Un claustro románico en la piscina

Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). /VINCENT LEROUX

José Ángel Montañés / El País

¿Quedan todavía en España joyas artísticas desconocidas, aunque sean del siglo XII? Parece que sí. La última y sorprendente noticia al respecto ha saltado en las proximidades de Palamós (Girona), con el hallazgo (¿o habría que decir redescubrimiento?) de un claustro excepcional, sobre cuyo origen románico los expertos albergan pocas dudas y al que se ha buscado muchas semejanzas con el del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.

El anuncio saltó durante las recientes jornadas que bajo el título Arte fugitivo organizó el grupo EMAC de investigación sobre románico y gótico de la Universidad de Barcelona. Lo presentó Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, especializado en el análisis de la plástica monumental románica y en la iconografía y la organización del espacio eclesiástico medieval. De pronto, Boto dejó a profesores y estudiosos con la boca abierta cuando explicó que, en el jardín de una finca privada de Palamós, existía desde hacía más de medio siglo un claustro románico. Los asistentes a las jornadas no dieron crédito cuando este experto en historia y arte de la Edad Media desveló que no se conocía su procedencia exacta y que el monumento no estaba inventariado como bien cultural, ni por supuesto, protegido por administración alguna. En definitiva, que era un edificio anónimo, sin nombre ni apellidos.

Gerardo Boto conoció la existencia de esta construcción de forma casual. La edición francesa de la revista de decoración AD publicó, en su número 94 de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en Mas del Vent, una inmensa finca de 22 hectáreas localizada en la zona de la Fosca, en el término de Palamós. En el reportaje, el fotógrafo Vincent Leroux no pudo evitar fijar su objetivo en la enorme galería de arcos románicos del claustro que bordeaba la piscina. Pese a las reticencias del propietario, el fotógrafo tomó la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordeaba la no menos espectacular piscina entre los pinos: la imagen fue publicada en la revista a doble página.

Desde que tuvo constancia de la existencia de este nuevo edificio, Boto ha intentado sin descanso acceder al interior de la vivienda para estudiarlo, pero los propietarios del mismo no se lo han permitido. “Jamás he podido acceder al interior de la propiedad”, confesó decepcionado el historiador durante su presentación. Pero sí consiguió las fotografías de Leroux, de 80 megas de calidad, algo que le ha permitido buscar en primer plano las características de lo que, según su opinión, es un claustro románico con todas las de la ley.

Según Boto las galerías miden, aproximadamente, 20,8 y los 21,9 metros de largo, unas medidas que determinó a través de las imágenes aportadas por Google Earth. Cada una de ellas presenta diez arcos sobre columnas y capiteles dobles, salvo en el medio, que es cuádruple. De las otras dos galerías que acabarían de cerrar el claustro de 44 capiteles no se conservan columnas ni arcos y los capiteles reposan directamente sobre las basas.

Tras analizar estas imágenes Boto asegura que el claustro de Palamós es comparable, en distintos aspectos, a los de Silos y Las Huelgas, los dos en Burgos, y al de Santa Maria de Ripoll, en Girona, porque en todos ellos, algo infrecuente en los claustros españoles o hispanos, las columnas dobles están esculpidas por separado, mientras que los capiteles que las coronan forman un solo bloque.

Además, en los capiteles de Palamós aparecen representadas figuras humanas y gran número de elementos vegetales y animales, sobre todo aves, leones y jabalíes, y monstruos, como grifos, arpías y dragones... pero no escenas religiosas. El investigador resaltó las grandes dimensiones “insólitas en el panorama del románico hispano” de los arcos: más de tres metros y medio desde la clave de los arcos hasta las bases, independientemente de que algunos de los fustes fueran nuevos para restituir los perdidos.

El profesor Boto explica entusiasmado: “Tanto en el aspecto estilístico como en el temático, la mayor parte de los capiteles de Palamós están enraizados con el repertorio del claustro de Silos, tanto con el llamado Primer Taller, realizadas hacia 1100, como del llamado Segundo Taller, realizados hacia 1165. No hay duda: el operario que realizó estos capiteles conocía las formas y los registros de Silos”.

Boto se cuestionó durante tiempo la autenticidad del conjunto y se planteó la posibilidad de que todo fuera, tan solo, un decorado cinematográfico. Pero ahora, y a falta de que otros expertos confirmen su diagnóstico, no tiene dudas: “Seguí la pista de los posibles reproductores por moldes o por labra directa y en el siglo XX solo un moldeador tomó moldes de los capiteles de Silos, cuyos positivos en yeso se encuentran en el Museo de Reproducciones Artísticas, en el Victoria and Albert de Londres, en el museo de la Real Academia de Bellas Artes y en el propio Silos, pero no son los de Palamós. Tampoco hay constancia que se instalara en el monasterio ningún cantero para reproducir los capiteles”, explica.

Pero la prueba más contundente sobre la autenticidad del conjunto la encontró Boto en el Archivo Municipal de Palamós. Allí ha localizado una serie de imágenes del proceso de montaje de las arcadas que se remonta a 1959. “En ellas se ven la naturaleza pétrea de las piezas, su peso, su erosión de siglos y las marcas de montaje incisas normales en piezas románicas. Las fotos no muestran ningún atisbo de modernidad o falsedad. Si estos arcos no son auténticos, podemos dudar de la autenticidad de todo lo que vemos en fotos y en directo”, concluye tajante.

Según la revista francesa que dio a conocer la existencia del claustro románico, la construcción fue adquirida por el abuelo del actual propietario en Madrid, en los años cincuenta. Boto no duda de la fecha y apunta que quizá llegaron en 1958 a Palamós, pero sí de la procedencia: en su ponencia defendió que procedía de la provincia de Segovia o Burgos. “Seguro que este singularísimo patio porticado conoció estaciones intermedias en su trayecto desde su origen hasta su destino actual junto al Mediterráneo. No sabemos si estos estadios intermedios estuvo montado o empaquetado en cajas”, comenta.

Paralelamente a la acción investigadora de Boto, la Asociación de Amigos del Románico emprendió el año pasado una campaña para conseguir que se inventaríe y proteja la construcción y que sus dueños permitan analizarla. “En febrero de 2011 escribimos a los representantes legales de los dueños exponiéndoles nuestra intención de estudiarlo y conseguir una protección patrimonial acorde con su relevancia histórica artística. No nos han contestado”, se lamenta Juan Antonio Olañeta, presidente de la asociación. “No entendemos por qué no permiten el acceso, si tenemos en cuenta que la vivienda se alquila”, asegura Olañeta. En efecto, en la página web del grupo Rough Luxe , propiedad de Kurt Englehorn, se pone a disposición del cliente 11 fabulosas mansiones repartidas por todo el mundo, entre ellas la de Mas del Vent de Palamós. En la descripción se asegura que es una vivienda del siglo XVIII reformada por el equipo de arquitectos RCR para disfrutar de la naturaleza, pero para nada menciona el claustro, que tampoco aparece en las imágenes promocionales.

La asociación también se ha dirigido a las diferentes administraciones: Ayuntamiento de Palamós, responsables de patrimonio de Castilla y León y de la Generalitat de Cataluña, y Ministerio de Educación y Cultura, pidiendo que inicien los trámites para protegerlo. En septiembre de 2011 recibieron una breve respuesta de la Generalitat asegurando que se está siguiendo el protocolo de actuación que prevé la ley de patrimonio catalán de 1993. La nota aseguraba: “La actuación ha de conducir a la inspección por parte de nuestros técnicos del citado claustro”. Sin embargo, el director general de Patrimonio, Joan Pluma, reconoce que todavía no se ha hecho: “En unos días se enviara al juzgado un requerimiento con la intención de que nuestros técnicos puedan comprobar su existencia y si es auténtico”, asegura Pluma. Desde el Ministerio, tras la consulta realizada por este diario, han respondido a la asociación que “se ha dado traslado a la petición para estudiarla” y que en todo caso será la Generalitat de Cataluña la que tendrá que valorar las medidas a adoptar. Desde Castilla y León están interesados en el tema, pero no manifiestan intención de hacer nada, más allá de contactar con la Generalitat. Por fin, María Gràcia Artigas, concejala de Cultura y Patrimonio de Palamós, admite conocer la existencia del claustro, pero sostiene que “el ayuntamiento no tiene previsto hacer ninguna acción de forma inmediata. Es como si un particular tuviera en casa un Picasso; no nos corresponde a nosotros, porque al parecer es un elemento patrimonial castellano”. Sin embargo, la ley de patrimonio estatal y autonómica no excluye los bienes en manos privadas.

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  • José Luis Santos Fernández

    Ya van apareciendo algunas fotos con más detalle:

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    Vía: © Canal Patrimonio en su Facebook. Fotos de JAIME NUÑO, historiador y Director del Centro de Estudios del Románico.

    *Nota de Canal Patrimonio en su muro de Facebook: Nuestros compañeros que han visto #claustropalamós nos comentan sus primeras impresiones. Los capiteles sí parecen románicos originales y con clara referencia a Silos. Sin embargo, la valoración histórica y artística del mismo necesita de un análisis más profundo y detallado. Los especialistas de Fundación Santa María la Real elaborarán un artículo al respecto, que compartiremos próximamente con vosotros! La visita ya ha finalizado, pero seguiremos pendiente de la noticia en próximas horas y días. Muchas gracias por vuestra atención, por vuestros comentarios e impresiones sobre #claustropalamós, y por contribuir a una mayor difusión de la noticia!!

  • Percha

    También en el foro se daba enlace con una página del Patrimonio Catalán que recoge una foto de 1962 de Pere Català Roca (hermano de Francesc) importante fotógrafo catalán. En un lateral se puede apreciar parte del claustro, que podría estar en una posición distinta de la actual (?)

    Por cierto, impresionantes las fotos José Luis. ¡Si es una copia el cantero era un verdadero artista!

  • Alicia M. Canto

    De la visita de esta mañana, en El País, hace unos minutos:

    UNA MAÑANA EN EL CLAUSTRO DE PALAMÓS

    No sólo los medios han accedido esta mañana, también el Prof. Boto y el arquitecto Peridis, entre otros. Éste lo considera original ("Es una obra original y de máxima importancia"), pero aquí viene a mi juicio lo más chocante: el propio Boto prefiere esperar: "...mostró su cautela a la espera del veredicto del arquitecto y los dos arqueólogos enviados por la dirección general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, que darán a conocer las próximas semanas...".

    Choca que, estudiando el claustro sólo a través de fotografías, estuviera tan seguro y, una vez examinado en realidad y con detalle, ya no se decida. En fin... pues seguiremos esperando.

  • Percha

    Varios vídeos de TV3:

    El claustre ocult de Palamós

    Un claustre romànic en una mansió de luxe de Palamós

    El claustre romànic del Mas del Vent, com fer una cervesa casolana, i Barcelona Ciutat-Concert a "Els matins" (especialmente interesante, de hoy mismo e in situ)

    TV3 visita el claustre privat de Palamós

  • Alicia M. Canto

    En este vídeo extenso de los que indicó Percha, Boto habla a partir del minuto 9 más o menos. La verdad es que se le nota nervioso al principio, cuando le preguntan por la autenticidad (pero pueden ser figuraciones mías), luego menciona una serie de "indicios" y dice que en general "son positivos", pero que hay que esperar a análisis petrológicos (¡!) y otros, a la comunidad académica... En fin, no sé, hubiera esperado mucho más aplomo, sobre todo si tiempo atrás lo aseguró, tanto en la revista de 2010 como días atrás, en el reciente congreso, y luego para la prensa, todo habiéndolo estudiado sólo por fotos, y ya en plan "profesional". No veo mucho la necesidad de cambiar el registro hacia una mayor "cautela". Bueno, ya veremos... Dicho sea de paso, la posición del representante de la propiedad (min 3 y ss.) me parece muy sensata: Dice que los propietarios cumplirán las normas, no quieren ni que se revalorice ni que no, y lo único que saben y tienen hasta ahora son los informes de los expertos del Met de 1966, donde se decía que el claustro no era original. Mucho "seny". Por cierto que dice que no sabe por qué se afirma que era desconocido, que además de la revista francesa AD el claustro ya había sido publicado en Vanity Fair, en prospectos de Ferrá Adriá, etc.

    Éste es un misterio que me intriga desde el principio, el de por qué algunas cosas ya conocidas se catapultan a la fama en un determinado momento, como si se acabaran de descubrir. Curioso.

  • Percha

    En este vídeo breve, y de mala calidad, de TeleMadrid aparece brevemente el Sr Boto tocando una de las columnas y dice que parece original. En fin, que sí, que habrá que esperar.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Última hora:

     

    Vía: ABCDía 08/06/2012 - 13.58h

     

    El claustro de Palamós es auténtico, según el profesor que lo descubrió

     

    El claustro románico de Palamós es una construcción auténtica del siglo XII, según el profesor de historia del arte de la Universidad de Girona (UdG) Gerardo Boto, que ha podido visitarlo hoy por primera vez tras descubrirlo a través de una revista francesa de decoración.

    Boto, que prefiere sin embargo dejar el veredicto final en manos de los técnicos de la Generalitat que ayer accedieron al emplazamiento para realizar las pruebas necesarias, ha admitido, sin embargo, que para él la antigüedad de la pieza no admite dudas.

    El desgaste de la piedra y, sobre todo, un emblema heráldico en forma de castillo y que representa la corona de Castilla, es una de las claves del origen del claustro.

    Gerardo Boto ha accedido hoy a la finca Mas del Vent, donde se halla la construcción, en la primera visita abierta a medios de comunicación, después de que los dueños de esta masía permitieran ayer la presencia de los técnicos de la Generalitat.

    El presidente del consejo de administración de la empresa Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol, propietaria del terreno, Josep Comas, ha manifestado su predisposición a colaborar con la investigación y a aceptar el dictamen de la normativa patrimonial, si se confirma la autenticidad del claustro.

    Comas ha explicado que, entre la documentación que dispone la empresa, figura el contrato de compraventa del monumento a un particular en Madrid en 1958, por el precio final de un millón de pesetas de la época (6.000 euros)

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    El claustro de la finca Mas del Vent de Palamós tiene elementos románicos y modernos

    Vía: elPeriodico.com8 de junio del 2012 - 14:12h.

     

    Los medios de comunicación y algunos estudiosos del arte románico han podido visitar este viernes el claustro románico de la finca del Mas del Vent de PalamósGerardo Boto, profesor de la Universidad de Girona y la persona que ha difundido la existencia de esta pieza arquitectónica, ha declarado que ha observado "elementos antiguos y otros de talla más moderna". Según el experto, los capiteles son originales, pero hay otros elementos desconcertantes.

     

    Boto opina que la relación con el claustro de Silos es más indirecta de lo que creía inicialmente. La Generalitat ya tiene una impresión general del conjunto arquitectónica aunque no se pronunciará hasta que finalice otras pruebas, entre ellas, un estudio geológico de las piedras. El claustro fue adquirido por la propiedad en julio de 1958 a un anticuario de Madrid por un millón de pesetas.

     

    El presidente de la sociedad propietaria de la finca, Josep Comas, ha dicho que nunca han querido ocultar nada, que aceptarán lo que decida la Administración y si se produce algún conflicto, acudirán a los tribunales. Comas ha dejado claro, que no se opondrán a que se visite el claustro.

     

  • Alicia M. Canto

    Es curioso, en unos medios de prensa G. Boto aparece más seguro que en otros. En el ABC no tiene la menor duda (como hace 3 días, cuando explotó el asunto), pero en El Periódico: "ha declarado que ha observado "elementos antiguos y otros de talla más moderna". Según el experto, los capiteles son originales, pero hay otros elementos desconcertantes..." 

    Esto de la "interpretación periodística" siempre es un peligro, como por aquí sabemos muy bien ;-) De momento me quedo con el vídeo, en el que se le oye a él mismo su opinión al día de hoy.

  • Roberto

    No se si es mi sensación (creo que no) pero las imágenes que muestran el claustro montado en Madrid, muestran un claustro mucho más completo, se aprecia que tiene al menos tres lados prácticamente intactos y posiblemente un cuarto que quedaría a la espalda del fotógrafo. Tal vez el montaje en Palamós se cambió por motivos de escenografía o algo así y eso me daría pie a pensar en que la obra no es auténtica o que sus antiguos propietarios valoraban poco lo que compraban. En uno de los vídeos los capiteles que se hallan en el suelo presentan una erosión bastante acentuado en comparación con el resto que están casi intactos, en cambio en las imágenes del claustro en Madrid todos los capiteles parecen en buen estado. Esto supondría que los propietarios no han cuidad tan bien la obra como se presuponía. A ver donde va a parar todo esto.

  • Percha

    En RTVE:

    Ver vídeo Investigan la procedencia del claustro de Palamós
  • Percha

    Muchas gracias, Pedro, pero lo mío no es estudio y menos profesional, curiosidad tan solo y, creo, algo de sentido común. Eso sí, aquí en TA sí que hay gente que sabe de lo que habla. Es un buen sitio donde aprender.

    Saludos.

  • José Luis Santos Fernández

    Vídeo: Por fin se ha podido ver el famoso claustro románico localizado en una mansión de Palamós en Gerona. El profesor leonés Gerardo Boto lo redescubrió en una finca particular tras ver las fotografías en una prestigiosa revista de decoración alemana. Después de la polémica abierta sobre su procedencia, los expertos la sitúan en Castilla y León.

    El conjunto ha permanecido oculto al menos medio siglo de los casi mil años que tiene. Se trata de una obra maestra medieval de un estilo muy similar al del Monasterio de Silos, por lo que se cree que su origen puede estar en algún lugar castellano.

    "No es una copia, si no que tiene bastante tiempo. Lo que comentó Gerardo en su artículo sobre la influencia silense se plasma clarísimo en tres capiteles", asegura Juan Antonio Olañeta, presidente de la Asociación de Amigos del Románico.

    Las semejanzas con la abadía burgalesa no son las únicas con el resto de obras románicas de nuestra comunidad. "La iconografía de Sansón es interesante, se da bastante en Castilla", afirma Olañeta en referencia a la ornamentacíon de las columnas.

    Desde 1959 este claustro ha vivido en esta localidad del Bajo Ampurdán, tras un periodo en un solar de Madrid. Ahora ha salido a la luz y un grupo de expertos constata que es una pieza auténtica. Si se confirma el Gobierno podría delcararlo patrimonio de interés cultural.

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  • Alicia M. Canto

    Bien observado, Roberto. La aparente falta de una de las galerías se menciona en esta noticia de Telemadrid, preguntado el administrador de la propiedad:

    "Las galerías claustrales que se hallan en el interior de Mas del Vent constan únicamente de dos laterales y, según las fotografías del montaje que constan en el Archivo Municipal de Palamós, originalmente pudo haber un tercero, aunque Comas desconoce este aspecto."

    (De paso: creo que 2.280 visitas a un post en sólo 4 días debe de ser un récord en TA)

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Es posible que el claustro tuviera una tercera galería en su origen, pero puestos a especular, y a la espera de que se diga cuál fue el desarrollo definitivo de este claustro y su grado de autenticidad en su composición, da la sensación que se aprovecharon los mejores capiteles, sillares, columnas, etc., para elaborar, del modo más perfecto posible, las dos galerías que actualmente se ven, quedando los capiteles que estaban más deteriorados (o que no contaban con más elementos constructivos de la época para acompañarlos) a modo de ornamento en los dos lados de las galerías que faltan. Es más, viendo los vídeos se puede decir que algunas de las columnas y de los sillares (estos últimos de las esquinas de las galerías, sobre todo) son de factura moderna, esto es, tal parece que hubo necesidad de completar las dos galerías levantadas con material nuevo y ex profeso, puesto que no hubo suficiente con los restos de las otras dos o porque estaban muy deteriorados.

  • Percha

    Nuevo artículo de José Ángel Montañés para El País:

    Primera visita al claustro de Palamós

    “Es una obra original y de máxima importancia”. Para José Maria Pérez, Peridisgran conocedor y divulgador del románico castellano, presidente de la fundación Santa María la Real, no hay duda: “El claustro de Palamós es románico y procede de Castilla, de algún lugar de Segovia o de Burgos. Se elaboró muy cerca de la cantera, por lo que esa es otra pista para buscar el lugar de origen de este claustro monumental, con algunos sillares casi ciclópeos, de proporciones mucho más grandes de lo que estoy acostumbrado a ver. El estado de conservación es bueno, pese a que la erosión y la humedad lo han dañado. La piscina le está haciendo mucho daño”.

    Fue el diagnóstico de este dibujante y arquitecto durante la privilegiada visita realizada ayer por la mañana, junto a unos 60 periodistas. Eso sí, tiene elementos más modernos que se reintegraron para darle forma y poderlo vender mejor, remachó mientras terminaba uno de esos garabatos en los que, de forma esquemática y clara, recoge las formas de los edificios, casi siempre románicos, que se le ponen a tiro.

