La distorsión de las estructuras

 

Presentación.

Tal cómo se expone en el estudio  Hidrología del Subsuelo y Arqueología, se considera una corriente subterránea somera, cuando su proximidad a la superficie del terreno, permite detectar sus márgenes y con ello medir su anchura.

 

Cuando la profundidad es muy grande, solamente se detecta cómo una línea, sin que sea posible diferenciar las citadas márgenes. Se denomina entonces línea de corriente profunda.

 

La proyección en la superficie del terreno de las líneas de corriente profunda, al resultar inalcanzables y por ello no poder ser identificadas con corrientes de agua, adquieren el carácter de “sagradas”.

En consecuencia, los constructores de estructuras destinadas a establecer algún tipo de “relación con la divinidad”, tratan de adaptar a ellas sus construcciones, siguiendo unas pautas que podrían considerarse como rituales.

 

Aunque se buscan para ello los lugares en los que el trazado de estas líneas, permite unas edificaciones razonables, el hecho de ser el resultado de un proceso natural, en ocasiones las dota de irregularidades insalvables, que se traducen en las evidentes distorsiones constructivas, que presentan algunas de las estructuras construidas para este fin.

 

Los orígenes.

Según lo que se conoce, el concepto del carácter sagrado de estas líneas de corriente subterránea, se inicia en las cuevas y abrigos rocosos. Por su propia naturaleza, no precisaban de ningún tipo de estructuras, ya que las condiciones de penumbra, que parecen ser necesarias, se daban de modo natural.

Cuando se edifican estructuras en el exterior, destinadas para esta finalidad, es cuando empiezan a producirse estas distorsiones.

 

Por ahora, la más antigua verificada es el dolmen de Menga, que data de hacia el año 4.500 a.C.

Situado en la localidad de Antequera (Málaga). España.

 

 

Constituye una estructura singular, ya que su forma y dimensiones no son las habituales en este tipo de construcciones.

 

Aunque generalmente se le considera una estructura destinada a un “uso funerario”, el análisis de la hidrología del subsuelo, lo sitúa sin lugar a dudas dentro de las destinadas a la “relación con la divinidad”, tal como se presenta en el estudio El dolmen de “Menga”. Una estructura excepcional.-La hidrología de su subsuelo.

En el croquis que superpone, las proyecciones en la superficie del terreno de todas las corrientes detectadas, con el plano de la propia estructura, pone claramente de manifiesto que esta se ha distorsionado, arquitectónicamente hablando, para hacerla coincidir de un modo que solo puede  considerarse  como ritual, con el trazado de estas proyecciones de las corrientes.

 

El análisis de la hidrología de su subsuelo muestra la existencia de una única corriente somera, que circula a rumbo 045º.

Bajo ella se detecta  una familia de líneas de corriente profunda, que circulan en dirección  NW-SE  y que por ello, cruzan a la corriente somera con ángulos relativamente próximos a los 90º.

 

También existe una línea de corriente profunda que circula a rumbo 065º a su cruce con la corriente somera, en la parte más interior del dolmen y coincide aproximadamente con el eje central del mismo, para luego al acercarse a la entrada de la estructura, distanciarse en dirección a los 072º.

 

Las paredes se han adaptado exactamente a las márgenes de la corriente somera, por lo que resultan marcadamente irregulares.

El ortostato que constituye el fondo de la construcción, se sitúa haciéndole coincidir con la parte de línea de corriente profunda, que cruza bajo la corriente somera en toda su anchura.

 

En su parte más amplia, que precisa de apoyos para asegurar las losas de cubierta, las columnas se sitúan en los puntos exactos en el que, las líneas transversales se cruzan con la línea longitudinal.

Este concepto, las coloca desalineadas y repartidas irregularmente a lo largo de la construcción.

 

Las losas de cubierta, en su dimensión longitudinal, se hacen coincidir con las correspondientes líneas de corriente transversales, por lo que sus formas no son rigurosamente rectas y sus dimensiones variadas.

 

 

Avanzando en el tiempo.

Con el transcurso de las generaciones, esta relación entre las corrientes de agua del subsuelo y los lugares ceremoniales, se mantuvo a lo largo de las diferentes culturas, manteniéndose constante la necesidad ritual de adaptarse exactamente al trazado de su proyección en la superficie del terreno.

El Castro Viladonga, en la localidad de Castro de Rei (Lugo), que procede de hacia el año 2.500 a.C. ofrece un buen ejemplo de ello.

 

 

 

Los arqueólogos han denominado como “el templo” una edificación única en el conjunto, y que también presenta ligeras desviaciones en la linealidad de sus muros.

 

Injustificables desde un punto de vista arquitectónico, el análisis de la hidrología de su subsuelo ofrece respuestas a su motivación.

 

La hidrología del subsuelo en todo el castro, no presenta más que dos parejas de líneas, que se cruzan formando ángulos muy próximos a los 90º.

