Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). /VINCENT LEROUX
¿Quedan todavía en España joyas artísticas desconocidas, aunque sean del siglo XII? Parece que sí. La última y sorprendente noticia al respecto ha saltado en las proximidades de Palamós (Girona), con el hallazgo (¿o habría que decir redescubrimiento?) de un claustro excepcional, sobre cuyo origen románico los expertos albergan pocas dudas y al que se ha buscado muchas semejanzas con el del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.
El anuncio saltó durante las recientes jornadas que bajo el título Arte fugitivo organizó el grupo EMAC de investigación sobre románico y gótico de la Universidad de Barcelona. Lo presentó Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, especializado en el análisis de la plástica monumental románica y en la iconografía y la organización del espacio eclesiástico medieval. De pronto, Boto dejó a profesores y estudiosos con la boca abierta cuando explicó que, en el jardín de una finca privada de Palamós, existía desde hacía más de medio siglo un claustro románico. Los asistentes a las jornadas no dieron crédito cuando este experto en historia y arte de la Edad Media desveló que no se conocía su procedencia exacta y que el monumento no estaba inventariado como bien cultural, ni por supuesto, protegido por administración alguna. En definitiva, que era un edificio anónimo, sin nombre ni apellidos.
Gerardo Boto conoció la existencia de esta construcción de forma casual. La edición francesa de la revista de decoración AD publicó, en su número 94 de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en Mas del Vent, una inmensa finca de 22 hectáreas localizada en la zona de la Fosca, en el término de Palamós. En el reportaje, el fotógrafo Vincent Leroux no pudo evitar fijar su objetivo en la enorme galería de arcos románicos del claustro que bordeaba la piscina. Pese a las reticencias del propietario, el fotógrafo tomó la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordeaba la no menos espectacular piscina entre los pinos: la imagen fue publicada en la revista a doble página.
Desde que tuvo constancia de la existencia de este nuevo edificio, Boto ha intentado sin descanso acceder al interior de la vivienda para estudiarlo, pero los propietarios del mismo no se lo han permitido. “Jamás he podido acceder al interior de la propiedad”, confesó decepcionado el historiador durante su presentación. Pero sí consiguió las fotografías de Leroux, de 80 megas de calidad, algo que le ha permitido buscar en primer plano las características de lo que, según su opinión, es un claustro románico con todas las de la ley.
Según Boto las galerías miden, aproximadamente, 20,8 y los 21,9 metros de largo, unas medidas que determinó a través de las imágenes aportadas por Google Earth. Cada una de ellas presenta diez arcos sobre columnas y capiteles dobles, salvo en el medio, que es cuádruple. De las otras dos galerías que acabarían de cerrar el claustro de 44 capiteles no se conservan columnas ni arcos y los capiteles reposan directamente sobre las basas.
Tras analizar estas imágenes Boto asegura que el claustro de Palamós es comparable, en distintos aspectos, a los de Silos y Las Huelgas, los dos en Burgos, y al de Santa Maria de Ripoll, en Girona, porque en todos ellos, algo infrecuente en los claustros españoles o hispanos, las columnas dobles están esculpidas por separado, mientras que los capiteles que las coronan forman un solo bloque.
Además, en los capiteles de Palamós aparecen representadas figuras humanas y gran número de elementos vegetales y animales, sobre todo aves, leones y jabalíes, y monstruos, como grifos, arpías y dragones... pero no escenas religiosas. El investigador resaltó las grandes dimensiones “insólitas en el panorama del románico hispano” de los arcos: más de tres metros y medio desde la clave de los arcos hasta las bases, independientemente de que algunos de los fustes fueran nuevos para restituir los perdidos.
El profesor Boto explica entusiasmado: “Tanto en el aspecto estilístico como en el temático, la mayor parte de los capiteles de Palamós están enraizados con el repertorio del claustro de Silos, tanto con el llamado Primer Taller, realizadas hacia 1100, como del llamado Segundo Taller, realizados hacia 1165. No hay duda: el operario que realizó estos capiteles conocía las formas y los registros de Silos”.
Boto se cuestionó durante tiempo la autenticidad del conjunto y se planteó la posibilidad de que todo fuera, tan solo, un decorado cinematográfico. Pero ahora, y a falta de que otros expertos confirmen su diagnóstico, no tiene dudas: “Seguí la pista de los posibles reproductores por moldes o por labra directa y en el siglo XX solo un moldeador tomó moldes de los capiteles de Silos, cuyos positivos en yeso se encuentran en el Museo de Reproducciones Artísticas, en el Victoria and Albert de Londres, en el museo de la Real Academia de Bellas Artes y en el propio Silos, pero no son los de Palamós. Tampoco hay constancia que se instalara en el monasterio ningún cantero para reproducir los capiteles”, explica.
Pero la prueba más contundente sobre la autenticidad del conjunto la encontró Boto en el Archivo Municipal de Palamós. Allí ha localizado una serie de imágenes del proceso de montaje de las arcadas que se remonta a 1959. “En ellas se ven la naturaleza pétrea de las piezas, su peso, su erosión de siglos y las marcas de montaje incisas normales en piezas románicas. Las fotos no muestran ningún atisbo de modernidad o falsedad. Si estos arcos no son auténticos, podemos dudar de la autenticidad de todo lo que vemos en fotos y en directo”, concluye tajante.
Según la revista francesa que dio a conocer la existencia del claustro románico, la construcción fue adquirida por el abuelo del actual propietario en Madrid, en los años cincuenta. Boto no duda de la fecha y apunta que quizá llegaron en 1958 a Palamós, pero sí de la procedencia: en su ponencia defendió que procedía de la provincia de Segovia o Burgos. “Seguro que este singularísimo patio porticado conoció estaciones intermedias en su trayecto desde su origen hasta su destino actual junto al Mediterráneo. No sabemos si estos estadios intermedios estuvo montado o empaquetado en cajas”, comenta.
Paralelamente a la acción investigadora de Boto, la Asociación de Amigos del Románico emprendió el año pasado una campaña para conseguir que se inventaríe y proteja la construcción y que sus dueños permitan analizarla. “En febrero de 2011 escribimos a los representantes legales de los dueños exponiéndoles nuestra intención de estudiarlo y conseguir una protección patrimonial acorde con su relevancia histórica artística. No nos han contestado”, se lamenta Juan Antonio Olañeta, presidente de la asociación. “No entendemos por qué no permiten el acceso, si tenemos en cuenta que la vivienda se alquila”, asegura Olañeta. En efecto, en la página web del grupo Rough Luxe , propiedad de Kurt Englehorn, se pone a disposición del cliente 11 fabulosas mansiones repartidas por todo el mundo, entre ellas la de Mas del Vent de Palamós. En la descripción se asegura que es una vivienda del siglo XVIII reformada por el equipo de arquitectos RCR para disfrutar de la naturaleza, pero para nada menciona el claustro, que tampoco aparece en las imágenes promocionales.
La asociación también se ha dirigido a las diferentes administraciones: Ayuntamiento de Palamós, responsables de patrimonio de Castilla y León y de la Generalitat de Cataluña, y Ministerio de Educación y Cultura, pidiendo que inicien los trámites para protegerlo. En septiembre de 2011 recibieron una breve respuesta de la Generalitat asegurando que se está siguiendo el protocolo de actuación que prevé la ley de patrimonio catalán de 1993. La nota aseguraba: “La actuación ha de conducir a la inspección por parte de nuestros técnicos del citado claustro”. Sin embargo, el director general de Patrimonio, Joan Pluma, reconoce que todavía no se ha hecho: “En unos días se enviara al juzgado un requerimiento con la intención de que nuestros técnicos puedan comprobar su existencia y si es auténtico”, asegura Pluma. Desde el Ministerio, tras la consulta realizada por este diario, han respondido a la asociación que “se ha dado traslado a la petición para estudiarla” y que en todo caso será la Generalitat de Cataluña la que tendrá que valorar las medidas a adoptar. Desde Castilla y León están interesados en el tema, pero no manifiestan intención de hacer nada, más allá de contactar con la Generalitat. Por fin, María Gràcia Artigas, concejala de Cultura y Patrimonio de Palamós, admite conocer la existencia del claustro, pero sostiene que “el ayuntamiento no tiene previsto hacer ninguna acción de forma inmediata. Es como si un particular tuviera en casa un Picasso; no nos corresponde a nosotros, porque al parecer es un elemento patrimonial castellano”. Sin embargo, la ley de patrimonio estatal y autonómica no excluye los bienes en manos privadas.
Carmen L.
Bonita noticia que nos pone una vez más en la dificultosa frontera entre lo público y lo privado. Una frontera que, me parece, no beneficia a unos/perjudica a otros manera obvia, quiero decir que yo no creo que a los actuales posesores del claustro en cuestión les interese demasiado llenarlo de pintadas o de escarpias. Está claro que no lo tienen "arrumbado en un garaje" y que le dan un valor que se combina con el de su propiedad privada. Como miembro de AdR que soy apoyo el que se quiera inspeccionar y el que se catalogue, pero también me parece muy bien que manos privadas cuiden nuestro patrimonio. Otra cosa es que permitan visitas públicas ad líbitum o que tengan la potestad de limitarlas. Sí, es cierto que no se entiende bien el que no quieran dejar entrar inspectores si la propiedad es alquilable... pero hay que entender el temor ante "los enemigos públicos de lo privado". Por otro lado, como dice al final el artículo, las leyes "no excluyen los bienes públicos en manos privadas" o sea...
(Lo que si me hace sonreir es la declaración de la concejala: ¿acaso espera que la Junta de Castilla y León -por poner un ejeeemplo- le compre al ayuntamiento/dueño el claustro por que es "castellano"? A otro Cúchulain con ese hueso, señora.
5 Jun 2012
Paco
"....la dificultosa frontera entre lo público y lo privado...." Creo que falsa dicotomia.
Lo que esta claro es que esto es patrimonio, por lo tanto aløgo que atañe a todos.
Las cuestiones son: como se obtuvo un claustro romanico (legal o ilegalmente?), de donde procede?, como se va a mantener? - ya que tienen la obligacion de hacerlo. Extraño que no les interese que se sepa del asunto: si quieren cuidar de nuestro patrimonio hay que estudiarlo, catalogarlo etc. O es que tienen objetos obtenidos de manera irregular? Por supuesto que surgen mas cuestiones: como es posible que no se supiera antes de un claustro asi (desidia, olvido, amnesia, incultura, criminalidad, etc?); como se va a hacer de ahora en adelante para que un claustro romanico que es evidentemente un bien publico importante no caiga en manos privadas y desaparezca, o para evitar el expolio de nuestros bienes historicos o arqueologicos?
Necesitamos una autoridad estatal mayor con capacidad ejecutiva y no una pleyade de pequeñas administraciones para evitar este tipo de cosas y a redes de expolio, p.ej Erik "el rojo" y similares.
Respecto a lo de si castellano o catalan o lo que sea, y que otros lo ciuden o compren: esto lo califico de incultura. Asi ha acabado nuestro patrimonio en Nueva York, Londres, Paris, o adornando piscinas y fincas privadas
Un saludo
5 Jun 2012
Carmen L.
Parto de la presunción de que el bien no se obtuvo de forma ilegal -si es así y puede demostrarse y si no ha prescrito la cosa por los años transcurridos, entonces estamos hablando de algo diferente. Es la Policia y no AdR quien tiene que intervenir.
Pero, ¿por qué siempre que se habla de estas cosas suponemos apropiación indebida por parte de alguien?
También parto de la presunción de que el claustro se encuentra perfectamente protegido ahí donde está -otra cosa es que no esté catalogado- y que al tratarse de una propiedad el dueño tiene (debería tener) incentivos para protegerlo (forma parte del valor por el que alquila su casa) y también a capacidad de decidir si lo abre al público y en qué condiciones, llegando a acuerdos con las administraciones/estado pero no siendo obligado por estas.
Creo que ya va siendo hora de que aligeremos al concepto de "público" de la carga que solemos ponerle.
Lo cual me lleva a hacerme otra pregunta: ahora que tanto se canturrea acerca de gastos "inútiles" del estado/administraciones/locales ¿aprobaríamos el gasto público de incautar, indemnizar, relocalizar, quizá arrumbar en un museo... ese bien? Yo me lo pensaría bien antes de demandar más autoridad estatal (¿mas funcionarios, papeleos, agencias? ¿ahora, con la que está cayendo?) para estos y otros casos.
5 Jun 2012
Paco
La cultura, el arte, la arqueologia y el patrimonio no son gastos inutiles. Y "arrumbar" en un museo....? Si, creo que muchos aprobarian ese gasto "publico". Eso de que algunos se encargan del patrimonio mejor que otros (el estado o la administracion española en la mayoria de los casos) es un argumento que escuchamos de la mayoria de expoliadores (creo que el susodicho Erik el belga ha escrito incluso un libro sobre eso...), incluso el British Museum usa un argumento parecido para no devolver las estatuas del Partenon.
Algunas veces que se habla de estas cosas suponemos apropiacion indebida porque es algo desafortunadamente demasiado habitual- no hay mas que abrir los periodicos o leer Terra Antiquae.
Tambien hay algunos que canturreamos que la esta cayendo es en parte debido a que unos pocos han hecho de su capa un sayo con los bienes de la mayoria, y que va siendo hora que se den explicaciones. En este caso de un bien cultural.
