¿Un retrato perdido de Leonardo?

Retrato de Bianca, hija de Ludovico Sforza, posible obra del pintor Leonardo da Vinci

 

El Mundo.es

 

Las dudas en torno a la identidad del autor de este retrato han sido muchas y muy variadas. La casa de subastas Christie's lo vendió en 1998 como un retrato del siglo XIX. Ahora, un importante historiador de arte, lo sitúa en el siglo XV y se lo atribuye a Leonardo da Vinci. Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford, ha identificado el dibujo como una hoja que falta de un volumen del siglo XV vinculado al gran mecenas de Leonardo, el duque de Milán, Ludovico Sforza. El profesor siempre ha creído que este retrato de una mujer joven es una obra maestra perdida de Leonardo da Vinci, y dice haber descubierto pruebas concluyentes que avalen su teoría.

Una de las pistas que le llevó a iniciar la investigación fue al ver que había un agujero en el margen izquierdo de la hoja, lo que le hizo suponer que había sido arrancada. Pero las posibilidades de que el volumen sobreviviera 500 años eran remotas, y las posibilidades de que se encontrara aún más.

A principios de este año, Kemp se embarcó en lo que él describe con el proceso de "buscar una aguja en un pajar", es decir, la búsqueda de un volumen del siglo XV al que le faltara una hoja. "Las afirmaciones de que se trata de una falsificación, plagio o una copia de un Leonardo han sido eliminadas definitivamente", dijo Kemp al diario 'The Guardian'.

Contra todo pronóstico Kemp viajó a Varsovia para investigar en la biblioteca nacional de Polonia. El profesor recuerda lo que pensó cuando abrió el volumen: "Sí, aquí podemos identificar la existencia de una página que ha sido claramente eliminada por los agujeros encontrados. De hecho el pergamino es de 1496, de Bianca y realizado como regalo de matrimonio. Es asombroso, podrías pensar que los orificios están siempre a la misma distancia, sin embargo, la costura es irregular y el ojo no lo puede medir con total precisión".

Así, Kemp identificó de manera provisional a esta mujer como Bianca, hija ilegítima del duque, que murió unos meses después de su matrimonio a la edad de 13 años. Esta identificación fue apoyada por el título de la página Sforziad, un volumen sobre las celebraciones de los Sforza; los símbolos que aparecen en el libro demuestran que se trató de un regalo de bodas.

Para certificar su teoría, Kemp se valió de un especialista que había realizado análisis científicos en la Mona Lisa, explorando por debajo de las capas de pintura. El análisis técnico confirmó que "el pergamino del retrato se asemeja, en todos los aspectos, a las características físicas de las hojas que quedan", explica. "Las hojas de pergamino se consiguen por un complejo proceso de afeitado de un ternero, cabrito o cordero al espesor deseado. El espesor del pergamino es totalmente coherente con los folios del libro de Varsovia", afirma Kemp.

La casa de subastas Christie's lo vendió en 1998 por más de 10.000 euros pensando que era del siglo XIX. Ahora, como 'un Leonardo' podría venderse por más de 100 millones. Por su parte, Cristie's ha rechazado la atribución de Kemp, pese a que ha tenido el apoyo de varios académicos y expertos como Leonardo Carlo Pedretti que confían en la veracidad de su investigación. Hoy día, Cristie's podría hacer frente a procesos judiciales abiertos por la obra.

En esta historia hay muchos escépticos. Uno de ellos es Jackes Franck, consultor sobre Da Vinci en el Louvre. Franck dice que hay errores anatómicos entre el cuello y busto. Además, otros argumentan que no hay otros 'Leonardos' en pergamino, pese a que hay pruebas del interés que mostró el artista sobre su uso.

El anuncio de Kemp se produce antes de que se emita un documental de National Geographic sobre el análisis científico del dibujo, que se proyectará el próximo año. Además, el profesor publicará su investigación en la edición italiana de su libro sobre La Principessa.


  • José Luis Santos Fernández

    Una cámara con la mirada de Superman podría cambiar la historia del arte

     

    Cotte coloca una réplica del retrato que podría haber sido realizado por Leonardo frente a la cámara multiespectral.

    Fuente: Ana Maria Echeverría, París. AFP. | Noticiero Digital.com, 20 de octubre de 2009

    Una poderosa cámara escáner, capaz de hallar los secretos que se ocultan bajo los lienzos de los grandes maestros, ha visto la luz en en un pequeño garaje en París, donde sus creadores aseguran que el aparato digital multiespectral puede revolucionar la historia del arte.

    El laboratorio Lumiere Technology ocupó las portadas recientemente al anunciar que el análisis de una huella digital hallada en un retrato en pergamino de una bella joven italiana, comprado en una subasta en Nueva York por 19.000 dólares, reveló que fue ejecutado por el maestro del Renacimiento Leonardo da Vinci.

    "La cámara permite ver el interior de una obra, ver lo que hay bajo las capas de pintura. Es como tener la mirada sobrehumana de Superman, pero multiplicada", explicó Pascal Cotte, el inventor de la cámara digital multiespectral, quien demostró a la AFP su funcionamiento en el garaje-búnker en Saint Germain de Prés, una de las calles más chic de París.



    La cámara de alta definición de 240 megapixeles "es capaz de ver a través de las capas de pintura utilizando iluminación en diferentes longitudes de onda", demostró su inventor. "Su capacidad es colosal, ni los rayos infrarrojos ni los rayos X pueden aportar lo que esta máquina", subrayó. "Al analizar una pintura, puede remontarse en el tiempo, ver cómo era originalmente", precisó Cotte, que estudia el retrato en pergamino (33 cm por 24 cm) desde hace dos años.

    Si se confirma que 'Perfil nupcial de una joven dama', que pertenece a un coleccionista anónimo residente en Suiza, no es un dibujo alemán del siglo XIX, como se creía, sino una obra del genio del Renacimiento, su valor sería inestimable, confirma Jean Penicaut, presidente del laboratorio parisiense.

    Con ayuda de la cámara, Cotte demostró no sólo la huella digital que supuestamente es de Da Vinci, sino el vasto trabajo de restauración efectuado en el dibujo realizado a lápiz y témpera sobre pergamino. "Cuando me di cuenta de que el retrato era seguramente de Da Vinci, rompí a llorar de emoción, de felicidad", recordó.

    Penicaut, cofundador del laboratorio, subrayó "el carácter revolucionario" de esta cámara, mucho más potente que cámaras infrarrojas o láser. "Por primera vez en la historia del arte, se puede profundizar en todos los elementos de una obra, analizando el color, para buscar la verdad". "Pero nosotros nos limitamos a la parte científica, lo otro corresponde a los expertos de arte", recalcó.

    Subrayó que los resultados de la investigación sobre el retrato en pergamino, que son "como el ADN de una obra", fueron examinados por expertos, entre ellos Martin Kemp, profesor emérito de historia del arte en la Unientre ellos Martin Kemp, profesor emérito de historia del arte en la Universidad de Oxford y especialista de la obra de Leonardo, que confirmó que es una obra del artista italiano del Renacimiento.

    El año pasado, el equipo de Lumiere Technology descubrió también algunos de los secretos que se ocultan bajo la pintura más famosa del mundo, la 'Mona Lisa', de Da Vinci, descubriendo cuáles eran los colores originales del cuadro, bajo tantas capas de barnizes y pátinas.

    El equipo comprobó por ejemplo el daño sufrido por el famoso lienzo de Da Vinci en las sucesivas restauraciones a las que ha sido sometido durante cinco siglos, indicó Cotte. Por ejemplo, pudo ver cómo originariamente la Gioconda tenía cejas y pestañas que posibilemente fueron borradas en alguna restauración anterior, dijo.

    Ambos especialistas aseguraron a la AFP que lo que buscan "es poner la tecnología al servicio del arte. Por ejemplo, si se confirma que el 'Perfil' es de Da Vinci, esta sería la primera obra importante de Leonardo que se identifica en más de un siglo.

    Pero, el laboratorio que podría provocar sacudidas en el mundo del arte está al borde de la quiebra. No sólo porque nadie es profeta en su tierra, sino porque a Francia "le gustan los títulos universitarios, y Cotte, que es un enciclopedista, no tiene ninguno", se quejó Penicaut, advirtiendo de que podrían abandonar Francia y mudarse, con todo y cámara, a Estados Unidos, si no hallan pronto financiación.

    "Ni el laboratorio ni la cámara están en venta. Imagínense si la cámara cae en manos de falsificadores, lo que podrían hacer. Lo que nosotros queremos es colaborar, para cambiar la historia del arte", concluyeron, afirmando que su sueño sería analizar, con ayuda de la cámara, 'Guernica', del maestro español Pablo Picasso.

     

    El ingeniero óptico Pascal Cotte muestra fotografías escaneadas del retrato de una joven atribuido a Leonardo da Vinci.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Cuando en 2009 el profesor emérito de la Universidad de Oxford, Martín Kemp, anunció que el retrato en cuestión (al que bautizó con el título "La bella princesa") había salido de la mano del genial  Leonardo, la serie de argumentos que presentó me resultaron bastante convincentes. Y digo "bastante" y no "definitivamente", por ejemplo, porque siempre cabe la duda, a falta de absolutas seguridades.

     

    Y ahora que nos dice que ha descubierto un volumen del siglo XV en el que se comprueba que, después de los análisis realizados, la página de pergamino del retrato se corresponde con una que le falta al susodicho volumen, no cabe duda que con ello despeja una de la objeciones que más fuertemente se le habían realizado: que tal retrato en pergamino podía ser una falsificación. Hay que darle la enhorabuena. No obstante, es de suponer que hasta que no presente los resultados finales de su investigación todavía surgirán muchas preguntas no sólo en relación al hoja del retrato en pergamino respecto del volumen, sino también a la forma en que fue sustraida y acabó siendo aceptada en subasta por Christie's.