    Más cauto se mostró el profesor de la Universidad de Girona, Gerardo Boto. El experto dio a conocer la existencia de este claustro desconocido para la comunidad científica y para la mayoría de los mortales. Es el mismo que le quita el sueño en los últimos tiempos y que, por fin, después de varios años de vanos intentos, pudo verlo sin fotografías de por medio.

    Tras su primer contacto, no dudó en calificar el momento de “muy emotivo”. “Es como si estuviésemos viendo al hijo mayor del monasterio de Silos”, en referencia al monasterio con el que ha buscado paralelismos para este claustro. Tras lo cual, aseguró: “Mi impresión es positiva; el análisis visual puede ser concluyente, aunque quizá haría falta otro de las piedras”.

    Sin embargo, la decisión última la dejó en manos de los técnicos de la Generalitat, un arquitecto y dos arqueólogos de la dirección general de Patrimonio Cultural. Inspeccionaron el jueves la obra para emitir un veredicto, en una fecha no precisada por la Generalitat. Los técnicos piden tiempo para realizar incluso un análisis de la piedra. Tras su visita solo ha trascendido que han asegurado que “ni es cartón piedra ni es de los años cincuenta”.

    Boto paseó por la estructura, como queriendo retener todos los detalles. Para el investigador, son importantes la talla de la cuarentena de capiteles, la tipología, la morfología de las piedras, el tipo de las imágenes y, sobre todo, el emblema heráldico: el castillo del rey Alfonso VIII, escasamente representado. Son elementos definitorios que dan la clave para asegurar que la estructura es auténtica e incluso aventurar dos posibles orígenes, que, por ahora, Boto prefiere no desvelar.

    El profesor sí destacó la protección llevada a cabo por los propietarios actuales, entre los que destacó el tejadillo de hierro corten que cubre la estructura en su parte superior y que impide que la humedad, en forma de agua o hielo, entre por la parte superior y destruya la piedra. También la labor realizada por la familia de Juan Manuel Ortiz, hijo del restaurador que dirigió los trabajos de montaje de esta estructura en un solar de Madrid a partir de 1931, tal y como publicó ayer EL PAÍS.

    Peridis y Boto fueron de los pocos privilegiados que ayer pudieron ver, por primera vez el claustro, entre las 11.30 y las 13.00. La apertura se produjo tras el interés provocado por la publicación el pasado martes de la noticia en este diario. Una noticia que ha llevado a darle la vuelta a la situación en apenas unos días: de ser una construcción desconocida y prohibida, ha pasado a aparecer en medios de comunicación nacionales e incluso internacionales. Entre los cerca de sesenta periodistas que ayer esperaban turno para poder visitarlo en Mas del Vent, en la zona de La Fosca, se contaban algunos de distintos puntos de Europa.

    Auténtico o no, el claustro es una imponente obra que sobrecoge realmente. Entre olivos, algarrobos y pinos, la estructura de arcos y piedra aparece tras andar una empinada cuesta en lo más alto de un montículo desde el que se ve el mar Mediterráneo. Parece que haya estado toda la vida allí. Dos de los lados están prácticamente intactos. En un tercero se mantiene en pie el arranque del arco central, mientras que el resto de capiteles reposan directamente sobre el basamento original. Allí se respira tranquilidad y una cierta religiosidad, aunque esta estructura esté obviamente desacralizada desde hace décadas.

    Junto al claustro hay una gran masa de pinos que dificulta ver los cultivos ecológicos que han dado fama, ahora en un segundo plano, a esta enorme finca de 22 hectáreas, que gestiona la empresa Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol, SA., una sociedad anónima de veinte socios entre los que está el dueño del claustro Kurt Engelhorn, quien, por cierto, vende sus exquisitos productos ecológicos con una etiqueta en la que aparecen dibujados los arcos del claustro.

    Durante la visita se le echó de menos. En su ausencia, Josep Comas, abogado y presidente del consejo de administración de la empresa Explotaciones Agrícolas y portavoz de la propiedad, aseguró “no entender el interés suscitado y el revuelo que se ha producido por un claustro conocido por todos. La familia solo ha querido discreción y privacidad”. Cuando se le recordó que el profesor Boto llevaba dos años intentando entrar, reiteró que por parte de los dueños “nunca ha habido ningún impedimento y estas visitas así lo demuestran. La familia no está preocupa por la autenticidad o no”.

    También aseguró no tener constancia de la solicitud por parte de la Generalitat para acceder hace tiempo. En cualquier caso, afirmó, aceptarán el dictamen y la posible catalogación como Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat. “Si hay que abrirlo al público, se hará”.

    Comas desveló que la empresa conserva el contrato de compraventa del monumento a un particular de Madrid en julio de 1958 en el que consta que se compró por un millón de pesetas. Un precio bastante bajo si se tiene en cuenta que fue puesto a la venta en 1936 por cinco millones que bajaron a 3,5 después de la guerra, en 1939.

    Cuando Comas aseguró que era conocido “por todos”, debía de referirse a los asistentes a celebraciones y fiestas dadas por los propietarios en los “que se servían caterings de Ferran Adrià y Joan Roca”, según relató. Pero no a los habitantes de Palamós, ya que casi nadie, aparentemente, en esta localidad veraniega de la Costa Brava, sabía de la presencia de esta cada vez más probable joya románica en su municipio

    Ni siquiera Magali, que trabaja en la gasolinera situada junto a una de las entradas de la finca. “Si es para dar más vida a Palamós es bueno, pero no tenía ni idea, y eso que por aquí pasa mucha gente”. Lo mismo aseguró Joan, dueño de la licorería Morera. “No sabía nada hasta anteayer, y eso que me hubiera gustado”, explicaba este historiador que lleva el negocio familiar. “Cuando hice la carrera todos los trabajos estaban relacionados con cosas de la historia y el patrimonio. Me hubiera gustado”, y puntualiza: “Si es de fuera y no se compró legalmente habría que devolverlo”. Sí lo conocía José, un joven que afirma haberse colado en la finca, “cuando era más pequeño” para coger espárragos. “Pero nunca le di importancia a estas piedras”.

    La noticia ha causado enorme expectación estos días. “Se venden más periódicos y salimos en las teles casi a diario, dicen Ramón y Carlos, padre e hijo que regentan un quiosco en el paseo de la localidad que lentamente y mientras se acerca el verano empieza a llenarse de turistas. Ramón también dirige una peluquería de caballeros. “Es sorprendente pero nadie sabía nada hasta esta semana, pero ahora el tema de conversación siempre es el mismo: el claustro. Al final va a ser más famoso que nuestras gambas. Bueno, espero que no”, dice riéndose. Todos coinciden en que habría que abrirlo al público y así poderlo visitar.

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    La clave está en los capiteles

    No parece haber duda de que en el conjunto de estilo románico que aguardaba olvidado en la finca de Palamós Mas del Vent no todo es auténtico... ni tampoco falso. Las columnas lucen un aspecto más moderno, por esa razón lo más interesante saldrá del estudio de los adornos con motivos florales o fantásticos de los capiteles.

  • Roberto

    Es posible que el claustro se desmontase durante el siglo XIX o principios del XX y permaneciese arrumbado en algún almacén durante mucho tiempo (como ocurrió con algunas de las obras llevadas por Randolph Hearst a los EEUU) y a la hora de reconstruirlo solo se transportasen a Madrid las piezas con valor decorativo, los capiteles, basas y los arcos con decoración ajedrezada (aunque estos también parecen bastante nuevos) para ahorrar costes y el resto se repusiese con materiales labrados exnovo (como los fustes de las columnas que parecen perfectos). Lo que no me queda claro es porque en el traslado entre Madrid y Palamós se decide desmontar una de las galerías y dejar solo una arco. Los nuevos dueños eran más puristas y decidieron dejar solo piezas originales?. Tampoco entiendo como si este claustro estuvo tanto tiempo "expuesto" en Madrid no hay noticias de Historiadores del arte del momento, no será que entonces se consideraba una recreación moderna como parece ser que lo consideró la conservadora del Metropolitan Carmen Gómez Moreno (cuya muerte en el 2008 nos deja sin una fuente de información vital). 

  • María //

    Pues la mezcla de elementos modernos y auténticos explicaría esa sensación tan  rara que produce de que algo rechina (aunque puede ser una falsa impresión,claro)

    Gracias,Percha,con retraso:-)

  • Percha

    Sí, Roberto y María, la mezcla de elementos modernos y antiguos parece, poco a poco, confirmarse. Habrá que ver que importancia cuantitativa tienen esos elementos nuevos. Quizá hasta podría darse el caso de que hubiera elementos de diferentes claustros. No sé, es que todavía me alucina que no se sepa a que claustro podría corresponderse, viendo el tamaño y la calidad del mismo.

    El País hoy publica dos artículos sobre el tema:

    Es la hora de la Historia de Arte

    Gerardo Boto

    Soy historiador del arte. Comparto oficio y pasión que con decenas de profesionales de universidades, museos y centros de investigación de todo el mundo. Mis colegas ejercitan esta profesión con serenidad y con tenacidad en el marco de nuestras instituciones, guiados siempre por el compromiso de avanzar en el conocimiento.

    La Historia del Arte es una disciplina científica que, entre otros propósitos, procura la valoración y el conocimiento social y académico de esos productos culturales que calificamos como obras de arte, y que todos hemos heredado del pasado, sean de titularidad privada o pública.

    La investigación en Historia del Arte es una tarea laboriosa y pertinaz que se encuentra con estímulos y con dificultades en su desarrollo. Los historiadores del arte partimos del afecto por la herencia artística; procuramos establecer un discurso riguroso y explicativo de los contextos y las causas que estimularon la realización de las obras, así como el aprecio sostenido en sus sociedades. Del mismo modo, es evidente que nuestra disciplina ofrece a la ciudadanía de hoy estudios sobre la conservación de las obras del pasado, con sus tortuosos y apasionantes accidentes y cambios.

    Aunque trabajamos con obras y productos que surgieron del imaginario de individuos y sirvieron para el imaginario de sociedades completas, la historia del arte es una disciplina fáctica. Nos basamos en los hechos, en las obras, en el análisis empírico y directo de nuestros objetos de estudio. Hasta el viernes pasado yo no había tenido el privilegio de observar de modo directo y empírico las galerías claustrales que se conservan en la finca privada de Mas del Vent, en Palamós (Girona). Sin embargo, a través de imágenes y del trenzado de datos e informaciones dispersas, llegué a cuestionar mi escepticismo inicial. La presunción de que se trataba de una obra que podría contener elementos auténticos, originales del siglo XII, invitaba a plantear su relevancia histórica y cultural y, en consecuencia, reivindicar su protección administrativa por las autoridades competentes. De acuerdo con los indicios, creía que podíamos estar ante una obra de enorme magnitud.

    La visita fugaz y excitante a las galerías claustrales de Mas del Vent proporcionó una cascada de reacciones instantáneas que se irán decantando en el futuro. Pero deben comprenderse en el marco del encuentro y la contemplación de unos capiteles colmados de imágenes, unas piezas labradas con una exuberancia inusitada y una rotunda corporeidad. Estos capiteles proceden de unos cinceles plurales que esculpieron mejor de lo que dibujaban. Y sin duda están envueltos de piezas modernas que, como en las catedrales severamente restauradas, no llegarían a desmentir el carácter genuino del conjunto.

    En este momento, la originalidad del conjunto está siendo examinada por técnicos del departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña. Debemos permitir que trabajen con la mayor tranquilidad posible, elaborando pausadamente sus informes, ajenos al marasmo que estos últimos días ha agitado los ámbitos culturales y académicos, y del que he sido un involuntario protagonista. Lo relevante siempre es el objeto de estudio, la información histórica que encierran las obras que, no por casualidad, denominamos artísticas. Por eso mismo, acaso puede sorprender que entre los técnicos que evaluarán este conjunto no hay —o no se ha anunciado— ningún historiador del arte. Y desde luego el análisis iconográfico puede ser fundamental en este caso. Tengo colegas competentísimos en múltiples universidades que podrían ser consultados. En todo caso, serán ellos los que a la postre juzgarán y evaluarán el valor o no de este hallazgo. Porque el conocimiento siempre es una construcción colectiva desplegada en el marco de una comunidad científica.

    Por desgracia, la ausencia de historiadores del arte en la administración no es privativa de este caso. La profesión no ha vertebrado una posición social y una visibilidad que se corresponda proporcionadamente con los aportes epistemológicos y positivos que efectúa. Está fuera de duda que la investigación y la transferencia del conocimiento que despliega la Historia del Arte se conjuga con la de otras disciplinas humanísticas en el afán por avanzar en el saber científico y en la protección de las herencias culturales. A pesar de que puede esgrimirse de modo contundente su utilidad social, estos estudios universitarios a menudo se ven soslayados desde distintas instancias. Es mucho lo que aportan y sólo tienen que explicarse mejor.

    El Claustro / PERIDIS (EL PAÍS)

    El hijo veraneante de Silos

    Peridis

    El profesor Gerardo Boto no daba crédito a lo que veía en aquella revista francesa. Camufladas entre los pinos de una verde colina del Ampurdán, pasaban ricamente la tarde, posando para un fotógrafo, las arquerías de un claustro románico que llevaban más de medio siglo de vacaciones en aquel lugar paradisíaco.

    “¡Válgame Dios!”, se dijo el estudioso cuando se dio cuenta de que una docena de capiteles estaban a punto de darse un chapuzón en la piscinita situada a los pies del basamento del monumento. “¿Cómo ha podido llegar hasta aquí un hijo del claustro de Silos sin que nadie supiera de su existencia, ni siquiera su padre?”.

    Esa misma pregunta me hice yo el viernes 8 de junio cuando conseguí llegar con un nutrido grupo de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión hasta el escondite del monumento.

    Viendo aquellas arquerías exclaustradas, incompletas y abiertas al paisaje circundante, no pude por menos de recordarme de mi estancia en el monasterio de Silos pocos días después del atentado de las Torres Gemelas.

    Mientras el mundo parecía venirse abajo arrastrado por las torres en su caída, tuve la fortuna de pasearme al ritmo de sus maravillosas arquerías, bajo la protección de sus artesonados y la suerte de poder estar durante un buen rato, a solas, contemplando el jardín monástico en donde los índices de los cipreses nos apuntan hacia el cielo mientras el sol, sin hacer alarde de su presencia y sin que apenas se note su discurrir, pasa revista a las columnas y los capiteles repartiendo luces, penumbras y sombras a los laterales del claustro según convenga a cada una de las estaciones del año.

    En aquellos momentos de incertidumbre e inseguridad el claustro silense era un microcosmos donde se podía gozar del silencio y de la intimidad; un ámbito para la introspección y la meditación y un lugar adecuado para encontrar la paz y la armonía interior.

    La primera impresión que tuve en Palamós fue muy distinta de la habida en Silos, porque aquello que tenía delante de mis ojos entre los pinos de la pradera no era un claustro románico sino un decorado romántico formado por las arquerías de un más que probable claustro románico llegado de no se sabe donde para servir de telón de fondo a una piscina doméstica de una finca maravillosa. Expatriado de su tierra, privado de su historia, despojado de sus cubiertas y muros de acompañamiento, desprovisto de su función espiritual y apaciguadora del espíritu, con los pinos paseándose a sus anchas a ambos lados del jardín, el claustro era mucho más un ornamento que un monumento porque había quedado reducido a una escenografía transparente incapaz de proporcionar el juego infinito de luces y sombras que proporcionan el interior y exterior de todo claustro verdadero.

    Se notaba que había una lucha entre el jardín y las galerías del claustro y que cada uno de los elementos había intentado apoderarse del otro. A pesar de que las columnas habían estirado todo lo que podían y los arcos estaban muy crecidos para lo que es habitual entre los de su especie, los pinos habían medrado de tal forma que habían conseguido, no solo sobrepasar muchas veces la altura de los arquitos, sino que los troncos lucieran sus hábitos de corteza en el trasfondo de las arquerías.

    ¿Qué puede esperar de la vida y a qué tiene derecho, a partir de ahora, el hijo veraneante del Claustro de Silos?

    Creo que es muy sencillo: saber quién es, de dónde viene, y adónde va.

    Esto es darse a conocer a fondo y sin limitaciones y cortapisas, que se investigue su procedencia y las vicisitudes de su traslado y gozar en paz y tranquilidad, en las mejores condiciones de protección y conservación, del privilegiado lugar que ocupa en armonía con los pinos que le acompañan. Eso sí, alejado lo más posible de la piscina que baña sus pies.

     

  • Percha

    En El Faro de Vigo:

    "He sacado a la luz el claustro de Palamós sabiendo que pongo en ri...

    PABLO ÁLVAREZ Gerardo Boto Varela (León, 1967) es profesor titular de Historia del Arte Medieval en la Universidad de Girona y se enorgullece de su ascendencia gallega. "Mi abuelo era de Arzúa", explica. La semana pasada, el profesor Boto se convirtió en noticia-bomba al desvelar la existencia, en la localidad gerundense de Palamós, de un claustro románico que, a juicio de numerosos especialistas, podría datar del siglo XII. Los técnicos del departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña estudian la construcción. En la entrevista que sigue, Gerardo Boto explica los detalles de la investigación "detectivesca" que lo ha llevado al citado hallazgo. Su discurso está presidido por la palabra "cautela".

    Con permiso del "rescate" o "ayuda" a la banca española, usted se ha convertido en el protagonista de los últimos días.

    De entrada, debo decir que todo el revuelo mediático que se ha formado me parece una completa desmesura. Con todo, entiendo que al final el asunto habrá merecido la pena si lo que se consigue es poner el foco sobre el patrimonio y si se aclara que este patrimonio, potencialmente valioso, lo es realmente.

    ¿Un claustro románico del siglo XII?

    Por el momento, por cautela y por respeto a los técnicos de la Generalitat de Cataluña y a las instituciones, no debo expresar mi opinión. Aunque algunos medios me han atribuido juicios de valor taxativos, yo no me he pronunciado hasta ahora con ninguna rotundidad.

    El pasado viernes usted vio el claustro "en vivo" por vez primera. ¿Qué impresión le causó?

    Buena, desde luego, pero no todo el conjunto por igual. Hay partes y partes, lo cual no es nada extraño si se tiene en cuenta que ya ha sido desmontado, trasladado y montado de nuevo, al menos, en dos ocasiones. Pero con que sólo hubiera un capitelrománico, el esfuerzo ya habría merecido la pena, aunque la dimensión mediática habría sido excesiva. Me admira realmente el grado de repercusión del caso.

    ¿Dos traslados?

    Sí, por lo menos. Uno desde su lugar de origen hasta Madrid, y otro desde Madrid a Palamós. La familia propietaria, de origen alemán, lo compró, a través de intermediarios, en Madrid, en 1958. No descarto que pueda haber habido algún traslado más.

    Se dice que puede tener una impronta muy intensa de los talleres tardorrománicos del monasterio de Silos, en Burgos.

    Es una posibilidad muy verosímil.

    Usted ha hablado de una investigación casi detectivesca.

    Es cierto. Y, llegados al punto en el que estamos, pienso que ya puedo empezar a desvelar algunos detalles. Tuve conocimiento de la existencia de este claustro hace casi seis años, pero sólo disponía de unas fotografías muy malas que, sin embargo, me llamaron la atención. No había manera de acceder a la finca, aunque lo solicité expresamente. Las cosas cambiaron radicalmente cuando, en el verano de 2010, me enviaron la edición francesa de la revista de arquitectura "AD", que publicaba un reportaje impresionante sobre la finca y sobre el claustro. Luego me enviaron las fotos, de altísima definición, y mi interés creció mucho más. Tengo que reconocer que, durante mucho tiempo, el asunto me quemaba en las manos. En general, toda la investigación fue algo así como una lucha contra mi propio escepticismo. La asociación Amigos del Románico siempre me ha respaldado y son ellos los que han intentado mover este asunto en los ámbitos administrativos

    Y ahora lo ha desvelado en una conferencia y se ha armado una buena.

    Sí, y lo he hecho sabiendo que pongo en riesgo mi prestigio y mi credibilidad. Si al final nada es tan valioso, saldré perdiendo. Si hay, como creo, cosas valiosas, habrá merecido la pena. Yo entendí que, incluso desde un punto de vista deontológico, debía asumir ese riesgo.

    ¿Por qué?

    Porque, de lo contrario, existía el riesgo de que la familia propietaria decidiera, por ejemplo, llevar ese claustro fuera de España, pongamos que a Suiza, y entonces ya lo perderíamos para siempre. Ahora, con el paso dado, ese patrimonio está bajo la protección de las administraciones públicas y puede ser estudiado a fondo. Y, si es auténtico, ya no podrá salir de España. O, si sus dueños deciden venderlo, las instituciones públicas tendrían al menos un derecho de tanteo.

    ¿En este proceso ha estado solo o en compañía de otros?