Pero el asunto concreto aqui es que hay un bien cultural enorme que no se conocia y que debe ser catagolado y estudiado por la autoridad administrativa o academica correspondiente. Lo demas es retorica.
Un saludo amistoso
5 Jun 2012
Percha
Saludos, Carmen y Paco.
Creo que las dos visiones que tenéis pueden convivir perfectamente. Comparto con Carmen que no pasa nada porque una obra de estas características este en manos privadas. En este caso además parece que es gente con muchos posibles y la mantienen impecable (por lo que se ve en la foto). Lo "público" en este país nuestro permite en numerosísismas ocasiones el deterioro del patrimonio, cuando no la ruina. Ahora esto siempre que la adquisición haya sido completamente legal y esto debería investigarse pues ha sido muy habitual el expolio artístico en España, en numerosas ocasiones con la colaboración de miembros de la Iglesia. Por eso no me gusta esa total falta de colaboración por parte de los propietarios, que puede dar a entender una obtención poco clara, aunque también puede deberse a las cargas que a partir de ahora van a tener que soportar.
Por lo demás continúa el seguimiento de José Ángel Montañés a este asunto. Publica hoy El País:
Así se montó el claustro de Palamós
Para Boto, las imágenes han sido fundamentales a la hora de poder investigar este imponente edificio formado por dos galerías de 20,8 metros por 21,9 metros de largo, en las que existen 10 arcos sobre columnas y capiteles dobles con figuras de animales, seres fantásticos y vegetación. Y es que sus actuales dueños, el suizo Kurt Englehorn y su esposa Carmen, no le han permitido acceder al interior de la finca de Mas del Vent, donde se encuentra el claustro. Tampoco han respondido a las reiteradas llamadas de este periódico.
Fundamental ha sido la imagen publicada por la revista francesa AD en la que aparecía el edificio del siglo XII bordeando la piscina y la serie de fotografías que conserva el Arxiu Municipal de Palamós. En ellas se puede ver el proceso del montaje del claustro a comienzos de 1959.
Para Boto, lo que más llama la atención es el proceso artesanal del montaje “totalmente medieval”, en la que los artesanos utilizaron tablones, ligaduras y cuerdas. “Se montó como se había hecho en el siglo XII”, asegura. En un momento en que ya se hacían puentes de hormigón “llama la atención que para hacer las cimbras para montar los arcos, se siga utilizando la madera”, explica. El proceso de montaje fue de arriba abajo: zócalo, basas, fustes, capiteles, cimacios y almeres, las primeras piedras de los arcos. “Solo falta la clave que cierra los arcos”, señala Boto.
En la imagen superior se ve la columnata ya montada, y justo delante las piedras para realizar la segunda de las arcadas; la que en la imagen publicada en 2010 se dirige hacia la piscina.
Frente a lo que pudiera parecer, Boto mantiene que a los propietarios “se le tenía que hacer un homenaje o dar un premio, porque se han preocupado durante décadas de conservarlo. Si no hubiera sido por ellos, no sabríamos cómo estaría en la actualidad”, asegura. Según la fecha del reverso de las imágenes, las arcadas se montaron en febrero y abril de 1959. La finca Mas del Vent fue adquirida en 1955, y el claustro llegó a Girona pieza a pieza a finales de 1958: esa es la deducción de Gerardo Boto.
Ayer, tras conocerse la publicación por este diario de la existencia del claustro, se sucedieron las reacciones. Para José Maria Pérez, Peridis, presidente de la Fundación Santa María la Real, el redescubrimiento del enorme claustro es “una sorpresa que habrá que ver y estudiar”. Para Peridis es fundamental que la Generalitat actúe de oficio para que el edificio acabe catalogado, “ya que debería figurar en el patrimonio artístico de Catalaña”, y pide que el acceso “sea libre para poder analizarlo e investigar su procedencia”. En ese sentido asegura: “Ahora mismo hay 100 investigadores que trabajan para el volumen de Cataluña de nuestra enciclopedia sobre el Románico, entre ellos el propio Boto, por lo que mañana mismo podrían entrar”, asegura el historiador, dibujante y arquitecto.
Más reacciones. Para Fernando Olaguer-Feliu, catedrático de Arte Medieval de la Universidad Complutense de Madrid, el hecho de que no hubiera noticias del claustro hasta ahora es, “como mínimo, misterioso y extraño”. Olaguer reconoce que el trabajo de Boto es “comprometido para un especialista, ya que está basado en fotografías y no en la visión directa” y para el trabajo científico es “fundamental poder verlo para ver la marcas de cantero o estudiar los temas”. Para él, la clave está en Kurt Englehorn, el propietario de la mansión, para esclarecer la historia completa del claustro. “Me extraña su silencio”, comenta.
Jordi Camps, conservador de románico del Museo Nacional de Arte de Catalunya, MNAC, explicó: “De entrada parece muy interesante y si se confirma que es todo original y que no hay grandes restauraciones será algo espectacular”. Pero llama a la prudencia hasta que la construcción no se pueda ver de cerca, aunque reconoce: “Boto es un especialista en escultura de los siglos XI y XII en Castilla y León”. Camps asegura “no recordar nada parecido, ya que siempre se ha tratado de piezas aisladas, nunca de una construcción de más de 40 metros de largo”. Para Camps se trata, sin duda, de una noticia muy positiva para el patrimonio artístico.
A media mañana de ayer, tras publicarse la información en este diario, la Generalitat aseguró en una nota que había puesto en conocimiento de la fiscalía de Girona el caso del claustro y que había enviado al juzgado territorial una solicitud para acceder a la finca donde está ubicado. Según Joan Pluma, director general de Patrimonio de la Generalitat, se han enviado tres cartas a los propietarios de la finca, “pero no se ha recibido respuesta alguna”. Lo mismo ocurrió tras dos requerimientos que enviaron pidiendo que colaboraran con la Generalitat. Pluma tuvo constancia de la existencia del claustro en julio de 2011, tras una carta que le envió la Asociación de Amigos del Románico, en la que se le explicaba el curioso caso y, sobre todo, la total desprotección del claustro.
6 Jun 2012
Pedro Alfredo Beunza González
Me sorprende enormemente, primero que se localice o mejor dicho que salga a toda la opinión publica, la existencia de semejante monumento,además del lugar que eligieron para ubicarlo, de eso no opino ni adelanto conclusiones pues no entiendo nada, también me quedo anonadado por la opinión de alguien que hable de conceder medallas al dueño de la citada mansión por supuestamente guardarnos y protegernos semejante obra de arte..... claramente expoliada, pero eso lo definirán las autoridades que son las responsables de hacer cumplir las leyes. Mi opinión es tajante, si en esa mansión pódian permitirse el lujo de tal magnitud en las piscinas, ...entonces que es lo que se encuentra en él interior de dicha mansión. Creo que ese tipo de monumentos, para mi sorprendentes tienen que devolverse al lugar de su procedencia en justa ley, también creo que todos los ESPAÑOLES tenemos derecho al estudio y observación de una parte de nuestra historia y por ende, creo que en cualquier parte donde esté ese monumento tendrá la misma atención y cuidado o incluso mas que donde se encuentra, aclaro que no me interesa polemizar, pero si dar mi humilde opinión, att. Pedro Alfredo Beunza
6 Jun 2012
Percha
Tercera entrega de la investigación que José Ángel Montañés, para El País, dedica al claustro de Palamós.
Un claustro rodeado de silencio
El gran escritor Josep Pla pasó una velada en Mas del Vent, la finca de Palamós que conserva el claustro de estilo románico, posiblemente del siglo XII, ahora redescubierto. Pla recogió la jornada, una tarde noche entre 1961 y 1962, en uno de sus libros más famosos, el Cuaderno gris,donde describió, con la precisión que acostumbraba, lo que veía. Pero no apuntó ni una sola palabra del enorme claustro que sin duda tuvo que ver, al menos durante unas horas. El silencio ha marcado la presencia de más de seis décadas de este claustro en tierras de Girona, junto al Mediterráneo.
Así ha sido desde su viaje, a finales de la década de los años 50, desde el interior de España. Y así ha sido hasta anoche, cuando tras el revuelo causado por la publicación de la historia, Explotaciones Agrícolas dio al fin explicaciones. Mediante un comunicado, la empresa que gestiona la finca aclaró que el conjunto fue adquirido por Hans Engelhorn, antepasado de Kurt, actual propietario, en virtud de un contrato de compraventa celebrado el 23 de julio de 1958.
Esas fechas coinciden con las apuntadas por el especialista Gerardo Boto, quien, alertado por una fotografía publicada en la revista AD, empezó a estudiar el caso. Según la nota, el claustro, “la autenticidad del cual siempre ha puesto en duda la propiedad, se encontraba desmontado en un almacén de Madrid cuando se compró”. La nota asegura que “la propiedad nunca ha ocultado la información sobre el origen, que se encuentra depositada a disposición pública en el Archivo Municipal de Palamós y ofrece al Departamento de Cultura de la Generalitat la posibilidad de iniciar un nuevo estudio que permita analizar e investigar la procedencia y el valor histórico del claustro”.
La Generalitat tiene inventariada como Bien Cultural la vivienda y la torre adosada al edificio principal del Mas del Vent. En la ficha en la que se describe el bien, nada se dice del claustro, pese a que en la foto que la acompaña, realizada en septiembre de 1962 por Pere Català Roca se cuela, en una de las esquinas, la estructura de aspecto medieval. Lo mismo ocurre con el inventario del Ayuntamiento de Palamós. El Plan Especial de Protección del Patrimonio de la localidad gerundense cuenta con 88 elementos protegidos, no solo bienes inmuebles, como masías, faros o iglesias, sino también árboles centenarios. Pero no el claustro. En la ficha sobre Mas del Vent, revisada en 2008, tras describir los elementos de la masía apunta que “en las futuras intervenciones se ha de visitar el edificio para analizar el valor del claustro románico presumiblemente transportado hace unos 30 años”.
Tres días después de la primera publicación de EL PAÍS sobre el tema, y dos desde que la Generalitat de Cataluña puso en conocimiento de la fiscalía de Girona el caso y envió al juzgado territorial una solicitud para acceder a Mas del Vent, los técnicos de patrimonio de la Generalitat podrán, por primera vez, comprobar de primera mano las características de esta aparente joya románica. “Los técnicos evaluarán el estado del claustro para hacer un informe y catalogarlo”, asegura la Generalitat.
Mañana será el turno de los medios de comunicación, que podrán tomar notas y captar imágenes. Tanto acceso total es nuevo. Si no, pregunten a Albert Piqué, técnico de una consultoría que controlaba los cultivos ecológicos, entre 2004 y 2008, plantados junto al claustro. “Iba una vez por semana para ver cómo iban los cultivos. Tenía instrucciones de los responsables de Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol S. A. de no tomar imágenes del claustro. No debían de querer problemas, aunque podía ser un simple tema de discreción”, asegura Piqué. Esa misma advertencia la recibieron albañiles y proveedores que trabajaron durante la reforma de la vivienda, que comenzó durante esos años.
Hacia un dictamen de los expertos
El espectacular claustro de estilo románico destapado por el profesor Gerardo Boto en Mas del Vent es, por el momento, eso: un claustro de estilo románico. Solo el dictamen definitivo de los técnicos de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat, que accederán al conjunto hoy mismo tras haberlo exigido por vía judicial, podrá cambiar esa nomenclatura por la de claustro románico... lo que, evidentemente, no es igual. En cualquier caso, el hallazgo expuesto por Boto en las jornadas celebradas en Barcelona bajo el título Arte fugitivo lleva tres días protagonizando informativos de radio y televisión, teletipos de agencia y páginas de prensa española e internacional. También lleva tres días —desde que este diario dio cuenta de la noticia— suscitando el interés de instituciones públicas y partidos políticos. En el primer capítulo cabe subrayar el interés del Ministerio de Educación y Cultura por la cuestión. Hoy mismo, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, se entrevistará con el profesor Boto en Madrid para conocer más detalles del claustro de Palamós. En torno al caso, el propio ministro José Ignacio Wert ya ha declarado: “El Ministerio investigará y determinará la autenticidad o no autenticidad y tomará las decisiones que en orden al cumplimiento del marco legal vigente en materia de patrimonio correspondan”.
Además del Ministerio y de la Generalitat, también la Junta de Castilla y León se ha interesado por el claustro. No se olvide que algunos expertos han situado en las provincias de Burgos o Segovia la posible procedencia de la obra. El Partido Castellano (PCAS) incluso ha reclamado a la Junta de Castilla y León que actúe de oficio ante la Generalitat de Cataluña para que técnicos de la Consejería de Cultura visiten el claustro.
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Parece que el asunto están en camino de aclararse. Se verá si es fruto, o no, de un expolio, cosa que no está clara, Pedro. En uno de los enlaces que puse en mi intervención de ayer, el catedrático Fernando Olaguer-Feliu decía que podía ser una compra completamente lícita, fruto de los bienes que se desamortizaron a la Iglesia, por tanto habrá que esperar.
7 Jun 2012
Percha
La Vanguardia también empieza a ocuparse de este caso y aporta algunas novedades:
Polémica por un claustro románico "secreto" en una propiedad privada
Girona (Redacción/Agencias).- El Mas del Vent -una casa de lujo de la Fosca, en Palamós (Baix Empordà)- guarda secretamente en el patio una de las joyas del Románico que nunca ha sido ni estudiada ni catalogada. El profesor de Historia del Arte de la UdG, Gerardo Boto, ha hecho público un estudio que determina que se trataría de un claustro original, del siglo XII, de unas características similares al de Santo Domingo de Silos y de unas dimensiones "muy notables".