     

    Foto: Orificios correspondientes a las costuras y marcas de incisión entre La bella princesa y el Sforziad. 

     

     

    Servan:

     

    En su día se dijo (aquí y aquí) que, del análisis de las distintas huellas dactilares halladas en obras de Leonardo, la marca dactilar de las mismas poseían un patrón en "Y", el cual se corresponde con el 60% de la población árabe de Oriente Medio. 

     

    Foto: Flecha indicando el lugar donde se halla la huella dactilar de Leonardo.

     

    Foto: Huella dactilar de Leonardo en la imagen derecha.

     

    Foto: Patrón de arabesco en el hombro del vestido

     

    Foto: Dispositivo de la "Academia Leonardi" de Milán.

  • David Montero

    Parece que la atribución a Leonardo no es admitida por numerosos expertos. Así que la afirmación de Kemp de que la falsificación ha sido descartada resulta ser "exagerada" como mínimo (cosa que hace dudar bastante de su ecuanimidad). La famosa huella tampoco parece concluyente. Y si uno atiende a los indicios se da cuenta de que son muy circunstanciales y podrían haberse tenido en cuenta también por cualquier falsificador espabilao. Sobre todo esto se puede echar un vistazo en http://en.wikipedia.org/wiki/Young_Girl_in_Profile_in_Renaissance_D... .
  • Guillermo Caso de los Cobos

    Sr. Montero: una cosa es que haya varios críticos de arte que no estén de acuerdo con el Sr. Kemp en la atribución de este retrato a Leonardo da Vinci (por cierto, también hay otros varios especialistas en Historia del Arte que sí están de acuerdo con su diagnóstico), y otra cosa es que usted derive de ello que es exagerado el comentario del Sr. Kemp por concluir que, después de hallar el volumen, donde al parecer estaba este retrato, no ha lugar a que se pueda decir que el mismo es una falsificación.

    Es decir, habrá que esperar a ver qué dicen ahora esos críticos sobre el nuevo hallazgo, para lo cual, lógicamente, habrá que esperar a que el Sr. Kemp publique el resultado de sus pesquisas (creo haber leído que publicará un libro al respecto). Puede que, a resultas de ello, algunos de los críticos que se mostraban en contra cambie o matice su parecer.

    En cualquier caso, si se confirma lo que ya nos adelanta el profesor Kemp (que hay varias características importantes en el pergamino-retrato que se ajustan a la hoja que le falta al volumen hallado), lo que sí resultará claro es que no es una falsificación. Lo cual no quiere decir, aún así, como es obvio, que ello permita asegurar a ciencia cierta que es una obra salida de la mano de Leonardo. Simplemente, una de las objeciones más serias que se venía aduciendo quedaría descartada, lo cual no es moco de pavo.

  • Roberto

    Creo no haberlo leido, así que supongo que se da por hecho que se han hecho pruebas que demuestran que al menos el pergamino es del siglo XV y que no existen pigmentos con componentes quimicos posteriores a esa época. Como segunda cuestión. Los falsificadores del siglo XIX se tomaban la molestía de buscar un pergamino original de una época concreta para hacer una falsificación, cuando no había manera de demostrar la antiguedad del material? Además por lo que he leido se especulaba que podía ser obra de un dibujante alemán del siglo XIX pero no que este fuera un falsificador (con esa intención). Si todo encaja, podría ser una obra original del XV. Sobre la autoría de Leonardo sería cuestión de estudio y opinión.

  • David Montero

    Algunos detalles más sobre certezas y dudas: http://www.artnews.com/2010/01/01/the-real-thing/

    Parece que la dificultad de hacer pruebas sobre pigmentos reside en que, si es original, está bastante retocado.

    Y, por el momento, Kemp no ha encontrado fuertes apoyos a su tesis leonardianas y sí en algunos profesionales controvertidos. También sorprende que sus descubrimientos los publique en forma de libro y no en un artículo en una revista especializada. Es muy dueño, pero no ayuda.

    En fin. Todo en el aire.

     

  • David Montero

    Ah, sí. La historia de los "agujeros" del pergamino y los del códice varsoviano, no la acabo de entender. ¿Coinciden o no coinciden? ¿Se puede hacer un estudio comparativo de los pergaminos?
  • Guillermo Caso de los Cobos

    ¡Hombre!, Sr. Montero, que diga usted que el profesor Kemp no ha encontrado fuertes apoyos a sus tesis leonardianas no deja de tener su gracia. Que expertos en la vida y obra de Leonardo, de reconocido y acreditado prestigio mundial, como son Carlo Pedretti, Alessandro Vezzosi, Gregori Mina y Cristina Geddo, sí lo hayan hecho, ¿de verdad es poca cosa para usted?

     

    Mire, Sr. Montero, hagámonos un favor: no nos dediquemos a decir qué cantidad y de qué calidad son los expertos que apoyan o no la tesis del profesor Kemp. En este tipo de asuntos es muy complejo establecer quién lleva más razón en ello. Conviene esperar a que cada cual presente sus pruebas y argumentos. No olvide, además, que muchos expertos y críticos de arte pueden emitir sus opiniones bajo premisas muy subjetivas y condicionadas por múltiples intereses profesionales, económicos, de prestigio, etc. Y máxime cuando se trata de emitir una opinión sobre una supuesta obra de alguien llamado Leonardo da Vinci.

     

    Por otra parte, no sé por qué concluye usted que el hecho de que el Sr. Kemp haya publicado sus tesis en un libro, en vez de una revista especializada, no ayuda al debate sobre la supuesta autoría de Leonardo de este retrato. ¿Acaso no puede todo el mundo leerlo y rebatir sus opiniones con lo que considere oportuno? Por cierto, las conclusiones de sus investigaciones, al parecer, las acompañará en la reedición italiana de su libro La Bella Principessa (o bien, aunque no estoy seguro, igualmente en la reedición inglesa de su otro libro Leonardo).

     

    Sobre la coincidencia contextual-temática del retrato con el contenido del códice del que al parecer fue sustraido, la calidad comparativa del pergamino del retrato y las páginas de pergamino del códice en cuestión, así como las coincidencias de tamaño, agujeros, cosido, etc., etc., puede usted leer al respecto (sin esperar a que se publiquen en libro) el trabajo que han adelantado y tienen colgado en internet el propio Martin Kemp y Pascal Cotte, titulado La Bella Principessa and the Warsaw Sforziad.

     

    Ver vídeo en este enlace.

     

    Ver vídeo (segunda parte) en este enlace.

  • David Montero

    Le hago el favor, D. Guillermo. ¿Tan importantes son esos cuatro expertos? ¿Ud. conoce bien su curriculum? ¿En comparación con los que se han pronunciado en contra? Tiene Ud. razón en una cosa: ni Ud. ni yo estamos capacitados para evaluar la importancia relativa de unos y otros. Pero el Sr. Kemp manipula una y otra vez la información cuando trata de asimilar la crítica a sus posiciones con las de la Galería Christie (eso no es cierto porque se han pronunciado otros muchos que no tienen nada que ver con esa galería, como la National Gallery o el Albertina de Viena) o que ahora ya está absolutamente demostrado que el retrato es de Leonardo da Vinci. Porque no parece que sea así y frente a cuatro o cinco expertos favorables parece haber más en contra. Por lo tanto, las razones de que el retrato sea antiguo están todavía en el aire y la atribución de autoría a Leonardo todavía más. Hay razones de atribución que uno no necesita ser un experto para saber que son inconsistentes. La Sra. Geddo, que el autor cita, aduce argumentos tan tontos como que se nota que está pintado con la mano izquierda. ¿Y qué? Como se dice en el artíclo al que remití hay varias falsificaciones de Leonardo hechas con la mano izquierda. Que los falsificadores no son todos idiotas. El "estilo inimitable" y otras vaguedades de ese tipo tampoco parecen muy claras.

     

    En suma, los intereses que Ud. señala acertadamente se aplican a ambas partes. Porque por en medio anda una suma considerable de pasta para unos y para otros.Sin contar el prestigio de un gran descubrimiento y el dar en el morro a los expertos contrarios. Lo único que indico es que hay que tener cautela y que el Sr. Kemp parece no tener la más mínima.

     

    Y si puede haber algunas coincidencias entre el retrato y el códice, en todo caso, y a salvo de precisiones de expertos, podría eso decir que el retrato es antiguo. Pero para implicar a Leonardo hace falta algo más.