    En todo el proceso de investigación he contado con la colaboración de una amiga y colega que por ahora no desea darse a conocer porque quiere que yo me lleve el mérito. Ya le he dicho que es injusto, pero ella insiste en que no es académica y prefiere pasar inadvertida. Además, durante estos años de silencio he compartido el hallazgo con diez o doce colegas de diversas partes. En este tiempo todos ellos han sabido guardar el secreto, y yo se lo agradezco mucho.

    ¿Qué dicen ahora los propietarios?

    Pues no lo sé. Ellos han esgrimido esta semana un informe de Carmen Gómez-Moreno, una española que trabajaba en el Metropolitan de Nueva York y era especialista en gótico italiano, que decía que el claustro no era auténticamente románico. El juicio expresado en ese documento se basaba exclusivamente en unas fotos, según declaraba su autora. Me desconcierta que los propietarios jamás encargaran un contrainforme. Entre las múltiples noticias que han volcado los internautas, nadie ha detectado aún que esta familia patrocina desde hace mucho un reputado centro de investigación en Arqueometría en la Universidad de Tubingen (Alemania). Me extraña que, a lo largo de décadas, no hayan encargado un análisis de materiales allí mismo.

    Puede haber construcciones similares en manos privadas, en otras zonas de España.

    Desde luego, hay casos. Hoy mismo (por ayer) sale en "El País" una carta al director que recuerda que dos piezas del maestro Mateo, procedentes de la catedral de Santiago de Compostela, están en el pazo de Meirás. En el norte de Burgos también hay bienes patrimoniales en fincas privadas no accesibles para investigadores ni para el público en general. En cambio, hay propietarios privados que facilitan visitas y estudios, como en Santa Eufemia de Cozuelos (Palencia) o San Quirce de los Ausines (Burgos). Con todo respeto, el asunto me parece meridiano: las piedras o las pinturas pueden ser una persona, pero la información histórica que contienen es de todos.

  • Percha

    El País:

    El claustro de Palamós sufrió la acción del fuego en su origen

    José Ángel Montañés

    Si las piedras del claustro de Palamós hablaran, contarían de qué cantera y en qué momento fueron arrancadas para crear los sillares qué fueron tallados por manos diestras. También nos dirían en qué lugar estuvieron ubicadas y el nombre de la iglesia, monasterio o castillo a la que pertenecieron, una de las incógnitas de esta historia que ha llenado páginas de los medios de comunicación ....

    Sin embargo, las piedras presentan señales de su larga historia, que hay que saber leer. Una de ellas es que la evidencia que la construcción sufrió, en parte, un importante incendio que hizo que algunos de sus sillares presenten un característico color rojizo fruto de la alta temperatura, además de una pérdida de superficie por el efecto del fuego. Así lo pudo comprobar Jaime Nuño, arqueólogo y director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa Maria la Real, que el pasado viernes accedió al claustro situado en la finca del Mas del Vent en la Fosca, Palamós.

    Foto: Detalle de unas columnas y sus capiteles del claustro de Palamós. / MARCEL·LÍ SAÈNZ

    Para Nuño no hay duda de que los sillares situados en una de las esquinas de la construcción, en concreto la que queda en el lado derecho que hay junto a la piscina “estuvieron expuestos a una alta temperatura durante varios días, motivado seguramente por la quema de las maderas que cubrían las galerías claustrales”. Nuño, el arquitecto y dibujante Peridis, presidente de la Fundación, el profesor de arte medieval de la Universidad de Girona, Gerardo Boto y el presidente de la Asociación de Amigos del Románico, Juan Antonio Olañeta, valoraron que probablemente un fuego intenso durante horas pudo causar esta alteración de la piedra.

    No existe constancia de un incendio de ese tipo desde 1931, año en que el claustro llegó desmontado, desde un lugar desconocido —posiblemente Segovia o Burgos—, a un solar propiedad, desde 1918, de Águeda de Martorell y Fivaller, marquesa de Lapilla y de Monesterio, situado en la calle Ángel Nuñez de la Ciudad Lineal de Madrid. Según contaron el hijo y el nieto de Julián Ortiz, el restaurador que dirigió los trabajos de montaje del claustro que compró el anticuario Ignacio Martínez Martínez, entre 1931 y 1958 no se produjo ningún incendio de esas características. Aunque estuvo a punto. “Al estallar la guerra los milicianos intentaron quemarlo, porque pensaban que escondía un polvorín, pero las mujeres, con sus gritos, los convencieron de que no lo hicieran y se marcharon”, recuerda Juan Manuel Ortiz, de 86 años.

    Posiblemente, coinciden los especialistas que visitaron el claustro el viernes pasado, estas marcas de fuego tienen mucho que ver con el proceso de destrucción que sufrieron muchas de la arquitectura religiosa española tras desamortizaciones como la de Mendizábal de 1835, y por lo tanto demuestra que el claustro estaba en pie en el siglo XIX.

    Las piedras también hablan de la calidad de la construcción. Según Boto, a diferencia de lo que ocurre en Santo Domingo de Silos, donde el artista era un gran dibujante y escultor, en el de Palamós, la calidad de la labra es muy superior a la del dibujo. “Sea de cuando sea, es un buen cantero pero un dibujante más discreto, ya que hay figuras desproporcionadas, con una elegancia más desigual”, especula. Esta calidad se mantiene en rincones incluso que no están pensados para ser vistos, como en el interior de los capiteles cuádruples, que se sitúan en el centro de cada una de las cuatro galerías. “Es extraordinario y lo he visto sólo en San Andrés de Arroyo. Representa un alarde del trabajo del que no hay necesidad, sobre todo si pensamos en que sean capiteles modernos, que se hacen para venderlos a un rico americano, acaso con destino a la costa Oeste”, explica este profesor coautor, junto a Joaquín Yarza, del conocido libro Claustros románicos Hispanos (2003). Este detalle es para él “como el interior de un cajón de un mueble bueno, perfectamente acabado aunque no esté hecho para verse”. Boto, prudente, a la espera del dictamen que han de emitir los tres técnicos de la Generalitat, no esconde que estos datos apuntan a un trabajo medieval.

    El profesor tuvo la oportunidad de ver in situ las galerías el viernes y comprobó que algunas de sus predicciones, realizadas a través de las fotografías de la revista AD y Google Earth, no eran del todo ciertas: entre llas que el claustro era mayor de lo que pensaba, ya que alcanzaba los 23,8 por 23,9 metros, y era “mayor que el de Silos”.

    Durante la visita se comprobó que las piedras presentan dos numeraciones arábigas, una incisa y otra pintada. Se correspondería, posiblemente, con las realizadas al desmontar la estructura en su lugar original para montarla en Madrid y la de 1958 para ayudar a levantar la estructura en Palamós.

    Una de los elementos que más desconcertó a los privilegiados especialistas que accedieron a la finca, fue el tamaño de los capiteles y la altura de las galerías. Según Boto, en este claustro todo es enorme, “incluso el zócalo, que me parece incontrovertible, tiene unas medias excepcionales. Esto obliga a que el resto de las partes sean enormes para conseguir la proporción entre las partes”.

    Quien también sabía de la importancia del claustro era el anticuario Martínez. Y lo demostró con el precio con el que pretendía venderlo, tras remontarlo en un barrio de las afueras de Madrid: 5 millones de pesetas en 1936, que rebajó a 3,5 después de la guerra. Unos años antes, en 1925 el historiador y saqueador del arte Arthur Byne vendió al magnate de la prensa norteamericano William Randolph Hearst, el claustro, el refectorio y la sala capitular del monasterio de Sacramenia (Segovia) por 40.000 dólares (unas 280.000 pesetas) y el refectorio, la sala capitular, el dormitorio de novicios y parte del claustro del monasterio cisterciense de Óvila (Guadalajara) por 55.000 dólares (unas 390.000 pesetas), según José Miguel Merino de Cáceres, que ha estudio la venta de estos y otros bienes eclesiásticos. Precios inferiores que los que pretendía cobrar Martínez. Según el representante de su actual propietario, el suizo Kurt Engelhorn, el claustro de Mas del Vent se compró en 1958 por un millón de pesetas.

    Los expertos que deben dictaminar sobre la autenticidad de la construcción de Palamós lo tienen complicado. La solución no pasa por el verdadero o falso, porque la construcción, al parecer, tiene elementos medievales y modernos. Tendrán que tener en cuenta que la mayoría de edificios románicos españoles están reconstruidos. En los muros interiores de San Isidoro de León, uno de cada dos sillares es original, tal y como se ve por las marca del restaurador. En la catedral de León, los muros superiores y la cubierta, son reposiciones modernas. Pero nadie duda de su autenticidad. “La actitud de reponer para dar forma y estabilidad a la construcción en estos edificios y en el claustro de Palamós puede interpretarse como análoga”, valora Boto.

    “El castillo es falso,pero no inventado”

    Uno de los elementos que más había llamado la atención a Gerardo Boto en la fotografías que había visto del claustro era un relieve del castillo de rey Alfonso VIII (1155-1214) representado en una de las arcadas. Tras acceder el pasado viernes, el profesor comprobó que no era antiguo, sino una reintegración moderna.

    Según Boto las explicaciones posibles son solo dos: Que la persona que decidió colocarlo en el siglo XX fuera un experto erudito que dominaba la xilografía y conocía que este castillo, y ningún otro, era el símbolo del monarca contemporáneo a la construcción del claustro, pese a que eran poquísimas las representaciones que se conocían en 1930; o, más probable, que el tallador no se lo inventó, sino que copió un original muy deteriorado, que se decidió reponer por otro nuevo cuando se remontó en Madrid.

    “Aunque no tengo todos los elementos de juicio, me parece que es falso, pero no inventado", concluye.

  • Roberto

    En la foto de éste último artículo del país se aprecia que de ser auténticos, los capiteles que se encuentran en el suelo deberían ser retirados inmediatamente porque el hecho de no estar cubiertos hace que se aprecie una erosión por el agua bastante mayor que en los que se hallan sobre columnas y cubiertos por arcos. Si este claustro estuvo desmontado y guardado hasta el traslado a Madrid y en Madrid se reconstruyó entero y no como ruina romántica, el mayor daño a los capiteles se le ha hecho desde que está en Palamós, tal vez por creer sus dueños que solo tenían un recreación moderna de una obra medieval, aunque si hubieran pensado que era auténtico tal vez no estaría en España pero seguramente estaría más protegido.

  • Percha

    Otra entrevista con Gerardo Boto en El Norte de Castilla:

    «El claustro no es cuestión de Cataluña o Castilla, no hay que hace...

    Jesús Bombín

    Las piedras de un claustro románico han trastocado la vida académica de Gerardo Boto (León, 1967), profesor en la Universidad de Gerona. Acostumbrado a trabajar con mentalidad que llama «de dinosaurio», con publicaciones a dos años vista, nada que ver con las urgencias de declaraciones a las que se ve arrastrado por el huracán mediático que ha provocado el descubrimiento de un claustro románico en una finca privada de Palamós (Gerona). No quiere que su investigación y su empeño personal en destapar la existencia del claustro se bifurque por trincheras que no desea pisar echando gasolina al fuego de los agravios regionales. Lleva más de un lustro atrapado en el afán de dar a conocer la existencia de este claustro, que descubrió ojeando una revista francesa de decoración en la que aparecía el conjunto artístico junto a una piscina de una finca privada de la Costa Brava. Su difusión pública ha precipitado un desenlace pendiente aún del informe de la comisión de técnicos de la Generalidad de Cataluña que está analizando la autenticidad de la obra.

    –¿El claustro es auténtico?

    –Mi impresión es positiva pero no he querido concretar mucho en qué sentido lo es por respeto al estudio que se está haciendo. Pero sí, tengo la convicción de que es auténtico. Aunque el otro día la visita fue accidentada y precipitada, mi impresión es que tiene valor histórico. Con ello no quiero que los técnicos de la Generalitat se vean forzados por ningún condicionamiento, pero mi opinión está coincidiendo con la de la mayoría de la gente que consulto; de nueve a uno están de acuerdo en que es auténtico. Lo que puedo decir con rotundidad es que en mi profesión se entiende muy mal que en esa comisión de la Generalitat no haya historiadores del arte; hay un arquitecto y dos arqueólogos. Me pregunto en qué posición se quiere dejar al historiador del arte, porque no es una cuestión solo de Cataluña, sino de las direcciones de Patrimonio autonómicas de toda España. Creo que la visibilidad de mi profesión no se corresponde con lo que aporta y debería ser escuchada.

    –¿Qué opinión se ha formado sobre la obra que vio en Palamós?

    –Hay que matizar una cosa. Es falso lo que es inventado, pero no es falso lo que se repone, pues no carece de autenticidad porque puede tener una modernidad material. Aquí la cuestión es si los capiteles son invención, reproducción o originales. Yo creo que en este claustro hay partes originales, otras son reproducción de las que no se conservan y otras completamente nuevas y que no sé si eran así en origen. En la catedral de París sabemos que la fachada es falsa, porque todas las piezas originales están conservadas en un museo. Es una copia de otra que hubo, pero tiene en cuenta que a la fachada del restaurador en el siglo XIX le faltan piezas y él añadió las partes que le faltaban y creía que eran así. La cuestión es cuánto está inventado y sobre qué base.

    –Hay quien apunta a Gumiel de Izán (Burgos) como lugar de procedencia del claustro.

    –Desde hace un año y medio cuento con la colaboración documental de una persona de Aranda de Duero. Y Gumiel de Izán es uno de los tres o cuatro sitios en los que sigo pensando, porque esto empezó hace cinco años y he ido descartando monasterios. No me importa decir que algunos municipios candidatos me los han dicho colegas y se van cayendo porque no encaja alguna cuestión. Gumiel de Izán forma parte de mi tesis doctoral y, con todo, no estoy seguro de que sea el candidato, es uno más. Y hay tres o cuatro entre Burgos, Segovia y Palencia. En la Universidad de Valladolid hay laboratorios muy buenos de mineralogía y cristalografía, hay un mapa litografico de Castilla y León... con todo eso se puede acotar el área de procedencia con relativa facilidad.

    –La Generalitat tenía noticia de la existencia de este asunto desde 2011. ¿Por qué es ahora cuando se ha recurrido a la Fiscalía para poder acceder a la finca privada?

    –La prensa es el cuarto poder ¿no? Lo que parece claro es que su intervención ha tenido mucho que ver en como está conociéndose este asunto.

    –¿Teme que el descubrimiento dé lugar a un enfrentamiento entre autonomías?

    –Ante todo, no hay que hacer que esto se convierta en un Fuenteovejuna, no quiero echar leña al fuego. Esto no tiene que ver con Castilla y Cataluña. Esa no es la cuestión. El claustro está en la Península Ibérica y en España. Tenemos muchas cosas importantes en museos de Nueva York que alguien compró y se llevó y nadie va allí a decir que nos las devuelvan a nuestro pueblo. Cuando avancemos en esta historia y se sepa algún capítulo que aún no ha salido presumo que vamos a estar muy contentos de que el claustro siga todavía en España independientemente de la autonomía. Lo que importa es que está en España, que esté protegido y hayamos ganado un bien patrimonial que es de todos.

     

  • Percha

    Continúa El País hoy:

    Cinco pistas, un solo claustro verdadero

    Capiteles del desaparecido monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán (Burgos), conservados en una iglesia parroquial de la localidad. /CRISTÓBAL MANUEL

    José Ángel Montañés

    El claustro de moda ha pasado de ser casi un secreto a tener entrada en Wikipedia. Cosas de la vida, del periodismo, de los negocios inmobiliarios y, a no dudarlo, de esa inconmensurable fuerza del románico como elemento aglutinador de misterio y embrujo. Desde que EL PAÍS —haciéndose eco de la investigación cuasi detectivesca del profesor de la Universidad de Girona Gerardo Boto— dio a conocer hace una semana la existencia de una espectacular galería doble de estilo románico ..., el mundo del arte quedó patas arriba. Además, el hallazgo de Mas del Vent ha animado a especialistas, académicos y personas de a pie a relacionar su posible lugar de procedencia con varias iglesias, monasterios, castillos o yacimientos. Todos ellos remiten a la comunidad de Castilla y León y, en concreto, a localidades de las provincias de Burgos, Segovia y Palencia. Gumiel de Izán, Castrojeriz, Ibeas, Collado Hermoso y Carrión de los Condes son, de momento, las cinco hipótesis más citadas por quienes más saben del asunto. José Ignacio Sánchez Rivera (Universidad de Valladolid), Félix Palomero Aragón (Universidad Carlos III de Madrid) y René Jesús Payo Hernanz (Universidad de Burgos) apuntan que el claustro podría pertenecer al monasterio burgalés, ya desaparecido, de San Pedro de Gumiel de Izán; José Luis Hernando (Museo de Zamora) ve ciertos paralelismos entre los capiteles de Palamós con los de la torre de la iglesia parroquial de Hontoria de Valdearados (Burgos) y con restos de otros lugares próximos a Silos, como Caleruega, Brazacorta, Sepúlveda y Santa María de Retuerta. Por último, Saturnina Gómez no duda que el claustro estaba en su pueblo, Hortigüela, también en Burgos, y que pertenecía al monasterio de San Pedro de Arlanza, “derruido a principios del siglo XX para hacer un pantano que luego no se construyó”. Por eso no dudó en llamar a este diario y explicarlo. Gerardo Boto (León, 1967), el profesor de la Universidad de Girona que dio a conocer a todos esta estructura desconocida, da a conocer aquí una lista de posibles lugares de origen, con los pros y los contras de cada uno de ellos:

    SAN PEDRO DE GUMIEL DE IZÁN (Burgos)

    Solo una tapia... y diez capíteles románicos Monasterio benedictino adscrito a la casa cisterciense de Morimond en 1194 bajo el amparo del rey Alfonso VIII. No conservamos practicamente ningún elemento de este conjunto, excepto una tapia del perímetro. En la iglesia parroquial de Gumiel de Izán se conservan una decena de capiteles románicos que se afirma proceden, entre otros lugares, del claustro monástico. La morfología de los capiteles más silenses se puede adscribir, en realidad, al frente de una sala capitular, como la de la catedral de El Burgo de Osma. Desde el principio, el profesor Boto explora la posibilidad de este monasterio, que últimamente cuenta con el auxilio documental del abogado Heri García de Lázaro, en el propio territorio. Para llegar a un mejor conocimiento es imprescindible una excavación arqueológica en el solar que ocupó el antiguo monasterio de Gumiel, para poder llegar a conclusiones sobre su planimetría y estar seguros de la filiación del claustro con el monasterio.

    CONVENTO DE SAN ANTÓN (Castrojeriz, Burgos)

    Pendiente de exploración arqueológica Este monasterio al pie del Camino de Santiagio se funda y se construye en el siglo XII, aunque la iglesia que se conserva hoy —en ruinas— es tardogótica. Fue palacio y huerta del rey Pedro I de Castilla. Alguna dependencia monástica está severamente reformada con posterioridad. El área claustral está pendiente de una exploración arqueológica que arroje más luz sobre el pasado de esta construcción. No se sabe si las dimensiones de las galerías del Mas del Vent pueden ajustarse a las de ese área. Durante más de un siglo ha permanecido en manos de una misma familia.

    SAN AGUSTÍN DE BENEVÍVERE (Carrión de los Condes, Palencia)

    Siete arcos con figuras de tamaño natural De esta magnífica obra canónica sólo se conocen un grabado de Jenaro Pérez Villa-Amil y un dibujo de José María Quadrado de mediados y finales del siglo XIX, respectivamente. La litografía muestra una excelente fachada de la sala capitular, con siete arcos ocupados por figuras de tamaño casi natural. Las galerías fueron reformadas en torno al siglo XVI adoptando arcos escarzanos de tipo salmantino, insertando bajo ellos los capitales románicos. Estas piezas presentan una gran analogía a algunos de los capiteles de Palamós y comparten con ellos una adscripción cultural tardorrománica.

    SAN CRISTÓBAL DE IBEAS (Ibeas, Burgos)

    No se conserva ninguna estructura Monasterio de la orden premonstratense del que en la actualidad se conocen muy pocos restos: tan solo un dibujo a plumilla y, de momento, un capitel exento —aparentemente de la zona claustral— que conocemos gracias a la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, Maria Teresa López de Gereño que lo ha publicado, tras rescatarlo de una de las viviendas de la localidad.

    SANTA MARÍA DE LA SIERRA (Collado Hermoso, Segovia)

    No se conserva ninguna estructura El monasterio fue fundado en la década de los años 30 del siglo XII. Ya en este periodo, el conjunto de Santa María de la Sierra tuvo un notable florecimiento monumental. A finales de este mismo siglo se adscribe a la orden del Císter. De momento no es posible confirmar ni descartar una eventual relación con el conjunto de Palamós. Habrá que exhibir mucha prudencia y esperar a la publicación de los resultados de una excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la actualidad.

