"El ataúd de Cervantes" no era de Cervantes

Desde el día 27, hoy hace ya cuatro días, existe un desmentido oficioso de que este maltrecho ataúd extraído el día 25 de un nicho del convento de las Trinitarias de Madrid contuviera los restos de Cervantes. Pero no ha tenido la más mínima repercusión mediática porque el desmentido no se ha comunicado a la prensa.

Esto quiere decir que todo el planeta Tierra se ha quedado creyendo que los restos de Cervantes habían aparecido realmente, noticia que el día 26 circuló por el mundo a la velocidad de la luz (véase "La prensa mundial, pendiente del hallazgo de Cervantes"), incluso aunque existían objeciones de distintos tipos (como la que, desde la Epigrafía, planteé desde el principio sobre las letras, y también sobre los huesos infantiles). Pero lo que de hecho está confirmado ya es que los restos no lo eran.

Sin embargo, si se busca en Google la primera noticia del día 25/1, la del hallazgo --dando el equipo seguridades de que las iniciales del ataúd eran M.C., y que eran de Cervantes, dos creencias (para mí aventuradas) que obviamente fueron la causa y la justificación del estruendoso anuncio--, "ataúd de Cervantes" arroja más de 90.000 resultados, y sólo en español. Pero si buscamos por la verdad, por el titular de Vanity Fair del 27/1 ("Los restos de la tumba con las iniciales M.C. no son los de Miguel de Cervantes"), nos da sólo unos escuálidos 6 (que en realidad son 3).

Esto me parece todo un fenómeno sociológico-mediático sobre el que meditar. Como también que, en el primer enlace que puse, de cinco medios extranjeros citados con sus titulares, cuatro dieron la noticia con interrogantes o como mera posibilidad, mientras que en los titulares españoles lo que cundió más fue la certeza (como en el propio de El País, que fue puntualmente recogido en Terrae Antiqvae el día 26).

Pero era una falsa certeza, y que además no se rectifica cuando desde hace días se puede ya hacer, como veremos. Me parece preocupante, ¡porque esto no es (o no tanto...) política!

En fin... al menos en Terrae Antiqvae sí que nos enteraremos, y el editor de TA ha estimado interesante que la noticia pueda circular mejor en un nuevo post, como así lo hago, al margen del comentario ya hecho esta mañana.

Aquí va, pues, la entrevista-desmentido que encontré de pura casualidad el día 27/1, con una buena foto (donde vuelvo a ver mejor la mayor apariencia de G de la supuesta C). Es curioso también que aparezca sólo en una revista más bien dedicada a "celebrities" como Vanity Fair (a la que hay que felicitar por su constancia en el tema), y no en la prensa diaria normal.

Aunque el que esto sea así, que al día de hoy no se sepa, depende sobre todo de la inexistencia hasta ahora (o al menos no la conozco ni encuentro) de otra nota o rueda de prensa oficial, bien del Ayuntamiento o de la Comunidad de Madrid, bien del comité científico, desmintiendo formalmente lo que primero se había anunciado. Y esto sí que se echa en falta. Aunque ya sepamos que es mucho más gratificante dar buenas que malas noticias, en buena ley la sociedad (sobre todo la que paga) se merece recibir en cada momento la información más correcta.

Pero, aunque no fuera por tan loable objetivo, después de que uno monta un alboroto mundial, y sabe que la noticia del "hallazgo del féretro de Cervantes", y "sus letras", ya sea como algo seguro o sólo posible, está circulando a lo loco desde el lunes por periódicos y agencias en cualquier idioma del mundo que se nos ocurra (dejo como prueba de ello unos mínimos ejemplos entre cientos de miles, en inglés, en francés, en alemán, en italiano, en japonés...), sin contar blogs y páginas cervantistas, admiradores de a pie..., uno debe saber que, en cuanto le consta que no es verdad, o que se ha equivocado, no tiene más remedio que, lo antes posible, dedicar por lo menos la misma potencia e interés a, como diría y haría el admirado Quijote, tratar de "desfacer el entuerto"... O sea, convocar otra rueda de prensa similar y que la gente sepa qué es seguro y qué no lo es.