     

     

  • David Montero

    Ah, se me olvidaba. El hecho de publicar un descubrimiento en un libro o en una revista especializada no es definitivo (ni pretendí que lo fuera). Tengo bastantes reparos a la mística del peer review, pero en lineas generales un artículo de una revista pasa algunos filtros que no existen en un libro. En ciencia, salvo algunas personalidades que pasan olímpicamente de revisiones interpares, casi todo y muy especialmente los descubrimientos sensacionales, se publica primero en revistas. Me extrañaba que en este caso no fuera así. Y no me atribuya más conclusiones de las que he sacado yo.
  • David Montero

    Una crítica experta y bien balanceada que hace mención a la desmesura del Sr. Kemp aquí:

    http://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/01973762.2010.522397

     

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Mi apreciado Sr. Montero:

    Dice que me acepta el favor, pero a continuación, sin ningún reparo, sigue poniendo en solfa a los especialistas que le he citado (todavía tengo alguno más en el tintero virtual, por si lo quiere), y encima haciendo preguntas impertinentes sobre si son lo suficientemente importantes o si conozco bien sus curriculum. Oiga, Sr. Montero, ¿de verdad cree usted que se puede argumentar asi? Yo no le he dicho en ningún momento que los expertos detractores de las tesis del profesor Kemp no tuvieran categoría profesional para hacerlo. ¡Vamos, ni se me ocurre! Pero usted sí. No puede evitar esa fea tendencia que tiene a descalificar a la gente con una frivolidad que indigna, por decirlo de un modo liviano. Pero, en fin, ya digo, si aparte del profesor Kemp (toda una autoridad mundial en la materia leonardesca), todos los demás, que también tienen un muy acreditado conocimiento al respecto del asunto que nos ocupa, no le sirven, ¿entonces qué hacemos con usted? Cada vez que debatimos sobre algo se lo tengo que recordar (lo cual comienza a resultar cansino): usted diga que no le convencen los argumentos ofrecidos por estos especialistas (o los que sean en el tema que sea), pero déjese de descalificarlos en su importancia profesional, que no por ello va a tener usted más razón, y lo único que consigue es que apreciemos en sus gratuitos diagnósticos necedad y mente-catez. Y cuando vaya al grano del asunto, que es a lo que tiene que ir, haga también el favor de no coger rábanos por las hojas para volver, erre que erre, a descalificar, tal como hace con las apreciaciones que ha hecho la experta Cristina Geddo. Con ello demuestra que no ha leído enteramente las valoraciones que ha realizado esta señora, o, si las ha leído, que actúa sesgando deleznablemente las mismas con el único fin de ridiculizarla diciendo que sus argumentos son tontos. Pues, Sr. Montero, el que califica de esa manera tan gratuita se califica así mismo también, por lo que puede usted correr el riesgo de que igualmente le apliquen atributos similares.

    Decir que el profesor Kemp manipula la información es también otra manera de descalificar que no viene a cuento. ¡Pero si todo lo que ha dicho hasta ahora lo ha venido publicando y puesto a la vista de todos! ¿De qué manipulación nos habla? ¿De que argumenta contra las opiniones de Christie's y de aquellos que no están de acuerdo con él? ¿Es que no tiene derecho a hacerlo, siendo, como es, el que tiene que defender su tesis? ¿No habíamos quedado de acuerdo en que hay muchos intereses económicos, y de otra índole, de por medio? ¿Acaso no tiene derecho el profesor Kemp a denunciar que también ellos -y no digamos, en particular, Christie's- pueden estar mediatizados en sus opiniones por intereses oscuros? Supongo que en esto estamos o seguimos de acuerdo.

    En cuanto a lo de que hubiese sido preferible que los análisis y estudios que llevó a cabo el profesor Kemp tenían que haberse publicado en una revista especializada, permitame que le diga que sigo sin ver la trascendencia (e incluso la conveniencia). Si el Sr. Kemp hubiera mandado su trabajo de investigación a una revista especializada podían haber ocurrido dos cosas: que especialistas en la materia, en su peer review del mismo, no lo admitieran, o bien que lo admitieran. Si no lo admitían cabría preguntarse por el porqué de la negativa. ¿En que no están de acuerdo con la atribución a Leonardo del retrato en cuestión? Bien,  ¿y entonces qué hace el Sr. Kemp? ¿Va a otra revista especializada, y así hasta que se lo publiquen? Es fácil entender que el Sr. Kemp no haya querido correr ese riesgo, máxime con un asunto como este donde las conclusiones científicas que se pueden aplicar al mismo tienen muy claros sus ámbitos de aplicación y sus límites, dado que hay también un alto grado de valoración de otros aspectos que, por muy profesionales y depurados que sean, no pueden catalogarse propios de una ciencia exacta. Y si, finalmente, lo admitieran ¿cabría deducir entonces que el trabajo de investigación del Sr. Kemp es más válido por ello? Pues no, obviamente. Mire, Sr. Montero, en el campo de la ciencia no sólo lo que se publica en revistas especializadas tiene valor científico. Hay otros métodos que cumplen similar función como es la propia publicación de las tesis que se quieran en libros. Si fuéramos tan exigentes ¿deberíamos rechazar todos aquellos trabajos de investigación que han sido publicados en libros y no previamente en revistas especializadas? ¿Debemos hacer lo mismo con todo aquello que en el pasado se publicó en libros y no pudo hacerse en revistas especializadas porque éstas todavía no existían, o si existían apenas tenían valor de refrendo científico? Concluya usted mismo. Y ya sé, o tengo en cuenta su advertencia, de que usted también cree que no es algo definitivo que el trabajo del profesor Kemp no se haya publicado en una revista especializada. Pero entonces sea coherente y no insista diciendo que le sigue extrañando "que en este caso no fuera así".


    Y por último: perdone, pero el enlace que nos ha puesto, relativo a la crítica del experto David G. Stork, en la que nos comenta que está bien "balanceada" tiene un grave problema, y que no es otro que el de haber sido realizada en noviembre del año pasado. Es decir, es una crítica que no ha podido tener en cuenta el hallazgo del códice varsoviano, del cual el Sr. Kemp aduce que fue sustraída la hoja-retrato de pergamino, y a partir de lo cual presenta una serie de pruebas y argumentos para deducir que no estamos ante una falsificación, cuestión que quedaría, pues, al margen del debate. ¿Diría lo mismo el Sr. Stork a partir de este descubrimiento?

    Otra cosa -como ya dijimos y repetimos para que no haya dudas- es que no es prueba suficiente para adscribir, a ciencia cierta, el retrato de marras a la mano de Leonardo. Lo que interesa, por tanto, a partir de ahora, es la serie de argumentos que puedan los expertos mostrar en contra de los expuestos por el profesor Kemp en relación a la posible sustracción de la hoja-retrato del códice mencionado. Mientras no se vean argumentos en este sentido no tengo más remedio que seguir inclinándome en apreciar como más certeras las conclusiones del profesor Kemp. El hallazgo de tal códice y la posible demostración de la sustracción de la hoja-retrato es un episodio y una prueba demasiado consistente como para dejarla de lado, y, en consecuencia, Sr. Montero, las cosas quedan bastante menos en el aire de lo que usted suele repetir. Y no se olvide: el sumatorio de argumentos anteriores de atribución, junto con el hallazgo de este códice, es lo que resulta un tanto apabullante. Y es el sumatorio lo que cuenta, no un aspecto en concreto del problema.

    Problema que, por lo demás, ya se ha dado otras veces con obras atribuidas a Leonardo. Precisamente tenemos muy cerca el hallazgo del "Salvator Mundi". Ya veremos también en lo que queda. A estas cosas hay que darles tiempo para que las investigaciones y los pareceres evolucionen al unísono. En la mente de todos está cómo otras obras, que supuestamente se atribuyeron a Leonardo y fueron rechazas en su día por determinados expertos, con el tiempo se acabó reconociendo su autoría, tal como ha pasado con la "Dama del armiño" o con el retrato de "Ginebra de Benci". Y lo digo, no sólo para recordarlo, sino también como contrapunto al argumento final del experto David G. Stork.

  • Alicia M. Canto

    (Vaya lata con el editor de textos...) Parte 1.

    Sí, creo que sobre este bello retrato queda batalla para largo. A mí me intriga lo de la venta en 2007, que no parece que ocurriera, sino que, desde 1998, la lámina está en poder de un millonario coleccionista suizo, y es en su casa donde la ve en 2007 el tratante Silvermann, a partir de lo cual (y supongo que por encargo del cliente) S. empieza a preguntar a varios expertos. La Dras. Gregori y Geddo parecen las primeras en atribuírla a Leonardo, e incluso la prestigiosa Mina Gregori le dice que "ella es la primera, y quiere publicarlo" (lo que no pasó). De ahí Silvermann pasa a N. Turner (París en enero de 2008), y éste le remite a M. Kemp, que, ojo, con 40 años de práctica leonardesca, de entrada no se creyó nada de que fuera de Leonardo...

    Naturalmente, Christie's tiene que negarlo a muerte, porque en 1998 atribuyó la obra a un autor alemán del XIX que habría viajado a Italia y estudiado mucho a Leonardo, por lo que se vendió por sólo por cerca de 20.000 dólares (tienen al menos la disculpa de que, sobre las tizas, había retoques a la acuarela, y el soporte de roble sobre el que estaba montada). Su dueña anterior, la de 1998, lógicamente, está hecha una furia, y ha demandado a la galería, culpándola de su enorme pérdida pues, de confirmarse la nueva atribución, ahora valdría entre 100 y 160 millones de libras... un colosal patinazo, vamos. Así que, como dice David, hay mucho dinero por medio, intereses, prestigios académicos y demás por medio. Resulta todo muy interesante. A mí me gusta el argumento de la lámina arrancada; si de verdad coinciden los agujeros y el cosido, eso es "arqueológicamente" difícil de negar. Y, si alguien arrancó la lámina del códice, sería por una buena (mala) causa, que nada tiene que ver con el presente debate, pues mientras ha estado siglos, o al menos décadas, bien oculta (convendría saber desde cuándo falta de él...).

    Bueno, para completar la historia, y ver alguna contradicción también, quería ahora recomendar 2 artículos en la revista Antique Trade Gazette de 12 de octubre de 2009:

    Fingerprint points to $19,000 portrait being revalued as £100m work... - Art Market - 12 October 2009 ATG correspondent SIMON HEWITT gains exclusive access to the evidence used to unveil what the world’s leading scholars say is the first major Leonardo Da Vinci find for 100 years.

    Esto es, que Silvermann, para confirmar sus sospechas, en enero de 2008 lo comentó en París al experto del BM N. Turner, quien tuvo la misma impresión, debido a la alta calidad de la obra y al sombreado hecho con la mano izquierda (una característica de da Vinci, aunque en otros casos lo hizo al revés), y a Mina Gregori, otra gran experta (sobre todo en Caravaggio, pero también en la pintura florentina en general), que fue la que le señaló los ropajes florentinos y el detalle de la mano zurda, que él no sabía, y le dijo que “sólo podía ser de Leonardo, y que ella quería ser la primera en publicarlo”, y a Cristina Geddo, como dije.