Por ello, reclama poder acceder a la finca para contrastar estas hipótesis, hasta ahora basadas en las imágenes publicadas en 2010 por la revista de decoración francesa 'AD'. Los propietarios, sin embargo, no facilitan la entrada a los expertos y la Generalitat ha llevado el caso ante la Justicia. El profesor, conoció la existencia de este claustro hojeando la edición francesa de la revista de arquitectura y diseño de AD de julio-agosto de 2010. Allí, se recogía un reportaje sobre una masía de lujo -el Mas del Vent- y se apreciaba que dentro del jardín, junto a la piscina, había un gran claustro de apariencia románica.
Boto comenzó a investigar el hallazgo al ver que no había ningún documento que acreditara la existencia de este claustro en esta finca ni tampoco ningún documento que confirmara la autenticidad. El profesor también puso en conocimiento de la asociación de ámbito estatal Amigos del Románico este caso y elaboró un amplio reportaje para la revista que edita la asociación, en el número de diciembre de 2010. El caso, sin embargo, ha saltado a la luz pública después que recientemente la prensa se hiciera eco de la existencia de esta joya del románico de la que, por otra parte, ya había algunas pistas anteriores.
Estas pistas se encuentran en el Archivo de Palamós y se trata de tres fotografías de 1959 sobre el montaje del claustro dentro de esta finca, que es propiedad de un hombre suizo-Kurt Englehorn, aficionado a coleccionar arte- desde hace años. Toda esta documentación así como la consulta a través de Google Earth ha permitido al profesor Boto afirmar que se trata de un claustro original del siglo XII, que habría sido llevado desde Madrid hasta esta finca de la Costa Brava. Según explicó, estas afirmaciones no se podrán contrastar plenamente hasta que no se pueda investigar la obra en primera persona.
Una tarea que, hasta ahora, el profesor no ha podido hacer ante la negativa de los propietarios a dejar entrar a nadie en la finca. Boto asegura que sólo con diez minutos de consulta sobre el terreno le bastaría para confirmar que se trata de un conjunto original. "Estamos ante uno de los hallazgos en arte medieval más importante de los últimos años", manifestó.
¿Qué hace pensar que es auténtico?.
Boto ha aportado toda una serie de información para afirmar que el conjunto es original y, además, lo ha situado en el tiempo muy próximo a la construcción del claustro de Santo Domingo de Silos, en Burgos. Los profesores ha explicado que, gracias a las fotografías, se ha descubierto un motivo heráldico de la época del rey Alfonso VIII de Castilla que es como "un código de barras". Es decir, este tipo de sellos se marcaban en la piedra en la época que se daba forma al conjunto y, por ello, Boto asegura que estamos ante un hallazgo original.
Además, asegura que hay motivos en los capiteles que son "idénticos" a otros que hay en Silos y, por tanto, el investigador asegura que se habrían construido en paralelo. "La similitud pone en relevancia que el autor del claustro que se encuentra en Palamós estaba contacto con el propio autor del claustro de Silos", ha remarcado el profesor. De igual forma, ha destacado que, por las imágenes que ha estudiado, el conjunto tendría unas grandes dimensiones.
"Estamos ante unos capiteles de medidas enormes, inusitadas", destacó Boto, ha remarcado, por ejemplo, que las arcadas son más altas que las que hay en la Catedral de la Seu d'Urgell, una de las más altas del arte medieval en la península. Sobre la procedencia, Boto ha avanzado que habría sido comprado en Madrid en la segunda mitad del siglo XX y que nunca antes fue inventariado ni catalogado porque no constan documentos.
El profesor de la UdG ha sido "rastreando in situ" para conocer en qué iglesias de la zona de Castilla ha desaparecido el claustro y ha ido calculando qué medidas habría tenido. Después de esta investigación, Boto tiene dos hipótesis sobre de dónde podía provenir que no ha querido desvelar hasta que pueda estudiar en primera persona el conjunto. Además, también ha detallado que las piedras están "bien conservadas" y que el propietario se ha cuidado de evitar que el agua de la lluvia se cuela en medio de las piezas instalando una placa de hierro en lo alto del perímetro del claustro.
Reclaman poder investigar
Boto destacó la importancia de poder acceder a la finca para poder ver en primera persona el conjunto, inventariar y protegerlo del mismo. "Es un interés académico e histórico", remarcó. En esta misma línea se expresó el presidente de la Asociación Amigos del Románico, Juan Antonio Olañeta, que ha criticado la "falta de voluntad y sensibilidad" de las administraciones para proteger el conjunto. Olañeta ha explicado que si el claustro no se cataloga "cualquiera puede ir allí y llevarse las piezas con un camión".
Por ello, pide a la Generalitat que acelere los trámites para conseguir la autorización judicial para poder entrar en la finca. Olañeta ha señalado que se trata de una propiedad privada y que el hecho de estudiarla no debe alterar esta situación. Ahora bien, sí señaló que la Ley de Patrimonio catalana obliga a los propietarios de un bien que se considere Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) a hacerlo visitable al menos cuatro días al mes, sin recibir ninguna contrapartida a cambio .
En manos de la justicia
El Govern ha hecho llegar el caso a la justicia. El director general de Patrimonio Cultural, Joan Pluma, ha explicado que cuando tuvieron conocimiento de la existencia del claustro en marzo del 2011 hicieron llegar hasta tres requerimientos administrativos de acceso a la finca al propietario pero no recibieron ninguna respuesta. Después, le trasladaron dos requerimientos más, estos advirtiendo al propietario que si no permitía que entraran a su propiedad para catalogar el bien llevarían el caso ante el juez."Hemos hecho cinco actuaciones de carácter administrativo pero no hemos recibido ninguna respuesta".
Por ello, después de que el caso saltara a la luz pública, el martes decidieron poner el caso en conocimiento de la Fiscalía de Girona para comunicar que trasladarían el expediente a los juzgados para pedir al juez que ordene que los dejen entrar a la propiedad privada. Pluma ha especificado que no cuestionan ni ponen en duda la propiedad del claustro, pero el Gobierno quiere valorar el bien y definir qué grado de protección le corresponde.
Según Pluma, puede ser un Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) o Local (BCIL) o también un bien incluido en el catálogo patrimonial catalán. Según la catalogación, el propietario tendría un tipo de obligaciones de cuidado y mantenimiento u otras . Por ejemplo, detalló Pluma, si fuera un BCIN deberían buscar la fórmula para permitir que fuera visitable.
"No mezclamos la propiedad con las obligaciones que tiene un propietario de un bien patrimonial", detalló Pluma que ha asegurado que no tienen "ningún indicio" que apunte a un mal mantenimiento del claustro. De hecho, coincide con el investigador de la UdG y admite que el propietario habría hecho un buen trabajo de conservación.
El fiscal jefe de Girona, Josep Maria Casadevall, ha explicado que en cuanto tengan el expediente a las manos, estudiarán qué tipo de responsabilidad puede haber. "A lo sumo", aseguró Casadevall, puede tratarse de algún tipo de desobediencia a los requerimientos de la Generalitat.
"Haremos una valoración para ver si puede haber algún tipo de desobediencia al negarse a permitir la entrada", detalló Casadevall. El fiscal jefe ha recordado que un particular puede ser perfectamente propietario de patrimonio y que, de hecho, es una situación que se da a menudo. Por ello, el trabajo de la fiscalía consistirá en discernir sobre si el propietario está obligado a permitir la entrada de los responsables de patrimonio de la Generalitat. "No tenemos ninguna indicios de delito contra el patrimonio histórico", concluyó Casadevall.
7 Jun 2012
Percha
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7 Jun 2012
María //
¿no es un poco asombroso que un claustro entero pasara desapercibido hasta 1958?quiero decir,que no es una imagen,ni un par de capiteles
7 Jun 2012
Percha
Parece, María, que empiezan a aparecer hipótesis sobre cual puede ser el origen del claustro.
En El Diario de Burgos ha aparecido el siguiente artículo:
San Pedro de Gumiel de Izán, posible origen del claustro hallado en...
ILH
El revuelo que se ha levantado con el claustro del siglo XII redescubierto en una propiedad privada de Palamós (Girona) ha encendido las alertas de los expertos en románico para tratar de averiguar a qué monasterio pertenece. La finca El Mas de Vent, una casa de lujo catalana, custodia junto a la piscina de su patio una joya del románico que no estaba estudiada ni catalogada. Gerardo Boto, el investigador que lo ha dado a conocer después de que la imagen del patio apareciera en una revista de diseño y decoración francesa, sostiene que se trata de un conjunto original y lo sitúa parejo en el tiempo a la construcción del claustro de Santo Domingo de Silos.
También lo cree así José María Pérez "Peridis", presidente de la Fundación Santa María La Real, que no se atreve a nombrar un cenobio concreto, pero da algunas claves que permiten ir acotándolo: «Yo creo que es un claustro cercano a Silos en el espacio y en el tiempo, del ámbito del Camino de Santiago, y benedictino cisterciense seguro.Pero estamos hablando emocionalmente. Hay que entrar y tocar la piedra».
A otro experto en el románico, el investigador Félix Palomero, no le importa especular con un nombre.Los datos aportados y lo que se desprende de las fotografías le hacen pensar en el monasterio de San Pedro, en la localidad de Gumiel de Izán, benedictino en su origen -y dependiente de Silos- y cisterciense después. Siempre desde la hipótesis, Palomero destaca las similitudes entre los capiteles que aparecen en la imagen de la revista, los del monasterio de Silos y los que del cenobio de San Pedro se conservan en la iglesia de la localidad: «Comparten motivos del Paraíso -en el claustro de Silos se halla en la galería sur y del de Gumiel está en la iglesia-, por ejemplo. Por temática y modo de ejecutarlo son muy similares y dado que desconocemos qué fue del monasterio gomellano, podemos especular con que se trate de él. El otro posible sería elclaustro de Sacramenia, de Segovia, pero además de que siempre ha sido cisterciense, está en EEUU».
Otro investigador, Pedro Ontoria, aporta datos del siglo XIX sobre el recorrido del monasterio de San Pedro tras la desamortización. Consultando el Diccionario de Madoz apunta que el 27 de julio de 1844 se vende el edificio a Jerónimo Zubizarreta por 192.000 (no sabemos si pesetas o reales). En 1875 el Estado vende el terreno por 140.000 pesetas. Y ahí se pierden las pistas sobre el cenobio. Si se confirma que se trata del de San Pedro, la investigación podría sacar a la luz sus avatares desde finales del XIX hasta que en 1959 se levanta piedra a piedra en la finca de Palamós.
Las dudas podrían despejarse dentro de unos días, en cuanto los expertos puedan entrar y analizar el claustro. Hoy mismo varios técnicos de la Generalitat de Cataluña van a evaluar in situ esta joya románica que, de confirmarse, se trataría del descubrimiento más importante de arte medieval de los últimos años. Los medios de comunicación podrán entrar a verlo mañana viernes.
7 Jun 2012
David Montero
Vaya por Dios. Yo siempre he creído que el arte, la cultura, la historia y esas cosas es patrimonio de todos/as. Pero ahora resulta que si llega un millonetis compra el pórtico de la Gloria (es un suponer) y se lo pone en el salón de su casa y ya no lo deja ver a nadie, no hay problema. Todo es cuestión de si paga o no paga y si hace declaración a Hacienda. Pues, hala. A vender el patrimonio, que así superamos la crisis y nos van a cuidar mejor Las Meninas. ¿No la querrá Bill Gates?
Alucino un poco, Percha. No le imaginaba con estas salidas.
7 Jun 2012
Percha
No sé que salida he tenido, David. Tampoco la del Pórtico de la Gloria y Las Meninas es que sea muy brillante. ;-) Pero vamos que es la salida que parecen defender tanto el descubridor, como las diferentes autoridades, como la fiscalía.
Creo que si ha sido una adquisición legal no se le pueden poner peros. Será deformación jurídica. Hay miles de obras de arte del patrimonio (castillos, palacios, iglesias, monasterios) que están en manos privadas, por no hablar de colecciones de pintura, escultura antigüedades... Por ejemplo, si se trata del claustro del monasterio de Gumiel de Izán, ya vendido a un particular por el Estado en 1844, ¿qué hacemos, lo empapelamos por expoliador?
Y que conste que hay cosas en este caso concreto que no me huelen bien, pero creo que presumir que es un expolio, así de entrada, me parece un poco fuerte. De hecho en mi primer comentario ya dije que debería descartarse que sea fruto de un expolio.
Por lo demás me parece fantástico que se le obligue a que deje que se estudie, se catalogue y se le impongan las cargas públicas que las leyes fijen para monumentos como este.
