía a la britoniense) se concede al obispado dumiense-mindoniense territorios de la iriense en compensación por la mengua de su territorio a favor de la sede ovetense. Tampoco resulta muy falso el documento atribuido a Alfonso II, respecto a la donación de todos los condados (o parte de ellos) de la lucense a favor de la sede ovetense, pues el propio Pedro nos obsequia con la reposición de parte de estos territorios (Sarria, Lemos y Meira y la división del territorio de Navia), salido del Concilio de Salamanca de 1154, territorios, Pedro, que por lo demás estaban adscritos jurisdiccional y administrativamente a la lucense desde época romana.

    Por otra parte, es sobradamente conocido que la sede de Lugo acoge entre sus murallas a los llegados de Braga. Es ésta razón por la que adquiere su "status" metropolitano, hasta el siglo XI, dentro del reino cristiano: los testimonios, al respecto, son abundantes y ya he apuntado unas cuantas menciones en el texto y en algún otro comentario.

    Entonces no está tan claro que el texto de Alfonso II fuese falso como se presupone, y menos si unimos las piezas que suponen el privilegio de Alfonso III, el Concilio de Salamanca y el propio Parrochiale Sueuum. Y es cierto, es el nacimiento de lo que hoy es prácticamente Asturias, a menos en su mitad occidental, al desgajarse definitivamente de Mondoñedo (la antigua sede britoniense) y, por lo tanto, de Lugo, y al tomar para su sede ovetense muchos territorios de la lucense (que fueron repuestos posteriormente, al menos en parte).

     

  • Abo

    Pedro Pacheco,

    dijo Vd. :"le pongo el ejemplo claro de que el rio Sil según las crónicas romanas bajaba del territorio de los cántabros"

    Estoy interesado en esas crónicas romanas que hablan del Sil, le agradecería bibliografía donde pueda encontrar lo que ustéd afirma.

    Muchas gracias.

  • callaeca

    En cuanto al discutido nombre del reino. No puede equipararse la realidad política de Alfonso II con la inicial, puesto que el diseño del reino, trazado desde la óptica eclesiástica, consiste primero en legitimarlo como heredero del trono godo de Toledo y por tanto de la Hispania visigótica.

    Luego no cabe incluir en este proceso de legitimación una reestructuración jurisdiccional, de la que no hay además testimonios, siendo, precisamente el antiguo reino suévico, la provincia gótica de la Gallaecia, donde todavía son visibles las reminiscencias prerromanas de estos pueblos, el escenario de todo el proceso reconquistador. Esta antigua estructura provincial pervivirá durante muchos siglos más como reino.

    En la documentación y crónicas europeas (Francia, Alemania, Hungría, Cambria, etc.) la denominación de este espacio territorial era el de Gallaecia. En la Península no está muy claro dentro del propio "regnum cristianorum". La sede regia fue inestable, movible, hasta ubicarla definitivamente en la estratégica León y ya más tarde en Toledo. La denominación del rey aparece formulada formalmente como "el que reina en y desde una determinada sede". Entre los árabes, sin duda nuestros vecinos entonces, fue sin embargo Gallaecia. Siempre referida, sin lugar a dudas, a la provincia visigótica.

  • Pedro Pacheco

    En respuesta al señor Abo que el Miño bajaba de los Cántabros lo dice Posidonio; no lo digo yo, claro está. Es comúnmente conocido por lo que me sorprende la pregunta aunque veo que ya ha sido retirada.............???? Quizás un lapsus del sr Abo.

  • Pedro Pacheco

    Ptolomeo asegura que el Miño nace al oriente de Galicia, y comúnmente se acepta que se refiere al Sil y según cita de Estrabón, Posidonio aseguraba que el Miño descendía de los Cántabros. Es decir, rebobinando, hay consenso en que el rio Minius citado en la antigüedad es el Sil.

    Ahora bien en tanto en cuanto Cántabros y Ástures como otros pueblos prerromanos según mi idea es una interpretatio administrativa de control romana y cambiante según el tiempo; tal noticia de que el rio Sil baja de los Cántabros se referiría a una cuestión puramente espacial, geográfica en tanto en cuanto Cántabros seria un genérico de montañeses y Cantabria toda la zona que va de Vizcaya a Lugo y aún hoy en dia hablamos del Mar Cantábrico y de la Cordillera Cantábrica en toda su extensión.

    Véase el siguiente enlace http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2381257

  • Pedro Pacheco

    Señora Callaeca; al margen de las discusiones bizantinas sobre el nombre de tal o cual reino aún hoy en dia hemos visto como el Imperio Zarista Ruso pasaba a llamarse U.R.S.S. y ahora C.E.I o como quiera que se llame. Birmania Myammar etc, etc.........??? No me importa mucho cómo se llamaba tal reino si Asturorum regnum o Gallaecia o Crhistianorum regnum o Cantabrorum o de cualquier otra forma. Carece de relevancia lo que importa es lo que se llama el vértice del poder que como es comúnmente conocido estuvo por este orden en Cangas de Onís, Pravia, San Martín del Rey Aurelio, Oviedo y León.