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    En los comentarios a este artículo un interviniente pone el enlace con el blog Historias Matritenses, que ha dedicado una entrada a este tema y contiene interesantísimas fotos. Pongo aquí dos de las más interesantes:

  • Percha

    También en El País:

    “Queremos que restaure un claustro románico”

    J.A.M.

    En el año 2000, mientras trabajaba en la catedral de Girona, Lucrecia Ruiz-Villar, restauradora afincada en Madrid especializada en rehabilitar fachadas de piedra, recibió uno de sus encargos más sorprendentes: realizar un informe para restaurar un claustro románico situado a unos 50 kilómetros de distancia, en una finca privada de Palamós. De él no había oído hablar hasta esa fecha.

    Cuando accedió a Mas del Vent, en compañía de un aparejador que actuaba en nombre de los dueños, le impresionó ver esta estructura, rodeada de pinos y junto a una piscina. “¿De dónde procede?”, preguntó. No recibió respuesta. “Me pidieron saber qué intervención era necesaria para su correcta preservación”, recuerda. Durante toda la mañana la especialista rastreó el claustro con la única indicación de no hacer fotografías. “Tuve que convencerle de que era fundamental para realizar el informe”, asegura. El aparejador no se apartó de su lado mientras hacía su trabajo. “Me sorprendió la actividad que había, con personas de un lado para otro que parecían preparar un evento que se celebraría en una carpa instalada cerca”.

    Según la especialista, la mayor patología que afectaba entonces al claustro, eran las sales que se acumulaban en las piedras areniscas y calcarenitas (asperón), que habían desgastado su cara externa. “Al licuarse por la humedad arenizan la superficie y se llevan una gran parte de la labra de la piedra. Además, pudo ser cepillada perdiéndose un par de capas de piel”. Otras alteraciones que observó fueron “la gran cantidad de chorretones de cemento líquido que manchaba la piedra, seguramente el sobrante vertido en 1959 cuando se montaron los sillares”, asegura. Ruiz-Villar corrobora que el color rojo intenso de algunos de los sillares son consecuencia de un fuego intenso, tal y como publicó ayer EL PAÍS. “La arenisca lleva hierro que cuando sale a la superficie se vuelve óxido rojo”.

    Su propuesta de intervención pasaba por desalar la piedra, eliminar las manchas de cemento, sellar las juntas de lo sillares y colocar una superficie sobre la estructura para protegerla del agua. La restauradora relativiza los efectos de la humedad proveniente del riego del césped o la presencia de la piscina junto al claustro. “Le afecta más la humedad que lleva desde el suelo por capilaridad”, defiende.

    “No soy historiadora pero tengo 30 años de experiencia en restauración y si el claustro es una copia moderna es una copia magnifica. El tipo de degradación que presenta es muy difícil de hacer artificialmente. La alteración es de siglos”, asegura Ruiz-Villar sorprendida por las dudas de los propietarios sobre la autenticidad de las piedras. “Ellos me pidieron intervenir en un claustro románico. Y a mí, me coló como auténtico”.

    No le ha sorprendido comprobar por las fotografías publicadas estos días que, al final, si se intervino en el claustro, pese a que a ella y a su empresa nadie les volvió a llamar. “Hacemos muchos informes a particulares que acaban en nada”, justifica. “No había vuelto a saber nada del claustro, hasta la semana pasada. Menuda sorpresa”.

     

  • ernesto

    Hola 

    El monasterio de Benevívere es de San Agustín o Santa Mª ????

    En un capitel de Palamós se aprecian unas "aves" unidas por la cola con cabezas de ...otro animal, muy parecido a uno soriano y otro de Santa Mª del Temple de Ceinos, si bien estos rematados con cabezas humanas ¿Alguien me podría decir su simbolismo?

    Gracias

    Un saludo

  • Percha

    Hola Ernesto. 

    Poco te puedo ayudar pero lo intentaré. He buscado un poco por ahí y parece que el Monasterio de Benivívere está dedicado a Santa María y perteneció a los Canónigos regulares de San Agustín. En algún trabajo aparece como de san Agustín, en fin que es el mismo.

    Sobre la interpretación del simbolismo del capitel, que parece que representa a arpías, te dejo este enlace con la página del Círculo románico que se refiere al mismo.

    Más cosas, El Diario de Burgos publica:

    El "maestro de Palamós" pudo trabajar en la última etapa de Silos
    I.L.H

    Siete días después de que los dueños de la finca Mas de Vent abrieran su jardín a técnicos y periodistas para ver de cerca el claustro románico que desde 1959 adorna su piscina, hay algunos detalles que ya nadie pone en duda. El más importante es el de su autenticidad. Los expertos que han podido tocar la piedra y analizar sus relieves coinciden en que es original. La segunda certeza es que el claustro de Palamós (Girona) está relacionado con el de Santo Domingo de Silos. A partir de ahí todo lo demás son hipótesis que hay que corroborar, pero algunas toman un importante peso a juzgar por los razonamientos de los expertos.
    La posibilidad que avanzó este periódico de que el origen del claustro esté en el antiguo monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán es refrendada -con todos los matices que encierra una hipótesis- por expertos como Félix Palomero (que realizó su tesis doctoral sobre este tema) o los profesores de las universidades de Burgos y Valladolid, René Jesús Payo y José Ignacio Sánchez Rivera, respectivamente. El presidente de la Fundación Santa María La Real, José María Pérez Peridis, que el viernes pasado tuvo acceso al claustro, también lo cree: «Para mí es la hipótesis central. Está bien fundada y entre las posibilidades que se barajan, tanto Gerardo Boto -el investigador que sacó a la luz este tema- como yo, la de San Pedro es la primera. Tiene muchas papeletas».
    Lo que el maestro de Palamós, al que bajo estas hipótesis podríamos llamar el maestro de Gumiel, hizo en el claustro redescubierto en la finca de Girona es recrear las composiciones de Silos y adaptarlas. «Es un maestro que conocía Silos y que interpreta el estilo en un sitio cercano, probablemente años más tarde. Pero es también un gran maestro», asegura Peridis.
    Félix Palomero va más allá y, tras analizar los capiteles de Silos y Palamós -y también los que se conservan de San Pedro- concluye que el maestro del claustro conservado en Girona pudo incluso trabajar en la última etapa de Silos. Por «los restos conservados en Palamós, obra que parece de las tres últimas décadas del siglo XII    -algún capitel pudiera ser anterior y de otra procedencia-, por las formas que presentan los capiteles, el tipo de trabajo, la temática y la concepción general de relieve, tipo de labra y composición, estamos ante un taller que está muy próximo a las formas y trabajo del último taller del claustro inferior de Silos».
    «Incluso se podría decir -continúa- que quien realiza el trabajo del claustro conservado en Palamós -lo que ha llegado hasta nosotros- conoció y tal vez trabajó en la última etapa de obras del susodicho claustro inferior de Silos. Me atrevería a afirmar que es un maestro retardatario, pues sus modelos en muchos aspectos son más bien los trabajos y temas de la primera etapa del claustro silense, ante todo los trabajos del maestro de la galería Este. Tal vez una parte importante de estos capiteles son más antiguos de lo que a primera vista se ha dicho y debamos buscar relaciones con modelos no de mediados o de la segunda mitad del siglo XII sino más bien algo anteriores».

    EL MONASTERIO DE SAN MILLÁN DE JUARROS

    Aunque la hipótesis de que los restos de Palamós correspondan a Gumiel de Izán sigue siendo la primera opción, el profesor y experto en románico Félix Palomero introduce un nuevo lugar de la provincia entre los monasterios posibles.
    Palomero apunta, también como opción, a monasterio premonstratense de San Cristóbal, en la localidad de San Millán de Juarros. De este cenobio, como pasa con el de Gumiel, no se conserva apenas nada ni se tienen datos de lo que ocurrió con él tras la desamortización.
    El monasterio tuvo en su día envergadura suficiente para haber construido un claustro de tales dimensiones y también está vinculado a Santo Domingo de Silos. Como tercera pata para dar forma al rompecabezas, Palomero destaca igualmente su relación con el reinado de Alfonso VIII, cuyo escudo ha aparecido en el claustro de Palamós.

    -----------------------

    También se han publicado en el Canal Patrimonio:

    Impresiones de una visita al claustro de Palamós de Jaime Nuño González, Director del Centro de Estudios del Románico

  • ernesto

    Gracias Percha

  • Percha

    En El País de hoy domingo:

    ¿Un claustro para ‘Ciudadano Kane’?

    Montaje en agosto de 1952 del monasterio de Sacramenia, comprado por Hearts, en Miami. La estatua es de Alfonso VII. / BETTMANN/CORBIS

    José Ángel Montañés

    La historia del claustro de Palamós, la construcción de estilo románico que irrumpió en los medios de co..., podría ser el guion de una película de intriga en la que la realidad supere a la ficción. De entrada, el claustro llevaba más de 50 años casi oculto en una finca propiedad de los herederos de Hans Engelhorn, el alemán que lo compró en 1958. Luego se supo que había llegado desde Madrid, piedra a piedra, tras permanecer más de tres décadas en el patio de la casa de Julián Ortiz y su familia. En el claustro, como si fuera una estancia más de la casa, convivían las gallinas y los niños recién nacidos con las reuniones familiares de los domingos, en los que no faltaba un arroz con paloma.

    Esta historia llena de interrogantes, como el lugar donde el anticuario Ignacio Martínez Martínez compró los restos en 1931, --quizá en Gumiel de Izán, Burgos--, toma un nuevo giro al buscar sentido a la operación que supuso montar el claustro en Madrid, en la que intervinieron 30 operarios durante varios años. “Lo querían montar rápido para venderlo a los americanos”, recuerda Juan Manuel Ortiz, de 86 años, que decía su padre Julián, el restaurador represaliado. Y sin duda fue así.

    Ignacio Martínez fue un anticuario del que conocemos pocos datos. Juan Manuel recuerda que al comenzar la Guerra Civil, se trasladó a vivir a Barcelona. Los anticuarios de mayor edad, de una y otra ciudad, no recuerdan a ningún Martínez con esas características o no quieren hablar. Tampoco Frederic Mares, cuando publicó en 1977 sus memorias de coleccionista, lo mencionó en su relación de todos los anticuarios que conoció en las dos ciudades.

    Sabemos que, al menos, desde 1928, Martínez vivía en Madrid, en la calle Ángel Muñoz, número 17, de Ciudad Lineal, al lado de donde luego se montó el claustro (Ángel Muñoz, 7 al 11) en unos terrenos que eran de la marquesa Agueda de Martorell. Conocemos también que fue un hombre de suerte. En enero de 1931 varios periódicos informaron de que le habían tocado 18.000 pesetas en la lotería, tras comprar unas participaciones en Zamora. Una cantidad estimable, pero no una fortuna.

    Según recuerda Ortiz, Martínez estaba bien relacionado con la gente adinerada de Arturo Soria y participaba en la vida social de la capital. La suerte o las buenas relaciones le llevaron a entrar en la órbita de uno de los hombres que más dinero y obras de arte manejaba en la España de entonces: Arthur Byne (Filadelfia, 1884), un fotógrafo y dibujante del arte, metido a comerciante de altos vuelos, nada escrupuloso, que vendió todo el patrimonio que pudo a sus clientes americanos, sobre todo a William Randolph Hearst, el magnate de la prensa que inspiró a Orson Welles su película Ciudadano Kane, y que fue el mayor comprador de antigüedades de los años veinte y treinta del siglo XX.

    Byne vino a España por primera vez en 1910 y dos años después estaba instalado en Madrid comisionado por la Hispanic Society, institución para la que publicó una serie de trabajos sobre arte y arquitectura de gran difusión y que se convirtieron en catálogos de compra para los magnates ávidos de comprar.

    El americano y su mujer gozaron de muy buena reputación e incluso fueron condecorados en 1927 por Alfonso XIII por los servicios a la cultura española. José Miguel Merino de Cáceres, el investigador que más ha estudiado las acciones de Byne, asegura: “Su aparente buen nombre solo era la fachada tras la que se escondía un gran farsante y un gran especulador”.

    Foto: El millonario americano W. R. Hearst. / BETTMANN/CORBIS

    Byne proporcionó a Hearst todo lo que estuvo a su alcance: el monasterio de Sacramenia, de Segovia, en 1925; la reja de la catedral de Valladolid y el patio del palacio de los condes de Ayamans, de Mallorca, en 1929; partes del castillo de Benavente, en 1930; el monasterio de Santa Maria de Óvila, en 1931, además de cientos de piezas, entre las que destacan 65 artesonados, de los 140 que llegó a adquirir Hearst. Todo se cargaba en barcos para decorar alguna de las casas del magnate. El destino final fue el delirante complejo de San Simeón, en California, que había comenzado en 1919, y que llenó de piezas españolas siguiendo elSpanish Revival Style, de moda en esa época.

    Pero hubo un edificio que Byne no pudo venderle: el convento de Calera de León, en Badajoz, una historia en la que aparece el anticuario Martínez, comohombre de paja de Byne. En septiembre de 1932, Martínez, como propietario de los restos del convento, solicita autorización para derribar y trasladar a Madrid las bóvedas del exconvento, que había comprado dos años antes, por 50.000 pesetas. En la operación cedía al Estado el claustro, las fachadas y los terrenos. Tras un tira y afloja y acusaciones varias, en 1934, el Consejo de Ministros impidió la operación de desmontaje del convento, que ya había sido declarado monumento protegido. Merino ha reconstruido mediante las cartas y telegramas conservados en la Universidad Cal Poly de San Luis Obispo, California, la accidentada relación comercial entre Byne y Julia Morgan, la arquitecta de Hearst, que, en este caso, acabó mal. Una tarea nada fácil porque en todo momento se intentó no dejar pistas y se utilizaron nombres claves, como “longceil”, “arabitceil” o “salamancaceiling” para cada operación, que Byne firmaba con el nombre de su esposa: Stapley o Ylepats, al revés.

    Por esas mismas fechas, en 1932 el Consejo de Ministros acordó pagar a Martínez 60.000 pesetas por una pila bautismal del siglo XI, una figura de la Virgen del siglo XII y un balcón de madera árabe del siglo XIII, que había ofrecido el año anterior. En todas estas acciones estaba detrás Byne, ya que, según Merino “Martínez era un anticuario de medio pelo, una tapadera de las acciones del estadounidense”.

    En este contexto aparece el claustro en Madrid. “Es posible que en origen estuviera derruido y se montara para poder dibujarlo y fotografiarlo y así venderlo mejor”, conjetura el profesor de la Universidad de Girona, Gerardo Boto. Desde que apareció en esta historia el nombre de Martínez, Boto tuvo clara la conexión con Byne, y que “el americano” que se llevaría el claustro no era otro que Arthur Byne.

    Merino puntualiza: “Hearst, aparte de para decorar sus casas, compraba para hacer un museo en Berkeley, con la idea de imitar a Rockefeller, que en la costa Este estaba construyendo The Cloisters [en Manhattan]”. Por eso, según Merino, Hearst compró hasta nueve claustros italianos, franceses e ingleses. Pero la crisis de 1929 le hizo desistir. Según este arquitecto, catedrático de Historia de la Arquitectura, los claustros, tras permanecer desmontados en almacenes durante varios años, acabaron desperdigados en Florida, Bahamas o México.

    Por eso, si el claustro sito en Palamós se compra en 1931 o llega a Madrid en esa fecha, Merino no descarta que Byne, intentara vendérselo a otros ricos estadounidenses y coleccionistas como Addison Mizner, que construyó un poblado español en Palm Beach, George Fox Steedman o Archer Milton Huntington: “Pero esa documentación la conozco poco”, asegura. Y en eso coincide con Boto: “en la década de los años treinta Byne amplió su cartera de clientes”.

    El hecho de que la operación de Calera de León, entre Byne y Martínez, no avanzaba según lo esperado y que, además, Hearst había cambiado de planes, pese a que compró a Byne un monasterio entero, el de Ovila, en 1931, hicieron que el claustro permaneciera más tiempo de lo previsto en Madrid. Pero el obstáculo definitivo fue la trágica muerte de Byne la noche del 16 julio de 1935 en accidente de tráfico, tras colisionar con un camión en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). Boto tiene claro que la venta del claustro no se realizó porque había desaparecido su vendedor. La Guerra Civil de 1936 y la salida de la ciudad de Martínez hicieron que la venta del claustro fuera ya imposible. Quizá por este aciago final de Byne y el estallido de las dos guerras, la Civil y la Mundial, el claustro se quedó en España.

    Los Ortiz siguieron conviviendo con esta enorme estructura en su casa hasta que en 1957 recibieron la visita de Federico, hijo de Ignacio Martínez, asegurando que ya tenía un comprador. Según los actuales dueños, en el contrato de compraventa firmado en julio de 1958, figura el nombre de Eutiquiano García Calles. A diferencia de Martínez, este anticuario bejarano sí fue una persona conocida en la España de los años cincuenta y sesenta que recibía, desde 1951, en su tienda de la Plaza de Santa Ana a la alta sociedad del Madrid franquista. “Eutiquiano no era un hombre que tratara con piezas de alta época”, recuerda el galerista Manuel Barbier que lo conoció. Marés comenta: “Su fuerte no eran las antigüedades sino las blondas, los bordados y las joyas”. Por eso, quizá, Carmen Polo de Franco le visitaba a menudo. La relación entre Ignacio Martínez y Eutiquiano García, que hizo que el claustro acabara en Palamós, es otro enigma de esta historia apasionante. Y en su hilo argumental se encuentra el industrial Hans Engelhorn, su exquisito gusto estético y el ambiente cultural en la Barcelona de los cincuenta.

  • Percha

    También el blog, ya mencionado, Historias Matritenses dedica una segunda entrada a este apasionante asunto:

    El Claustro de la Ciudad Lineal (II)

  • Roberto

    Noticia en Románico Digital en la que muestran las imágenes del claustro que se conservan en el IPCE tomadas del Archivo Moreno. Detalles a una resolución bastante alta de casi (33) cada uno de los capiteles, tal como se encontraban conservados en los años 30 en Madrid. Es extraño que estando en una fototeca pública ningún especialista se plantease la procedencia hasta hace tan poco tiempo. Hay que decir que a excepción de los capiteles que parecen poseer una cierta erosión el resto parece bastante nuevo. 

    Tenemos las imágenes del claustro de Palamós realizadas en los años 30 en Madrid

    jueves, 21 de junio de 2012
    En la Fototeca del Patrimonio Histórico Español se conservan las imágenes del claustro realizadas en los años 30

     

    Las piezas fueron adquiridas por el anticuario zamorano Ignacio Martínez en los años 30; y para acompañar el inventario de la obra se valió del fotógrafo Vicente Moreno.

    Las fotografías realizadas en esa época permanecen aún en el Archivo Moreno, denominado en su tiempo Archivo de Arte Español, se trata de uno de los archivos fotográficos más importantes de España sobre temática patrimonial. Según las fuentes de la FPHE, dicho archivo fue creado entre 1893 y 1954 por el fotógrafo Mariano Moreno García (Miraflores de la Sierra, 1865-Madrid, 1925) y su hijo Vicente Moreno Díaz (Madrid, 1894-1954). La obra de ambos fotógrafos se caracteriza por una gran calidad técnica que, unida a su sensibilidad estética, dota a las imágenes de un singular valor artístico y documental. El archivo consta de más de 60.000 placas negativas de diversos formatos en soportes de vidrio y plástico, que reproducen obras de arte y monumentos de buena parte del territorio español y muy especialmente de Madrid.

    En los links que ofrecemos más abajo podemos ver el estado del claustro y los capiteles durante su ubicación en Madrid.

     

     

    Claustro:

    http://www.mcu.es/fototeca_patrimonio/Visor?usarVisorMCU=true&a...

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    El claustro en su emplazamiento actual. Foto: Jaime Nuño/ FSMLReal 

     

     

    Capiteles:

    http://www.mcu.es/fototeca_patrimonio/Visor?usarVisorMCU=true&a...

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    Detalle de los capiteles de Palamós. Foto:Jaime Nuño/Archivo FSMLReal

     

    La situación actual del claustro reubicado en Palamós se puede comprobar aquí, en nuestra galería.

    Son las imágenes realizadas por Jaime Nuño, director de la Enciclopedia del Románico de la Fundación Santa María la Real, durante la visita que los medios de comunicación hicieron a la finca Mas del Vent el pasado 8 de junio.

  • José Luis Santos Fernández

    Un investigador concluye que el claustro de Palamós es un plagio del siglo XX

    Foto: El anticuario zamorano Ignacio Martínez posa en el claustro, instalado en Madrid. / Archivo Moreno.

    El anticuario Ignacio Martínez montó las piezas para hacer gran negocio que la guerra truncó.