7 Jun 2012
Roberto
Si un claustro de estas dimensiones seguía en su sitio a principios del s. XX lo más probable es que de ello se hubieran hecho eco los eruditos que por entonces empezaban a estudiar el románico y demás estilos medievales en España, así cuando Randolph Hearst empezó a comprar monasterios como el de Sacramenia y otros, a pesar de ser ventas legales tuvieron repercusión entre los amantes del arte de ese momento que intentaron evitar la salida de España de las piezas. Seguramente este claustro estaría desmontado ya en el siglo XIX siendo lo extraño que permaneciera en España si ya se encontraba desmontado, empaquetado y listo para la venta. Si se vendió en los años cuarenta-cincuenta en Madrid es que estuvo mucho tiempo oculto ¿por que? Con que el propietario diga a quién se lo compro, él o sus padres se solucionarían muchos misterios, sin duda quien lo poseía sabía de donde provenía. Seguramente la venta haya sido legal porque el claustro estaría desmontado y pertenecería a un privado que podría venderlo sin tener que dar parte al Estado (hoy en día tendría que dar parte a la Administración y esta podría ejercer derecho de tanteo). Bueno supongo que a partir de mañana empezaremos a aclarar el misterio y tal vez esta redescubierta joya solo sea una "falsificación" moderna de una obra medieval.
7 Jun 2012
Percha
Otro artículo de La Vanguardia que aporta más dudas al asunto:
¿Es falso el claustro secreto de Palamós?
Palamós. (Redacción).- La polémica suscitada por el profesor de la Universitat de Girona, Gerardo Boto, que denunció a través de la prensa que en una finca de Palamós, Mas Vent, se había ubicado secretamente un claustro románico de gran importancia histórica –similar al del monasterio de Silos- podría tener un desenlace inesperado si, tal como esgrime la propiedad, se trataría de una falsificación, tal como corroboraría un informe del museo Metropolitan de Nueva York.
El claustro "secreto" de Palamós, como ya se conoce popularmente el conjunto arquitectónico, supuestamente de origen románico, que está instalado en el jardín con piscina de una finca privada, contrariamente a lo que dictamina a distancia el profesor de la UdG, Gerardo Boto, podría ser una falsificación. Los propietarios, herederos del industrial holandés Hans Engelhorn, han puesto en duda su autenticidad en base a un estudio que realizó en 1966 una prestigiosa conservadora del Museo Metropolitan de Nueva York, que dictaminó que se trataba de una copia.
Ante la diatriba, la Generalitat ha decidido poner en marcha a sus técnicos y paralizar la petición presentada a la Fiscalía para exigir el acceso a la finca. Los propietarios, sorprendidos por la magnitud de la polémica, han facilitado la entrada a los historiadores para que diriman si el claustro, que afirman adquirieron sus antepasados en un almacén de Madrid en el año 1958, es en realidad una réplica del claustro del Monasterio de Silos, según la tesis del profesor universitario que, en ningún momento ha podido analizar las piezas.
La empresa propietaria de la finca, ante las distintas informaciones aparecidas, ha emitido un comunicado en el que niega haber ocultado información sobre el claustro. Es más, aducen que en el archivo municipal de Palamós consta la existencia de dicha instalación con un expediente en el que incluso hay fotografías del año 1959 que describen a la perfección como se montaron las piezas.
En caso que los técnicos determinen que el conjunto arquitectónico es auténtico, la Generalitat procederá a su catalogación como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). En este caso, los propietarios estarán obligados a cumplir una serie de requisitos. Básicamente deberán velar por su preservación, como han hecho hasta ahora, pero también estarán obligados a dejar que el público visite las piezas un mínimo de cuatro días al año. En ningún momento, según el Departament de Cultura, se puede discutir la propiedad de un monumento, aunque no estuviera catalogado.
7 Jun 2012
Alicia M. Canto
Algo tan enorme no puede ser tan difícil de rastrear. Va sabiéndose más de los 27 años de historia (1931-1958) en Madrid de este claustro incompleto. En exclusiva para El País:
El claustro estaba en casa de los Ortiz.
Los descendientes del restaurador que cuidó durante décadas en Madrid el conjunto de estilo románico relatan a EL PAÍS el increíble viaje desde la capital hasta Palamós
José Ángel Montañés Madrid 8 JUN 2012 - 00:59 CET
El claustro de estilo románico situado actualmente en la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona), continúa originando variados ingredientes para el debate y aportando datos y nombres para una historia tan rocambolesca como real, una historia cuyo capítulo final solo podrá ser escrito por los expertos que emitan su diagnóstico acerca de la obra.
La fascinante película del claustro de Palamós tuvo ayer un triple reparto de protagonistas. Por un lado, los técnicos de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat, que por vez primera pudieron acceder al recinto de Mas del Vent y estudiar el claustro para un posterior dictamen sobre su valor histórico, después de los requerimientos por vía judicial efectuados por el Govern a los propietarios de la finca. Por otro, el profesor de la Universidad de Girona Gerardo Boto, que fue quien destapó la existencia del claustro de Palamós, y que ayer se reunió en Madrid con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, para pedirle un compromiso firme del Ministerio en el estudio del claustro. Y por último, Julián Ortiz Fernández, el anticuario que durante años y hasta 1958 veló por el buen estado de la obra cuando esta estaba montada no en Palamós, sito en un solar del madrileño distrito de Ciudad Lineal.
Según relatan padre e hijo al unísono y con precisión de fechas, las piedras del conjunto llegaron a Madrid en 1931 desde un lugar indeterminado. Las compró Ignacio Martínez Martínez, un anticuario “de gran prestigio y reconocimiento en el Madrid de entonces”. Los sillares se instalaron en un solar que le cedió una conocida suya, “una marquesa”, situado entre los números 7 al 11 de la calle Ángel Muñoz, en el actual distrito de Ciudad Lineal. “Quería montarlo para venderlo a un americano rico”, aseguran.
Al poco tiempo, el antepasado de ambos, Julián Ortiz Fernández, entró a trabajar a sus órdenes con la intención de ocuparse de las obras de montaje de la enorme estructura. Según recuerdan, Julián era un restaurador hábil que se había formado en pintura en Talavera de la Reina y acabó interviniendo en obras importantes “como un Berruguete”, explica el anciano con gran agilidad mental. Para dirigir los trabajos de montaje de las piezas y reintegrar las que faltaban o estaban fragmentadas Julián decidió irse a vivir a una casa instalada en el mismo solar del claustro con su mujer Emilia Carranza y sus nueve hijos.
Durante cinco años, hasta 1936, se sucedieron los trabajos de montaje. “Había prisa porque el anticuario quería venderlo a algún rico estadounidense, por eso contrató a 30 operarios. De hecho, tenía precio: cinco millones de pesetas que bajaron a tres y medio después en 1939”.
La Guerra Civil impidió que se terminase el montaje y restauración. Martínez se desplazó a Barcelona y Julián Ortiz se exilió a Francia, donde acabó en un campo de concentración. “Cuando el país es ocupado por los nazis y empiezan a desvalijar obras de arte, se enteran de que mi padre es restaurador y comienza a trabajar obligado para ellos; pero eso le hace ganar la amistad de un coronel de la Gestapo que posibilita que mi padre, tras pedirlo al régimen, vuelva a España en 1941”, cuenta el anciano. Y puntualiza: “Tenía la obligación de presentarse todos los sábados en el cuartel”.
Será entonces cuando se retomen los trabajos de montaje, que concluyeron en 1943. “El claustro se decora con la plantación de berenjenas blancas y moradas, se instalan luces y fuentes de agua y un estanque en el que todos nos bañábamos. Hubo que reforzar los muros para que no se viera desde la calle y no entrara nadie”.
Y así permaneció el claustro hasta finales de los años cincuenta; poniendo el marco para la feliz y placentera vida familiar de los Ortiz. El conjunto de estilo románico, poblado habitualmente por gallinas y patos y rodeado de una hermosa huerta con berenjenas y otras hortalizas, lo mismo hizo las funciones de punto de encuentro de amigos que de escenario recurrente de multitudinarias reuniones familiares: “Nos gustaba comer al aire libre los domingos todos juntos, sobre todo paella con paloma”, recuerda hoy el hijo.
A finales de la década de los 50, Federico Martínez, hijo del anticuario dueño de la casa, viajó a Madrid y comunicó a la familia Ortiz que había encontrado comprador. Tocó enumerar y desmontar el claustro. “Tardamos un año en hacerlo, y en 1958 comenzó el traslado en camiones a Girona”, comentan con cierto pesar. Todavía recuerdan que el encargado de hacerlo fue el transportista Mateo Mateo, un empresario de Cassà de la Selva, en Girona, y que los camiones parecían “hundirse por el gran peso de las piedras”.
La historia del restaurador Julián, que falleció en 1998 a los 96 años, acabó mal: cuando quiso comprar el solar en el que había vivido tantos años con su familia, “las monjas del Sagrado Corazón que estaban instaladas al lado, removieron su pasado republicano y se lo impidieron”, recuerda su hijo.
“Siempre he pensando que lo había comprado un tal Otto Cherenverguer, o algo así, para unas monjas catalanas, pero ahora me he enterado por EL PAÍS que el propietario es otro”, asegura Juan Manuel padre. Desde la altura de sus 86 años, concluye con un deseo: “No me gustaría morirme sin volverlo a ver. Es el claustro de mi casa”.
Durante la jornada de ayer el conjunto recibió la visita, tras solicitarlo en varias ocasiones, de tres técnicos enviados por la Generalitat de Cataluña: un arquitecto y dos arqueólogos. Tenían la misión de comprobar la autenticidad del claustro, algo de lo que duda la propiedad, tal y como hizo saber en un comunicado el miércoles por la noche. En unos días darán a conocer su dictamen sobre el tema, tras examinar las pruebas obtenidas durante la visita y de acuerdo con los informes que le proporcione la propiedad.
En la nota también aseguraban que la documentación relativa a la compra del claustro estaba depositada en el Archivo de Palamós. Preguntados ayer por este extremo, sus responsables aseguraron que ellos no tenían constancia de que eso fuera así. “¡Hay que joderse, cómo va a ser falso!”, exclama Juan Manuel tras enterarse de que se duda de la autenticidad de su claustro. “Seguro que se equivocan ellos”.
8 Jun 2012
Percha
Saludos Alicia.
La Vanguardia publica las impresiones preliminares de los técnicos que ayer accedieron al claustro:
Cultura constata que el claustro de Palamós no es una réplica
Ignacio Orovio
"Ni es cartón piedra ni es de los años cincuenta". Técnicos de la dirección general de Patrimoni Cultural de la Generalitat inspeccionaron ayer el claustro al parecerrománico instalado desde 1959 en una finca de Palamós, pero su opinión tardará unos días en conocerse. Lo único que trascendió de la visita de hora y cuarto que hicieron dos arqueólogos y un arquitecto es que la pieza ni es reciente ni es una imitación. Nada más. El dictamen se conocerá "en unos días" y dentro del mes en curso, según Cultura.
Entre las 12.45 y las 14 horas, los tres expertos fotografiaron el monumento y analizaron los distintos elementos que lo componen y perfilaron croquis. También pidieron diversa documentación a los representantes de la propiedad presentes en el acto, que la enviarán al departamento en los próximos días. Con toda la información en la mano, Cultura determinará si la pieza debe ser catalogada como bien de interés cultural; la inclusión en esta condición obligaría a abrir el monumento a la visita pública determinados días y horas al mes.
El claustro está instalado en una finca de Palamós que está a nombre de la empresa Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol, SA, para quien fue adquirida por el empresario suizo Kurt Engelhorn. El profesor experto en románico de la Universitat de Girona Gerardo Boto descubrió su existencia en una revista francesa de arquitectura y decoración y comenzó a investigar. La propiedad nunca le permitió acceder al claustro, pero del análisis de las fotografías en alta resolución que le facilitó la publicación dedujo que se trataba de una pieza cercana o influenciada por el arte de Santo Domingo de Silos (Burgos). El propio Boto tiene un libro sobre claustros románicos en el que de alguna manera se inventarían los existentes. No consta que uno como el instalado en Palamós desapareciera de las cercanías de ese recinto, canónico en su estilo, ni ha aparecido nadie -tras destaparse la historia de Palamós- reclamándolo como expoliado en su pueblo o comarca.
Para el director general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, Joan Pluma, piezas de esta índole podrían proceder de las desamortizaciones eclesiásticas del siglo XIX. El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto de Pedro, ofreció ayer otro posible origen en "el paquete de monumentos que se desmontaron en los años cincuenta". Prieto de Pedro ofreció a la Generalitat "toda la ayuda y colaboración". Pluma ya ha contactado con la Junta de Castilla y León por si el claustro procediera efectivamente de esta zona.
El propietario de la finca prevé abrir hoy sus puertas a la prensa, tras haberse puesto en manos de un gabinete de relaciones públicas de Barcelona. Fuentes de la propiedad detallaron ayer que en el comunicado que emitieron anoche se pone en duda la autenticidad del claustro porque en él podrían convivir piezas auténticas con piezas falsas. El claustro es de grandes dimensiones, con alrededor de 21 metros por lado. Estas fuentes subrayaron que el informe de una conservadora del Metropolitan de Nueva York -ciudad que tiene monumentos románicos trasladados- aventuró en los años sesenta que el conjunto de la Costa Brava estaba compuesto por piezas recreadas en época moderna.
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
En cuanto a que pueda ser el claustro de la iglesia de San Pedro en Gumiel de Izán, francamente, me parece imposible. Transcribo su historia, en la página web del Ayuntamiento, y destaco lo que me parece más llamativo: Que su grado de deterioro era tremendo ya en el siglo XIX. Por otro lado, si en 1931 se conservaba tanto como para ser vendido y trasladado, los vecinos del pueblo se acordarían, pero aquí se da por desaparecido mucho tiempo atrás.