    Turner encaminó a Silvermann hacia el mejor experto actual en Leonardo, Kemp. Éste, aun trabajando durante 40 años sobre el artista, no creyó en principio en la atribución, (“nunca había visto nada parecido”), y sólo al ponerse a investigar más a fondo vio que todos los datos encajaban entre sí.  (...) 

  • Alicia M. Canto

    (...) Parte 2.

    Los siguientes 18 meses se invirtieron en el estudio tecnológico con el nuevo aparato Lumière Technology, cuyos resultados, analizados por otro experto canadiense, Peter Paul Biro (el de la huella digital), dieron la certeza sobre la autoría. Kemp, por su parte, tiene el mérito de haber encontrado de qué sitio en concreto (un códice sobre los Sforza de Milán, en Varsovia) había sido arrancada la hoja. 

    Ahora que la lámina puede valer una suma astronómica (al menos cerca de 100 millones de libras esterlinas), Silvermann, en una entrevista de 2009, dice que “él no es tan inteligente, pues, de ser así, ya en 1998 habría comprado la lámina, y no lo hizo, influenciado por el catálogo de Christie’s, que la atribuía al XIX, y luego la olvidó”, que en enero de 2007 volvió a ver la lámina entre lo que sacaba a subasta (¿?), y ahora sí le sonó a que podía ser del XIV, y la compró. Por otro lado, niega ser su actual propietario: "Puedo afirmar que legalmente no es mío. Lo compré para un cliente que “me machacará” si alguna vez se vende”. Su cliente, dice, es un coleccionista de arte contemporáneo, rico y mecenas de obras caritativas y de animales, que está pensando con el dinero crear una fundación para estudios de arte cerca de Florencia, “que sería dirigida por el Prof. Martin Kemp”.

    Como dije, parece que ese suizo, o residente en Suiza, es el dueño desde 1998. Hay quien piensa que Silvermann miente, y a juzgar por el resumen de este reportaje temprano que encontré en Der Spiegel (nº 28, de 5-7-2008), que creo debe de ser de lo más antiguo que se publicó sobre este retrato: Schöne im Schubfach („Una bella en el cajón“), realmente sería el coleccionista suizo quien la poseería desde 1998. Esta parte de la historia, pues, no está muy nítida tampoco, o al menos a mí no me encaja bien.

    En antepenúltimo lugar, recomendar vivamente una visita al portal de la empresa tecnológica donde la lámina se pasó casi 18 meses, hasta que hubo bastante certeza (en su caso) como para hacerlo todo público (aunque en realidad, como vimos, lo era desde hace tiempo) con más probabilidad de no ser criticada como atribución únicamente estilística: Lumière Technology, de París. Aparte de un pdf con todo el informe de prensa, y 4 extractos de los certificados técnicos de 4 de los expertos que la respaldan, en una presentación de la (ya desaparecida) zoomorama.com (abajo, dcha.), es asombrosa la forma en la que puede observarse la obra al milímetro, y los distintos estudios técnicos hechos sobre ella. El retrato mide por fin 33,27 x 23,87 cm, y está hecho a tres tizas (blanca, roja, negra) (procedimiento al menos conocido por Leonardo, por cierto), con los retoques a la acuarela que mencioné.

    Casi por último, los dos libros hasta ahora publicados sobre ella, de A. Vezzosi con A. Sabato (2008) y el de Kemp con Cotte (el técnico de LT) (2010):

    - Leonardo infinito, Reggio Emilia, ed. Scripta Maneant, julio de 2008 (era un lujoso catálogo tipo "tutto Leonardo" ya en preparación, al que se añadió la novedad), aquí la introducción a dicho libro, por C. Pedretti. (...)

  • Alicia M. Canto

    (...) Parte 3

    - M. Kemp y F. Cotte, La Bella Principessa: The Story of the New Masterpiece by Leonardo ..., Hodder & Stoughton, 1ª ed. marzo 2010.

    En el resumen de ésta (salvo que sea un error) ya alarma la primera frase : “In October 2009, a major artwork by Leonardo da Vinci was uncovered”..." "Descubierta en 2009..." dicen, o sea, "tabla rasa" con todo lo anterior. En fin, que la historia no se ve muy clara desde distintos ángulos. Pero eso, obviamente, la hace más intrigante aún ;-)

    Y ya por último de verdad, una curiosidad poco vista: la zona posterior de la lámina, con la plancha de roble sobre la que está montada; se aprecian dos sellos en azul, al parecer franceses del XIX, lo que pudo contribuir a la atribución de Christie's a dicho siglo (pero da una pista interesante sobre los destinos intermedios):

    © Lumière Technology

    Saludos a todos, y que reine la paz... ;-)

  • David Montero

    Sr. Caso: Veo que empieza  a insultar sin venir a cuento. Parece que para Ud. las discusiones son peleas y cuando alguien le lleva la contraria le falte al respeto. No tengo ninguna intención de seguir por ese camino, ni siquiera para desmentir las palabras que me atribuye.

    Saludos.

     

  • David Montero

    Buenos días, Alicia:

     

    Lo que más me "intriga" es la actitud del Sr. Kemp que ha escrito siempre como si no hubiera opiniones en contra suya y haciendo algún razonamiento fuera de lugar. De mi repaso a los pocos textos disponibles (el alemán, no, claro) veo al menos tres enormidades: obviar en sus escritos las opiniones contrarias, identificar la antigüedad del pergamino (que está acreditada) con la del dibujo (¿le suena?) e inferir automáticamente de la antigüedad y buena factura del retrato la atribución a Leonardo. Son tres saltos en el vacío. Que un experto se ponga estupendo y de saltos en el vacío no se deduce que se equivoque, pero dice poco respecto a su ecuanimidad.

     

    De los expertos también sorprende, como dije, que utilicen a veces argumentos tan débiles como que parece estar ejecutado con la mano izquierda o que la factura es de calidad, cosa que no dice nada ni a favor ni en contra.Creo que los expertos en estos casos suelen opinar como si los falsificadores fueran todos unos idiotas.

     

    Hay otra cosa que me intriga: de las pocas imágenes que hemos podido ver del códice varsoviano parece que su estilo no tiene nada que ver con el del retrato. Esto lo reconoce el Sr. Kemp que, sin embargo, remite a un caso similar con Mantegna. Si eso es así, ¿por qué en ese ejemplar del manuscrito se incluye el Leonardo y no en los otros dos? Supongo que esto es casi imposible de averiguar. No sé si hay una historia acreditada de los tres manuscritos.

     

    Sigo sin enterarme si los agujeros del retrato coinciden o no con los del códice. La frase "Es asombroso, podrías pensar que los orificios están siempre a la misma distancia, sin embargo, la costura es irregular y el ojo no lo puede medir con total precisión", no ayuda. ¿Pudo haber sido recosido el manuscrito en alguna otra ocasión, como lo ha sido el de París?

     

    Una pregunta elemental: dado que los otros manuscritos incluyen una hoja en blanco en el lugar donde está el retrato en el de Varsovia. ¿Es factible que el folio fuera arrancado en blanco para hacer una falsificación sobre el pergamino original? No veo manera de eliminar las dos opciones posibles: arranque del folio con el dibujo hecho, arranque del folio para hacer el dibujo. En este caso, la argumentación del Sr. Kemp se quedaría en el aire.

  • Alicia M. Canto

    Buenos días, David. Hoy ando algo justa de tiempo, pero creo que en este artículo de P. Cotte y M. Kemp, que debe ser de 2011, posterior a su libro de 2010, "La Bella Principessa and the Warsaw Sforziad", podremos encontrar algunas respuestas, sobre la compra (en efecto, parece que hubo un solo propietario desde 1998, el que lo compró por medio de Kate Ganz), los sellos de la trasera (de la Aduana de París), una relación de expertos valedores y al menos un grupo de opositores de la atribución ("The chief opposition came from the New York experts and observers who had “missed” it when it was in the hands of Christie’s and Ganz, and unsuprisingly from Christie’s, who were subject to legal action from Jeanne Marchig, who had consigned the drawing for sale..."), pero, sobre todo, el asunto que le preocupa de la primitiva inserción en el ejemplar de la Sforziada de Varsovia, y su demostración técnica. A mí, al menos, como ya decía ayer, me parece convincente.

    Esta demostración técnica en principio no tendría que ver con la autoría del retrato, ni con la identidad de la retratada. Pero, siendo el de Varsovia el ejemplar de la Sforziada propiedad del marido de la novia, Galeazzo Sanseverino, que era a la vez amigo y uno de los patronos de Leonardo da Vinci (véase este blog de enero de 2011 sobre él y sobre esto, con cita de otra posible atribución, a la joven Angela Borgia L(l)anzol, en oct.09), me parece que en conjunto la hipótesis gana credibilidad, no hay duda, aunque al principio el propio Prof. Kemp no creyera en ello (y, supongo, prefiera no recordarlo...). Saludos.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    ¡Vaya!, Sr. Montero, no me imaginé en ningún momento que se iba a tomar así mi comentario crítico sobre su errónea forma de argumentar, "ad hominem", sobre los especialistas que defienden la autoría de Leonardo del retrato que nos ocupa. Mi intención simplemente era volver a advertirle, amistosa y argumentadamente, de los riesgos que conllevaba proceder, tan reiterativamente, del modo en que usted lo hacía, pues las descalificaciones personales sobre las capacidades y opiniones profesionales de determinados especialistas en la materia, como comprenderá, no eran ni son de recibo en un debate que aspira a ser mínimamente serio e ir al fondo de las cosas. Máxime cuando, además, usted no mostraba reparo al catalogar con ligereza de "tontas" las apreciaciones de una especialista en concreto.