    Fuente: José Mª. Sadia, Zamora | La Opinión Coruña.es, 28 de junio de 2012

    Aprovechando la fiebre americana de principios del siglo pasado por el patrimonio español, el anticuario zamorano Ignacio Martínez emprendió un gran proyecto que le llevaría once años de su vida. Intermediario de bienes de arte de segunda fila -participaba en operaciones con el célebre comerciante Arthur Byne-, Martínez optó por crear su propia reproducción de un claustro románico que montaría en una finca privada del barrio madrileño de Ciudad Lineal para poder comercializarlo. Diseñado por un arquitecto experto en arte medieval y fabricado por experimentados canteros, el anticuario tomaría varias fotografías de aquella imitación para promocionarla y venderla por unos cinco millones de pesetas.

    La empresa duró, quizá, más de lo previsto. Las obras se iniciaron en 1931 y finalizaron en torno a 1942. Para entonces la Guerra Civil y la II Guerra Mundial empañaron la operación. Martínez se marchó a Barcelona y la galería dormiría una larga siesta hasta los años cincuenta, cuando finalmente fue adquirido por un millonario alemán, que lo trasladó y lo instaló en la finca privada de Mas del Vent, en Palamós. Hace semanas, el historiador Gerardo Boto reclamaba la atención para el supuesto claustro románico que para el doctor en arquitectura José Miguel Merino de Cáceres es "solo una reproducción". Tampoco "una copia", porque "plagiaron el estilo, no la obra".

    Es así como, en principio, se resuelve la apasionante singladura de un claustro que no llegó a cruzar el Atlántico como sí lo hicieron las distintas piezas de los monasterios de Sacramenia y Fuentidueña (Segovia) o Santa María de Ovila (Guadalajara). Operaciones con destino al magnate de la prensa americana William Randolph Hearst en las que fue colaborador necesario el afamado dibujante Arthur Byne, el mismo que trasladó a Estados Unidos varias piezas del derruido Castillo de Benavente para levantar en Berkeley un gran museo de arte medieval que nunca llevó a abrir sus puertas.

    El propio anticuario zamorano Ignacio Martínez fue testaferro de Byne en varias operaciones. Ambos colaborarían de nuevo en la venta de un nuevo claustro, pero la repentina muerte del ilustrador americano fue otra piedra en el camino.

    El experto en arquitectura medieval Merino de Cáceres seguía la pista de Byne junto a su colaboradora María José Martínez en un trabajo de documentación para un libro sobre venta y expolio de arte español que saldrá a la luz el próximo septiembre. Fue entonces cuando aparecieron multitud de imágenes sobre "un claustro en el medio de la nada" dentro del archivo Moreno que custodia el Ministerio de Cultura. "Tenía un aspecto acartonado, un tanto sospechoso", refleja el arquitecto. En otra foto aparecía un "hombre rico, opulento" junto a la galería. Era el zamorano Ignacio Martínez, "orgulloso" de su obra.

    Los investigadores intentaron documentar el origen del extraño conjunto a través de los catálogos monumentales de Gómez Moreno o Torres Balbás. "Nadie hablaba de él y pensamos que era una imitación", apunta Merino de Cáceres. Pasaron las semanas y el claustro se convertía en objeto de los medios de comunicación. No estaba ya en el barrio de Ciudad Lineal, sino en una finca privada de Palamós, junto a una piscina.

    Expertos en arte de todo el país hacían quinielas sobre su origen. Por el estilo, la mayoría lo situaba en el entorno de Burgos, Segovia y Palencia. La factura de los capiteles, que recordaban el estilo de la escuela burgalesa de Silos, era la clave. Pero sobre el origen, ni una certeza.

    Fue así como Merino de Cáceres y María José Martínez retomaron la investigación sobre el supuesto claustro medieval, del que ahora concluyen que es "una reproducción". El arquitecto de la Politécnica de Madrid admite que no ha visto el claustro "al natural" aunque defiende: "Llego a unas conclusiones después de unos razonamientos, aunque puedo estar equivocado".

    ¿Cuáles son esas claves? Las medidas de la galería, el deterioro de la labra con respecto a las fotografías de los años treinta, el confuso programa iconográfico y el procedimiento del anticuario Ignacio Martínez llevan a los investigadores a consolidar su postura.

    Precisamente, a Merino de Cáceres le llamó la atención el aspecto que los sillares mostraban en las fotografías de Gómez Moreno. "El claustro estaba nuevecito, no tenía pátina y muestra las marcas de un cepillo de cerdas de acero para envejecer la piedra y, además, carece de restos de labra, no tie0ne la huella del hacha ni del trinchante", explica. Sin embargo, la notable estética del conjunto en las imágenes de principios de siglo cambia de manera radical en las fotografías actuales de la galería de Palamós. Está desgastado, deteriorado. "¿Cómo es posible que sufra un deterioro mayor en ochenta años que en los supuestos ochocientos que tendría de ser medieval?", se pregunta el arquitecto. La respuesta es sencilla: los ejecutores de la nueva construcción obviaron la aplicación de la pátina de protección que se aplicaba en la Edad Media para evitar el castigo de la humedad y del paso del tiempo.

    Había también otro aspecto que no terminaba de casar. "¿Para qué van a montar en otro sitio un claustro que pudieron fotografiar y documentar en el emplazamiento original?", se pregunta Merino de Cáceres. El único motivo era la posible ruina de la galería, pero "las fotos demuestran que tiene un aspecto impecable" en los años treinta.

    En plena efervescencia mediática, un miembro de la familia que se encargó de instalar el claustro en el patio de una casa en Ciudad Lineal da a los investigadores otra pista al hablar del montaje de una obra que venía de Salamanca. El doctor en Arquitectura sitúa el origen de la piedra en la cantera salmantina de Villamayor, "estaba abierta todavía en los años treinta y había muy buenos canteros", argumenta. Y así aparece la pieza que hace encajar todo el puzle. Ignacio Martínez encargó el claustro a un arquitecto que mandó fabricarlo en Salamanca piedra a piedra. Desde allí, la mercancía fue trasladada a Madrid para montar el claustro y exhibirlo a posibles compradores.

    Asimismo, la iconografía de la supuesta galería medieval no terminaba de cuadrar. Merino de Cáceres consultó la opinión de la experta Inés Ruiz Montejo, quien le responde que "es una mezcla de temas de distintos bestiarios impropia de artistas medievales porque eran muy serios y profesionales. Hay un lenguaje, unos modelos, un bestiario que funcionaron en los siglos XI y XII bajo una serie de leyes que no se cambiaban".

    Por último, el profesor de la Politécnica de Madrid hablaba en este medio la pasada semana de las "sorprendentes medidas" de la obra de Palamós. A Merino de Cáceres le parecieron tan perfectas que había algo raro. "En los claustros, se regulariza la planta y la organización de los monasterios aunque finalmente se desvirtúan las medidas por circunstancias como la orografía", explica. En cambio, esta obra era "sorprendentemente perfecta", fabricada por "un buen arquitecto" y con un "extraordinario resultado".

    Así, el zamorano Ignacio Martínez, quizá con la ayuda de las 18.000 pesetas que gana con una lotería comprada en 1931 en su ciudad natal, financia una obra que termina una década más tarde. Uno de los principales compradores, Randolph Hearst ya está en la ruina y aquella fiebre por el arte español había comenzado a apagarse. El claustro se queda a vivir en Ciudad Lineal durante años a la espera de un nuevo comprador.

  • José Luis Santos Fernández

    Vaya, pues parece que finalmente nuestra contertulia Alicia Canto tenía razón en sus sospechas de que el claustro podía ser falso. En dos comentarios del pasado 8 de junio (http://terraeantiqvae.com/profiles/blog/show?id=2043782%3ABlogPost%...) ella decia: "Sin ver personalmente el de Palamós, sólo con las fotos que se han ido publicando, es un riesgo opinar. A primera vista su estado de conservación parece demasiado bueno, al menos para poder descartar la hipótesis de San Gumiel. Las vistas más cercanas serían unos tramos del vídeo de Antena3 que puso ayer Percha. He congelado y ampliado uno de los fotogramas, y ciertos detalles que veo me inclinarían a pensar que es una copia....Parece que los expertos enviados optan por la autenticidad, aunque necesitan unos días más (si bien, sólo con los datos que hay disponibles, ¡nunca sería "de cartón-piedra"!). Pero, fíjeseincluso en las fotos que acaba Ud. de poner se aprecia el perfecto estado de las columnas; eso es casi imposible en un edificio del siglo XII que no haya sido nunca restaurado ni cuidado."

  • Paloma

    Pues yo me había convencido, después de leer todas las opiniones, que el resultado del enigma era una combinación de elementos antiguos, los capiteles, con otros nuevos, las columnas, entre otros. 

  • Roberto

    Como Paloma yo también estoy sorprendido por este momentaneo final de la historia. Como dije en el comentario anterior en las fotos del Archivo Moreno, excepto los capiteles, el resto parece muy nuevo. Roturas en cornisas, pero apenas el desgaste lógico que debería presentar la parte exterior de los arcos por el clima del norte. Pero los capiteles si parecían presentar un cierto desgaste y una cierta antiguedad. 

    Si es cierto que la obra es de piedra de villamayor no entiendo la tardanza de los técnicos de la Generalitat en dar un veredicto definitivo y parece difícil que gente como Broto o Peridis acostumbrados a ver obras románicas y seguramente conocedores del románico de Salamanca no identificaran la muy reconocible piedra charra.

    Veremos como continua el culebrón histórico artístico del verano.

  • Abo

    Tiene ustéd razón, Roberto, ..."Veremos como continua el culebrón histórico artístico del verano".

    Es que si tales obras se iniciaron entre los años 1931 y finales de 1942, como se dice en el artículo de José María Sadía, las fechas son relativamente modernas, vamos que aún hay gente que pudo colaborar y encontarse aún vivas o fallecidos en estos últimos quince o veinte años.   

    Se sabe el lugar de extración de la piedra que dicen de una cantera de Salamanca y por lo tanto los canteros, supongo, lo eran también de esa zona.  Posiblemente el arquitecto [ "Diseñado por un arquitecto experto en arte medieval" ]  fuera también salmantino, nada raro.   

    Ante posicionamientos tan dispares de expertos profesionales en románico cabe pensar que el tema es bastante complicado para un "amigo" del románico, como lo puedo ser yo, pronunciarse en lo que aparentemente parece un auténtico de la época.  Si es un falso, la imitación es buena aún con piezas nuevas como es normal en casi todas las reconstruciones en que siempre se pierde alguna  o se rompen otras y esto se nota a simple vista como ya lo han apreciado algunas personas.

    Pero es que hay algo que me llama poderosamente la atención y es lo siguiente:

    Si el doctor en Arquitectura José Miguel Merino de Cáceres, que hizo trabajos de investigación al respecto del conocido claustro de Palamos, ¿cómo no llega a dar con el nombre del colega director del falso tan reciente?.  ¿Cómo no encontró familiares de los canteros que tales piezas labraron?.   Estas cosas se comentarían en las familias tanto del director de la "obra" como las de los currantes canteros que llevaron a "feliz" término este polémico descubrimiento e incluso entre los compañeros de profesión que posiblemente algunos aún pueden vivir.   Es algo a tener en cuenta y es muy posible que algo se comente en ese libro que se anuncia.

    Por eso, pienso, que será el culebrón del verano como apunta el contertulio Roberto.

  • Percha

    Estoy con Roberto y Abo, creo que todavía queda culebrón para rato. La noticia aportada por José Luis es muy interesante y parece bien argumentada pero creo que hay que esperar a ver que dicen, tanto los técnicos de la Generalitat, como el Sr Boto. Me cuesta creer que estos, o Peridis y demás expertos, que han visto el claustro estén tan equivocados. Yo, como Paloma, también me había hecho la idea de que se trataba de una recreación moderna con elementos antiguos, pero lo dicho "wait and see" ;-)

    En todo caso, siguen apareciendo expertos en diversas disciplinas que proponen nuevas alternativas. Recientemente en La Nueva España:

    «Es muy verosímil que el claustro de Palamós sea del monasterio ove... 

  • Alicia M. Canto

    José Luis: Gracias por recordar mis tempranas reticencias con respecto a este imponente (demasiado...) claustro. Comparto igualmente la extrañeza de Paloma, Roberto y Percha de que tantos expertos en románico, y sociedades dedicadas a él, no hayan tenido sombra de duda sobre la autenticidad. Aunque también anoté aquí, por aquellos primeros días del boom periodístico (del 5 al 8 de junio), que el Dr. Boto me parecía más precavido y expectante tras la visita de los tres técnicos de la Generalitat (primer y segundo comentarios, ambos del día 8/6). Algo que me llamó mucho la atención, aunque las seguridades sobre la autenticidad, y las propuestas sobre el posible origen, hayan continuado, y sido mayoría indiscutible.

    Ahora bien, no menos me han extrañado las afirmaciones del Prof. Merino de Cáceres aparecidas el día 28 de junio, de las que se hizo eco José Luis el jueves pasado. Porque los días 21 y 22 de junio este mismo experto aseguraba, con el mismo aplomo, que el claustro era auténtico, de comienzos del siglo XII, que seguía el estilo del Primer Maestro de Silos, e incluso, con cierta sonrisilla complicidad y misterio, que era "de la provincia de Burgos... esto, es castellano...".

    Este dictamen, apenas 6 días antes, se emitió en este brevísimo reportaje de "Madrid Oculto", en el Diario de la Noche (el de Ana Samboal) de Telemadrid, el 21 de junio:

    Mientras, en los reportajes de prensa paralelos a su actual opinión, da a entender, bueno, afirma claramente, que él de antes ya sospechaba que no era bueno, para un libro que saldrá en septiembre, con frases como:

    "El experto en arquitectura medieval Merino de Cáceres seguía la pista de Byne junto a su colaboradora María José Martínez en un trabajo de documentación para un libro sobre venta y expolio de arte español que saldrá a la luz el próximo septiembre. Fue entonces cuando aparecieron multitud de imágenes sobre "un claustro en el medio de la nada" dentro del archivo Moreno que custodia el Ministerio de Cultura. "Tenía un aspecto acartonado, un tanto sospechoso", refleja el arquitecto" [...] . "Los investigadores intentaron documentar el origen del extraño conjunto... Nadie hablaba de él y pensamos que era una imitación", apunta Merino de Cáceres"[...] ¿Cuáles son esas claves? Las medidas de la galería, el deterioro de la labra con respecto a las fotografías de los años treinta, el confuso programa iconográfico y el procedimiento del anticuario Ignacio Martínez llevan a los investigadores a consolidar su postura.[...] Precisamente, a Merino de Cáceres le llamó la atención el aspecto que los sillares mostraban en las fotografías de Moreno. "El claustro estaba nuevecito, no tenía pátina y muestra las marcas de un cepillo de cerdas de acero para envejecer la piedra y, además, carece de restos de labra, no tiene la huella del hacha ni del trinchante", explica. [...] Por último, el profesor de la Politécnica de Madrid hablaba en este medio la pasada semana de las "sorprendentes medidas" de la obra de Palamós. A Merino de Cáceres le parecieron tan perfectas que había algo raro. "En los claustros, se regulariza la planta y la organización de los monasterios aunque finalmente se desvirtúan las medidas por circunstancias como la orografía", explica. En cambio, esta obra era "sorprendentemente perfecta", fabricada por "un buen arquitecto" y con un "extraordinario resultado..."

    Me parecen muy bien todas estas observaciones, y sobre todo una de las que ahora hace ("¿Para qué van a montar en otro sitio un claustro que pudieron fotografiar y documentar en el emplazamiento original?"). Pero, como lectora crítica, no me encaja en absoluto que estas sospechas las tuviera él desde el principio ("En plena efervescencia mediática, un miembro de la familia que se encargó de instalar el claustro en el patio de una casa en Ciudad Lineal da a los investigadores otra pista al hablar del montaje de una obra que venía de Salamanca..."), o sea, entre el 5 y el 12 de junio, pongamos por caso, con lo que el mismo autor afirmaba el 21 de junio: Claustro auténtico, comienzos del XII, inspirado en el primer Silos, y origen Burgos.

    Más curioso aún: en un reportaje del día siguiente, el 22, por el contrario descartaba Burgos, y decía saber el origen del claustro, pero no poder o querer darlo a conocer:

    http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2012/06/22/claustro-palamos-...

    Doctor en Arquitectura y profesor en la Escuela Politécnica de Madrid 

    José Miguel Merino de Cáceres

    «El claustro de Palamós no es de Segovia ni de Burgos»

    Merino de Cáceres sabe ya «con rotundidad» de dónde procede la celebre galería y advierte que su origen «no está ni en Burgos ni en Segovia» como han apuntado las principales quinielas. Hoy mismo desvelará el secreto....

    -¿Cómo ha asistido al fenómeno mediático que ha provocado el claustro de Palamós?

    -Me parece muy bien que la gente recupere el interés por el patrimonio.

    -Dicen los conservadores que para comprobar la procedencia de un claustro, es necesario tener una fotografía, un plano, una factura… ¿Usted tiene alguna prueba de este tipo sobre la obra de Palamós?

    -He medido el claustro y lo tengo dibujado, sé las dimensiones. El claustro es perfecto, es clásico de 99 pies. Es realmente sorprendente.

    .........

    Espero que en la obra que publicarán en otoño él y su colega se ocuparán de fundamentar estas sospechas, y la cronología de las mismas, mejor de lo que ahora me parece que están. No se puede estar tan seguro de que el claustro es bueno los días 21 y 22 de junio, y el 27 o 28 decir que es todo falso. Bueno, se puede cambiar de opinión en pocos días, a base de las informaciones y opiniones que uno va leyendo, claro. Pero lo que no se puede es a la vez querer dar a entender que uno "ya lo sospechaba desde el principio". Porque no está bien, y además porque luego vienen las pruebas de hemeroteca a desmentirle a uno (para los viejos "rockeros veleyenses" de Celtiberia.net y Terraeantiqvae, ¿no nos suena esta actitud a algo familiar? ;-)).

    .........................

    Ítem más, unos datos extra:

    Soberbia colección de 180 fotografías, debidas a la Fundación Santa María la Real, presidida por Peridis, en Flickr, a través de romanicodigital.com. Ésta es " La mayor base de datos documental del Románico Español, totalmente accesible desde internet con más de 100.000 referencias y sigue en aumento".

    Tienen espacio en Facebook, en el que el entusiasmo inicial parece algo desinflado.

    Por último, por si ayuda a alguien a cultivar o reforzar su sentido crítico ante este tipo de hallazgos "inauditos" (desde el punto de vista de alguien que trabaja hace años en el apasionante mundo de los falsos y las copias), voy a poner dos de las fotos, de entre las de la galería que acabo de citar en Flickr, que resumen lo que a mí más me llamó la atención desde el principio (y, con perdón, esto sí tiene "prueba de época"). La primera muestra una insólita combinación de acabados, estilos y pátinas, en sólo un pequeño sector:

    mientras la segunda muestra cierta verdad sobre los capiteles: que los que parecen buenos son los que están en el suelo, y no montados sobre columnas y arquerías.

    Cuando uno escudriña y compara, se da cuenta enseguida de que ahí hay algo que "dont'works", que dirían los anglófonos, que "no funciona". Dejando siempre un resquicio para el error humano, of course! ;-)

    Y "to be continued", me temo. Esperemos (en plan "análisis grafológico") a ver qué dictaminan los tres técnicos de la Generalitat de Catalunya. Casualmente, el 6 o 7/6 mandaron a Palamós un arquitecto y dos arqueólogos... ;-), así que no faltará mucho para que puedan llegar a una opinión fiable. Saludos.

  • José Luis Santos Fernández

    Un ‘ejercito’ de técnicos para el claustro de Palamós. Diez expertos emitirán un informe a mediados de este mes

    Foto: Vista del claustro en los jardines de la finca Mas del Vent en Palamós. © MARCEL.LI SÁENZ.

    Fuente: José Ángel Montañés, Barcelona | El País.com, 2 de julio de 2012

    Todo un ejército de hasta diez miembros visitó ayer el claustro de estilo románico de Palamós para recabar nuevos datos de cara a un futuro dictamen. Sea por las críticas que recibió el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña por no incluir a ningún historiador del arte en el equipo que visitó a comienzos de junio el claustro, sea por la falta de resultados tras el análisis de los dos arqueólogos y el arquitecto que lo estudiaron, la Generalitat citó ayer, a las 11.30 de la mañana en la puerta de Mas del Vent, la finca donde está situado el claustro, a diez expertos dispuestos a aportar su grano de arena para resolver la dudas sobre esta construcción. Arqueólogos y arquitectos de la Generalitat, historiadores del arte, entre los que había conservadores del Museo Nacional de Arte de Cataluña, geólogos de la Universidad de Barcelona, restauradores del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña y varios expertos del Instituto de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, que cuenta con una base de datos con la información de todas las canteras españolas, decisiva a la hora de determinar la procedencia de la piedra, se personaron en Mas del Vent. Todos ellos estudiaron el claustro durante dos horas. Fuentes de la Generalitat confirmaron la visita y aseguraron que se trabaja “para tener resultados concluyentes a mediados de este mes”.