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Aunque por desgracia lo más previsible es que los restos de Cervantes, tras los traslados que eran habituales en la época, terminaran revueltos en algún osario común (destino final que no disgustaría nada a aquel humilde genio, que al morir sólo tenía dinero para encargar dos pobres misas por su alma), no dejamos de desear suerte al equipo investigador para que termine hallándolos, y que pueda hacerse la tumba individualizada y "homenajeable" que se pretende (y que se viene pretendiendo ya al menos desde el siglo XIX, aunque en forma de cenotafio).

Por suerte, y por sus propios méritos, la gloria posterior de Miguel de Cervantes no necesita de ella, claro, pero sin duda sí que serviría para reparar por fin, aunque con cuatro siglos de retraso (en 2016 se celebrará el cuarto centenario de su muerte) otra gravísima desidia nacional.

Y transcribo ya la entrevista en cuestión que encontré:

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"LOS RESTOS DE LA TUMBA CON LAS INICIALES M.C. NO SON LOS DE MIGUEL DE CERVANTES"

Ayer el comité científico reunido en las excavaciones llegó a la conclusión de que los huesos no corresponden a los del escritor, puesto que pertenecerían a personas de menor edad. Hablamos con el historiador Fernando de Prado Pardo Manuel de Villena y con la madre superiora del convento de las Trinitarias.

Por ALBERTO PINTEÑO | 27 de enero de 2015 / 18:00

Fuente: revista Vanity Fair

“No son sus restos, no coinciden con él”. Así nos confirma el historiador Fernando de Prado Pardo Manuel de Villena, encargado desde 2010, junto a una treintena de expertos, de la búsqueda de la tumba de Miguel de Cervantes en el convento de las Trinitarias de Madrid. “Cuando vimos las iniciales M.C. en el féretro se nos encogió el corazón. Creíamos que serían sus restos, pero no es así. No ha sido una desilusión, todo lo contrario, es una inyección de optimismo para seguir buscando. Tenemos la certeza de que el escritor está allí enterrado y de que va a aparecer, continúa del Prado.

"Las  iniciales halladas en un ataúd en el convento de las Trinitarias Descalzas que podrían haber correspondido a Miguel de Cervantes." [N.B.: Tal como comenté aquí el mismo día 26 por la mañana, yo las leo más bien "M. G.", y con letras más propias del siglo XVIII] (Foto © Gtresonline)

La antropología forense permitiría identificar entre los restos del escritor varias particularidades de su anatomía: “Lo primero es la edad, alrededor de setenta años. Le faltarían seis o más dientes (1), se reconocería la atrofia de algunos huesos por la falta de una extremidad (2) durante muchos años de su vida y los dos arcabuzazos [herida por el disparo del arcabuz] en su pecho”, dictamina el historiador.

Pero sus restos se deberán seguir buscando entre las sepulturas y nichos que están en la cripta del convento de clausura. La otra gran posibilidad que apunta del Prado son las dos dobles tumbas que se encuentran en la misma capilla “a solo 35 centímetros del suelo, libres de cal y yeso, lo que haría que sus restos se encontrasen en un buen estado de conservación”.

En esa doble tumba podría estar enterrado el escritor de El Quijote, fallecido en 1616, y también su esposa, doña Catalina, que murió diez años después. “Pero antes de obtener el permiso del Convento para excavar en el suelo de la capilla habría que analizar que ninguno de los nichos contengan el cuerpo del escritor. Ahora existe un nicho por cadáver, antes eso era impensable, se aprovechaban para introducir varios cuerpos”, apunta de Prado.

“Se han podido mover sus restos y trasladarlos a otro lugar, pero nunca fuera de este convento. Si no aparecen en los nichos de la cripta, serán las dobles tumbas superiores, pero vamos paso a paso eliminando posibilidades”, asegura.

VF: ¿Y a qué haría referencia las iniciales M.C. encontradas en el féretro?

Pues puede ser cualquier cosa u nombre, desde Manolo Carrión a María Covalada o hasta Mario Conde, responde entre risas el historiador tras anunciar que la dificultad de la búsqueda también viene dada porque no existe una relación de enterrados en este convento.