    En suma, nada más lejos de mí que pretender faltarle al respeto, y muchísmo menos considerar este debate, o cualquier otro, una pelea. Usted ya me conoce desde hace tiempo y hemos debatido más de una vez, desde diferentes posiciones, sin que hubiera ningún problema. Sabe que mis intenciones nunca van ni irían por ahí. Sin embargo, si usted considera que, aún así, determinadas argumentaciones mías le han molestado le ruego acepte mis más sinceras disculpas. Un hombre como usted, acostumbrado a debatir, sabrá comprender que, en última instancia, no siempre es fácil transmitir por escrito el tono en el que uno se posiciona y que desea se perciba de modo adecuado por la parte contraria, dentro de un natural desencuentro de pareceres y más allá de una palabra o frase escrita con mayor o menor dureza intercambiada mutuamente.


    Y dicho esto, si me lo permite, trataré de abundar un poco más en algunas de las consideraciones que viene planteando en el debate y que, créame, se lo ruego, le agradezco un montón, fundamental y lógicamente porque obligan a profundizar en las dudas e interrogantes que surgen del asunto que se trate.


    Dice usted que ve al menos tres enormidades en el profesor KempVeamos:

     

    Primero: que, al parecer, obvia las opiniones contrarias. 
    Siento disentir. Las respuestas a las opiniones contrarias al Sr. Kemp vienen contempladas la mayoría de ellas (siempre puede quedar alguna en el alero) en la profusión de datos y argumentos que ha venido aportando en sus escritos, e incluso en los que han añadido asimismo los especialistas que le apoyan. Por otro lado, dicha profusión de datos y argumentos dejan en bastante poca cosa los que manifiestan sus detractores, muchos de los cuales se limitan a dar una opinión de autoridad diciendo simplemente que no creen que el retrato de marras sea "un Leonardo". Y no olvide que muchas de estas objeciones han quedado anacrónicas después del descubrimiento del códice varsoviano de la Sforziada.

    Segundo: admitida la antigüedad del pergamino, dice usted que el Sr. Kemp la identifica con el dibujo, cosa que le parece improcedente (pues obviamente son dos cosas distintas). Pero el caso es que dicha identificación, lejos de realizarse gratuitamente o en el vacío, se fundamenta en los análisis llevados a cabo sobre el mismo. Ya en su día, cuando el Sr. Silverman se hizo con el retrato en 2007 ordenó que se realizaran, aparte de las pruebas de C-14, análisis de autentificación de los pigmentos, los cuales dieron por resultado que ninguno de los mismos habia sido elaborado después del tiempo en que vivió Leonardo.

     

    Y fue después de recibir estos resultados cuando el Sr. Silverman se puso en contacto con el Sr. Kemp enviándole la imagen (y supongo que los resultados) del retrato, según nos cuenta el periodista David Grann, que es quien puso en solfa la actividad profesional de Peter Paul Biro, el especialista en huellas dactilares en obras de arte.
    Pero, además, están también los análisis llevados a cabo posteriormente en "Lumiere Technology", donde no sólo se obtienen toda clase de datos sobre las calidades y propiedades del color de las tizas y cola utilizada para fijar el dibujo, sino asimismo todo un catálogo de aspectos (técnicos, iconográficos, etc.) analizados en detalle que indican una antigüedad propia de los tiempos de Leonardo, y de los que tenemos un resumen en los dos vídeos que puse en un comentario anterior.

    Dése cuenta también (y esto sirve igualmente para su supuesta hipótesis de que hubiera sido arrancada la página de pergamino en blanco y después pintada) de que en el retrato se observan los agujeros del cosido y una incisión doble producto del esfuerzo de cortar la hoja con una cuchilla o similar. Dicha incisión se aprecia claramente que está por encima del tono pictórico general que rodea la imagen (incluida la cola utilizada), luego la extirpación de la hoja es posterior a la realización del dibujo, el cual ya estaba. En el límite, si la hoja se extirpó en blanco por un falsificador, ¿por qué habría de plasmar el retrato de Bianca Sforza y no realizar otra pintura con temática distinta, pero con iguales características leonardescas? ¿Por qué precisamente aparece el supuesto retrato de esta mujer? Sólo cabe una explicación: porque el pintor que recibió el encargo (muy seguramente Leonardo) plasmó el retrato del personaje que se le solicitó y al cual se dedican contenidos poéticos en el códice.

    Tercero: que el Sr. Kemp, a partir de la antigüedad del pergamino y del dibujo, suponga que el retrato responde a la mano de Leonardo.

    Teniendo en cuenta todo lo anterior, y que el pergamino y el retrato son consistentemente solidarios del códice en cuestión, y que éste fue elaborado en la corte de Ludovico Sforza donde sólo un pintor podía alcanzar tal grado de maestría en su elaboración, y que este no era otro que Leonardo, y que por múltilples motivos ya aducidos de tipo iconográfico, técnico y de experiencia profesional, etc., pues, con base a todo ello, el Sr. Kemp considera que es un Leonardo, lo que no significa, como ya hemos dicho todos varias veces, que pueda ser cierto al cien por cien.

     

    En definitiva, el profesor Kemp dice lo que dice (poniendo todo su prestigio de cuarenta años dedicado al estudio de la obra de Leonardo encima de la mesa) presentando sus pruebas y argumentos, y, partir de ahí, habrá quien considere que se puede aceptar o rechazar su opinión, pero no que da saltos en el vacío en su proceder.

    Dice usted que sorprende que los expertos se refieran a que el retrato está ejecutado con la mano izquierda, considerando esto un argumento débil. No crea que es tan débil, Sr. Montero. Tal como ha subrayado Cristina Geddo, no se conoce entre los imitadores milaneses de Leonardo a nadie que fuera zurdo o ambidiestro, y, en todo caso, los ejemplos de sus trabajos de imitación leonardesca son de muy inferior calidad en comparación con el supuesto retrato de Bianca Sforza. Y lo mismo se puede decir, al parecer, de los posibles pintores alemanes del XIX influidos por el estilo de Leonardo. Otra cuestión importante: no se conoce en tales ámbitos ningún ejemplo parecido al retrato que nos ocupa, de tal modo que pudiéramos contemplar la posibilidad comparativa de una falsificación efectiva del mismo. Item más: no sólo está el uso de la mano de izquierda, también hay una huella de la palma de la mano (aparte de la huella dactilar), algo típico también en Leonardo a la hora de extender o difuminar el color, según informan los expertos.

    Y en relación a lo de los agujeros y cosido entre el retrato y el códice, sólo puedo decirle, para no extenderme más, que lea los detalles con detenimiento del trabajo que al respecto ya le puse en este enlace, y cuyas dos primeras conclusiones dicen:

    1. Los parámetros mecánicos, espesores y dimensiones de las hojas en el Libro de Varsovia
    se corresponden estrechamente con los de La Bella Principessa;

    2. Las agujeros de las costuras del libro de Varsovia son notablemente consistentes con
    los de La Bella Principessa, sobre todo con respecto a su separación irregular.


    Dra. Alicia:

    En cuanto a las dudas que surjen en el proceso por el cual sale a la luz este retrato, para lo que se puede leer también este enlace y este otro, la secuencia sería la siguiente:

    Antes de la subasta de 1998 en Christie's nada se conoce, por lo visto, de las vicisitudes del cuadro. Éste es puesto a la venta en tal año por la señora Jeanne Marching y comprado por el distribuidor Kate Ganz por menos de 22.000 dólares.

    En enero de 2007 Kate Ganz lo vende por menos de lo que había pagado a un agente denominado Downey Holdings, una empresa panameña con dirección en Jersey, en las Islas del Canal, un paraíso fiscal. La compra se realizó bajo la dirección de Peter Silverman,  coleccionista canadiense e intermediario de un coleccionista suizo, quien, según él, es el verdadero propietario del retrato.

    Y justamente cuando Silvermann le enseña el retrato a Martin Kemp (tras las pruebas de C-14 y pictóricas realizadas), y a éste le pareció digno de ver de cerca, es cuando ambos se traslandan a Zurich a inspeccionar el mismo. Luego vendrían los análisis de Lumiere Technology, el libro de 2009 de Martin Kemp anunciado oficialmente él mismo (por eso dicen "Descubierta en 2009...", porque toman, me imagino, como referencia el año de publicación del libro) que el retrato es de Leonardo. 

     

    Y ya, finalmente, y con pistas que le proporciona el profesor de la Universidad Sur de Florida, Edward Wright (especialista en códices renacentistas), localizan el volumen de la Sforziada en Varsovia, cuyo análisis y resto de la historia conocemos.

    Truco:

    Por cierto, Dra. Alicia, los problemas que da el editor de textos al subirlos, al quedar recortados los mismos, puede solucionarse más cómodamente pulsando el enlace "Edición" que hay debajo del texto una vez éste ya ha subido la primera vez. Después de pulsar el enlace sólo hay que agregar el resto del texto y/o fotos que no salió. Por lo general funciona a la primera.

    Así se evita tener que hacer varios comentarios separados (la única precaución que hay que tener es haber guardado previamente todo el texto y fotos que se querían subir), si bien, es verdad, que no deja de ser igualmente una gaita.