    El 7 de junio, dos días después de que EL PAÍS informara sobre la existencia del claustro, la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat envió a tres técnicos con el objetivo de elaborar un informe sobre cuándo fue creado y su lugar de procedencia: quizá el siglo XII y algún monasterio o iglesia de la comunidad de Castilla y León, tal y como apuntaban las primeras hipótesis. De esa visita solo trascendió que los técnicos aseguraron que el claustro “no era ninguna réplica de cartón piedra”. También que “en unas semanas” se tendría un resultado que podría llevar a iniciar un proceso para catalogarlo y protegerlo. Tras la visita de ayer parece que se está en el punto de partida.

    “El día que dé a conocer los resultados será con la seguridad de que no se van a cuestionar”, aseguró Joan Pluma, director general de patrimonio catalán, tras la primera visita y conocerse que los dueños cuestionaban la autenticidad de la obra, motivo por el cual no lo habían incluido en el inventario de patrimonio.

    Los diferentes especialistas convocados ayer tendrán que ayudar a confeccionar un informe para precisar el grado de autenticidad del claustro, subrayar qué partes se elaboraron hace siglos y cuáles son fruto de una reintegración moderna realizada por los operarios contratados por el anticuario Ignacio Martínez a partir de 1931, cuando los sillares fueron transportados, desde su lugar de origen, hasta un solar de Ciudad Lineal de Madrid.

  • Percha

    La Opinión de Zamora, el uno de julio:

    Jaime Nuño, Director del Centro de Estudios del Románico en la Fundación Santa María la Real: 

    «Si es auténtico, el claustro de Palamós está entre lo mejor de nue...

    José María Sadia

    La Fundación Santa María la Real es una de las instituciones más importantes del mundo en el estudio, divulgación y puesta en valor del arte románico. Cuando el redescubrimiento del claustro de Palamós tomó los medios nacionales, muchas miradas estaban puestas en el centro de Aguilar de Campoo, que acudió a la única visita que se ha realizado a la finca de Mas del Vent para inspeccionar el bien. Además de su presidente, el arquitecto José María Peridis, acudió Jaime Nuño, director del Centro de Estudios del Románico en la fundación. Lejos de un juicio apresurado sobre la autenticidad de la galería, Nuño llama a la calma para realizar una investigación pausada. De paso, apoya la labor del historiador Gerardo Boto, el experto que puso el foco de la actualidad sobre el claustro que el anticuario zamorano Ignacio Martínez comercializó en los años treinta del pasado siglo.

    Ante la irrupción del claustro de Palamós en los medios, ¿cómo reacciona la Fundación Santa María la Real?
    Ya conocíamos la obra por su publicación en la revista de Amigos del Románico. Tenemos muy buena relación con Gerardo Boto, que incluso desarrolla un curso de arte medieval en la fundación. Él lo da a conocer, todo se queda ahí y, de repente, irrumpe en la prensa nacional. Cuando supimos que los propietarios permitirían una visita a la prensa, asistí junto a José María Peridis, el presidente de Santa María la Real, e intenté tomar todas las fotografías posibles.

    —¿Cuál fue su primera impresión?
    Si me piden una opinión rápida, yo digo que es un claustro bueno con algunos añadidos bastante evidentes. ¿Puede ser una falsificación? Puede serlo, pero muy buena, pensada por alguien que conoce perfectamente el románico, algo complicado en los años treinta. Debemos darnos un tiempo para estudiar la iconografía e identificar posibles anacronismos. Yo recomendé hacer análisis petrológicos para conocer el origen de la piedra, y también de las pátinas y de los pólenes para saber cuánto tiempo ha dado vueltas por ahí.

    —No sale con una conclusión clara de la visita
    Mi primera impresión es que la obra es buena, pero la historia no se basa en «un vistazo simple». Si vas al médico y te diagnostican hepatitis solo porque tengas la cara amarilla, nadie se fiaría ya que puede ser un síntoma de otra enfermedad. El claustro está descontextualizado y llama la atención que no haya habido noticias de una galería tan grande. Además, hay influencias de muchos sitios, desde San Juan de la Peña a Salamanca y desde el sur de Palencia hasta el entorno de Silos. Todo esto nos lleva a una duda razonable. Es necesario hacer pruebas para determinar si es falso y, si es verdadero, habrá que saber de dónde procede. Sin datos, solo habrá especulaciones.

    —Queda claro que emitir un juicio sobre la autenticidad de la obra es muy complejo, ¿verdad?
    Fotografiar un claustro durante hora y media es distinto que estudiarlo. Solo cuando me di tiempo ante el relieve del castillo, el añadido más evidente, pude comprobar que está hecho de nuevo. Hay aspectos que apuntan a la autenticidad y otros, sin embargo, a la falsedad. A los historiadores se nos pide un diagnóstico inmediato y si acertamos solo es porque tenemos un cincuenta por ciento de posibilidades. Antes de decir un sí rotundo, hay que analizar y resolver las dudas.

    —¿Qué pruebas necesitamos para saber con rotundidad si el claustro es una obra medieval? ¿Son los estudios petrológicos la clave?
    Los estudios petrológicos solo nos dirán de donde procede la piedra. Si conocemos el origen, podremos establecer que fue edificado en un radio de unos treinta kilómetros por las dificultades del transporte que había en la Edad Media. Por ejemplo, sería extraño que la piedra se localizara en Madrid o Toledo. También se ha hablado de Villamayor, pero Salamanca no era una zona de grandes monasterios para tener un claustro de estas características. Todo apuntaba al origen de los grandes monasterios, como San Pedro de Gumiel de Izán (Burgos). Yo mismo lo pensé, pero no encaja porque allí no hay ese tipo de material. Si las canteras son de un sitio extraño, es un argumento a favor de la falsedad.

    —¿Qué información nos pueden dar las pátinas y las marcas de las piezas?
    Tenemos que estudiar las pátinas para saber qué elementos orgánicos e inorgánicos hay dentro de los capiteles. Si se han tratado de falsificar con un ácido, tal vez se pudiera detectar. Podremos ver, asimismo, coloraciones artificiales. Deberíamos también estudiar la erosión para saber si está descompensada. Por último, también he dicho que sería bueno hacer análisis de pólenes y restos de tierra para saber en qué sitos ha estado.

    —También se han emitido juicios sobre la superficie de la piedra tallada, ¿qué elementos se utilizaban en la Edad Media para trabajar?
    En época románica, se utiliza la escoda o trinchante en los sillares. Se trata de un hacha que tiene un filo por un lado y una punta o pico en el talón. Le dan hachazos a la piedra como si fuera un taco de madera porque el material es muy blando cuando sale de la cantera. Esta herramienta deja unas marcas muy características que se pueden apreciar si la erosión no las ha borrado. Este registro no se aprecia en Palamós ni en los sillares antiguos ni en los modernos, algo que nos impide emitir un juicio.

    —Usted ha pedido tiempo para el historiador Gerardo Boto
    Entiendo que los medios quieran respuestas rápidas y sencillas, pero Gerardo Boto, a quien corresponde realizar el estudio, necesita tiempo. Ha recibido mucha presión para que se mojara de alguna manera. Parece que si eres prudente y no das respuestas taxativas se puede entender que no tienes la suficiente categoría como investigador. Es todo lo contrario: cuando alguien con un simple vistazo dice sí o no, creo que debemos desconfiar. Los buenos historiadores son personas prudentes que prestan más tiempo a los elementos que menos encajan con la línea de la investigación. Los malos esconden lo que no les cuadra. Yo pensé en Gumiel de Izán desde el principio y ahora pienso que hay muchos elementos que no casan, ahí hay otra mano.
    —El experto en arquitectura medieval Merino de Cáceres ha hecho pública una sólida investigación en la que apunta a una reproducción ideada por el anticuario zamorano Ignacio Martínez. ¿Qué le parece su argumentación?
    Me da la impresión de que ninguno de sus argumentos es definitivo. Por ejemplo, dice que está mejor conservado en Madrid que en la actualidad siendo de origen medieval. Debemos tener en cuenta que un claustro expuesto al aire y al agua de la lluvia, sin ningún tipo de protección, ni en Madrid ni en Palamós, el deterioro ha podido ser mucho más rápido en estos años que en siglos anteriores.
    —Merino de Cáceres pone en cuestión que alguien trasladara el claustro para montarlo en otro sitio y poder así fotografiarlo y promocionar su venta
    La familia del restaurador que montó la galería declaró que la intención del anticuario era venderlo en Estados Unidos y ya se ha hablado de la relación de Ignacio Martínez con Arthur Byne. Puede que el negocio no se hubiera cerrado por la muerte de Byne y Martínez se quedara con el claustro y sin la operación hecha. Si estuvo veinte años en Madrid es porque no encontró comprador. A mí lo que me parece absurdo es que se levante la tapia de la finca de Ciudad Lineal más de un metro para proteger algo que no es auténtico. Si el claustro de San Juan de Duero de Soria lo encontramos en otro sitio, diríamos que es falso por su originalidad. Y sin embargo, sabemos que es verdadero. 

    —Ningún catálogo monumental de la época recoge información de la galería. Parece difícil que una obra así pasara desapercibida
    Del claustro de San Pedro de Gumiel de Izán no se conoce nada, ni siquiera un dibujo, pese a que fue un gran monasterio.

    —¿Por qué cree que toda España ha puesto sus ojos en Palamós estas últimas semanas?
    Hay varios factores. Por un lado, la Edad Media está de moda, es una época que atrae. El románico ha promovido la creación de gran cantidad de páginas en Internet. Asimismo, de ser bueno, el claustro de Palamós sería de lo mejorcito que hay en España. Como tercera reflexión, queda claro cuál es el poder de la prensa diaria. La revista Románico publicó la información de esta obra y pasó desapercibida. Solo cuando la prensa nacional lo saca en portada, adquiere la dimensión actual. 

    —El claustro ha puesto el foco en la despreocupación por conservar el patrimonio de la sociedad de principios del siglo pasado y cómo eso ha cambiado en la actualidad, ¿no cree?
    Entre la época de la desamortización y mediados del siglo XX se hicieron barbaridades inimaginables. El diccionario de Pascual Madoz, de mediados del siglo XIX, dice que las Murallas de Ávila estorban al crecimiento de la ciudad. Para los políticos de aquella época, todo lo que sonaba a Edad Media les recordaba al antiguo régimen y a la opresión señorial. Apostaban por eliminar los testimonios, pero así no acabas ni con la historia ni con el sufrimiento de la gente en aquella época. Por destruir el Valle de los Caídos no se va a acabar con el dolor de quienes murieron allí. Estamos demasiado acostumbrados a destruir y lo que hay que hacer es tener todo presente. Quien ignora la Historia está condenado a repetirla.

    —Frente al descuido y al olvido florecen ejemplos como el de Zamora, que actualmente restaura buena parte de su patrimonio románico. ¿Qué reflexión conviene hacer?
    En cada una de las piedras de Zamora hay algún gen de nuestros antepasados. Es nuestra cultura, la forma de vivir, de construir las casas, la de rezar, de enterrarse€ De relacionarse en sociedad. Las iglesias fueron hasta después de la Edad Media verdaderos ayuntamientos, puntos de información, de mercado€ Fueron el elemento regidor de la vida durante muchos siglos. Ser conscientes del valor que supone todo eso que nos hace a nosotros mismos como personas es fundamental. Debemos aprender a conservar todo eso, pero también a divulgarlo.

    —Santa María la Real hace una labor impagable en la puesta en valor del patrimonio. ¿Cómo juzga los primeros meses de desarrollo del portal Románico Digital?
    Estamos satisfechos porque estamos consiguiendo los dos objetivos marcados. El primero, construir la gran base de datos del románico español y europeo. También queremos que Románico Digital debe ser el gran punto de encuentro de los especialistas y aficionados en torno al patrimonio medieval. Nuestras enciclopedias llegan a 1.500 bibliotecas, mientras que la web llega a todo el mundo y esto es fundamental para enriquecer nuestra base de datos.

  • Alicia M. Canto

    Me había prometido a mí misma no intervenir más en este tema porque este papel de advocata diaboli que a veces tengo que ejercer no me gusta mucho. Siempre hay quien lo interpreta mal, y lo de "hacer amigos" por esta vía no me da buen resultado ;-) Pero hay declaraciones que por fuerza la sacan a una de la pasividad, y ahora ha sido ésta, en la reciente entrevista al Sr. Nuño del 1 de julio que acaba de rescatar Percha:

    "—Usted ha pedido tiempo para el historiador Gerardo Boto
    Entiendo que los medios quieran respuestas rápidas y sencillas, pero Gerardo Boto, a quien corresponde realizar el estudio, necesita tiempo. Ha recibido mucha presión para que se mojara de alguna manera. Parece que si eres prudente y no das respuestas taxativas se puede entender que no tienes la suficiente categoría como investigador. Es todo lo contrario: cuando alguien con un simple vistazo dice sí o no, creo que debemos desconfiar. Los buenos historiadores son personas prudentes que prestan más tiempo a los elementos que menos encajan con la línea de la investigación."

    Es exactamente la misma idea que el Sr. Nuño desarrollaba en su artículo de Canal Patrimonio del 13-6-2012, llegando a acusar a los medios de prensa, y a la "presión pública", de "crueles" (¡!):

    "Hasta que llegó la prensa y entonces todo se magnificó, se desbordó y la parsimonia anterior se convirtió en urgencia. En una semana todo se precipitó… Esta enorme presión pública, que no se hubiera producido si todo hubiese discurrido como acostumbra, por la paciente senda del estudio histórico, no por el vertiginoso camino de la noticia de actualidad, es una crueldad que no se puede consentir y que angustia hasta el más entero de los investigadores…"

    No me parece ni medio justo echarle ahora la culpa a los medios de prensa, y menos al público expectante, de una supuesta "presión" que habría obligado al Prof. Boto, el 5 o 6 de junio de 2012, a anunciar el claustro de Palamós como completamente auténtico y original, sin la cautela debida que -según nos sugiere el Sr. Nuño- el autor quería mantener a toda costa.

    Porque las cosas no han sido así. Hay antecedentes, y comprobables, de que el Prof. Boto ha dispuesto de bastante tiempo, al menos desde el verano de 2010, y de que ha mantenido ya una producción científica sobre Palamós, en forma de al menos dos artículos publicados, y al menos una conferencia (al margen de L'Art Fugitiu, el 6-6-12: "És una obra d'enorme magnitud històrica, la més gran troballa dels darrers anys en art romànic"), en los que, sin presión mediática y sin prisa ninguna, pues los primeros son de 2010 y 2011, desde el mismo título fue taxativo, y dio a entender una completa seguridad en la autenticidad del claustro, aunque operara sólo sobre fotografías. Paso al detalle:

    1) El primer artículo publicado es el muy citado “De Silos al Mediterráneo. El último claustro románico inédito de España”, en Románico. Revista de Arte de Amigos del Románico (AdR) 11, 2010, pp. 32-41. Me ha costado trabajo encontrarlo en Internet, pero por fin lo he podido leer, gracias al meritorio repositorio digital del Museo de Burgos. Facilito aquí su enlace para quien tuviera la misma curiosidad que yo. No debemos de ser muchos los que lo hayamos leído por esta vía, ya que hoy, con la mía, lleva desde que está ahí sólo 6 descargas.

    En este artículo el autor manifestaba haber conocido el claustro por la revista Architectural Digest-Francia nº 94, de julio-agosto de 2010 (en realidad es el número de 21-6-2010, pág. 102 ss.), aunque se le lee otra cosa en El Faro de Vigo, 11-6-2012. Boto no dice el lugar exacto donde está el claustro, sólo que está "En el jardín de una residencia privada de la costa catalana" y, en el pie de la fig. 1, en "una localidad de la provincia de Girona". Lo que me resulta nuevamente chocante porque, según pude comprobar hace tiempo aquí, en la revista francesa sí se decía el lugar: "Más del Vent, Palamós, parc naturel de La Fosca... LE LUXE À L'ÉTAT BRUT... Il aime écouter les créateurs parler de leur travail et découvrir des lieux uniques comme le spectaculaire Mas del Vent à Palamos, près de Barcelone, dont il nous fait partager l'histoire (p. 102)"). Pues bien, copio sólo algunos fragmentos en los que, como puede comprobarse, no hay mucho de "toda la investigación fue algo así como una lucha contra mi propio escepticismo" (ibid.):

    "ESTE breve articulo da a conocer la existencia de unas galerias claustrales romanicas que han pasado por completo inadvertidas para la literatura historico-artistica hasta la fecha… Dos hileras completas de arcadas claustrales y los capiteles y basas correspondientes a las otras dos constituyen por si mismas un descubrimiento tan insolito como imprevisible, maxime si tenemos en cuenta las dimensiones del conjunto. Si las piezas presentan una calidad estetica explicita y pueden sugerirse algunos paralelos estilisticos, el hallazgo resulta ya mas que estimable. [...]

    La genealogia del grueso del conjunto resulta inequivocamente silense, hasta el extremo de que en numerosas piezas nos encontrarnos ante replicas completamente literales de las labras del Segundo Taller silense, e incluso insolitamente, de algunas piezas del portentoso Primer Taller..."

    Y termina:

    "Ademas de lo detallado hasta este punto, merece la pena destacar especificamente la presencia de un relieve insertado sobre el haz de cuatro columnas del perfil norte, en su cara exterior, esto es, el costado que en su dia miraba al patio descubierto. Se trata de un castillo esquematico, perfilado por tres torres con merlones y sendas ventanas, una gran puerta y trama de sillares. Su paralelo mas evidente se puede reconocer en la sigilografia del rey Alfonso VIII (Archivos de las catedrales de Valladolid)… En otras palabras, me temo que este singularisimo patio porticado conocio estaciones intermedias en su trayecto desde el establecimiento castellano del que procede hasta su destino actual, a los pies del  Mediterraneo."

    Las palabras "copia", "falso", "posible", "cautela", "prevención", e incluso "escepticismo", no aparecen en este primer artículo ninguna vez. Por el contrario, está seguro de que es románico, copia de Silos, y de que procede de Castilla.

    2) La conferencia tuvo lugar en la Universidad de Murcia, el 13 de abril de 2011, y su título tampoco deja lugar a la duda: "De Silos al Mediterráneo: El descubrimiento de un nuevo claustro románico".

    3) El segundo artículo es éste, en el homenaje al conocido medievalista Xavier Barral:

    Gerardo Boto Varela, “Le cloître roman castillan replacé à Palamós (Girona). Avant-propos pour une étude”, Mélanges-Homage (sic) à Xavier Barral i Altet, según lo recoge la revista Templa, París, 2012, dándolo como aún en prensa. En realidad el voluminoso homenaje ya apareció hace unos meses, enero de 2012, bajo el título Le plaisir de l’art du Moyen Âge. Commande, production et réception de l’oeuvre d’art. Mélanges offerts à Xavier Barral i Altet, París, Picard, 2012, y en él vemos realmente la contribución que digo del Prof. Boto, cuyo título va en el mismo rotundo sentido: "claustro románico castellano reubicado en Palamós" (curiosamente, creo que no se ha hecho ninguna referencia en prensa, tampoco el autor, a este segundo trabajo científico).

    ..........

    Creo que los datos objetivos y comprobables que doy, sin más intención que poner las cosas en su justo sitio, son prueba suficiente de que el Prof. Boto, que tiene acreditados grandes conocimientos de románico, y en concreto sobre Silos y su círculo (su obra, recogida parcialmente en Dialnet, me parece a primera vista excelente, siendo un investigador aún joven), no ha sufrido la "cruel presión" que el Sr. Nuño echa ahora en cara a la prensa y al público.

    De hecho, veo ahora que, desde que se empezó a conocer su ya citado artículo en Románico 2010, en enero de 2011, al menos uno o dos intervinientes del Foro de Románico, buenos conocedores también del románico (ignoro si a su nivel o no, por los nicks), ya encontraron muy sospechosos algunos detalles, como la desmesura de las medidas o el buen estado de conservación de muchas partes, y sobre todo "Demiguel" lo calificó incluso (ver aquí, y aquí) de "pseudorrománico". Creo que el Dr. Boto al menos conocerá o leerá este tipo de foros especializados, y pudo haberlo tomado, hace más de año y medio, como una llamada a la cautela, y como un aviso de que no todo era tan claro y auténtico como él lo veía.