La finalidad de encontrar la tumba de Cervantes no es otra que “darle la gloria que se merece. Cervantes fue un hombre heroico, un hidalgo sin pretensiones, un funcionario que lo dio todo. Era un hombre ordinario que llegó a ser extraordinario. Solo queremos poner una losa encima de su tumba que diga: 'Aquí yace Don Miguel de Cervantes Saavedra'. Nada de espectáculos de feria”, confiesa el historiador.

Los trabajos de exhumación se llevan a cabo en la iglesia conventual de las Trinitarias, que no hay que confundir con la Parroquia de San Sebastián, que pertenece al barrio madrileño de Las Letras y donde sus vecinos se enterraban. “En la iglesia de las Trinitarias se necesitaba un permiso especial para los enterramientos y fueron pocos los privilegiados. Miguel de Cervantes lo obtuvo porque se ofreció a ayudar en la construcción del convento, y luego fue extensible a su mujer”.

El mismo permiso tuvieron que obtener los expertos científicos para estos trabajos, puesto que el convento es de clausura y nunca había recibido a extraños. “Tampoco ahora -explica Fernando del Prado-. Jamás se ha roto la clausura. El área donde han convivido las iglesias es extramuros, es una zona pequeña restringida que está fuera de clausura”.

Ave María Purísima

Entre los números 16 y 20 de la calle Lope de Vega solo una gran puerta pintada de verde permite la entrada. Es el convento de las Trinitarias, fundado en 1609. Ningún vecino del barrio ha visto a las hermanas de la orden salir de allí. Por algo son 'clausura'. Solo existe un telefonillo. Pulse y hable. Eso hago. Entonces las luces de led iluminan el rostro mientras que las monjas atienden (y observan) tras la cámara.

 

–Ave María Purísima.

–Sin Pecado Concebida (hago memoria tras unos segundos).

–¿Qué le trae por aquí?

–Hermana, quisiera preguntarle sobre los trabajos de exhumación de Cervantes.

–Un segundo, que llamo a la hermana superiora, que está al cargo de ello.

Segundos después la misma cantina: “Ave María Purísima”, y es la hermana superiora. O en eso confío. No quiere darme su nombre, pero sí contesta amablemente a mis cuestiones. “Estamos ahora más tranquilas, al principio nos asustamos un poco, pero la fe lo puede todo”, responde al preguntarle sobre las molestias de los trabajos.

El historiador Fernando del Prado también comparte esta opinión: “Al principio las hermanas eran reacias y estaban asustadas, les horrorizaba la historia. Han visto trabajar al equipo y han ido tranquilizándose”. Tanto es así que ahora son dos hermanas las que supervisan el trabajo de los casi treinta expertos que en la iglesia del convento se dan cita.

–¿Creen ustedes que Cervantes sigue enterrado aquí?

–Estamos seguras de ello, le hicimos en su día el favor de darle sepultura aquí.

–¿Esperan que encuentren sus restos?

–Sí, claro. Y lo harán. Nos unimos a la esperanza de los expertos. Ya han encontrado varios restos.

–Será la ciencia quien tendrá que dictaminar la veracidad de esos restos...

–No, no la ciencia. Es solo Dios quien nos dice que Cervantes está entre nosotras.

Amén.

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(1) Se trata de un error, supongo que del periodista, ya que a Cervantes poco antes de morir le quedaban sólo seis piezas dentales, que además no encajaban entre sí, según su autodescripción en sus Novelas ejemplares (1613).

(2) Otro malentendido (éste muy extendido, quizá por la propia forma en la que Cervantes se describe), ya que no le faltaba la mano izquierda, sino que le quedó inútil por la herida sufrida en Lepanto.

P.D.- Las negritas del texto son mías. La firma que añadí al principio, de quien se firmaba "Miguel de Cerbantes Saavedra", y otras veces hasta con Z, "Zerbantes", o "Sahavedra", etc., procede de la carta dotal a su esposa (Esquivias, Toledo, 9 de agosto de 1586), publicada por el valiosísimo Luis Astrana Marín en el tomo III de su magna Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, 1948-1958.