    Saludos a los dos

  • David Montero

    Estimado Sr. Caso: Si, según Ud., llamar "mente-cato", frívolo y necio a alguien es un trato amistoso, Ud. es un "mente-cato" total, dicho amistosamente. Si ha cogido una pataleta porque le llevo la contraria o cualquier otro motivo y se da cuenta después, lo único que tiene que hacer es disculparse y santas pascuas. No hacer como que no ha dicho nada. Y es la segunda vez que corto una discusión con Ud. por este motivo. Aprenda a controlar sus impulsos y tendremos la fiesta en paz. Por ahora acepto sus explicaciones como una rectificación.

     

    De las demás partes de sus argumentos seré sintético, que tengo otras cosas que hacer. Pero antes una advertencia: no tengo nada en contra del Sr. Kemp ni tengo formada la opinión sobre la autenticidad del Leonardo. Me limito a señalar lo que entiendo que son lagunas en la información que tenemos y algunas cosas que no veo claras en la argumentación favorable a la autenticidad.

    1. Repetidamente el Sr. Kemp ha hecho como que no hay oposición a sus trabajos. NO tiene más que mirar su artículo “La Bella Principessa and the Warsaw Sforziad” donde, después de detallar los nombres de los que están de acuerdo con él despacha la oposición con la frase siguiente: “The chief opposition came from the New York experts and observers who had “missed” it when it was in the hands of Christie’s and Ganz”. Esto es una evidente interpretación malintencionada de las críticas a su trabajo que, entre otros defectos, omite los muchos críticos que no tienen nada que ver con Christie. Y si Ud. no lo cree así, pues da lo mismo y no nos vamos a enfadar por ello. Pero vale decir que si en algo he incurrido en el pecado de menospreciar las opiniones de los expertos sería una mente-catez mayor -debido a su categoría- que el Sr. Kemp hiciera lo propio.

    2. El artículo a que Ud. nos remite en su última intervención es un claro ejemplo de literatura periodística llena de literatura y dedicado, en casi toda su extensión, a glosar las excelencias del trabajo del Sr. Biro, descubridor de la huella digital en el retrato en litigio. Sin poner en duda estas excelencias, que Ud. se enfada, el argumento es poco convincente, puesto que la huella no ha podido ser identificada con claridad. En general, el periodista se dedica a glosar la figura humana del Sr. Biro (nos cuenta floridamente el ambiente de la casa, quien es su mujer -gran cantante-, escenifica diálogos, etc., todo muy emotivo) y la cientificidad de su trabajo. Cientificidad que no parece impresionar tanto a otros expertos. Que no creo que sean unos mente-catos.

    3. Entre las cosas que el artículo del periódico dice es que se han hecho pruebas con una cámara “multi-espectral” para determinar el tipo de pigmentación. Es algo semejante a lo que parece que hizo Silverman: determinar que ninguno de los pigmentos es artificial y que son compatibles con la gama que podía utilizar Leonardo. Esto es “algo” diferente de lo que Ud. dice: “ninguno de los mismos habia sido elaborado después del tiempo en que vivió Leonardo”. Porque los pigmentos del retrato pueden ser elaborados y aplicados en época posterior a Leonardo (de hecho se reconoce que ha habido restauraciones posteriores), sólo que son pigmentos  compatibles con el siglo XV. Lo que no quiere decir que se puedan datar en el siglo XV, cosa que creo que no se puede determinar con un análisis espectrográfico. Espero que ahora capte el matiz y no lo encuentre una mente-catez.

    4. Tanto este detalle, como la datación del pergamino, eran perfectamente conocidos por los numerosos críticos que no creían en la autenticidad del retrato. A pesar de que el periodista del The New Yorker hace todo lo posible para que parezca que estos críticos se basan en meras impresiones, los dos artículos que recomendé hacen sugerencias objetivas en contra y no meras apreciaciones. Alguno de los críticos veía fallos en la ana

  • David Montero

    (sigo)

    A pesar de que el periodista del The New Yorker hace todo lo posible para que parezca que estos críticos se basan en meras impresiones de expertos, los dos artículos que recomendé hacen sugerencias objetivas en contra y no meras apreciaciones. Alguno de los críticos veía fallos en la anatomía del cuello que no podrían ser atribuidos a un Leonardo, por ejemplo. Y eso no es una mente-catez

    5. La incapacidad de los artistas del XVII al XIX para obtener un retrato que, dicho sea de paso, es muy hermoso pero bastante sencillo de composición (el clásico perfil), que Ud. aduce, me parece de su propia cosecha. El mismo artículo que Ud. señala, dice lo contrario. Y durante el XIX y XX ha habido hábiles falsificadores que han colocado obras “auténticas” hechas por su mano a los mejores museos del mundo. Incluyendo complejos Vermeer bastante más difíciles de falsificar que el retrato que nos ocupa. Por otro lado, y como simple observación subjetiva, mis paseos por museos italianos (los últimos fueron la galería degli Uffizi y la Pitti) me han reservado bastantes sorpresas frente a cuadros de autores anónimos, especialmente retratos, de la escuela italiana con una calidad impecable. Así que la posibilidad de una falsificación de calidad no es una mente-catez.

    6. Por cierto, que me parece que Ud. exagera nuevamente cuando dice: “Las agujeros de las costuras del libro de Varsovia son notablemente consistentes con los de La Bella Principessa, sobre todo con respecto a su separación irregular”. Pues parece que no es exactamente así. En el artículo que he citado más arriba, los Sres. Kemp y Cotte dicen: “The second task was to see if the holes in the portrait and the stitching pattern of the book corrrsponds. There is an obvious difference. The current stitching of the volumen involves five holes, whereas there are only three holes now visible along the Leith margin of La Bella Principessa”. (P. 10) O sea, “notablemente consistentes” no son. Hay cinco agujeros contra tres y por eso los autores hacen una interpretación que ellos consideran la más apropiada. Habrá que esperar a ver las reacciones de otros expertos. Pero que Ud. exagere un poco no me parece que sea una mente-catez.

    7. Creo que la única indicación que Ud. da que sería un serio argumento en pro de la antigüedad del retrato es que el folio del retrato ha sido desgajado del resto del manuscrito cuando ya estaba pintado. Se me ha escapado este importante detalle, pero volveré a repasar la documentación que Ud. nos ha proporcionado a ver por donde está. Si Ud. puede hacerlo antes que yo se lo agradecería, porque estoy liado con otras cosas.

    En fin, espero que, después de haber aclarado el malentendido sobre sus  expresiones amistosas, el diálogo entre nosotros siga por un camino distendido y no se ponga más “amistoso”.

     

  • Percha

    Estimados David y Guillermo, me gustaría que el debate se desarrollara en términos más amistosos, sin "mente-cateces" ni sarcasmos, que hacen que seguir el debate sea "incomodo", incluso desagradable, por lo menos para mí.

    Tampoco creo que sea tan complicado, ni que sus posiciones sean tan alejadas como para poder hacerlo. Que el Sr Kemp tendrá que presentar más argumentos, o afinar los presentados, pues vale. Que de ellos no se deduzca que esta probado que sea un Leonardo, también es cierto. También me parece que son bastante significativas las similitudes y coincidencias con el Sforziad polaco, aunque no sean totales, como el propio Kemp reconoce. Pero argumentos interesantes tiene, y creo que son bastante válidos sobre todo en lo referido a la antigüedad del dibujo. 

    Un saludo a ambos. Sean buenos ;-)

  • David Montero

    Totalmente de acuerdo, Percha. No fui yo el primero que empezó con esos calificativos e, incluso intenté cerrar el tema a la primera. Si he vuelto a la carga es porque hay excusas que me parece que son más sibilinas que los ataques y añadí un poco de ironía. De todas maneras, por mi parte el tema de las "mentecateces" está cerrado. Casi de acuerdo con su conclusión. Me parece equitativa con los méritos de unos y otros.

     

    Si la cosa va a juicio, como parece ser, preveo un interesante ataque y contra-ataque de ambas partes. Si no se llega antes a un acuerdo amistoso sobre la pasta, claro.

  • Percha

    Pues veremos que ocurre es ese caso.

    Yo imagino que el sr. Kemp se habrá guardado algunas cartas en la manga para la presentación del libro y el documental.

    Otra cosa. Una curiosidad sobre otro genio pictórico, Goya, que aparece hoy:

    Un Goya oculto en el Museo de Ciencias Naturales ABC

    Una nueva pintura de Francisco de Goya ha sido identificada, en los fondos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. El número de julio-septiembre de larevista de arte «Goya», editada por la Fundación Lázaro Galdiano, incluye un artículo de Javier Jordán de Urríes -reconocido especialista en coleccionismo, pintura y arquitectura del siglo XVIII español- en el que se atribuye a Francisco de Goya una pintura actualmente conservada en el citado museo.

    El cuadro es un óleo sobre lienzo de 105 por 209 cm, representa una hembra de oso hormiguero gigante procedente de Buenos Aires que fue regalada al rey Carlos III en julio de 1776. El monarca ordenó el traslado del exótico ejemplar al Buen Retiro al tiempo que encargó su retrato, pintado bajo la dirección de Anton Raphael Mengs, primer pintor de cámara.

    El cuadro, cuyo encargo está bien documentado, venía asignándose a un artista desconocido del taller de Mengs. Las similitudes estilísticas existentes con los paisajes de los cartones para tapices pintados por Goya en esas mismas fechas, así como las actividades que en aquellos momentos tenían ocupados a los otros discípulos de Mengs, han llevado a Jordán de Urríes a asignar la pintura al genial aragonés, quien muy probablemente trabajaba por entonces como ayudante de Mengs en el fresco de «La apoteosis de Trajano» en el Palacio Real de Madrid.