    El propio Dr. Boto, pero sólo tras la visita de los tres primeros expertos que envió la Generalitat y la suya, según creí captar en aquel momento, es cuando entra en la vía de la cautela (aquí, aquí y aquí) y para mí que en sus propias declaraciones a El Faro de Vigo, pocos días después, el 11 de junio, dejó ver el motivo real de su angustia (no es difícil imaginar que ahora la tiene), tanto que pasó a ser el titular:

    "He sacado a la luz el claustro de Palamós sabiendo que pongo en riesgo mi prestigio":

    –Sí, y lo he hecho sabiendo que pongo en riesgo mi prestigio y mi credibilidad. Si al final nada es tan valioso, saldré perdiendo. Si hay, como creo, cosas valiosas, habrá merecido la pena. Yo entendí que, incluso desde un punto de vista deontológico, debía asumir ese riesgo. […]

    De acuerdo, le creeremos. Pero esa misma deontología investigadora y social prescribe no cargar a los demás las culpas o errores propios. Todo el que investiga, y más cuando publica mucho, puede cometer un error en un momento dado. Pero (y vuelvo a ello, como el día 1 hice con Merino de Cáceres) ahora hay hemerotecas digitales, y hay muchos medios de seguir bastante a fondo un tema de tiempo atrás.

    Creo que lo más aconsejable es, si llega el caso de que se pruebe que el dichoso claustro es una espléndida copia sobre algunas partes buenas (cosa que, como recordé aquí casi al principio, el 8 de junio, ya advirtieron Carmen Gómez-Moreno y otros dos expertos medievalistas del MET de Nueva York en 1966, pero calificando el claustro directamente de "falso"), reconocer abiertamente el fallo cometido, y seguir adelante.

    No es buena política, como acaba de hacer el Sr. Nuño, la de echar la culpa de las supuestas "precipitación y urgencia" a la prensa y al público. Ambos gremios sólo repiten, o leen y se enteran, de lo que los expertos les dicen.Y, por otro lado, en la publicitación de este bonito claustro (para mí desde el principio tiene también bastante "pseudorrománico", como sabéis) queda claro que no ha habido ni la una, ni la otra. El Dr. Boto ya se había "mojado" a favor de su autenticidad y de su origen castellano, sin presión ninguna y hacía bastante tiempo.

    .................

    Queda claro, tras este mensaje cargado de información y detalles, que no mantengo mi palabra conmigo misma ;-) . Pero aún así, terminaré con una curiosidad que vi ayer: la opinión de un "experto" de muy otro tipo y laya: Erik el Belga, el famoso ladrón "por amor al arte", según él dice ("Gracias a mi labor son muchas las obras que actualmente están bien conservadas en colecciones privadas..."), que vive tranquilamente en Marbella. El día 6 le ha preguntado el periodista José Mª Sadia (que está haciendo un seguimiento exhaustivo del tema Palamós, desde La Opinión de Zamora), sobre el claustro, y afirma que "Falsificar el claustro de Palamós es ridículo porque costaría millones de dólares"... "De ninguna manera. Falsificar una obra de esta categoría costaría millones de dólares, no hay canteros capaces de hacer este trabajo", y remata con un contundente "este es un claustro digno para un expoliador como yo".

    Como diría un castizo: "Ahí queda eso" ;-)

  • Percha

    Siguen dando su opinión diversos expertos. Ángela Franco Mata, conservadora jefe de arte medieval del Museo Arqueológico Nacional, da su parecer en La Opinión de Zamora («La delicadeza del marfil desaconseja que el Bote de Zamora salga d...). Apuesta en el artículo por que se trata de una obra de románico palentino, concretamente el monasterio de Benevívere. A raíz de este, el historiados Alejandro Valderas propone que podría tratarse también del monasterio de San Benito de Sahagún, en este artículo de El Diario de León: ¿Y si Palamós fuera San Benito?

  • Percha

    Novedades sobre el claustro, hoy en El País:

    Palamós o el claustro de la discordia

    José Ángel Montañés

    La Generalitat de Cataluña ya tiene un veredicto sobre el claustro de estilo románico ubicado en la finca de Mas del Vent de Palamós: según el Govern, la construcción de estilo románico es solo eso. No es románica, tan solo una recreación contemporánea y una escenografía. Pero la cosa no es tan sencilla como parece.

    Según ha sabido EL PAÍS, los técnicos que visitaron el edificio el pasado 2 de julio estuvieron reunidos el jueves durante más de seis horas en la sede de la Consejería de Cultura para consensuar el valor histórico-artístico de la construcción. No fue tarea fácil. Tenían que dilucidar si las galerías de arcos que han permanecido ocultas a la opinión pública durante medio siglo eran auténticas, y por lo tanto del siglo XII tal y como se había planteado en un primer momento, o formaban parte de una obra falsa del siglo XX, tal y como sus propietarios actuales mantienen, cosa que les excusaba de no haberlas declarado como bien patrimonial y, lo que es peor, a no aplicarle ningún tipo de protección legal.

    Según ha trascendido, la Generalitat y la decena de técnicos especialistas convocados, entre los que se encuentran los arqueólogos Eduard Riu y Susana Manzano; la arquitecta de la Generalitat Olga Bas; Jordi Camps, conservador del área de románico del Museo Nacional de Arte de Cataluña y Àlex Massalles, restaurador de escultura del mismo museo; Màrius Vendrell, profesor del departamento de Cristalografía de la Universidad de Barcelona; Pere Rovira restaurador de piedra del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña, además de un par de técnicos del Instituto de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, —pero ningún experto, aunque parezca paradójico, en escultura románica castellana, pese a que todo apunta a que este es el origen primero del claustro—, presentarán en unos días un documento sobre el ya célebre claustro en el que se afirmará que las piedras carecen de valor histórico.

    Durante el maratoniano encuentro, cada uno de los especialistas expuso el resultado de sus análisis al resto de técnicos. Riu, en representación de la Generalitat, tras argumentar que percibió que el edificio “era una falsedad desde el primer momento”, negó la posibilidad de que acabara protegido. Según este arqueólogo de la administración catalana “España no es un desierto cultural para que una estructura así no deje rastro de ningún tipo” y “no se desmonta de modo oculto un bien patrimonial sin que se entere nadie". En su exposición destacó que era extraño que el claustro “no estuviera documentado en ninguna publicación” y que no era normal que al desmontar un bien para trasladarlo se hiciera en su totalidad, como al parecer había ocurrido con el de Palamós.

    Al parecer, Riu no tuvo presentes en su argumento las 36.000 piedras del monasterio de Sacramenia, que en 1925 viajaron a Estados Unidos en 11.000 cajas. También utilizó en su argumentación la opinión publicada en la prensa por especialistas como la del arquitecto José María Merino de Cáceres, que defiende en algunos artículos —pero no en todos— que el claustro es una obra perfecta en cuanto a medidas, según los cánones monásticos, pero realizada por arquitecto moderno y por lo tanto falsa. Merino, en apenas unos días, ha defendido dos posturas totalmente antitéticas.

    Sin embargo, no todo el mundo mantuvo la misma opinión. Hubo expertos que defendieron con argumentos científicos que el claustro sí es una obra antigua y posiblemente románica. El geólogo Vendrell afirmó que él, al no ser historiador del arte, no podía asegurar si el claustro era románico o no, pero como geólogo especializado en patrimonio cultural —dirige el laboratorio de referencia en Cataluña sobre el tema— sí pudo asegurar que las piezas pétreas del claustro de Palamós tienen varios siglos de antigüedad, los transcurridos desde que fueron sacadas de la cantera. Vendrell también se opuso a la opinión que mantiene que la rápida degradación observada en las piedras desde los años 30 del siglo XX, cuando el claustro estaba en Ciudad Lineal de Madrid, y su aspecto actual, es fruto de su juventud y argumentó los otros muchos factores que pueden propiciar esta alteración, entre ellos la contaminación atmosférica.

    Riu aseguró durante la jornada que la Generalitat ve difícil realizar nuevas visitas al claustro que permitan llevar a cabo nuevos estudios. Los técnicos sugirieron de forma casi unánime que el claustro debería gozar de la máxima protección que contempla la Generalitat, la de Bien Cultural de Interés Nacional, mientras ulteriores estudios determinen su historia: aun en la hipótesis de una construcción moderna, consideran su valor artístico innegable. La Generalitat no dejó claro que esa sea su intención.

    El veredicto de la Generalitat es un punto y seguido a la historia que saltó a los medios de comunicación el pasado 5 de junio cuando EL PAÍS publicó la noticia de que el profesor de Historia del Arte Medieval de la Universidad de Girona, Gerardo Boto, denunció en el congreso sobre Arte Fugitivo la existencia de estas arcadas situadas, desde 1959, en una finca privada de Girona a las que no se le permitía el acceso para poder examinarlas y estudiarlas, tras haberlo pedido en los dos últimos años. La Generalitat, conocedora de su existencia, al menos desde julio de 2011, tampoco había hecho nada, y solo tras la publicación de la noticia, presentó una denuncia en el juzgado exigiendo a los propietarios, el suizo Kurt Engelhorn y la sociedad Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol SA, poder visitar los restos. A los dos días, tres técnicos de la Generalitat, entre ellos el propio Riu, pero ningún historiador del arte, lo visitaban por primera vez, y al día siguiente, las puertas de la enorme finca del Mas del Vent se abrían para todos los medios de comunicación.

    La falsedad que plantea la Generalitat presenta algunos interrogantes. Entre ellos, el de si tenía algún sentido en la España de los años treinta llevar a cabo una empresa tan cara en tiempo y dinero como la de inventar un claustro, cuando era posible adquirirlo original más barato; cuál era el cliente dispuesto a pagar ese alto coste; si alguien estaría dispuesto a correr el riesgo de vender una obra falsa que, de ser descubierto, arruinaría para siempre su negocio; y si había alguien con el conocimiento de arquitectura, escultura, historia y sigilografía capaz de llevar a cabo una obra tan medieval ocho siglos después.

    Ocho décadas de idas y venidas

    -En 1931 un anticuario madrileño, Ignacio Martínez, adquiere el claustro. Se desconocen datos sobre su procedencia. Comienza el montaje del conjunto en un solar situado en el distrito de Ciudad Lineal, propiedad de una marquesa amiga de Martínez, que le encarga al anticuario y restaurador Julián Ortiz Fernández su restauración y cuidado. El claustro se pone a la venta por cinco millones de pesetas.
    -Hans Engelhorn, antepasado de Kurt Engelhorn, actual dueño, compra la obra en 1958 y a principios de 1959 comienza el traslado a Palamós (Girona).
    -En 1967 los propietarios encargan al Museo Metropolitan de Nueva York un informe, basado en fotografías, en el que se duda de la autenticidad de la obra.
    -La edición francesa de la revista de decoración 'AD' publicó, en julio de 2010, un espectacular reportaje sobre una vivienda en una finca privada, Mas del Vent. El claustro en la piscina de la casa llamó la atención del fotógrafo de la revista.
    -Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, motiva el inicio de las investigaciones sobre el misterioso claustro.
    -En junio de 2012 EL PAÍS publica la historia del conjunto y, por primera vez, los dueños abren las puertas de Mas del Vent a técnicos y a prensa.
    -El jueves, 19 de julio de 2012, la Generalitat convoca una reunión de expertos, que dura seis horas, y en la que se producen importantes desacuerdos en relación a un dictamen definitivo de autenticidad del claustro.

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    Dimes y diretes en torno al ‘enigma de Mas del Vent’


    Borja Hermoso

    Todo lo que rodea al claustro de estilo románico de la finca Mas del Vent de Palamós, incluida su piscina de casa de campo de millonarios con buen gusto y los coquetos pinos colindantes, huele a misterio. Y si algún sabueso de la ficción histórica quiere husmear un poco en el asunto y echar la imaginación a volar, ahí tiene chicha. ¿Por qué no? Ya ocurrió con el superventas José Luis Corral y el Códice Calixtino robado (y ahora recuperado) en Santiago: que ambos dos acabaron felizmente casados en forma de novelón.

    Abundante chicha hay, en efecto, en este asunto de piedras milenarias —o no—, investigadores desinteresados —o no—, políticos solo movidos por el servicio a la sociedad y zarandajas así —o no— y la tradicional evidencia de bonachones curas vendiendo cosas a anticuarios ojo avizor. O no. A lo peor todo fue un sueño. O un montaje circense de piedra. También tendrán chicha ese hipotético novelista, su hipotético editor y el hipotético adelanto editorial a buen seguro astronómico, en la propia actitud de los responsables de la Generalitat. Unos gestores político-culturales que, más allá de convocar a un grupo de expertos para poner en común y consensuar con ellos la postura a adoptar en cuanto a la autenticidad o no del claustro, les sientan a la mesa para decirles algo así como: “Señores, esto es lo que hay, y esto es lo que tenemos que consensuar y firmar de forma unánime”. Y como las unanimidades impuestas suelen ser perezosas y un pelín indignas, ocurre que el anhelado consenso ha saltado por los aires —al menos por ahora— y algunos de los profesores, técnicos y estudiosos han dicho nones.

    Tan extravagante resulta sostener que el claustro de Mas del Vent es románico desde la primera hasta la última piedra como pretender que alguien se tomó la molestia, en el siglo XIX o XX, de fabricar su personal montaplex de piedra para sacarse unos cuartillos. Casi todos los expertos que han dado su opinión en este rocambolesco asunto —historiadores del arte, arquitectos, arqueólogos, geólogos, conservadores...— han mostrado un mayor o menor grado de escepticismo en cuanto a la autenticidad del enigma de Mas del Vent. Normal. Sostener con tanta rotundidad que todo es un pastiche, chocar, choca. Pero una cosa está clara: sea cual sea el dictamen final, el misterio seguirá revoloteando por entre el aire limpio del Bajo Ampurdán.

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    Pero no obstante continúan apareciendo nuevos artículos que apuntan a la autenticidad sugiriendo nuevos emplazamientos de origen:

    Diario de Burgos :

    ¿Y si el claustro de Palamós fuera el original de San Pedro de Arla...

    Diario de León:

    Un reportaje de los años 50 asegura que el claustro de Palamós es d...

    Este tiene origen en las investigaciones realizadas por el blog Sol y Moscas (aquí y aquí)

    Foto del artículo de prensa de los 50 sacado del blog Sol y Moscas

  • Roberto

    Bueno, pues finalmente se resuelve, o no, el enigma. Pero podían haber dicho de donde procedían las piedras y en que se basa el geólogo para asegurar que hace siglos que las piedras fueron retiradas de la cantera, porque desde el punto de vista "forense" esta prueba tiene casi más peso que las otras, a no ser, que fueran tan previsores de desmontar un edificio antiguo original hecho de grandes sillares de piedra para usarlos para labrar los nuevos. De todos modos, si finalmente se comprueba plenamente que es falso, habría que buscar el nombre del artista que ha engañado a tantos expertos en románico, no creo que hubiera tantos canteros en España que fueran profundos conocedores del románico. Ahora a esperar a que se haga público el informe de la investigación.

  • Percha

  • Percha

    En El País:

    El claustro de Palamós tiene elementos del siglo XII

    J. M. Martí Font

    La Generalitat de Cataluña acaba de hacer público en Barcelona el dictamen definitivo sobre el claustro de estilo románico de Palamós, situado en la finca privada de Mas del Vent, en las proximidades de la localidad gerundense. Según el informe de los expertos, el claustro sería producto de una reconstrucción de tipo historicista a partir de lo que los expertos han definido como "elementos originales que pueden situarse en torno al siglo XII". Se confirma, por lo tanto, la existencia de arte la época románica en el conjunto del claustro a pesar de que, coinciden los técnicos coordinados por la dirección de patrimonio de la Generalitat, la mayor parte del conjunto habría sido elaborado "a principios del siglo XX". Estas conclusiones salen a la luz después de dos maratonianas reuniones del comité de expertos celebradas en Barcelona y que habían provocado cierta controversia ante la disparidad de criterios en torno a la autenticidad o no del claustro.

  • Jose Maria Almagro

    «Mi drama es que no sé encontrar el origen de la obra» dice Gerardo Boto Varela profesor de arte medieval en la Universidad de Gerona.

     «Las marcas de los zócalos y la iconografía de algunos capiteles prueban que es parcialmente auténtico» esto es lo que Gerardo boto opina en la revista el Correo de Zamora. del claustro romanico de Palamos

    La inspiración de la escuela de Santo Domingo de Silos (Burgos) queda clara en la iconografía. Sin embargo Boto, que piensa que una parte de los capiteles son verdaderos, se centra en otros cuyo estilo es diferente. Dos de ellos muestran la impronta del entorno de Aguilar de Campoo. En las fotografías del Archivo Moreno se pueden consultar cuidadosamente fotografiados. En el primero de ellos aparece el juez Sansón abriendo la mandíbula de un león. En el segundo, varios grifos (una mezcla de león y águila) pican racimos de uvas. «Las fotos de las iglesias donde están estos modelos no se conocían en 1931», razona Boto, quien deduce que «solo un escultor antiguo, que manejaba los libros de modelos de la época, pudo hacerlos».

     

     Foto capitel al que se refiere Boto

     

    En el claustro hay otro capitel en el que esta representado varios grifos

     

    Yo le voy ha dar una pista de donde ha sacado la iconografia del segundo capitel, varios grifos.

     

    Hablaremos de las pinturas románicas de San Pedro de Arlanza, obra maestra de la pintura tardorrománica castellana y trágico ejemplo de abandono institucional y mercadeo de nuestra historia... pero de momento vamos a dejar esta parte de lado, y centrarnos en el arte en sí.

     

    Las pinturas en cuestión se encontraban en origen ocupando la planta superior de una construcción de dos plantas adosada al claustro, de las que la inferior fue sala capitular. Decoraban seguramente los cuatro muros, aunque el muro oeste se había perdido al sustituirlo por una arquería barroca

     

    Se trata de unas pinturas poco comunes por su marco y temática profanos; el único conjunto similar en España parece ser el de la sala capitular de Villanueva de Sigena (Huesca). En ambos casos el contexto parece haber sido similar: una sala utilizada por los dignatarios que visitaban el monasterio, favorecido por la nobleza y los reyes; aunque en el caso de Arlanza la falta de datos no permite asegurarlo.

     

    Las pinturas estaban distribuidas por los tres muros originales conservados en la dependencia. En cada uno de ellos se encuentra un vano central a los lados del cual se distribuyen las escenas principales. Estas están distribuidas en cuatro bandas. La inferior es lisa de color granate; sobre ella se encuentra un friso con escenas y figuras diversas, blancas sobre fondo rojo o azul. Por encima de ella están los paneles principales, de grandes dimensiones; estos muestran, enfrentados a cada lado del vano, un animal cada uno sobre un fondo de decoración vegetal o arquitectónica; son las piezas más vistosas y de mejor calidad. En las enjutas de los arcos se disponen pequeñas figuras, básicamente aves y castillos. Coronándolo todo y uniendo todas las escenas corría un friso con motivos geométricos y vegetales del que apenas quedan restos.

     

    Muro norte de la sala de pinturas pogan atencion en la pintura del castillo (para ver ampliada hacer clic en la imagen)

    Muro norte: se inicia con un fragmento de escena con decoración vegetal, cuya continuación sería destruida por la reforma de la sala en época barroca que abrió tres arcos en el muro oeste. Sigue una puerta rematada con las armas de Castilla, un bonito castillo en oro sobre campo de gules. A continuación, los paneles principales. A la izquierda, una suerte de ave de largo cuello y patas, y bajo ella un friso de aves. El de la derecha no se conserva, aunque en dibujos se recoge un fragmento de ala que podría indicar otra ave similar, mirando en la misma dirección. Entre ambos paneles se hallaba una ventana en arco de medio punto de aspecto tardío apoyado sobre capiteles de decoración difícil de reconocer. Se conserva la pintura de una de las enjutas de esta ventana, con un bicho fantástico.

    Muro este de la sala de pinturas (para ver ampliada hacer clic en la imagen)

    Muro este: en el centro de este muro se encontraba el acceso principal a la sala, en forma de arco escarzano con pequeños pájaros en las enjutas de los que se conserva el sur. Lo flanqueaban dos grandes leones afrontados junto a escenas arquitectónicas, la norte de aspecto islámico (o simplemente de tradición mozárabe) y la sur de apariencia románica. El mejor conservado es el sur; el norte está en paradero desconocido. Sólo se ha conservado el friso sur, con figuras de peces

    Muro sur de la sala de pinturas (en el lado izquierdo esta representado un imponente grifo que fue representado en capitel ha que se refiere Gerardo Boto) para ver ampliado hacer clic en la imagen.

    Muro sur: es el que mejor se había conservado. Estaba centrado en torno a una ventana geminada con un castillo pintado entre ambos arcos. Los dos paneles principales se conservan: el izquierdo con un imponente grifo y el derecho con un no menos espectacular dragón. Detrás de ambos, elementos vegetales. El friso inferior es el más variado de todo el conjunto; muestra diversas figuras animales, humanas o fantásticas interactuando en lo que casi parecen representaciones de fábulas, idea reforzada por la antropomorfización de los animales.