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Más en Terrae Antiqvae: "Hallado el ataúd de Cervantes" (desde El País)

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Comentario por Alicia M. Canto el abril 23, 2015 a las 8:22am

Presentación oficial de uno de los mayores fiascos arqueológicos y mediáticos de los últimos tiempos. Ayer, justo el día antes de que, al recibir hoy el Premio Cervantes, Juan Goytisolo (quizá con mayor repercusión) se refiera al tema, la ya breve alcaldesa presentó en el Museo de Historia municipal la exposición “Cervantes a la luz. Imágenes del hallazgo”. Aquí la nota de prensa oficial de la exposición con detalle de las secciones, y aquí las fotografías de autoridades, y la alcaldesa con parte del finalmente numerosísimo equipo (sesenta son ya, he leído por ahí...).

La conclusión es que, no en el nicho que anunciaron en enero, ni en ninguna posible relación con aquella tablilla con dos letras que dio la vuelta al mundo como si fuera de Cervantes (lo primero que puse en duda, ahora ya dicen que "es del siglo XIX"), sino en una reducción de restos localizada después en el tercer nivel bajo el suelo, y "que se sitúa en el siglo XVII, unida a la coincidencia entre el número de individuos identificado y la relación de personas inhumadas junto a Cervantes en la primitiva iglesia conventual permite concluir que entre esos restos se encuentran algunos pertenecientes al escritor".

A pesar de tal indefinición, "La alcaldesa de la capital, Ana Botella, ha asegurado que se podría colocar una urna... con los restos de Miguel de Cervantes [sic]... en un sitio preferente dentro de la Iglesia de las Trinitarias en lo que sería "un reclamo fundamental para el turismo"... (Telemadrid, 22-4-2015).

Aunque paralelamente el comisario de la exposición afirmaba: "Eso sí, que el visitante no espere una fotografía de los huesos del escritor. “No, ese tipo de identificaciones no podemos saberlo. No existe ninguna certeza para identificar ningún resto concreto. No se va a decir: esta es la mandíbula o este es el cúbito”.

Pues parece que sí se va a decir. Y esa disparidad "a la luz" es un reconocimiento explícito de que el algo que vayan a poner en esa urna de cristal que dice la alcaldesa será un falso o, como mucho, un supuesto. Los turistas vendrán luego a venerar unos huesos no se sabe de quién, los que parezcan mejores a las descripciones (por ejemplo un trozo de frente ancha, alguna mandíbula o maxilar en los que falten muchas piezas...), pero "el invento" funcionará, que es de lo que se trata. En fin...

En la exposicion han incluído varias momias infantiles (véase la foto de arriba), lo que sin duda atizará también el morbo natural de muchos, pero parece de muy dudoso gusto. La explicación oficial es que "Uno de los grandes hitos de este proyecto de investigación ha sido la gran información que se ha podido recabar sobre los ceremoniales de enterramiento en Madrid en los siglos XVIII y XIX, especialmente sobre los infantiles. Han sido muchos los restos de niños que se han encontrado en la cripta de las Trinitarias, varios de ellos momificados y con los ropajes casi intactos."

(Foto Javier Balaguer-El Mundo)

El llamado "hito" ha sido algo por completo sobrevenido, naturalmente. Y tienen suerte de que no habrá reclamaciones judiciales de familiares por la utilización de niños sacados de su eterno descanso y expuestos en su triste estado final con el único objeto -es lo que parece- de "rellenar" esta presentación oficial y justificar lo que en definitiva ha sido un fracaso (como hace años el de Velázquez) y caro.

Pero, bueno, ya se sabe que "así se escribe la Historia". Al menos la escasa repercusión del acto en esta ocasión indica que cada vez estamos más en alerta y somos más escépticos con lo que los políticos y algunos profesionales nos cuentan. Y eso es bueno, porque muchas veces son sólo eso: cuentos.

Comentario por Roberto el abril 23, 2015 a las 11:24am

El nuevo tráfico de reliquias. Da lo mismo que sean falsas (o no individualizadas en este caso), lo importante es que generen atracción y dividendos, vamos, como antaño.