MONASTERIO DE SAN PEDRO
"Los orígenes del monasterio de San Pedro de Gumiel fueron, al parecer, benedictinos y las primeras noticias, que tenemos, datan de 1073, año en que Doña Elvira Alfón hacía una donación al abab don Miguel, dándole a él y al monasterio el lugar y vasallos de San Martín de Porquera, con su jurisdicción civil y criminal, y además todo lo que tenía en Gumiel de Izán, Torrecilla y Torrubia. A principios de este mismo año 1073 Alfonso VI, poco tiempo después de haber sido proclamado rey de Castilla, otorgaba también un privilegio de donación a favor del abab don Miguel.
Los daños sufridos en el edificio durante la invasión napoleónica de 1808 fueron incalculables. En 1822, el territorio que formaba el coto redondo fue vendido por el Estado a diversos vecinos de Aranda de Duero, que arrendaron las heredades y huertas a los vecinos de Gumiel de Izán. El edificio perteneció a los bernardos hasta el 30 de diciembre de 1835, año en que fue suprimido con la exclaustración de sus cinco monjes; posteriormente fue vendido, como bienes nacionales, el 27 de julio de 1844 a don Gerónimo Zubizarreta por el precio de 192.100 reales. Su ruina estaba consumándose por la misma época de Madoz, pues este autor nos informa de que el edificio se hallaba ya muy deteriorado por la destrucción continua de los pueblos inmediatos para hacerse con los materiales. Hoy el monasterio ha desaparecido, y apenas se ven otros vestigios que algunos lienzos de la cerca o tapia que lo rodeaba, de suerte que no es dificil distinguir el sitio donde se levantó esta abadía secular.
El monasterio estaba situado en un valle pintoresco y fértil a unos dos kms. al este de la villa de Gumiel de Izán..."
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Aquí la referencia de Madoz, vol. 9, 1847.
Sin ver personalmente el de Palamós, sólo con las fotos que se han ido publicando, es un riesgo opinar. A primera vista su estado de conservación parece demasiado bueno, al menos para poder descartar la hipótesis de San Gumiel. Las vistas más cercanas serían unos tramos del vídeo de Antena3 que puso ayer Percha. He congelado y ampliado uno de los fotogramas, y ciertos detalles que veo me inclinarían a pensar que es una copia:
La cual, logicamente, está siguiendo y en parte protagonizando el asunto, v. reportaje en El Punt Avui: "Claustre d'imitació?. Una carta d'una curadora del Metropolitan Museum of Art de Nova York, en poder de la propietat del Mas del Vent, posa en dubte l'autenticitat del monument".
El informe que se cita, favorable a la falsificación (o mejor diríamos copia) es de 1966, y se debe nada menos que a Carmen Gómez Moreno y dos colegas del Metropolitan Museum de N.Y. Aunque también es raro que a la altura de 1931 se hiciera una copia tan completa como ésta, porque las posibilidades técnicas del momento no daban para tanto, la foto ampliada que puse inclinaría más a compartir la idea de que no es un original. Pero son sólo impresiones arriesgadas. Habrá que esperar a que quienes lo habrán visto ayer de cerca y con más detalle (un arquitecto y dos arqueólogos) den su veredicto.
8 Jun 2012
Percha
Han publicado algunas fotos "nuevas" más en El País:
Madrid, años cincuenta: Patrocinio y sus hijos Marisa, Julio y Juan Manuel Ortiz (desde la izquierda) posan ante el claustro para un retrato familiar con Vicente, un amigo de este último.
Vista del claustro de estilo románico, en su ubicación madrileña.
8 Jun 2012
Percha
Vaya, Alicia, parece que cruzamos mensajes.
En El Adelantado de Segovia se publica un artículo en el que expertos parecen inclinarse porque no es un claustro de dicha provincia:
¿Otro claustro segoviano?
Dos expertos, José Manuel Rodríguez Montañés y Antonio Ruiz, muestran “serias dudas” de que el monumento ‘descubierto’ en Palamós proceda de un monasterio de la provincia.
Guillermo Herrero
¿Puede un monumento de primer orden haber permanecido oculto durante ocho siglos a los ojos de todos los viajeros, cronistas, literatos e historiadores del arte?. La pregunta se ha planteado en los últimos días, a raíz de la publicación en el diario El País del ‘hallazgo’, por parte de Gerardo Boto (profesor de ArteMedieval en la Universidad de Girona), de un claustro románico hasta la fecha desconocido que fue instalado en una mansión de lujo de Palamós en el año 1959.
Este redescubrimiento, del que se han hecho eco los principales medios de comunicación nacionales, por lo inaudito del caso, podría tener repercusión en la provincia, toda vez que Boto defiende que el claustro podría proceder de Burgos o Segovia.
En su reconstrucción del periplo seguido por el claustro en el último siglo, Boto sostiene que la joya artística fue adquirida por el abuelo del propietario actual en Madrid, en los años 50, añadiendo que esa ciudad “parece no coincidir” con el lugar de origen del conjunto, que este historiador del arte no duda en situar en Castilla.
Boto se enteró de la existencia del claustro de forma casual, leyendo la edición francesa de la revista de decoración AD, que publicó, en su número de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en su inmensa finca de 22 hectáreas localizada el término de Palamós. Para el artículo, el fotógrafo Vincent Leroux tomó imágenes del claustro románico que bordeaba la piscina.
Desde entonces, Boto, ensimismado con la obra de arte, ha realizado un exhaustivo estudio de la galería de arcos, en base a las fotografías de Leroux, ya que la propiedad de la finca nunca le ha permitido el acceso a la misma. Fruto de su trabajo, el historiador del arte ha llegado al convencimiento de que el claustro de Palamós bebe de la fuente de Silos, aunque todavía no ha podido detallar su procedencia.
Dos expertos consultados ayer por esta Redacción, José Manuel Rodríguez Montañés y Antonio Ruiz, mostraron “serias dudas” de que el claustro pudiera haber salido de tierras segovianas.
Rodríguez Montañés, que no dudó en calificar el hallazgo de “sorprendente”, mantiene, en base a las fotografías del conjunto, que “su vinculación con Santo Domingo de Silos es evidente”. A su entender, para rastrear el posible origen segoviano del monumento habría que hacerse una pregunta, la de qué monasterios medievales hubo en la provincia en los que haya desaparecido el claustro. “A bote pronto, no encuentro candidatos, así que me extrañaría que esta joya fuera segoviana”. Rodríguez Montañés apunta que, estéticamente, el ‘nuevo’ claustro es “muy de la Ribera (del Duero)”, lo que invita a pensar que podría ser “burgalés o soriano”, aunque no niega de forma taxativa “un posible sello del norte de Segovia”.
En sentido parecido al de Rodríguez Montañés se posicionó Ruiz. El exdirector de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce resumió con una frase su parecer. “No le veo (al claustro) en Segovia”. “He hecho un recuento de todos los monasterios que existieron en la provincia, y no se dónde colocarlo; además, en las fotografías aparecen ciertos detalles decorativos que no cuadran con lo que se ve por aquí”, añadió.
El misterio del claustro románico de Palamós, que Rodríguez Montañés considera “propio de una novela policiaca” continúa, pues, sin resolver.
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
Buenos días, Percha. Ahora al refrescar veo lo que pone Ud. de La Vanguardia. Parece que los expertos enviados optan por la autenticidad, aunque necesitan unos días más (si bien, sólo con los datos que hay disponibles, ¡nunca sería "de cartón-piedra"!). Pero, fíjese, incluso en las fotos que acaba Ud. de poner se aprecia el perfecto estado de las columnas; eso es casi imposible en un edificio del siglo XII que no haya sido nunca restaurado ni cuidado.
Bueno, ya veremos el informe definitivo, pero las dos opciones posibles, original y copia, plantean sus problemas respectivos.
El mejor ejemplo de "trasplante" completo es el monasterio segoviano de Sacramenia, más o menos de la misma época, que compró completo el magnate Hearst y está en Miami. En una buena foto de su claustro (de muy distinta concepción, por cierto) se aprecia cómo las columnas no están perfectas. Lo compró casi por la misma época que el de Palamós, en 1925.
Por desgracia, España misma ha sido a lo largo de los siglos la principal culpable de la continua pérdida de su patrimonio, por descuido, por destrucción, por falta de valoración, o por desidia oficial en la conservación. Menos mal que en las últimas décadas esta actitud ha cambiado radicalmente... al menos en lo que respecta a las obras y bienes no contemporáneos ;-) Saludos.
8 Jun 2012
Percha
En el foro del Club del Románico (circulorománico.com) se abrió una discusión sobre este tema ya en enero de 2011:
De Silos al Mediterráneo.
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
Y en él, en el nuevo hilo sobre los recientes acontecimientos, alguien remite al enlace a un interesante vídeo de RTVE, de sólo 2 min. A partir del 1:10 se ve el desmontaje y traslado a Manhattan de otro claustro segoviano, de San Martín de Fuentidueña, vendido por el propio gobierno franquista.
Aquí hay un foro sobre "Patrimonio español por el mundo"... como la reja de la mismísima catedral de Valladolid, también vendida al mismo Metropolitan de NY, pero en este caso por el cabildo. El claustro de San Juan de los Reyes de Toledo... También del XII catalán está San Miguel de Cuixá, en fin, aquí la sección de claustros europeos del MET (tienen también varios franceses, no somos los únicos). Y este vídeo sobre las colecciones en él: The Cloisters Museum and Gardens:
En fin, como bien se dice, "a lo hecho, pecho". Lo importante es que no ocurra más, y en Nueva York de todos modos están muy bien cuidados, de eso no cabe duda. Cuántos monumentos antiguos estarán ahora mismo, en la propia Castilla o en cualquier otra región, en su patria, pero cayéndose a pedazos...
Véase cómo estaba el de Santa María de Óvila, en Guadalajara:
Y aquí quedó el resto:
8 Jun 2012
Percha
Cierto, Alicia, en el foro arriba indicado también se pueden ver algunos casos de ermitas románicas con vacas dentro.
San Clemente de Huidobro (circulorománico.com)
DE la investigación hecha en este portal he conseguido la ficha que el ayuntamiento de Palamós realizó para el Plan de Protección del Patrimonio, es al menos de 2008, y ya consta el claustro como objeto de futuras investigaciones. Vamos que en el ayuntamiento además de las fotos antiguas conocían su existencia,
8 Jun 2012
José Luis Santos Fernández
Ya van apareciendo algunas fotos con más detalle:
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Vía: © Canal Patrimonio en su Facebook. Fotos de JAIME NUÑO, historiador y Director del Centro de Estudios del Románico.
*Nota de Canal Patrimonio en su muro de Facebook: Nuestros compañeros que han visto #claustropalamós nos comentan sus primeras impresiones. Los capiteles sí parecen románicos originales y con clara referencia a Silos. Sin embargo, la valoración histórica y artística del mismo necesita de un análisis más profundo y detallado. Los especialistas de Fundación Santa María la Real elaborarán un artículo al respecto, que compartiremos próximamente con vosotros! La visita ya ha finalizado, pero seguiremos pendiente de la noticia en próximas horas y días. Muchas gracias por vuestra atención, por vuestros comentarios e impresiones sobre #claustropalamós, y por contribuir a una mayor difusión de la noticia!!
8 Jun 2012
Percha
Por cierto, impresionantes las fotos José Luis. ¡Si es una copia el cantero era un verdadero artista!
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
De la visita de esta mañana, en El País, hace unos minutos:
UNA MAÑANA EN EL CLAUSTRO DE PALAMÓS
No sólo los medios han accedido esta mañana, también el Prof. Boto y el arquitecto Peridis, entre otros. Éste lo considera original ("Es una obra original y de máxima importancia"), pero aquí viene a mi juicio lo más chocante: el propio Boto prefiere esperar: "...mostró su cautela a la espera del veredicto del arquitecto y los dos arqueólogos enviados por la dirección general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, que darán a conocer las próximas semanas...".
Choca que, estudiando el claustro sólo a través de fotografías, estuviera tan seguro y, una vez examinado en realidad y con detalle, ya no se decida. En fin... pues seguiremos esperando.
8 Jun 2012
Percha
Varios vídeos de TV3:
El claustre ocult de Palamós
Un claustre romànic en una mansió de luxe de Palamós
El claustre romànic del Mas del Vent, com fer una cervesa casolana, i Barcelona Ciutat-Concert a "Els matins" (especialmente interesante, de hoy mismo e in situ)
TV3 visita el claustre privat de Palamós
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
En este vídeo extenso de los que indicó Percha, Boto habla a partir del minuto 9 más o menos. La verdad es que se le nota nervioso al principio, cuando le preguntan por la autenticidad (pero pueden ser figuraciones mías), luego menciona una serie de "indicios" y dice que en general "son positivos", pero que hay que esperar a análisis petrológicos (¡!) y otros, a la comunidad académica... En fin, no sé, hubiera esperado mucho más aplomo, sobre todo si tiempo atrás lo aseguró, tanto en la revista de 2010 como días atrás, en el reciente congreso, y luego para la prensa, todo habiéndolo estudiado sólo por fotos, y ya en plan "profesional". No veo mucho la necesidad de cambiar el registro hacia una mayor "cautela". Bueno, ya veremos... Dicho sea de paso, la posición del representante de la propiedad (min 3 y ss.) me parece muy sensata: Dice que los propietarios cumplirán las normas, no quieren ni que se revalorice ni que no, y lo único que saben y tienen hasta ahora son los informes de los expertos del Met de 1966, donde se decía que el claustro no era original. Mucho "seny". Por cierto que dice que no sabe por qué se afirma que era desconocido, que además de la revista francesa AD el claustro ya había sido publicado en Vanity Fair, en prospectos de Ferrá Adriá, etc.