    Castillo sobre capitel la misma representacion tiene el claustro romanico de Palamos encima de uno de sus capiteles

     

    No les recuerda esta pintura de ave con cuello largo algunas de las aves representadas en el claustro romanico de Palamos

    Pintura GRIFO se encuentra en el  Museu Nacional dArt de Catalunya de Barcelona

    Museo Nacional dArt de Catalunya lugar donde esta situado el GRIFO de San Pedro de Arlanza al menos estas pinturas no han terminado decorando una piscina como el claustro romanico de palamos.

    Las Pinturas de San Pedro de Arlanza es un conjunto de pinturas al fresco procedentes de la decoración mural de la Torre del Tesoro situada sobre sala capitular de la abadía benedictina de San Pedro de Arlanza, en Castilla y León, España. Los restos de aquella decoración se encuentran dispersos entre el Museu Nacional d'Art de Catalunya de Barcelona, que custodia seis fragmentos, el Fogg Art Museum y The Cloisters de los Estados Unidos, restando un fragmento en colección particular.

    Maqueta de San Pedro de Arlanza la zona señalada en rojo es la Torre del Tesoro

    Para más informacion sobre el claustro romanico de Palamos hacer  clic aqui Maestro de Covarrubias

  • Percha

    Bueno en el último artículo que enlacé han añadido mucha más información (debía de ser una especie de adelanto) por lo que recomiendo leerlo nuevamente.

    Se informa de que Boto no fue invitado al "pase de prensa", algo que me parece penoso.

    Se dice que los capiteles no son lo auténticamente románicos, que la piedra es de Villamayor (Salamanca), que uno de los indicios de autenticidad es la parición de líquenes en algunas piezas, que aún así se protegerá etc.

    Vamos, que será interesante leer los informes, si es que se hacen públicos. 

    Ha aparecido en también en El País un pequeño artículo de opinión de Gerardo Boto:

    Como Frómista, Olite y Poblet

    No obstante, es románico, al menos en parte. El claustro de Mas del Vent conserva elementos del siglo XII trabados con otros contemporáneos. Dado que se afirma que es un conjunto neorrománico, se infiere que los elementos modernos son porcentualmente más numerosos que los medievales. Esta naturaleza es compartida, entre otros, por la iglesia de Ripoll, el castillo de Olite, el Panteón Real de Poblet y la iglesia de Frómista. Las galerías de Palamós difieren de estos egregios monumentos en un plano moral, más que tecnológico o material: se presume que habría sido confeccionadas en Ciudad Lineal de un modo clandestino y no a la luz de todos. Historia y moralidad son independientes.

     El grupo de técnicos convocados por la Generalitat ha estado compuesto por cuatro restauradores, dos arquitectos, dos arqueólogos, un historiador del arte y un geólogo. Como es deseable en un grupo de personas independientes las opiniones no han sido coincidentes; algunas se han mostrado, lógicamente, no concluyentes, dado que la especialidad de cada uno es la que ha ido desarrollando a lo largo de años, y no la que plantea cada coyuntura. Sea como fuera, estos técnicos han estimado que este bien patrimonial debe ser protegido para el conocimiento de generaciones futuras y que el análisis detallado del mismo, a cargo ahora sí de especialistas, debe ser favorecido por la propiedad. Es mucho lo que la administración ha proporcionado a la ciudadanía y creo, honestamente, que debemos congratularnos por ello.

    A partir de ahora comenzará el progreso del conocimiento a cargo de la academia, que doctores tiene la universidad, amén de la Iglesia. La sociedad se provee de administraciones para que determine qué bienes deben ser protegidos. Del mismo modo, se provee de centros de investigación para saber qué es esa realidad y cómo su conocimiento puede contribuir al progreso común en el futuro, asentado sobre un conocimiento del pasado.

    Para muchos de mis colegas está resultando satisfactorio que se debata sobre la importancia que el patrimonio histórico-artístico del pasado tiene en la construcción del futuro. Por eso mismo, el papel de los historiadores del arte debe ser más visible. Los profesionales de esta disciplina contribuyen a ese conocimiento social. Se afanan por desplegar su discurso, siempre expuesto al debate y la contraposición analítica, desde el rigor, refractarios a las opiniones livianas y apresuradas.

    El claustro de Palamós comienza a formar parte de una historia de todos. Por supuesto que se podrá reflexionar sobre su regularidad (que a algunos asombra, cuando no hay tal: regulares son los claustros de Aguilar de Campoo, Matallana, Moreruela, etc…) o sobre la heterogeneidad u homogeneidad de su piedra (toda Salamanca está construida y reconstruida con un tipo de piedra). Ahora vamos a poder discernir este conjunto, porque ya tendremos la opción del conocimiento directo de lo reciente y lo antiguo.

    Gerardo Boto es profesor de Arte medieval en la Universidad de Girona.

  • Roberto

    Más datos sobre el informe en La Vanguardia

    Los expertos dictaminan que el claustro de Palamós sólo tiene algun...

    Una comisión de expertos desvela la incógnita de una obra de arte instalada en un jardín | El coordinador del estudio, Eduard Riu, sostiene que "Palamós corrige a Silos, y al inventar yerra"

    Vida | 01/08/2012 - 00:00h

    Los expertos dictaminan que el claustro de Palamós sólo tiene algunas piezas antiguas

    Imagen del claustro ubicado en una finca de Palamós LV / Vincent Leroux

     

    El claustro supuestamente románico instalado en un jardín de Palamós no es tal. El informe elaborado por una decena de expertos ha concluido que la pieza, sobre la que a inicios de junio se levantó un gran revuelo por su origen desconocido y su ubicación, fue construida a fines del XIX o inicios del XX, y sólo una pequeña parte de sus componentes podrían datar del XII o XIII. El análisis de sus estructuras, demasiado perfectas para ser viejas, y de sus esculturas, copias mejoradas de las del monasterio de Silos en algunos casos, sugieren que el cuadrilátero es moderno. Su interés se desplaza, en todo caso, a su valor como copia y como una manera de entender el arte hace cien años, cuando las reproducciones y los traslados de grandes obras de arte eran habituales.

    El claustro será declarado bien de interés local, que obliga a su conservación en condiciones, a permitir el acceso de los estudiosos que los soliciten y, si el propietario -el suizo Kurt Engelhorn- así lo estima, a abrirlo al público. El conseller de cultura, Ferran Mascarell, agradeció la colaboración de la propiedad para facilitar el estudio técnico.

    La perfección formal delata al claustro. Sus arcos están trazados con tiralíneas y sus capiteles "mejoran" los de Silos, una de las obras maestras del románico español. "Palamós corrige a Silos, y al inventar yerra", aclaró ayer Eduard Riu, el arqueólogo de la Generalitat que durante dos meses ha coordinado al equipo de diez expertos que ha analizado el monumento. 

    En Silos trabajaron dos talleres, explicó Riu, pero trabajan con 70 años de diferencia y por tanto conllevan diferencias estilísticas, pero en los de Palamós aparece una sola mano, que mantiene las diferencias estilísticas. También parece haber algún elemento de otros lugares. Además, esta pieza es de un solo tipo de piedra, lo que por sí solo descarta su antigüedad. "En los claustros medievales convive piedra de diferentes tipos y procedencias", dijo Riu. "La homogeneidad y la perfección nos hacen dudar de su origen antiguo". Además, el claustro es "excesivamente regular, es un cuadrado perfecto, de dimensiones perfectas, no tiene ninguna deformación en los arcos, como tienen los claustros medievales. Es demasiado perfecto". El modelo arquitectónico podría ser el de San Juan de la Peña, uno de los más importantes de su época.

    El grupo ha analizado el material empleado -a priori, piedra de Villamayor, entre Salamanca y Zamora- y los efectos de la intemperie, que en algunos puntos del claustro es pronunciada y, por tanto, apuntan a su antigüedad. Lo mismo la presencia de algunos líquenes, cuyo desarrollo es muy lento; este aspecto necesitaría un estudio más profundo. Las conclusiones de la comisión sostienen que la obra "es una presentación artística y monumental, elaborada inicialmente en tierras castellanas o leonesas durante el primer tercio del siglo XX o poco antes y mostrada a Madrid hasta 1958, para a continuación ser trasladada a Palamós". "Su carácter de creación historicista de estilo románico encaja en el contexto cultural y artístico español e internacional interesado por el arte medieval a partir del XIX y a lo largo del siglo XX", añade el informe, que asegura que su cronología "tendría que situarse en el siglo XII o muy al inicio de la centuria siguiente". La comisión añade que "la determinación de la nómina precisa de las piezas románicas y su posible procedencia no es objeto de este informe, que con los conocimientos actuales tan sólo puede poner de manifiesto esta posibilidad e indicar la necesidad de investigación en este sentido".

    Pero hay otro elemento de notoriedad pública que revela que el claustro difícilmente es del XII o del XIII. Con tal tamaño, ¿cuál fue su monasterio o catedral? Se sabría. Se sabría si un monasterio hubiera perdido un apéndice de este tamaño. No digamos una catedral. "Sería uno de los claustros románicos más espectaculares de la península ibérica. En España han desaparecido claustros, pero nunca en secreto", pondera Riu. Se sabe que este ring de piedra estuvo en el barrio de Ciudad Lineal de Madrid entre los veinte y treinta y hasta 1958, cuando un anticuario lo vende a la familia Engelhorn, que lo lleva a Palamós en 1959. Y en el traslado se recompone, porque el montaje que presentaba en Madrid es distinto. Aquí se instala con criterios de jardinería y paisajísticos.

    Contradiciendo la polémica suscitada hace dos meses por el supuesto descubrimiento del claustro, Riu dijo ayer que "no es cierto que no se conociera, existía mucha documentación fotográfica, incluso en el Arxiu Nacional de Catalunya". "Mucha gente lo había visto en los años veinte y treinta". "Pero en esta historia todo es sorprendente: lo sería si fuera bueno y lo es que sea una copia". "Pero añadamos -abundó- que el miedo a imitar el arte antiguo es de finales del siglo XX, pero no de inicios del siglo XX". Ahora, la comunidad científica tiene abierta una vía: descubrir qué picapedrero o restaurador lo fabricó.

     

    No entiendo muy bien que se diga que una prueba fundamental de su falsedad es el hecho de estar realizado con un solo tipo de piedra. Posiblemente las arcadas del actual claustro del siglo XVIII de la Catedral de Salamanca sean íntegramente de piedra de Villamayor y no por ello se duda de su originalidad. Supongo que lo fundamental ha sido que la iconografía de los capiteles no cuadraba.

  • Jose Maria Almagro

    Una recreación del siglo XX con algunas piezas románicas

    El dictamen de la Generalitat sobre el claustro de Palamós establece que el conjunto es moderno en su mayoría aunque subraya que incluye elementos originales del siglo XII

    Tras conocer la opinión de la decena de técnicos que habían sido convocados, los responsables de la Generalitat aseguraron que la construcción tiene elementos románicos del siglo XII, pero también sentenciaron que el claustro en su conjunto es una recreación. La botella, pues, medio llena y a la vez medio vacía. No es, en puridad, una obra auténtica, pero según la Generalitat queda clara la existencia de elementos de partida originales que se remontan al románico y que, sin duda, sirvieron para marcar las proporciones y las características de esta construcción insólita.

    Una de las interrogantes más importantes que quedan sobre la mesa radica en conocer el grado exacto de “reintegración” llevado a cabo por el anticuario Ignacio por Martínez en Madrid a comienzos del siglo XX. Está claro que la comisión de técnicos no ha podido determinarlo, si bien aseguran que los elementos originales no son los capiteles, precisamente las zonas más arrasadas por la degradación de la piedra. Tampoco han podido establecer la procedencia de los primeros sillares, aunque aseguran que por la importancia de la construcción debían de pertenecer a una catedral o a un monasterio destacado. Aseguran que no han podido llegar a determinar el conjunto eclesiástico original. Una cosa no les ofrece duda: el origen de los sillares es la cantera salmantina de Villamayor y el origen de los capiteles que es la parte mas importante del claustro romanico de Palamos ¿de que cantera procedian? voy ha contestar de la canteras de Hotoria (Burgos)

    Foto claustro  romanico San Pedro de Arlanza que uso para la reconstrucción del claustro romanico de Palamos.

     

    Le voy ha dar una primicia a los tecnicos de la Generalitad el claustro romanico de Palamos fué doble: superior e inferior este ultimo tiene mayor antiguedad e importancia sus lados tenian 21.5 m.  y 21.5 m. es un cuadrilatero regular coincidiendo exactamente con el claustro romanico de San Pedro de Arlanza los pilares y columnas se levantaban sobre una pequeña banqueta el fuste de claustro de San pedro de Arlanza era 1.15 m. de altura y es siempre monolitico , el diametro de los arcos es de 1.15 m. esta formado por arcadas de medio punto que descasaban en columnas pareadas, solo en el centro de cada galeria se veian grupo de cuatro columnas que no interumpia contra fuerte alguno.

     

    Existe una pintura del siglo XV de un afamado pintor de la epoca que reflejo todas estas caracteristicas del claustro de Palamos posiblemente el desmontado en el siglo XVII porque se hallaba ruinoso y en mal estado sabemos que en el mismo siglo se penso derribar el claustro gemelo de Silos y en su lugar poner otro según los gustos de la epoca; afortunadamente el clausto de Silos se salvo ¨por ser reliquia del santo¨.

    Voy hay hacer una reflexión sobre la posibilidad de que algún arquitecto de la época trabajase para posible falsificación de la obra del claustro de Palamos ya que un simple albañil no podría llevar a cabo la construcción de este claustro en Madrid

     

     El profesor de la Politécnica de Madrid hablaba en este medio la pasada semana de las "sorprendentes medidas" de la obra de Palamós no entro otra vez en esta cuestión. A Merino de Cáceres le parecieron tan perfectas que había algo raro. "En los claustros, se regulariza la planta y la organización de los monasterios aunque finalmente se desvirtúan las medidas por circunstancias como la orografía", explica. En cambio, esta obra era "sorprendentemente perfecta", fabricada por "un buen arquitecto" y con un "extraordinario resultado".

    ¿Qué arquitecto en la Salamanca de los años treinta dirigió la fabricación? El profesor de la Politécnica Merino Caceres deja un posible nombre sobre la mesa: el arquitecto Ricardo García Guereta, restaurador de la Catedral de Salamanca por favor que no implique ha arquitectos honorables en decir que hacian claustros falsos.

    El Sr. Martinez de Caceres conoce sobradamente Arthur Byne (1884.1935), arquitecto natural de Philadelfia. Esta persona tiene el dudoso honor de ser recordado en muchas provincias españolas como uno de los mayores expoliadores de arte, realizando labores de intermediario y “ fontanero” para abastecer a coleccionistas extranjeros, actuando en su propio beneficio. En particular se le recuerda en Segovia por el caso del monasterio de Sacramenta y en Guadalajara por Santa María de Ovila (Trillo), comprados por el magnate de la prensa americana William Randolph Hearst (1863-1951), quien era un “coleccionista compulsivo” mientras tuvo fondos para ello. Problamente Arthur Byne dirigio estas obras en base a planos y medidas del monasterio de San Pedro de Arlanza. de donde procedias el claustro que estaba desmontado en alguna de las dependencias de dicho monasterio repito Arthur Byne esta implicado en esta expoliación-reconstrucción para su jefe Randolph Hearst. Han aparecido recientemente unos capiteles de la misma factura que las del claustro romanico de Palamos en la Colegiata de Covarrubias a la cual pertene el monasterio de San Pedro de Arlanza estas dos piezas dislocadas y desmañadas que acumula la colegiata es una de las pistas que hemos de seguir podiamos imaginar que 1841 no solo se trasladaron los sepulcros del conde Fernán Gonzalez y su esposa doña Sancha si no que tambien hubiesen trasladado los capiteles del claustro romanico de San Pedro de Arlanza hoy claustro romanico de Palamos.

     

     

     Video de los capiteles del claustro de Palamos con fotos 1930 estan hechos con piedra de las canteras de Hontoria y el resto sillares y partes menos importantes de la cantera de Villamayor

    Los técnicos de la Generalitad aqui nos la quieren colar ,no saben precisar en qué proporción se mezclan los elementos propiamente románicos y los de la reconstrucción del siglo XX, aunque sí admiten que todo el claustro está hecho de la misma piedra de Vilamayor, de la zona de Salamanca y Zamora. Los capiteles, apuntan, ha sido “limpiados de forma muy agresiva”, lo que impide encontrar capas superficiales que permitan una datación. “Hay algunos indicios de pátinas, pero poco significativas”, consideran los técnicos, aunque aclaran que en los elementos arquitectónicos el estudio de los líquenes, largo y costoso, podría permitir una datación más exacta

    Para más información del claustro de Palamos hacer clic aquí Maestro de Covarrubias 

     

  • Jose Maria Almagro

    El claustro de la cuna de castilla coquista Cataluña

    Excesivamente regular y capiteles perfectos o imperfectos, esa es la cuestión del claustro románico de Palamos

    Una de las cuestiones que más decantan la opinión de los expertos que han elaborado este estudio es la “perfección” que presentan los capiteles de Palamós. Eduard Riu, coordinador de los trabajos, dice que la parte original del conjunto es poco relevante, apenas una parte es del siglo XII o XIII.

    Sus capiteles son “una copia literal de Silos, pero Palamós completa sus errores en la escultura, y al inventar erra”. Se aprecia cómo figuras similares presentan en el monasterio castellano los avatares del tiempo y en el de Palamós una perfección formal excesiva.

    Voy ha contestar a esta cuestión que plantea Eduard Riu y sus expertos podríamos imaginar que el claustro románico de Palamos fuese el desmontado en el siglo XVII y guardado en algún lugar cercano al monasterio, el claustro románico de San Pedro de Arlanza, esta ha una distancia 10 Km.del monasterio de Silos yendo por una calzada romana que existe actualmente y que parte de Silos y pasa por Arlanza, dicho claustro solo estuvo de pie aproximadamente 500 años esa era la antigüedad que tenia el claustro hasta que se monto en Madrid 1930. por lo tanto el claustro de palamos tenia una antiguedad expueta a los cambios climaticos en el año 1930 -500 años.

     

    Plano claustro monasterio de San Pedro de Arlanza

    No nos olvidemos que los dos claustros el de Silos no me voy a entretener en este tema porque ya esta espuesto  anteriormente los monasterios de San Pedro de Arlanza y de Silos eran fundaciones de Fernán González es este ultimo lo eligió para su enterramiento por lo tanto los monjes canteros de Silos trabajaron en aquella época en el monasterio de Arlanza no es de extrañar que hiciesen capiteles similares.

    Vamos a la segunda cuestión dice esta excesiva perfección es extensible al claustro: “Es excesivamente regular, es un cuadrado perfecto, de dimensiones perfectas, no tiene ninguna deformación en sus arcos”, explicó ayer Riu (31 julio 2012). De ser auténtico, “sería uno de los claustros románicos más espectaculares de la península ibérica”, hay le mando un plano en que el claustro el cuadrado es perfecto, que se moleste un poco coja un metro y se valla la monasterio en ruinas de San Pedro de Arlanza y mida el claustro actual ¨sorpresa¨ es cuadrado y mide exactamente como el claustro de Palamos 24m. ancho 24 m. fondo y es cuadrado.

     

    Plano en planta monasterio de San Pedro de Arlanza

     

    Medidas del claustro actual siglo XVII

    Aún así, la Generalitat ha iniciado trámites para incluir el claustro dentro del inventario del patrimonio catalán para protegerlo y poder continuar la investigación. El estudio ha corrido a cargo del arqueólogo e historiador Eduard Riu-Barrera y ha contado con nueve asesores. «El claustro es extremadamente regular, algo inusual en la Edad Media, en la que las construcciones se adaptaban a estructuras preexistentes. Además, algunas esculturas son copias de piezas de Santo Domingo de Silos, lo que demuestra un falta de correspondencia estilística», señaló Riu.

    Plano primera planta dibujo en que baso Arthur Bynei para la reconstrucción del claustro de Palamos

    Sin embargo, los mismos técnicos reconocen que «hay un cierto número de piezas artísticas y elementos propiamente románicos», sin aclarar cuántos. El director del grupo de expertos ha reconocido que «hay algunas piezas románicas del siglo XII o XIII, pero no son excesivamente relevantes porque no son elementos escultóricos, sino constructivos». Los expertos, entre los que no hay ningún especialista en románico castellano, curiosamente, aconsejan al Ayuntamiento de Palamós que declare Bien de Interés Local este conjunto arquitectónico, para asegurar su conservación y estudio.

    Mi pregunta es si fuese el autentico claustro de San Pedro de Arlanza cuna de Castilla la Generalitad reconocería que no es una recreación sino una reconstrucción de dicho claustro o es que lo saben y están mareando la perdiz.
     

    Para más información del claustro de Palamos hacer clic aquí Maestro de Covarrubias