Comentario por Percha el abril 23, 2015 a las 11:54am

Avida Dollars. Surrealismo y dinero. Pobre Cervantes.

En fin, feliz Día del Libro.

Comentario por Alicia M. Canto el abril 23, 2015 a las 2:29pm

"En vez de empecinarse en desenterrar los pobres huesos de Cervantes y comercializarlos tal vez de cara al turismo como santas reliquias fabricadas probablemente en China, ¿no sería mejor sacar a la luz los episodios oscuros de su vida tras su rescate laborioso de Argel?".

Son las palabras que Juan Goytisolo dedicó hoy en su discurso en Alcalá de Henares: "Junto a la justicia, la otra gran reivindicación del autor de Juan sin Tierra fue para el escritor que da nombre al premio que acaba de recibir. Reivindicación que contrapuso las estrecheces de su existencia con el despliegue para encontrar sus restos en el convento madrileño de las Trinitarias".

Bien dicho.

Fuente: El País

Comentario por María José Grech el abril 24, 2015 a las 12:29am

Efectivamente. ¡Grande Goytisolo!, su discurso es la demostración palpable de que Cervantes sigue vivo, que es lo que cuenta en realidad, no el pobre chalaneo con sus restos.

Comentario por David Montero el abril 25, 2015 a las 11:51am

¿Y si no montamos el número quién nos "esponsoriza"? 

La mano invisible del mercado, queridos/as. Que veo que Uds. no se "updatean". 

Comentario por María José Grech el abril 25, 2015 a las 4:17pm

La ley del mercado (o mercadeo) que es la oferta y la demanda, impone muchas veces precios que sería mejor no pagar. Como en todo en esta vida, "that's a matter of choice".

Comentario por Alicia M. Canto el abril 28, 2015 a las 2:58pm

Leguina, lamentablemente, llama "perroflauta" a Goytisolo (aunque en una tv de baja audiencia), Ezquerra también le atiza, y se encuentran aún elementos para calificar a Cervantes de "Podemos" y de "AntiPodemos". En fin, rescato la parte del discurso en la que el premiado se refirió a la búsqueda de los huesos de Cervantes, y enlazo el resto (que tiene también algunas curiosidades):

"Al recibir el pasado jueves el Premio Cervantes de manos del rey Felipe VI de España, dentro del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid),  donde nació Miguel de Cervantes, Juan Goytisolo dijo que “El Quijote rompe las barreras de tiempo y criticó también ante los presentes (encabezados, además de los Reyes, por el presidente de la Comunidad de Madrid y el ministro de Cultura) la “necedad” de las autoridades por desenterrar los huesos de Miguel de Cervantes para utilizarlos para atraer turismo a España, en lugar de sacar a la luz los episodios oscuros del escritor, tales como la miseria que padeció, su solicitud denegada para emigrar a América y su estancia en la cárcel sevillana por deudas, entre otras.  Y recordó que Cervantes vivió con su familia momentos de extrema pobreza en Valladolid 1605, "en los márgenes más promiscuos y bajos de la sociedad", cuando escribió la primera parte de su novela..."

Fuente Ibercampus: "¿Cervantes un Podemos o antiPodemos?" (sic el titular)

Más en:

Vídeo breve de EFE con algunos extractos importantes del discurso d...

Vídeo de la UAH de la totalidad del acto

Es un discurso breve (10 minutos casi justos) pero profundo y nada convencional, con mucho para reflexionar, sobre Cervantes y sobre España.

Me parece emotiva y muy significante la dedicación de Goytisolo del premio in memoriam a su maestro, el cervantista hispalense Francisco Márquez Villanueva, autoexiliado durante el franquismo (una de tantas pérdidas provocadas que ha visto España en su historia, y una vergüenza para Sevilla), fallecido en Boston en 2013, y a sus vecinos de la medina de Marrakech, donde vive (y también de algún modo autoexiliado, me parece).