  • David Montero

    Lo que pasa, Percha, es que catalogar una obra sin fecha y sin referencias externas como antigua tiene sus dificultades. Pero hay casos en que no cabe duda. Pero la autoría es un tema más espinoso todavía. El lío que se montó con El Coloso de Goya (?), que está lejos de estar resuelto, es un buen ejemplo. Y cualquiera que eche un vistazo al catálogo de un pintor del siglo XVIII para abajo va a encontrarse con multitud de obras que se catalogan como "autoría controvertida" o "del taller de", etc. Y Leonardo es un caso clásico. Creo que, o el Sr. Kemp tiene guardado un poker en la manga (no un as), o la cosa va a colear durante tiempo.
  • Roberto

    Pues el animalito (el oso hormiguero) duró vivo menos de un año.

    Respecto a la obra de la bella principessa, demostrar que es original de Leonardo, creo que es algo que llevará tiempo si es que se consigue y nunca habrá unanimidad a no ser que se presente una prueba irrevocable, que no se cual podría ser. Para obras de otros autores no se dan tantos problemas, pero Leonardo es Leonardo y el mito se ha tragado al artista.

    Respecto a lo de publicar los resultados de las investigaciones en libros en vez de en artículos en revistas especializadas y con prestigio o rigor contrastado, entiendo lo que dice el Sr. Caso, en esta rama del saber no hay pruebas que permitan una comprobación exacta de los expuesto y es más sencillo y rápido publicar los resultados en forma de libro pero si que es cierto que esto ocurre especialmente para obras de Leonardo y Miguel Ángel, dos autores mitificados. Parece que se quiere convencer al público general contándole cosas que muchas veces se le escapan (la mayoría no entendemos cuando nos dicen, que una pincelada no es suficientemente suelta para ser de tal pintor, nunca hemos podido comprobar la pincelada y menos con obras de Leonardo que las ves a un metro de distancia como mínimo) y no a sus colegas que son los que realmente entienden y han estudiado obras de esos autores, aunque esto suena elitista. Ahora bien imagino que el señor Kemp no se jugará su reputación y el libro no será una novela de aventuras,  si no un ensayo serio y argumentado de manera solida y no solo convincente para los profanos.

  • Percha

    Servan he encontrado el siguiente trabajo que puede descargarse, donde se explican las peripecias del pobre animal y también del retrato:

    El Oso Hormiguero de su Majestad de Ana Victoria Mazo Pérez, de Museo Nacional de Ciencia Naturales (CSIC)

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Bueno, mi apreciado Sr. Montero, no le he contestado antes porque he tenido unos días muy complicados y no he dispuesto de tiempo más que para poner un post que no deseaba que se me quedara excesivamente desfasado de fechas.

    Por lo demás, celebro que se haya expresado y quedado a gusto, y, tal como nos recomienda el amigo Percha, dejemos de lado definitivamente los sarcasmos corriendo el consabido y socorrido velo.

    Vayamos, pues, con sus últimas consideraciones:

    1º Sobre las no contestaciones del Sr. Kemp a sus detractores.

    Ya he dicho por activa y por pasiva que no lo interpreto como usted. Considero que precisamente es lo contrario, que dichos detractores no han ido más allá de decir que no están de acuerdo con el diagnóstico del Sr. Kemp. La gran diferencia, además, es que el Sr. Kemp ha aportado muchísmos más datos y argumentos que la parte contraria contemplándose en ellos muchas de las objeciones que se le han realizado. Y, desde luego, apoyo y suscribo enteramente la declaración del Sr. Kemp al rechazar a aquellos críticos de arte que se mantienen muy directamente en la órbita de Christie's. Como comprenderá, dado el patinazo de esta casa de subastas en la catalogación de este retrato, y dados los oscuros intereses que se derivan del mismo, y las consecuencias judiciales que tiene en marcha, todo argumento que venga de esta parte que no esté suficientemente fundamentado, o que simplemente sea una pura generalidad, no se puede coger en demasiada consideración. Los "inside job" en estos contextos suelen estar a la orden del día. En consecuencia, como en este punto no llegamos a un acuerdo lo dejamos por el momento.

    2º Yo no puse el enlace al artículo periodístico del Sr. David Grann para hablar la supuesta huella dactilar de Leonardo en el retrato y mostrar así que esta posible evidencia acredita aún más la opinión del Sr. Kemp. Al contrario, es un aspecto en el que considero que es muy dudoso aceptar la misma como tal (por eso nunca he hablado expresamente de ello). El Sr. Kemp ha añadido el trabajo de investigación sobre la huella como un aspecto más a considerar, y me supongo que ni él mismo la toma como un prueba principalísima.

    Cité simplemente el artículo porque en el mismo se hacía referencia a que el Sr. Silverman había encargado el análisis de los pigmentos de la obra (aparte del análisis del C-14) y no era algo que yo me sacaba de la manga.

    Y debo decirle que, al margen de ello, o no ha leído bien el artículo o no lo ha leído hasta el final (es verdad que es bastante largo). Porque, aunque parece que, en un principio, está alabando el trabajo del especialista en huellas dactilares en obras de arte, Peter Paul Biro, en realidad lo viene a dejar a caldo, al poner bajo sospecha sus actividades profesionales y relatar la existencia, al parecer, de innumerables irregularidades en las mismas, lo que le ha llevado a estar inmerso en varias causas judiciales. Esto ya se lo advertía en mi comentario anterior (al decir que lo había puesto en solfa), pero, por lo que veo, tampoco se ha fijado en ello. De hecho, el Sr. Biro, tengo entendido, le ha puesto una demanda judicial al Sr. Grann por este artículo periodístico.

    3º En este tercer punto se hace usted todo un lío mezclando las informaciones y sacando consecuencias erróneas, perdone que se lo diga.

    Para empezar: en el artículo de Sr. Grann nada se dice que se hubieran hecho pruebas con una cámara "multi-espectral" para determinar el tipo de pigmentación (yo al menos no lo he visto y no creo estar equivocado, aunque si usted lo encuentra me lo hace saber), ni el tipo o clase de la misma, si bien podemos presuponerlo.

    Pero lo curioso es lo que usted escribe a continuación:

     

    Es algo semejante a lo que parece que hizo Silverman: determinar que ninguno de los pigmentos es artificial y que son compatibles con la gama que podía utilizar Leonardo. Esto es “algo” diferente de lo que Ud. dice: “ninguno de los mismos había sido elaborado después del tiempo en que vivió Leonardo”.

    ¿Y cómo sabe usted lo que mandó determinar el Sr. Silverman en concreto? ¿Acaso conoce cuál es el alcance de la analítica científica que encargó el Sr. Silverman? ¿O sólo le parece y especula sobre ello?

    Pero es que, además, ocurre, que eso que usted dice que yo digo, no lo digo yo, sino que lo dice el propio artículo periodístico de este modo (traducido): "Muchos de los pigmentos del dibujo se analizaron y se determinó que ninguno de ellos había sido inventado después del período de la época de Leonardo".

    Y, en consecuencia, no sé donde saca usted eso de que es algo diferente de lo que hizo (encargó, más bien) el Sr. Silverman.

    Dice usted: "Porque los pigmentos del retrato pueden ser elaborados y aplicados en época posterior a Leonardo..."

    Como si con eso creyera usted que se puede mantener la duda sobre la originalidad de los pigmentos y del retrato, sin tener en cuenta las consecuencias de lo que usted mismo escribe, "en época posterior", con lo cual, aun cuando los pigmentos fueran compatibles con los utilizados por Leonardo, todavía quedaría por ver en el análisis la "craquelure" de los mismos (que incluso falsificándola también es distinta de la natural), cómo han envejecido éstos (que no es tampoco exactamente la "craquelure"), aparte de otros muchísimos aspectos analíticos que pueden hacerse de los pigmentos y colas (cristalinidad, pureza, dimensión, y otros) para ver si son concordantes con los utilizados en siglo XV.

     

    Y si todos (no sólo un aspecto) son concordantes con el S. XV, porque no pudieron ser hechos ni realizados posteriormente para ser aplicados en el dibujo, lo lógico es concluir que su aplicación corresponde al siglo XV, y punto. Análisis de todo tipo que me imagino se habrán hecho, pues no creo que el Sr. Kemp (y aquellos expertos que lo apoyan) se haya lanzado a la piscina de la atribución leonardesca de este retrato sin tener previamente todos estos datos en la mano.

    Y, por cierto, en la actualidad, aparte de utilizarse variadas metodologías para la datación de una obra de arte, está la espectroscopía Raman por laser, la cual es una de la más utilizadas y aplicadas precisamente también a los pigmentos.

    4º Me va a permitr que me abstenga de contestar a este punto, pues viene usted a decir, Sr. Montero, prácticamente lo mismo que en el primero. Sólo decir que, respecto a las opiniones de un posible fallo en la representación anatómica del cuello, pueden considerarse sumamente subjetivas, ya que no se ha dicho en qué consiste en concreto (yo al menos no he podido leer nada sobre ello).

    5º Que pueda haber falsificaciones de buena calidad no se sigue que no se pueda verificar que dicha calidad no se corresponde con la auténtica calidad que corresponde a un artista de renombre (y valgan las redundancias). Del mismo modo: que un retrato se corresponda con una representación sencilla no se sigue que cualquiera pueda alcanzar la misma calidad al realizarlo, aun cuando pueda hacerlo con suma destreza. El problema no es la sencillez (o complejidad, si se quiere) del tema, obviamente.

    No obstante, le reconozco, como es lógico, que se han dado casos de hábiles falsificadores que han colocado obras de arte salidas de su mano por auténticas (a veces en medio de procesos muy oscuros), pero tampoco me negará usted que la crítica de arte y la labor científica aneja han venido determinando (y seguirán determinando) aquellos casos donde se ha tratado de colar gato por liebre. Y viceversa, casos de obras de arte que se han dado por mediocres se han terminado reconociendo que son obras de autores importantes.