Éste es un misterio que me intriga desde el principio, el de por qué algunas cosas ya conocidas se catapultan a la fama en un determinado momento, como si se acabaran de descubrir. Curioso.
8 Jun 2012
Percha
En este vídeo breve, y de mala calidad, de TeleMadrid aparece brevemente el Sr Boto tocando una de las columnas y dice que parece original. En fin, que sí, que habrá que esperar.
8 Jun 2012
Guillermo Caso de los Cobos
Última hora:
Vía: ABC| Día 08/06/2012 - 13.58h
El claustro de Palamós es auténtico, según el profesor que lo descubrió
El claustro románico de Palamós es una construcción auténtica del siglo XII, según el profesor de historia del arte de la Universidad de Girona (UdG) Gerardo Boto, que ha podido visitarlo hoy por primera vez tras descubrirlo a través de una revista francesa de decoración.
Boto, que prefiere sin embargo dejar el veredicto final en manos de los técnicos de la Generalitat que ayer accedieron al emplazamiento para realizar las pruebas necesarias, ha admitido, sin embargo, que para él la antigüedad de la pieza no admite dudas.
El desgaste de la piedra y, sobre todo, un emblema heráldico en forma de castillo y que representa la corona de Castilla, es una de las claves del origen del claustro.
Gerardo Boto ha accedido hoy a la finca Mas del Vent, donde se halla la construcción, en la primera visita abierta a medios de comunicación, después de que los dueños de esta masía permitieran ayer la presencia de los técnicos de la Generalitat.
El presidente del consejo de administración de la empresa Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol, propietaria del terreno, Josep Comas, ha manifestado su predisposición a colaborar con la investigación y a aceptar el dictamen de la normativa patrimonial, si se confirma la autenticidad del claustro.
Comas ha explicado que, entre la documentación que dispone la empresa, figura el contrato de compraventa del monumento a un particular en Madrid en 1958, por el precio final de un millón de pesetas de la época (6.000 euros)
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El claustro de la finca Mas del Vent de Palamós tiene elementos románicos y modernos
Vía: elPeriodico.com| 8 de junio del 2012 - 14:12h.
Los medios de comunicación y algunos estudiosos del arte románico han podido visitar este viernes el claustro románico de la finca del Mas del Vent de Palamós. Gerardo Boto, profesor de la Universidad de Girona y la persona que ha difundido la existencia de esta pieza arquitectónica, ha declarado que ha observado "elementos antiguos y otros de talla más moderna". Según el experto, los capiteles son originales, pero hay otros elementos desconcertantes.
Boto opina que la relación con el claustro de Silos es más indirecta de lo que creía inicialmente. La Generalitat ya tiene una impresión general del conjunto arquitectónica aunque no se pronunciará hasta que finalice otras pruebas, entre ellas, un estudio geológico de las piedras. El claustro fue adquirido por la propiedad en julio de 1958 a un anticuario de Madrid por un millón de pesetas.
El presidente de la sociedad propietaria de la finca, Josep Comas, ha dicho que nunca han querido ocultar nada, que aceptarán lo que decida la Administración y si se produce algún conflicto, acudirán a los tribunales. Comas ha dejado claro, que no se opondrán a que se visite el claustro.
8 Jun 2012
Alicia M. Canto
Es curioso, en unos medios de prensa G. Boto aparece más seguro que en otros. En el ABC no tiene la menor duda (como hace 3 días, cuando explotó el asunto), pero en El Periódico: "ha declarado que ha observado "elementos antiguos y otros de talla más moderna". Según el experto, los capiteles son originales, pero hay otros elementos desconcertantes..."
Esto de la "interpretación periodística" siempre es un peligro, como por aquí sabemos muy bien ;-) De momento me quedo con el vídeo, en el que se le oye a él mismo su opinión al día de hoy.
8 Jun 2012
Roberto
No se si es mi sensación (creo que no) pero las imágenes que muestran el claustro montado en Madrid, muestran un claustro mucho más completo, se aprecia que tiene al menos tres lados prácticamente intactos y posiblemente un cuarto que quedaría a la espalda del fotógrafo. Tal vez el montaje en Palamós se cambió por motivos de escenografía o algo así y eso me daría pie a pensar en que la obra no es auténtica o que sus antiguos propietarios valoraban poco lo que compraban. En uno de los vídeos los capiteles que se hallan en el suelo presentan una erosión bastante acentuado en comparación con el resto que están casi intactos, en cambio en las imágenes del claustro en Madrid todos los capiteles parecen en buen estado. Esto supondría que los propietarios no han cuidad tan bien la obra como se presuponía. A ver donde va a parar todo esto.
8 Jun 2012
Percha
En RTVE:
8 Jun 2012
Percha
Muchas gracias, Pedro, pero lo mío no es estudio y menos profesional, curiosidad tan solo y, creo, algo de sentido común. Eso sí, aquí en TA sí que hay gente que sabe de lo que habla. Es un buen sitio donde aprender.
Saludos.
8 Jun 2012
José Luis Santos Fernández
Vídeo: Por fin se ha podido ver el famoso claustro románico localizado en una mansión de Palamós en Gerona. El profesor leonés Gerardo Boto lo redescubrió en una finca particular tras ver las fotografías en una prestigiosa revista de decoración alemana. Después de la polémica abierta sobre su procedencia, los expertos la sitúan en Castilla y León.
El conjunto ha permanecido oculto al menos medio siglo de los casi mil años que tiene. Se trata de una obra maestra medieval de un estilo muy similar al del Monasterio de Silos, por lo que se cree que su origen puede estar en algún lugar castellano.
"No es una copia, si no que tiene bastante tiempo. Lo que comentó Gerardo en su artículo sobre la influencia silense se plasma clarísimo en tres capiteles", asegura Juan Antonio Olañeta, presidente de la Asociación de Amigos del Románico.
Las semejanzas con la abadía burgalesa no son las únicas con el resto de obras románicas de nuestra comunidad. "La iconografía de Sansón es interesante, se da bastante en Castilla", afirma Olañeta en referencia a la ornamentacíon de las columnas.
Desde 1959 este claustro ha vivido en esta localidad del Bajo Ampurdán, tras un periodo en un solar de Madrid. Ahora ha salido a la luz y un grupo de expertos constata que es una pieza auténtica. Si se confirma el Gobierno podría delcararlo patrimonio de interés cultural.
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8 Jun 2012
Alicia M. Canto
Bien observado, Roberto. La aparente falta de una de las galerías se menciona en esta noticia de Telemadrid, preguntado el administrador de la propiedad:
"Las galerías claustrales que se hallan en el interior de Mas del Vent constan únicamente de dos laterales y, según las fotografías del montaje que constan en el Archivo Municipal de Palamós, originalmente pudo haber un tercero, aunque Comas desconoce este aspecto."
(De paso: creo que 2.280 visitas a un post en sólo 4 días debe de ser un récord en TA)
9 Jun 2012
Guillermo Caso de los Cobos
Es posible que el claustro tuviera una tercera galería en su origen, pero puestos a especular, y a la espera de que se diga cuál fue el desarrollo definitivo de este claustro y su grado de autenticidad en su composición, da la sensación que se aprovecharon los mejores capiteles, sillares, columnas, etc., para elaborar, del modo más perfecto posible, las dos galerías que actualmente se ven, quedando los capiteles que estaban más deteriorados (o que no contaban con más elementos constructivos de la época para acompañarlos) a modo de ornamento en los dos lados de las galerías que faltan. Es más, viendo los vídeos se puede decir que algunas de las columnas y de los sillares (estos últimos de las esquinas de las galerías, sobre todo) son de factura moderna, esto es, tal parece que hubo necesidad de completar las dos galerías levantadas con material nuevo y ex profeso, puesto que no hubo suficiente con los restos de las otras dos o porque estaban muy deteriorados.
9 Jun 2012
Percha
Nuevo artículo de José Ángel Montañés para El País:
Primera visita al claustro de Palamós
“Es una obra original y de máxima importancia”. Para José Maria Pérez, Peridis, gran conocedor y divulgador del románico castellano, presidente de la fundación Santa María la Real, no hay duda: “El claustro de Palamós es románico y procede de Castilla, de algún lugar de Segovia o de Burgos. Se elaboró muy cerca de la cantera, por lo que esa es otra pista para buscar el lugar de origen de este claustro monumental, con algunos sillares casi ciclópeos, de proporciones mucho más grandes de lo que estoy acostumbrado a ver. El estado de conservación es bueno, pese a que la erosión y la humedad lo han dañado. La piscina le está haciendo mucho daño”.
Fue el diagnóstico de este dibujante y arquitecto durante la privilegiada visita realizada ayer por la mañana, junto a unos 60 periodistas. “Eso sí, tiene elementos más modernos que se reintegraron para darle forma y poderlo vender mejor”, remachó mientras terminaba uno de esos garabatos en los que, de forma esquemática y clara, recoge las formas de los edificios, casi siempre románicos, que se le ponen a tiro.
Más cauto se mostró el profesor de la Universidad de Girona, Gerardo Boto. El experto dio a conocer la existencia de este claustro desconocido para la comunidad científica y para la mayoría de los mortales. Es el mismo que le quita el sueño en los últimos tiempos y que, por fin, después de varios años de vanos intentos, pudo verlo sin fotografías de por medio.
Tras su primer contacto, no dudó en calificar el momento de “muy emotivo”. “Es como si estuviésemos viendo al hijo mayor del monasterio de Silos”, en referencia al monasterio con el que ha buscado paralelismos para este claustro. Tras lo cual, aseguró: “Mi impresión es positiva; el análisis visual puede ser concluyente, aunque quizá haría falta otro de las piedras”.
Sin embargo, la decisión última la dejó en manos de los técnicos de la Generalitat, un arquitecto y dos arqueólogos de la dirección general de Patrimonio Cultural. Inspeccionaron el jueves la obra para emitir un veredicto, en una fecha no precisada por la Generalitat. Los técnicos piden tiempo para realizar incluso un análisis de la piedra. Tras su visita solo ha trascendido que han asegurado que “ni es cartón piedra ni es de los años cincuenta”.
Boto paseó por la estructura, como queriendo retener todos los detalles. Para el investigador, son importantes la talla de la cuarentena de capiteles, la tipología, la morfología de las piedras, el tipo de las imágenes y, sobre todo, el emblema heráldico: el castillo del rey Alfonso VIII, escasamente representado. Son elementos definitorios que dan la clave para asegurar que la estructura es auténtica e incluso aventurar dos posibles orígenes, que, por ahora, Boto prefiere no desvelar.
El profesor sí destacó la protección llevada a cabo por los propietarios actuales, entre los que destacó el tejadillo de hierro corten que cubre la estructura en su parte superior y que impide que la humedad, en forma de agua o hielo, entre por la parte superior y destruya la piedra. También la labor realizada por la familia de Juan Manuel Ortiz, hijo del restaurador que dirigió los trabajos de montaje de esta estructura en un solar de Madrid a partir de 1931, tal y como publicó ayer EL PAÍS.
Peridis y Boto fueron de los pocos privilegiados que ayer pudieron ver, por primera vez el claustro, entre las 11.30 y las 13.00. La apertura se produjo tras el interés provocado por la publicación el pasado martes de la noticia en este diario. Una noticia que ha llevado a darle la vuelta a la situación en apenas unos días: de ser una construcción desconocida y prohibida, ha pasado a aparecer en medios de comunicación nacionales e incluso internacionales. Entre los cerca de sesenta periodistas que ayer esperaban turno para poder visitarlo en Mas del Vent, en la zona de La Fosca, se contaban algunos de distintos puntos de Europa.
Auténtico o no, el claustro es una imponente obra que sobrecoge realmente. Entre olivos, algarrobos y pinos, la estructura de arcos y piedra aparece tras andar una empinada cuesta en lo más alto de un montículo desde el que se ve el mar Mediterráneo. Parece que haya estado toda la vida allí. Dos de los lados están prácticamente intactos. En un tercero se mantiene en pie el arranque del arco central, mientras que el resto de capiteles reposan directamente sobre el basamento original. Allí se respira tranquilidad y una cierta religiosidad, aunque esta estructura esté obviamente desacralizada desde hace décadas.
Junto al claustro hay una gran masa de pinos que dificulta ver los cultivos ecológicos que han dado fama, ahora en un segundo plano, a esta enorme finca de 22 hectáreas, que gestiona la empresa Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol, SA., una sociedad anónima de veinte socios entre los que está el dueño del claustro Kurt Engelhorn, quien, por cierto, vende sus exquisitos productos ecológicos con una etiqueta en la que aparecen dibujados los arcos del claustro.
Durante la visita se le echó de menos. En su ausencia, Josep Comas, abogado y presidente del consejo de administración de la empresa Explotaciones Agrícolas y portavoz de la propiedad, aseguró “no entender el interés suscitado y el revuelo que se ha producido por un claustro conocido por todos. La familia solo ha querido discreción y privacidad”. Cuando se le recordó que el profesor Boto llevaba dos años intentando entrar, reiteró que por parte de los dueños “nunca ha habido ningún impedimento y estas visitas así lo demuestran. La familia no está preocupa por la autenticidad o no”.