Igualmente vale mucho la pena ver/oír la semblanza biográfica a continuación hace de Goytisolo el (muchas veces) injustamente denostado ministro José I. Wert. A mi juicio Wert es el ministro de Cultura más culto que nunca ha tenido España, aunque ya sé que es una opinión minoritaria ;-)

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 21, 2016 a las 6:42pm

«En España fue casi un escándalo invertir cien mil euros en los huesos de Cervantes»

La arqueóloga Paz de Miguel, que trabajó en la cripta en las Trinitarias en busca de los restos del escritor, cree que es «casi imposible» certificarlo.

Fuente: laverdad.es | 21 de abril de 2016

Era uno de los proyectos más jugosos de la ciencia española pero no por ello más fácil que otros. Había pruebas que apuntaban a que los huesos de Miguel de Cervantes se encontraban en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid. Y allí acudieron un grupo de expertos en distintas materias para averiguar si era cierto. Entre ellos estaba la arqueóloga Paz de Miguel, pamplonica afincada en Alicante, para indagar entre los muchos restos humanos y algunos de ellos eran del, seguramente, más ilustre escritor español. Ayer participó de las Jornadas académicas en conmemoración del IV Centenario de la muerte de Shakespeare y Cervantes que organiza la Universidad de Alicante, donde impartió la ponencia 'El enterramiento de Cervantes'.

- La charla que imparte versa sobre su participación en la investigación de los huesos de Cervantes. ¿Con qué ilustra a los que la presencian?

- Cuento la experiencia vivida durante la investigación. Desde el inicio y los prolegómenos hasta el descubrimiento, pasando por la documentación, por la relación con el equipo de expertos y por cómo se desarrollo todo el proceso. Se hizo un recorrido en georadar por la iglesia y se documentó la historia del lugar con precisión, en gran parte, gracias al trabajo del archivero Francisco Marín, que nos dio luz sobre lo que podíamos encontrar allí. También detallo el proceso hasta encontrar la reducción donde estaban los entierros de Cervantes y su esposa, Catalina de Salazar. Pero también sabemos el nombre de las personas enterradas con ellos e, incluso, quienes fueron sus enterradores y el precio que pagaron por ser enterrados allí. Éramos muchos investigadores de ciencias muy distintas, desde los archiveros a los biólogos, pasando por arqueólogos y forenses.

- ¿Qué supuso para usted participar de este proyecto de investigación?

- Era una investigación donde convergen muchas disciplinas. No era solo excavar a cielo abierto, sino meterse en una cripta, con hallazgos sorpresivos que hubo, hasta llegar a Cervantes. Nos encontramos con huesos de más de 450 niños del siglo XIX que fueron un hallazgo inesperado. En la época hubo varias epidemias y aunque no se podía enterrar en la ciudad a las personas durante las epidemias desde el Siglo XVIII, se suponía que los niños no habían pecado y los dejaban en las iglesias.

- ¿Por qué se eligió su perfil para participar en un proyecto de tal importancia?

- Hace muchos años que trabajo los restos humanos y pertenezco a la Asociación Española de Paleopatología, de la que soy vocal y que dirige el profesor Exteberria, director del proyecto. Se preveía que había restos infantiles en la cripta y estoy especializada en infantiles. Ante esto, solicitan mi trabajo, pero no pensábamos que encontraríamos los restos de más 450 niños. No obstante, era una más del equipo tan variado de expertos y científicos que participaron.

- Se asocia el trabajo de la arqueología a las ruinas, a los espacios y al trabajo al sol. ¿Fue algo muy singular el trabajar dentro de una cripta?

- Fue muy complejo porque no esperábamos encontrar restos de huesos tan recientes y se tuvo que hacer bastante más de lo esperado. Otra dificultad fue un convenio por el que no se podía sacar nada de la cripta, incluida la tierra. Tenías que excavar un agujero y poner la tierra en otros sitios. Fue un puzle muy complejo. Además, éramos un equipo de trabajo tan amplio, con estudios tan amplios que salieron dentro de la cripta, que se tenía que combinar arqueología con antropología, con el escaneado de la zona, la digitalización. Había mucha gente en poco espacio pero, pese a todo, fue muy bien llevado a los catorce grados estables a los que estábamos pese a ser enero y febrero en Madrid. También resultó curiosa la participación de las hermanas, que nos facilitaron el trabajo y se integraron muy bien con el equipo, lo que engrandeció el trabajo.

