La lebeta de la Danza Guerrera, conservada en el Museo de Prehistoria de Valencia muestra una serie de guerreros y jinetes de los cuales dos se hallan enfrentados y parecen estar "luchando" de manera ritual. Esta iconografía podría relacionarse con las danzas guerreras de los turdetanos a las cuales Tito Livio aludía.
El guerrero de la izquierda posee lanza y escudo y el de la derecha falcata y escudo y en la espalda lleva enganchado un tahalí o vaina. Detrás del lancero hay una mujer tañendo el doble aulós; y tras el guerrero de la derecha aparece lo que se ha llamado un tubicen, es decir, un músico interpretando un aerófono abocinado de gran tamaño que ha sido identificado con una "tuba" o "trompa". El problema de esta denominación es que las tubas y las trompas son instrumentos de bisel (o boquilla), mientras que el representado en la lebeta parece más bien otro de lengüeta –como el aulós–, a juzgar por la forma en que aparece representado el músico.
Sea como fuere, la forma del instrumento muestra una silueta curvada muy similar a la del albogón que aparece en la miniatura de la Cantiga 300 de Alfonso X "El Sabio":
El sonido del aulós y del "albogón" ibérico debió ser muy parecido al de los clarinetes u oboes actuales (si hacemos caso a las diferentes descripciones que de ellos hacían los cronistas grecorromanos), entre otros instrumentos de viento-madera como la Dulzaina o la Gaita de caña.
Siempre que observo el dibujo de esta lebeta valenciana recuerdo este tema del grupo Dead Can Dance, denominado "Saltarello", del disco publicado en 1990 titulado Aion:
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Texto extraído de Ángel Román Ramírez: La música en Tartessos y en los pueblos prerromanos de Iberia. Raleigh (N.C.): Lulu Enterprises, 2009 (pp. 148 y sigs). Las hipótesis planteadas en este artículo están protegidas bajo derechos del autor © 2009. No está permitido por la Ley de Propiedad Intelectual reproducir el contenido del artículo a menos que se citen las fuentes y el autor del mismo.
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María //
Sí que es sugerente ,Angel;al final,la música antígua es más imaginable de lo que yo había pensado.
En cierta forma todo esto me recuerda al flamenco,que parece que tiene una serie de motivos que se cambian según los palos y también según el intérprete,que a veces incluso fíja su modo de hacer estos : soleares de este o de aquel etc,y que también se ha transmitido por tradición oral - familiar
26 Abr 2011
Ángel Román Ramírez
Uffff, cada vez que comentáis algo me alegra sobremanera... Y os comento por qué:
Horacio, no me cabe ninguna duda de que el teatro occidental procede de la Tragedia griega. Y más aún: fue este arte el que inspiró a los nobles y artistas que se reunían a finales del siglo XVI y principios del XVII en el palacio del Conde Bardi, en Florencia. Dentro de aquellas reuniones, recordadas como las reuniones de la Camerata Fiorentina, surgieron las primeras ideas de lo que después se convertiría en la Ópera. Con el afán de retornar a lo clásico e inspirados en la Tragedia, los componentes de la Camerata recitaban textos acompañados de algún instrumento (cuerda frotada, teclado) que amenizaba los poemas o relatos. Hasta que se llegaron a hacer pequeñas representaciones teatrales en las que la música cobraba cada vez más protagonismo. Según yo veo, la conexión en este caso es indiscutible...
Y en cuanto a lo que decías respecto al flamenco, María, también das en el clavo. Me explico: de un tiempo a esta parte, colaboro como asesor histórico con el Maestro de la guitarra flamenca Manolo Sanlúcar, quien sostiene que la música de la antigua Grecia y, por extensión, la bizantina (entre otras culturas), influyeron definitivamente en la creación de las formas primitivas del flamenco. Sobre este tema ya publicó un libro hace unos años y ahora está desarrollando y mejorando las hipótesis originales expuestas en él. Ya hemos comentado tú y yo en algún momento la conexión de la música ibérica prerromana con ciertos cantos de raigambre antiquísima, como los Verdiales o las Seguiriyas (las llamadas Endechas). Y bueno, en definitiva, un tema verdaderamente interesante y susceptible de investigar (en ello estamos).
Un abrazo.
26 Abr 2011
María //
Vaya !pues de eso no había oído hablar;habría que ver porqué “rutas “ ;buscaré el libro en la biblioteca .Yo solo había oído hablar de la conexión con el mundo árabe ,al menos en algunas formas de canto
Y algo que he encontrado de casualidad,leyendo las cartas de San Jerónimo .
En una carta que escribe a un amigo ,Rufino ,estando ya en el desierto de Siria ,en el año 375 dice:
”Me entero ahora de que estás penetrando por el interior de Egipto ,visitas los coros de monjes y andas rodeado de la familia terrestre(o celeste? no estoy segura) en la tierra….”
(BAC ,1962,pag 43)
No sé si se referiría de modo figurado a los monasterios o a los coros y la música que los monjes cantaban en estos ;y en este último caso ,si se referiría a los coptos y su música ;si fuera esto último significaría que era "famosa" en esos momentos.
También es verdad que en la carta San Jerónimo manifiesta cierto resquemor por las andanzas de su amigo,así que lo mejor se refiere a que vá de un monasterio a otro.
27 Abr 2011