También aseguró no tener constancia de la solicitud por parte de la Generalitat para acceder hace tiempo. En cualquier caso, afirmó, aceptarán el dictamen y la posible catalogación como Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat. “Si hay que abrirlo al público, se hará”.
Comas desveló que la empresa conserva el contrato de compraventa del monumento a un particular de Madrid en julio de 1958 en el que consta que se compró por un millón de pesetas. Un precio bastante bajo si se tiene en cuenta que fue puesto a la venta en 1936 por cinco millones que bajaron a 3,5 después de la guerra, en 1939.
Cuando Comas aseguró que era conocido “por todos”, debía de referirse a los asistentes a celebraciones y fiestas dadas por los propietarios en los “que se servían caterings de Ferran Adrià y Joan Roca”, según relató. Pero no a los habitantes de Palamós, ya que casi nadie, aparentemente, en esta localidad veraniega de la Costa Brava, sabía de la presencia de esta cada vez más probable joya románica en su municipio
Ni siquiera Magali, que trabaja en la gasolinera situada junto a una de las entradas de la finca. “Si es para dar más vida a Palamós es bueno, pero no tenía ni idea, y eso que por aquí pasa mucha gente”. Lo mismo aseguró Joan, dueño de la licorería Morera. “No sabía nada hasta anteayer, y eso que me hubiera gustado”, explicaba este historiador que lleva el negocio familiar. “Cuando hice la carrera todos los trabajos estaban relacionados con cosas de la historia y el patrimonio. Me hubiera gustado”, y puntualiza: “Si es de fuera y no se compró legalmente habría que devolverlo”. Sí lo conocía José, un joven que afirma haberse colado en la finca, “cuando era más pequeño” para coger espárragos. “Pero nunca le di importancia a estas piedras”.
La noticia ha causado enorme expectación estos días. “Se venden más periódicos y salimos en las teles casi a diario, dicen Ramón y Carlos, padre e hijo que regentan un quiosco en el paseo de la localidad que lentamente y mientras se acerca el verano empieza a llenarse de turistas. Ramón también dirige una peluquería de caballeros. “Es sorprendente pero nadie sabía nada hasta esta semana, pero ahora el tema de conversación siempre es el mismo: el claustro. Al final va a ser más famoso que nuestras gambas. Bueno, espero que no”, dice riéndose. Todos coinciden en que habría que abrirlo al público y así poderlo visitar.
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La clave está en los capiteles
No parece haber duda de que en el conjunto de estilo románico que aguardaba olvidado en la finca de Palamós Mas del Vent no todo es auténtico... ni tampoco falso. Las columnas lucen un aspecto más moderno, por esa razón lo más interesante saldrá del estudio de los adornos con motivos florales o fantásticos de los capiteles.
9 Jun 2012
Roberto
Es posible que el claustro se desmontase durante el siglo XIX o principios del XX y permaneciese arrumbado en algún almacén durante mucho tiempo (como ocurrió con algunas de las obras llevadas por Randolph Hearst a los EEUU) y a la hora de reconstruirlo solo se transportasen a Madrid las piezas con valor decorativo, los capiteles, basas y los arcos con decoración ajedrezada (aunque estos también parecen bastante nuevos) para ahorrar costes y el resto se repusiese con materiales labrados exnovo (como los fustes de las columnas que parecen perfectos). Lo que no me queda claro es porque en el traslado entre Madrid y Palamós se decide desmontar una de las galerías y dejar solo una arco. Los nuevos dueños eran más puristas y decidieron dejar solo piezas originales?. Tampoco entiendo como si este claustro estuvo tanto tiempo "expuesto" en Madrid no hay noticias de Historiadores del arte del momento, no será que entonces se consideraba una recreación moderna como parece ser que lo consideró la conservadora del Metropolitan Carmen Gómez Moreno (cuya muerte en el 2008 nos deja sin una fuente de información vital).
9 Jun 2012
María //
Pues la mezcla de elementos modernos y auténticos explicaría esa sensación tan rara que produce de que algo rechina (aunque puede ser una falsa impresión,claro)
Gracias,Percha,con retraso:-)
10 Jun 2012
Percha
Sí, Roberto y María, la mezcla de elementos modernos y antiguos parece, poco a poco, confirmarse. Habrá que ver que importancia cuantitativa tienen esos elementos nuevos. Quizá hasta podría darse el caso de que hubiera elementos de diferentes claustros. No sé, es que todavía me alucina que no se sepa a que claustro podría corresponderse, viendo el tamaño y la calidad del mismo.
El País hoy publica dos artículos sobre el tema:
Es la hora de la Historia de Arte
Gerardo Boto
Soy historiador del arte. Comparto oficio y pasión que con decenas de profesionales de universidades, museos y centros de investigación de todo el mundo. Mis colegas ejercitan esta profesión con serenidad y con tenacidad en el marco de nuestras instituciones, guiados siempre por el compromiso de avanzar en el conocimiento.
La Historia del Arte es una disciplina científica que, entre otros propósitos, procura la valoración y el conocimiento social y académico de esos productos culturales que calificamos como obras de arte, y que todos hemos heredado del pasado, sean de titularidad privada o pública.
La investigación en Historia del Arte es una tarea laboriosa y pertinaz que se encuentra con estímulos y con dificultades en su desarrollo. Los historiadores del arte partimos del afecto por la herencia artística; procuramos establecer un discurso riguroso y explicativo de los contextos y las causas que estimularon la realización de las obras, así como el aprecio sostenido en sus sociedades. Del mismo modo, es evidente que nuestra disciplina ofrece a la ciudadanía de hoy estudios sobre la conservación de las obras del pasado, con sus tortuosos y apasionantes accidentes y cambios.
Aunque trabajamos con obras y productos que surgieron del imaginario de individuos y sirvieron para el imaginario de sociedades completas, la historia del arte es una disciplina fáctica. Nos basamos en los hechos, en las obras, en el análisis empírico y directo de nuestros objetos de estudio. Hasta el viernes pasado yo no había tenido el privilegio de observar de modo directo y empírico las galerías claustrales que se conservan en la finca privada de Mas del Vent, en Palamós (Girona). Sin embargo, a través de imágenes y del trenzado de datos e informaciones dispersas, llegué a cuestionar mi escepticismo inicial. La presunción de que se trataba de una obra que podría contener elementos auténticos, originales del siglo XII, invitaba a plantear su relevancia histórica y cultural y, en consecuencia, reivindicar su protección administrativa por las autoridades competentes. De acuerdo con los indicios, creía que podíamos estar ante una obra de enorme magnitud.
La visita fugaz y excitante a las galerías claustrales de Mas del Vent proporcionó una cascada de reacciones instantáneas que se irán decantando en el futuro. Pero deben comprenderse en el marco del encuentro y la contemplación de unos capiteles colmados de imágenes, unas piezas labradas con una exuberancia inusitada y una rotunda corporeidad. Estos capiteles proceden de unos cinceles plurales que esculpieron mejor de lo que dibujaban. Y sin duda están envueltos de piezas modernas que, como en las catedrales severamente restauradas, no llegarían a desmentir el carácter genuino del conjunto.
En este momento, la originalidad del conjunto está siendo examinada por técnicos del departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña. Debemos permitir que trabajen con la mayor tranquilidad posible, elaborando pausadamente sus informes, ajenos al marasmo que estos últimos días ha agitado los ámbitos culturales y académicos, y del que he sido un involuntario protagonista. Lo relevante siempre es el objeto de estudio, la información histórica que encierran las obras que, no por casualidad, denominamos artísticas. Por eso mismo, acaso puede sorprender que entre los técnicos que evaluarán este conjunto no hay —o no se ha anunciado— ningún historiador del arte. Y desde luego el análisis iconográfico puede ser fundamental en este caso. Tengo colegas competentísimos en múltiples universidades que podrían ser consultados. En todo caso, serán ellos los que a la postre juzgarán y evaluarán el valor o no de este hallazgo. Porque el conocimiento siempre es una construcción colectiva desplegada en el marco de una comunidad científica.
Por desgracia, la ausencia de historiadores del arte en la administración no es privativa de este caso. La profesión no ha vertebrado una posición social y una visibilidad que se corresponda proporcionadamente con los aportes epistemológicos y positivos que efectúa. Está fuera de duda que la investigación y la transferencia del conocimiento que despliega la Historia del Arte se conjuga con la de otras disciplinas humanísticas en el afán por avanzar en el saber científico y en la protección de las herencias culturales. A pesar de que puede esgrimirse de modo contundente su utilidad social, estos estudios universitarios a menudo se ven soslayados desde distintas instancias. Es mucho lo que aportan y sólo tienen que explicarse mejor.
El Claustro / PERIDIS (EL PAÍS)
El hijo veraneante de Silos
Peridis
El profesor Gerardo Boto no daba crédito a lo que veía en aquella revista francesa. Camufladas entre los pinos de una verde colina del Ampurdán, pasaban ricamente la tarde, posando para un fotógrafo, las arquerías de un claustro románico que llevaban más de medio siglo de vacaciones en aquel lugar paradisíaco.
“¡Válgame Dios!”, se dijo el estudioso cuando se dio cuenta de que una docena de capiteles estaban a punto de darse un chapuzón en la piscinita situada a los pies del basamento del monumento. “¿Cómo ha podido llegar hasta aquí un hijo del claustro de Silos sin que nadie supiera de su existencia, ni siquiera su padre?”.
Esa misma pregunta me hice yo el viernes 8 de junio cuando conseguí llegar con un nutrido grupo de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión hasta el escondite del monumento.
Viendo aquellas arquerías exclaustradas, incompletas y abiertas al paisaje circundante, no pude por menos de recordarme de mi estancia en el monasterio de Silos pocos días después del atentado de las Torres Gemelas.
Mientras el mundo parecía venirse abajo arrastrado por las torres en su caída, tuve la fortuna de pasearme al ritmo de sus maravillosas arquerías, bajo la protección de sus artesonados y la suerte de poder estar durante un buen rato, a solas, contemplando el jardín monástico en donde los índices de los cipreses nos apuntan hacia el cielo mientras el sol, sin hacer alarde de su presencia y sin que apenas se note su discurrir, pasa revista a las columnas y los capiteles repartiendo luces, penumbras y sombras a los laterales del claustro según convenga a cada una de las estaciones del año.
En aquellos momentos de incertidumbre e inseguridad el claustro silense era un microcosmos donde se podía gozar del silencio y de la intimidad; un ámbito para la introspección y la meditación y un lugar adecuado para encontrar la paz y la armonía interior.
La primera impresión que tuve en Palamós fue muy distinta de la habida en Silos, porque aquello que tenía delante de mis ojos entre los pinos de la pradera no era un claustro románico sino un decorado romántico formado por las arquerías de un más que probable claustro románico llegado de no se sabe donde para servir de telón de fondo a una piscina doméstica de una finca maravillosa. Expatriado de su tierra, privado de su historia, despojado de sus cubiertas y muros de acompañamiento, desprovisto de su función espiritual y apaciguadora del espíritu, con los pinos paseándose a sus anchas a ambos lados del jardín, el claustro era mucho más un ornamento que un monumento porque había quedado reducido a una escenografía transparente incapaz de proporcionar el juego infinito de luces y sombras que proporcionan el interior y exterior de todo claustro verdadero.
Se notaba que había una lucha entre el jardín y las galerías del claustro y que cada uno de los elementos había intentado apoderarse del otro. A pesar de que las columnas habían estirado todo lo que podían y los arcos estaban muy crecidos para lo que es habitual entre los de su especie, los pinos habían medrado de tal forma que habían conseguido, no solo sobrepasar muchas veces la altura de los arquitos, sino que los troncos lucieran sus hábitos de corteza en el trasfondo de las arquerías.
¿Qué puede esperar de la vida y a qué tiene derecho, a partir de ahora, el hijo veraneante del Claustro de Silos?
Creo que es muy sencillo: saber quién es, de dónde viene, y adónde va.
Esto es darse a conocer a fondo y sin limitaciones y cortapisas, que se investigue su procedencia y las vicisitudes de su traslado y gozar en paz y tranquilidad, en las mejores condiciones de protección y conservación, del privilegiado lugar que ocupa en armonía con los pinos que le acompañan. Eso sí, alejado lo más posible de la piscina que baña sus pies.
10 Jun 2012
Percha
En El Faro de Vigo:
"He sacado a la luz el claustro de Palamós sabiendo que pongo en ri...
PABLO ÁLVAREZ Gerardo Boto Varela (León, 1967) es profesor titular de Historia del Arte Medieval en la Universidad de Girona y se enorgullece de su ascendencia gallega. "Mi abuelo era de Arzúa", explica. La semana pasada, el profesor Boto se convirtió en noticia-bomba al desvelar la existencia, en la localidad gerundense de Palamós, de un claustro románico que, a juicio de numerosos especialistas, podría datar del siglo XII. Los técnicos del departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña estudian la construcción. En la entrevista que sigue, Gerardo Boto explica los detalles de la investigación "detectivesca" que lo ha llevado al citado hallazgo. Su discurso está presidido por la palabra "cautela".
–Con permiso del "rescate" o "ayuda" a la banca española, usted se ha convertido en el protagonista de los últimos días.