- ¿Era el momento idóneo, tras siglos, de abordar esta investigación?

- Se habían hechos varios intentos pero fue la reconstrucción de la nueva iglesia lo que permitió el traslado del osario a la cripta determinante para saber lo que había ahí. Aún así, estaba en el fondo de la cripta y hubo que pasar muchas páginas de la historia, ir pasando depósitos. Siempre es un buen momento para investigar algo así.

- No obstante, no se pueden determinar concretamente los restos de Cervantes.

- Es muy difícil. Es improbable, casi imposible saber qué restos eran los de Cervantes. Sabemos que hay cuatro restos de hombres compatibles. Pero por el momento no hay posibilidad de saberlo con certeza científica porque no hay descendientes para tener el ADN, para conocer mediante los cromosomas si cada hueso es de Cervantes o no. Se han roto las líneas de descendencia y sin ellas no se puede. Supongo que es casi imposible encontrarlas actualmente.

- ¿Se sabía que los restos estaban ahí?

- Sí. Por el testamento de Cervantes se sabe que quería ser enterrado ahí. Se sabía que estaban ahí, también por la documentación, por la partida de defunción y porque se sabe que se trasladaron los huesos de la iglesia primitiva a la cripta.

- ¿Qué ha supuesto para la arqueología un hallazgo como este?

- Para la arqueología, realmente, es una aportación más. Sirve para mostrar un método que permite llegar a aportar nuevos datos a la historia. Luego, en cada contexto, la riqueza de cada descubrimiento debe ser integrado. Este hallazgo suma, suma más a lo que la arqueología y la historia aportan a un país.

- ¿Qué tiene de especial este nuevo método?

-En la historia, todo descubrimiento aporta algo. Este es ejemplo de que ahora se le está dando más valor al estudio humano de la arqueología. Porque te permite ver a las personas directamente, tener a los protagonistas de la historia. Restos humanos, a diferencia de otros, no hablan de la muerte, sino de la vida, de las enfermedades, de su supervivencia. Nos permiten aproximar a las personas al contexto histórico en que vivieron.

- ¿España quiere bien a su historia o los británicos más a la suya? Por la coincidencia de centenarios de Cervantes y Shakespeare.

- Desde perspectiva literaria no puedo hablar, porque lo mío es la arqueología. Ahora veo el país lleno de acontecimientos. Pero si comparas inversión en investigarlos, creo que sí que se quieren más ellos. La excavación de la Casa de Shakespeare tuvo una inversión de siete millones de euros. Aquí fue tratado casi como un escándalo el hecho de que se invirtieran unos 100.000 euros para hallar los huesos de Cervantes. Creo que respuesta está clara.

- ¿Cómo arqueóloga, como vive el destrozo de ruinas valiosas históricamente que se está produciendo en Siria?

- Como arqueóloga puedo ver esos destrozos y enfadarme, pero me resulta más conmovedor el destrozo del patrimonio de las personas. No se puede consentir que se destroce la arqueología, pero por encima de ello esta impedir que se destrocen las sociedades y las personas.

- Resulta llamativa una doble faceta de su vida, si permite la pregunta. Es una reconocida arqueóloga, pero ejerce de matrona. ¿Cómo se entiende esto?

- (Risas). Soy matrona vocacional desde hace treinta años. Soy de Pamplona, pero cuando llegué a Alicante, con mi plaza fija como enfermera, decidí estudiar Historia. Me formé en la Universidad de Alicante y aquí he desarrollado toda mi investigación y leí mi tesis sobre restos humanos resto islámicos en Pamplona. Pero, pese a esto, también estoy implicada en ser matrona en el Hospital General de Alicante desde hace diez años.

Comentario por Alicia M. Canto el abril 22, 2016 a las 3:21pm

Hoy 22 de abril se cumple realmente el 400 aniversario de la muerte de Cervantes, pues lo que se celebra oficialmente cada día 23 corresponde al día de su entierro en las Trinitarias de Madrid.

Regreso a este ya viejo post como particular homenaje, para recoger la melancolía del final de la búsqueda de sus restos.