    En resolución, en este punto estoy de acuerdo con usted, como es natural: en que siempre cabe la posibilidad de una falsificación, y, de hecho, sobre esa posibilidad es sobre lo que se viene debatiendo, tratándose de establecer hasta qué punto estamos ante una obra de Leonardo o no. Determinados expertos han concluido que no ven en los artistas milaneses imitadores del arte leonardesco, o a alemanes del siglo XIX influenciados por la pintura italiana, a nadie que fuera capaz de reunir de modo conjunto las calidades que se aprecian en este retrato. Ahora bien, ya sé que otros dicen, o pueden decir, lo contrario. Pero eso es lo que hay: el debate está abierto. A unos les convencen más las razones del Sr. Kemp, y los expertos que le apoyan, y a otros no. Cada cual tendrá que valorar qué pruebas y razonamientos le atraen más.

    6º Vuelve usted a equivocarse, Sr. Montero, en sus juicios y valoraciones cuando me atribuye que exagero sobre la notable consistencia de los agujeros de las costuras del libro con los del retrato de la Bella Principessa, por la sencillísima razón de que esa es una de las afirmaciones que realizan los propios investigadores, el Sr. Kemp y el Sr. Cotte. Vuelva usted a leer el trabajo (al final, en las conclusiones) con detenimiento. Allí se dice, textualmente:

    2. the stitch holes in the binding of the Warsaw book are notably consistent with
    those of La Bella Principessa, not least with respect to their irregular spacing

    Luego, está totalmente fuera de lugar que diga usted: "Pues parece que no es exactamente así".

    Y para entender el contexto de la expresión "are notably consistent", que realizan los autores del estudio, hay que leer con atención la sección en la que explican en qué se basan para hacerlo (lo relativo a los tres ó seis agujeros, los cuales fueron parcialmente
    cubiertos con cola y restauraciones). Si a usted no le convencen, o quiere esperar a ver qué dicen otros expertos, es usted muy libre. Para mí las explicaciones dadas son suficientes para entender el alcance del diagnóstico "notablemente consistente", y sin perjuicio de que se pueda abundar más aún en el análisis de dichos agujeros y costuras.

    7º En este punto me remito a lo que ya dije. La doble escisión se relata en la página 5 del trabajo anteriormente mencionado del Sr. Kemp y el S. Cotte. Le pongo una foto, no obstante, para que se dé cuenta. También se habla de ello en los vídeos que puse en un comentario anterior. La misma parece poder demostrar que el dibujo ya estaría realizado antes de que la hoja de pergamino fuese desgajada del códice varsoviano. Supongo, además, que el Sr. Kemp y el Sr. Cotte ya habrán verificado esta circunstancia. Y lo supongo, porque un mínimo de confianza en la profesionalidad de estos señores creo que habrá que darles, ¿no le parece Sr. Montero?

     

     

    8º Que será interesante ver en qué pueda derivar, finalmente, las reclamaciones judiciales que mantiene la Sra. Jeanne Marching con la casa de subastas Christie's, máxime a raíz del hallazgo de este volumen de la Sforziada, qué duda cabe.

    Christie's tiene que explicar algunas cosas importantes, empezando por aclarar por qué el marco de origen italiano que tenía en un principio el retrato fue sustituido por un marco alemán del siglo XIX en el momento de la subasta. Esto es algo muy sospechoso y a lo que se ha dado poca trascendencia periodística, e incluso por parte de los expertos contrarios al diagnóstico del Sr. Kemp. Recordemos, además, que el propio Sr. Kemp y el Sr. Cotte han afirmado que la eliminación del marco italiano fue realizada por la propia casa de subastas Christie's. Y, si lo dicen, sus razones y pruebas tendrán. En este sentido, me imagino que ese habrá sido también uno de los argumentos de reclamación judicial que habrá empleado la Sra. Jeanne Marching en contra de Christie's. Ya veremos en lo que acaba, si bien la cosa tiene visos de ir para largo.

  • David Montero

     

    Sr. CAso:

    Si se fija todas las nuevas aportaciones que Ud. hace son suposiciones: Ud. supone que se han hecho estas y las otras analíticas, Ud. supone que el corte de la lámina es posterior al dibujo y consecuencia de su extracción, etc., etc. Los datos que le di sobre los análisis y la cámara multi-espectral (o como se traduzca) de Silverman y Biro no son supuestos: estaban en el artículo de Grann. Si se lee el artículo entero los encontrará. Si no, utilice el buscador que es más fácil. Ya sabe: control+F.

    Finalmente, su última suposición me parece más sorprendente. Ud. supone o "sospecha" que la casa Christie, en lugar de subastar una imagen que podría haberle reportado un dineral (recuerde que las casas de subastas van a porcentaje), prefirió rebajarlo no se sabe muy bien con qué propósitos irracionales. Sospechosísimo. Me parece bien que Ud. crea que el retrato es antiguo. Hay motivos, aunque según mi parecer no definitivos, pero que su creencia le lleve a pensar que los de la Christie estén locos me parece un poco fuerte. (En ningún momento dice Kemp que el cuadro italiano que tenía el dibujo fuera antiguo. Dice que era un bonito ("nice") marco italiano).

    Otra cosa es que Ud. ha decidido que lo que dice Kemp va a misa y que hay que darle toda  la confianza. Como ya he visto que esto no siempre resulta, prefiero quedarme al pairo y no hacer suposiciones.

    En una cosa tiene razón: el artículo de Grann no acaba tan favorable para Biro y su huella dactilar. (Tampoco yo lo había leído hasta el final atentamente. Mea culpa). En todo caso, poco aclara sobre el resto del problema de la autentificación del Leonardo, que sólo toca tangencialmente. Aparte de la huella, argumento que queda por los suelos. Que, por cierto era parte de la aportación del Sr. Cotte.

     

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Sr. Montero:

    En lo que también me fijo (puestos a fijarse) es que mis suposiciones son equivalentes a sus reiterados "me parece...", "pues parece...", "tampoco parece...", "parece que...", "no parece que...", "parece haber...", "parece no..." "parece estar...", etc., etc.

    Es decir, que me reproche que haga determinadas suposiciones es lo mismo que si yo le dijera que lo que usted hace son emitir meros "pareceres". Cosa que no he considerado nunca traer a colación, dado que ambos no tenemos, efectivamente, todos los datos del asunto en la mano (sólo lo que se ha publicado en la prensa y colgado en internet) y, por tanto, es lógico conceder a aquel que opine sobre el tema que utilice prudencialmente bien sea el verbo "suponer" o el verbo "parecer" (que también yo he empleado, no se preocupe, no tengo ningún problema en reconocerlo) en determinados momentos de la argumentación. Es más, si no se antepusiera un "supongo", o un "me parece", en dichos momentos, cualquiera podría reprochar, a quien así procediera, que actúa con una seguridad que no tiene o puede demostrar a ciencia cierta.

    Pero, en fin, en cualquier caso, esto que me dice lo considero meras zarandajas argumentativas. Mejor hubiera ido usted directamente a los puntos en que disentíamos claramente o en los que podíamos profundizar un poco más para ver el alcance de sus posibilidades, tal como, por ejemplo, si la doble incisión que se observa en el retrato puede servir para demostrar (como un elemento más) que el dibujo ya estaba en el pergamino previamente a su desgajamiento del códice, o no, y sin perjuicio de que me suponga (y repito lo suponer sin ningún problema) que este hecho ya lo habrían analizado el Sr. Kemp y el Sr. Cotte.

    Respecto a que le soprende mi comentario de que Christie's debe dar algunas explicaciones sobre el proceso de subasta del retrato en cuestión, debo decirle que a mí ahora me sorprende que le sorprenda. ¿No habíamos quedado en que el mundo del mercado del arte está muy mediatizado por múltiples intereses de todo tipo no siempre claros y limpios? ¿No estábamos de acuerdo en ello y máxime tratándose de una posible obra de Leonardo?

    ¿Es que a usted no le llama poderosamente la atención lo que a todo el mundo sí le llama?
    ¿Acaso no cree usted que Christie's debe dar una explicación de por qué cambió el marco originario italiano por uno del siglo XIX alemán (para más inri, curiosamente la obra se presentó en subasta como de un autor anónimo alemán del XIX), y encima sin notificar este importante hecho a la propietaria del cuadro? ¿Por qué se buscaba hacer coincidir el diagnóstico que emitió el veterano experto de Christie's, François Borne, cambiando el marco del cuadro? Y que el marco italiano previo fuera "nice" es de lo menos, y, por cierto, tampoco consta que el Sr. Kemp dijera que no era antiguo.

    En fin, si usted no ve nada sospechoso en este proceder no sé cómo no se lo comunica a la Sra. Jeanne Marching y a sus abogados, diciéndoles, de paso, lo que a mí me dice: que las casas de subastas van a porcentaje y lógicamente no ha lugar a sospechar nada de nada, y máxime cuando hay millones de dólares de por medio tratándose de un posible Leonardo.

    Yo no sé si en Christie's, Sr. Montero, se han vuelto locos o no. Sólo digo que deben explicar su proceder de modo solvente, porque, si no, hay todo el derecho del mundo a sospechar muchas cosas. Y por favor, no me sea usted tan ingenuo diciéndome lo del cobro del porcentaje de las casas de subastas, que me da la risa, y perdóneme por ello. Y no digo más, que luego todo se sabe (o se acaba suponiendo;-)).

    Y mire, Sr. Montero, no sólo voy a la misa que dice el Sr. Kemp, también voy a las misas de los otros expertos que le secundan y que ya le mencioné. He procurado leerme todo lo que al respecto tienen publicado, y sus argumentos, salvo mejores en sentido contrario -que todavía no he visto-, me inclinan a darles la razón.