–De entrada, debo decir que todo el revuelo mediático que se ha formado me parece una completa desmesura. Con todo, entiendo que al final el asunto habrá merecido la pena si lo que se consigue es poner el foco sobre el patrimonio y si se aclara que este patrimonio, potencialmente valioso, lo es realmente.
–¿Un claustro románico del siglo XII?
–Por el momento, por cautela y por respeto a los técnicos de la Generalitat de Cataluña y a las instituciones, no debo expresar mi opinión. Aunque algunos medios me han atribuido juicios de valor taxativos, yo no me he pronunciado hasta ahora con ninguna rotundidad.
–El pasado viernes usted vio el claustro "en vivo" por vez primera. ¿Qué impresión le causó?
–Buena, desde luego, pero no todo el conjunto por igual. Hay partes y partes, lo cual no es nada extraño si se tiene en cuenta que ya ha sido desmontado, trasladado y montado de nuevo, al menos, en dos ocasiones. Pero con que sólo hubiera un capitelrománico, el esfuerzo ya habría merecido la pena, aunque la dimensión mediática habría sido excesiva. Me admira realmente el grado de repercusión del caso.
–¿Dos traslados?
–Sí, por lo menos. Uno desde su lugar de origen hasta Madrid, y otro desde Madrid a Palamós. La familia propietaria, de origen alemán, lo compró, a través de intermediarios, en Madrid, en 1958. No descarto que pueda haber habido algún traslado más.
–Se dice que puede tener una impronta muy intensa de los talleres tardorrománicos del monasterio de Silos, en Burgos.
–Es una posibilidad muy verosímil.
–Usted ha hablado de una investigación casi detectivesca.
–Es cierto. Y, llegados al punto en el que estamos, pienso que ya puedo empezar a desvelar algunos detalles. Tuve conocimiento de la existencia de este claustro hace casi seis años, pero sólo disponía de unas fotografías muy malas que, sin embargo, me llamaron la atención. No había manera de acceder a la finca, aunque lo solicité expresamente. Las cosas cambiaron radicalmente cuando, en el verano de 2010, me enviaron la edición francesa de la revista de arquitectura "AD", que publicaba un reportaje impresionante sobre la finca y sobre el claustro. Luego me enviaron las fotos, de altísima definición, y mi interés creció mucho más. Tengo que reconocer que, durante mucho tiempo, el asunto me quemaba en las manos. En general, toda la investigación fue algo así como una lucha contra mi propio escepticismo. La asociación Amigos del Románico siempre me ha respaldado y son ellos los que han intentado mover este asunto en los ámbitos administrativos
–Y ahora lo ha desvelado en una conferencia y se ha armado una buena.
–Sí, y lo he hecho sabiendo que pongo en riesgo mi prestigio y mi credibilidad. Si al final nada es tan valioso, saldré perdiendo. Si hay, como creo, cosas valiosas, habrá merecido la pena. Yo entendí que, incluso desde un punto de vista deontológico, debía asumir ese riesgo.
–¿Por qué?
Porque, de lo contrario, existía el riesgo de que la familia propietaria decidiera, por ejemplo, llevar ese claustro fuera de España, pongamos que a Suiza, y entonces ya lo perderíamos para siempre. Ahora, con el paso dado, ese patrimonio está bajo la protección de las administraciones públicas y puede ser estudiado a fondo. Y, si es auténtico, ya no podrá salir de España. O, si sus dueños deciden venderlo, las instituciones públicas tendrían al menos un derecho de tanteo.
–¿En este proceso ha estado solo o en compañía de otros?
–En todo el proceso de investigación he contado con la colaboración de una amiga y colega que por ahora no desea darse a conocer porque quiere que yo me lleve el mérito. Ya le he dicho que es injusto, pero ella insiste en que no es académica y prefiere pasar inadvertida. Además, durante estos años de silencio he compartido el hallazgo con diez o doce colegas de diversas partes. En este tiempo todos ellos han sabido guardar el secreto, y yo se lo agradezco mucho.
–¿Qué dicen ahora los propietarios?
–Pues no lo sé. Ellos han esgrimido esta semana un informe de Carmen Gómez-Moreno, una española que trabajaba en el Metropolitan de Nueva York y era especialista en gótico italiano, que decía que el claustro no era auténticamente románico. El juicio expresado en ese documento se basaba exclusivamente en unas fotos, según declaraba su autora. Me desconcierta que los propietarios jamás encargaran un contrainforme. Entre las múltiples noticias que han volcado los internautas, nadie ha detectado aún que esta familia patrocina desde hace mucho un reputado centro de investigación en Arqueometría en la Universidad de Tubingen (Alemania). Me extraña que, a lo largo de décadas, no hayan encargado un análisis de materiales allí mismo.
–Puede haber construcciones similares en manos privadas, en otras zonas de España.
–Desde luego, hay casos. Hoy mismo (por ayer) sale en "El País" una carta al director que recuerda que dos piezas del maestro Mateo, procedentes de la catedral de Santiago de Compostela, están en el pazo de Meirás. En el norte de Burgos también hay bienes patrimoniales en fincas privadas no accesibles para investigadores ni para el público en general. En cambio, hay propietarios privados que facilitan visitas y estudios, como en Santa Eufemia de Cozuelos (Palencia) o San Quirce de los Ausines (Burgos). Con todo respeto, el asunto me parece meridiano: las piedras o las pinturas pueden ser una persona, pero la información histórica que contienen es de todos.
11 Jun 2012
Percha
El País:
El claustro de Palamós sufrió la acción del fuego en su origen
José Ángel Montañés
Si las piedras del claustro de Palamós hablaran, contarían de qué cantera y en qué momento fueron arrancadas para crear los sillares qué fueron tallados por manos diestras. También nos dirían en qué lugar estuvieron ubicadas y el nombre de la iglesia, monasterio o castillo a la que pertenecieron, una de las incógnitas de esta historia que ha llenado páginas de los medios de comunicación ....
Foto: Detalle de unas columnas y sus capiteles del claustro de Palamós. / MARCEL·LÍ SAÈNZ
Para Nuño no hay duda de que los sillares situados en una de las esquinas de la construcción, en concreto la que queda en el lado derecho que hay junto a la piscina “estuvieron expuestos a una alta temperatura durante varios días, motivado seguramente por la quema de las maderas que cubrían las galerías claustrales”. Nuño, el arquitecto y dibujante Peridis, presidente de la Fundación, el profesor de arte medieval de la Universidad de Girona, Gerardo Boto y el presidente de la Asociación de Amigos del Románico, Juan Antonio Olañeta, valoraron que probablemente un fuego intenso durante horas pudo causar esta alteración de la piedra.
No existe constancia de un incendio de ese tipo desde 1931, año en que el claustro llegó desmontado, desde un lugar desconocido —posiblemente Segovia o Burgos—, a un solar propiedad, desde 1918, de Águeda de Martorell y Fivaller, marquesa de Lapilla y de Monesterio, situado en la calle Ángel Nuñez de la Ciudad Lineal de Madrid. Según contaron el hijo y el nieto de Julián Ortiz, el restaurador que dirigió los trabajos de montaje del claustro que compró el anticuario Ignacio Martínez Martínez, entre 1931 y 1958 no se produjo ningún incendio de esas características. Aunque estuvo a punto. “Al estallar la guerra los milicianos intentaron quemarlo, porque pensaban que escondía un polvorín, pero las mujeres, con sus gritos, los convencieron de que no lo hicieran y se marcharon”, recuerda Juan Manuel Ortiz, de 86 años.
Posiblemente, coinciden los especialistas que visitaron el claustro el viernes pasado, estas marcas de fuego tienen mucho que ver con el proceso de destrucción que sufrieron muchas de la arquitectura religiosa española tras desamortizaciones como la de Mendizábal de 1835, y por lo tanto demuestra que el claustro estaba en pie en el siglo XIX.
Las piedras también hablan de la calidad de la construcción. Según Boto, a diferencia de lo que ocurre en Santo Domingo de Silos, donde el artista era un gran dibujante y escultor, en el de Palamós, la calidad de la labra es muy superior a la del dibujo. “Sea de cuando sea, es un buen cantero pero un dibujante más discreto, ya que hay figuras desproporcionadas, con una elegancia más desigual”, especula. Esta calidad se mantiene en rincones incluso que no están pensados para ser vistos, como en el interior de los capiteles cuádruples, que se sitúan en el centro de cada una de las cuatro galerías. “Es extraordinario y lo he visto sólo en San Andrés de Arroyo. Representa un alarde del trabajo del que no hay necesidad, sobre todo si pensamos en que sean capiteles modernos, que se hacen para venderlos a un rico americano, acaso con destino a la costa Oeste”, explica este profesor coautor, junto a Joaquín Yarza, del conocido libro Claustros románicos Hispanos (2003). Este detalle es para él “como el interior de un cajón de un mueble bueno, perfectamente acabado aunque no esté hecho para verse”. Boto, prudente, a la espera del dictamen que han de emitir los tres técnicos de la Generalitat, no esconde que estos datos apuntan a un trabajo medieval.
El profesor tuvo la oportunidad de ver in situ las galerías el viernes y comprobó que algunas de sus predicciones, realizadas a través de las fotografías de la revista AD y Google Earth, no eran del todo ciertas: entre llas que el claustro era mayor de lo que pensaba, ya que alcanzaba los 23,8 por 23,9 metros, y era “mayor que el de Silos”.
Durante la visita se comprobó que las piedras presentan dos numeraciones arábigas, una incisa y otra pintada. Se correspondería, posiblemente, con las realizadas al desmontar la estructura en su lugar original para montarla en Madrid y la de 1958 para ayudar a levantar la estructura en Palamós.
Una de los elementos que más desconcertó a los privilegiados especialistas que accedieron a la finca, fue el tamaño de los capiteles y la altura de las galerías. Según Boto, en este claustro todo es enorme, “incluso el zócalo, que me parece incontrovertible, tiene unas medias excepcionales. Esto obliga a que el resto de las partes sean enormes para conseguir la proporción entre las partes”.
Quien también sabía de la importancia del claustro era el anticuario Martínez. Y lo demostró con el precio con el que pretendía venderlo, tras remontarlo en un barrio de las afueras de Madrid: 5 millones de pesetas en 1936, que rebajó a 3,5 después de la guerra. Unos años antes, en 1925 el historiador y saqueador del arte Arthur Byne vendió al magnate de la prensa norteamericano William Randolph Hearst, el claustro, el refectorio y la sala capitular del monasterio de Sacramenia (Segovia) por 40.000 dólares (unas 280.000 pesetas) y el refectorio, la sala capitular, el dormitorio de novicios y parte del claustro del monasterio cisterciense de Óvila (Guadalajara) por 55.000 dólares (unas 390.000 pesetas), según José Miguel Merino de Cáceres, que ha estudio la venta de estos y otros bienes eclesiásticos. Precios inferiores que los que pretendía cobrar Martínez. Según el representante de su actual propietario, el suizo Kurt Engelhorn, el claustro de Mas del Vent se compró en 1958 por un millón de pesetas.
Los expertos que deben dictaminar sobre la autenticidad de la construcción de Palamós lo tienen complicado. La solución no pasa por el verdadero o falso, porque la construcción, al parecer, tiene elementos medievales y modernos. Tendrán que tener en cuenta que la mayoría de edificios románicos españoles están reconstruidos. En los muros interiores de San Isidoro de León, uno de cada dos sillares es original, tal y como se ve por las marca del restaurador. En la catedral de León, los muros superiores y la cubierta, son reposiciones modernas. Pero nadie duda de su autenticidad. “La actitud de reponer para dar forma y estabilidad a la construcción en estos edificios y en el claustro de Palamós puede interpretarse como análoga”, valora Boto.
“El castillo es falso,pero no inventado”
Uno de los elementos que más había llamado la atención a Gerardo Boto en la fotografías que había visto del claustro era un relieve del castillo de rey Alfonso VIII (1155-1214) representado en una de las arcadas. Tras acceder el pasado viernes, el profesor comprobó que no era antiguo, sino una reintegración moderna.
Según Boto las explicaciones posibles son solo dos: Que la persona que decidió colocarlo en el siglo XX fuera un experto erudito que dominaba la xilografía y conocía que este castillo, y ningún otro, era el símbolo del monarca contemporáneo a la construcción del claustro, pese a que eran poquísimas las representaciones que se conocían en 1930; o, más probable, que el tallador no se lo inventó, sino que copió un original muy deteriorado, que se decidió reponer por otro nuevo cuando se remontó en Madrid.
“Aunque no tengo todos los elementos de juicio, me parece que es falso, pero no inventado", concluye.
12 Jun 2012
Roberto
En la foto de éste último artículo del país se aprecia que de ser auténticos, los capiteles que se encuentran en el suelo deberían ser retirados inmediatamente porque el hecho de no estar cubiertos hace que se aprecie una erosión por el agua bastante mayor que en los que se hallan sobre columnas y cubiertos por arcos. Si este claustro estuvo desmontado y guardado hasta el traslado a Madrid y en Madrid se reconstruyó entero y no como ruina romántica, el mayor daño a los capiteles se le ha hecho desde que está en Palamós, tal vez por creer sus dueños que solo tenían un recreación moderna de una obra medieval, aunque si hubieran pensado que era auténtico tal vez no estaría en España pero seguramente estaría más protegido.
12 Jun 2012