Ésta se manifiesta en primer lugar en este artículo de ayer del coautor del libro sobre aquella aventura, aparecido sin mucha pena ni gloria en febrero de 2016 (y que se puede leer sólo en versión digital en Amazon, como él mismo dice):

"El triste final de la investigación sobre la tumba de Cervantes", por Carlos Salas en el blog de lainformacion.com, 21 de abril de 2016. Destaco de él:

"Aún hoy, la gente se pregunta: pero, ¿estaba allí o no?

Sí estaba, pero no se pudo certificar al 100%.

¿Y Fernando? [de Prado, el promotor de la investigación y su coautor].

Poco a poco fue apartado de la investigación. La prueba es que en la primera rueda de prensa, cuando se anunció el comienzo de la investigación, Fernando fue el maestro de ceremonias. En la última rueda de prensa, la triste, estuvo al final de una fila. Callado. Los científicos se habían apropiado del descubrimiento como los científicos británicos se apropiaron del descubrimiento de los huesos de Ricardo III de Inglaterra en 2012.

Entrevisté para mi libro a Philippa Langley, una guionista de televisión que fue, como Fernando, la persona que inició la investigación sobre la tumba de Ricardo III en un aparcamiento en Leicester, y que culminó con el desenterramiento de los restos del rey católico inglés. “Al final nos patearon”, me dijo Philippa. Los científicos y los políticos les dieron una patada".

Salas es coautor del libro que cité: Cervantes: 400 años en 'Objetos Perdidos': Así se encontró la tumba.... Aunque, en honor a la verdad, el título no es fiel a ella, pues no se pudo comprobar que los restos hallados en 2015 en medio de una enorme operación publicitaria, fueran en realidad los de Cervantes (véase también el mensaje y artículo anterior a éste, que veo ahora).

Como tampoco es cierto esto que dice: que "...a nadie le importó durante 400 años dónde estaba Cervantes..." Como dije en mi primer o segundo mensaje aquí sobre este asunto (cuando, tras la rueda de prensa de efecto mundial, avisé de que las letras M.C. en una tabla de ataúd colectivo que la motivaron no parecían de la época de Cervantes, y de que no era probable que entre aquellos restos estuvieran los suyos), hacia 1870 se hizo con amplitud: "...el Marqués de Molins, Director de la Real Academia Española, al estampar en 1870 su notable estudio acerca de La sepultura de Cervantes, consiguió que el referido Cuerpo literario costease una hermosa lápida que se colocó en la fachada del citado edificio, en la que se hace constar que por su última voluntad yace Miguel de Cervantes en aquel convento de la orden Trinitaria, á la cual debió principalmente su rescate."

(Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, por Ramon Leon Máinez, director de la Crónica de los cervantistas, tomo I, Cádiz, 1876, p. 345, aquí)."

Hacer justicia con quienes nos han precedido siempre es loable, pero mucho más cuando la verdad es que, a pesar de los nuevos medios de estudio, no hemos conseguido superarles.

Aunque el Ayuntamiento de Madrid de la Sra. Botella tratara de sacar sus réditos de aquella fuerte inversión, y el actual esté organizando desde hoy visitas guiadas "a la tumba de Cervantes" (El País, 22-4-2016, con incomprensible error en la fecha de la muerte), todos debemos saber que en realidad eso es algo que al final no se pudo probar.

Cosa, por cierto, que ya los antiguos autores habían predicho. Sobre todo el autor de su enorme y documentada biografía en 7 vols., L. Astrana Marín, Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes, Madrid, 1948–1958, quien, en mi opinión con mucho acierto, consideró que "no le cabe mejor sepulcro que el ignorado que tiene", y que todo el templo era el cenotafio de Cervantes.

Más allá de la nueva lápida (con errata), ésa es la verdad. Según el acta oficial municipal de 10-6-2015, tras ella, en tres ataúdes, están "quienes fueron inhumados en la iglesia originaria de San Ildefonso entre 1613 y 1630”, y "es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de la cripta de la actual iglesia de las Trinitarias se encuentran algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes”.

Dejémoslo, pues, así.

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