 

El edificio está construido precisamente en ese cruce y su posición, forma y dimensiones, se han adaptado exactamente, al trazado de la proyección en la superficie, de esas líneas.

 

Una vez más, el concepto ritual de las relaciones con la divinidad, provoca la intencionada distorsión de las estructuras.

 

Un caso extremo.

Un caso paradigmático de distorsión arquitectónica, lo constituye una estructura del Siglo XII destinada al culto cristiano, la iglesia de Santa María de Eunate en Navarra (España).

 

 

Su trazado en forma de octógono distorsionado, presenta irregularidades constructivas difícilmente explicables desde un punto de vista arquitectónico.

Los lados, los ángulos, las alineaciones, en definitiva todo, es arquitectónicamente irregular.

 

El terreno no lo explica, pues es sensiblemente llano. Tampoco existe en su proximidad ningún río ni algún tipo de edificaciones que pudieran justificarlo.

 

Todo parece indicar que, solamente el análisis de la hidrología del subsuelo en el lugar, podría dar una respuesta a este cúmulo de irregularidades.

 

 

 

 

La detección de las corrientes de su subsuelo, muestra que se trata de una situación verdaderamente singular, pues en un mismo punto vienen a coincidir un total de hasta quince líneas de corriente profunda, sin que se haya detectado ninguna corriente somera.

 

Esto la sitúa claramente, dentro de las estructuras destinadas a relacionarse con la divinidad.

 

 

 

 

 

 

Por lo complicado de su análisis, estas líneas de corriente profunda se han clasificado en tres grupos, que han de considerarse por separado, para posteriormente agruparlos superponiéndolos.

 

Cómo punto de referencia, se adopta la vertical del centro de la cúpula de la estructura, marcándola con un círculo en rojo,  y el eje de referencia es el sentido Norte.

 

Se considera una familia de líneas, cuando todas ellas tienen su origen en un mismo plegamiento geológico, por lo que discurren sensiblemente equidistantes y con el mismo sentido de circulación.

 

 

1-Familia de líneas de corriente que circulan en sentido W-NW marcadas en rojo con 1, 2, 3, 4.

 

2-Familia de líneas de corriente que circulan en sentido N-NE marcadas en azul con a, b, c, d, e.

 

3-Grupo de seis líneas de corriente sin conexión entre ellas, marcadas en verde con t, u, v, x, y, z.

    (Nota: la debilidad de la señal “y”, no ha permitido establecer su sentido de circulación)

 

En el punto en que convergen las 3, c, u, v, x, z, su detección exacta resulta imposible, ya que las desviaciones propias del sistema, unidas a la superposición de señales, impiden determinar a cual corresponden la señal captada. Por ello se le llama “circulo de confusión” y en él no se incluye el trazado.

 

La superposición de todas ellas, establece el trazado de la hidrología del subsuelo en este excepcional lugar.

 

Viéndolo, se entiende que se le considerase cómo un lugar sagrado.

Dada la cantidad de líneas de corriente cuya proyección coincide en un mismo punto, más bien habría que definirlo como “muy sagrado”.

 

Es difícil encontrar otro lugar en el que se puedan dar tantas coincidencias .

 

 

A la vista de la imagen obtenida superponiendo los tres grupos de líneas analizadas separadamente, que es tal cómo se capta, inicialmente hubiera resultado difícilmente creíble.

 

Pero es real.

En este lugar concreto se ha producido este cúmulo de coincidencias.

 

Resulta fácil imaginar el problema que suponía a los constructores de la estructura, la conciliación de sus conceptos religiosos, con la edificación de un templo que cumpliera con la finalidad del culto al que se destinaba.

 

Es ahora cuando las distorsiones arquitectónicas, empiezan a tener un sentido

 

 

Al plano de los ángulos que forman las líneas de corriente bajo la bóveda, se le ha superpuesto la fotografía tomada desde el suelo, con un objetivo especial para arquitectura, en la vertical del centro de la misma,  pero invirtiendo la imagen para que coincida con el plano, ya que la fotografía se tomó de abajo hacia arriba, y a éste se le mira de arriba hacia abajo.

 

Los resultados son verdaderamente espectaculares

 

 

 

La proyección de las líneas de corriente detectadas, sobre el plano de la estructura, muestra claramente las razones que justifican todas las distorsiones arquitectónicas que presenta.

 

Cómo es habitual en estos casos, se tomaron en consideración las líneas que permitían una construcción lo más correcta posible, dejando de lado algunas, que hubieran hecho la estructura inviable para la finalidad a la que se la destinaba.

 

Es necesario un extraordinario fervor religioso, que justifique el enorme esfuerzo creativo que ello supone.

 

Ahora ya se cuenta con la respuesta al porqué construyeron la estructura de todo el edificio tan distorsionada, pero la duda que se plantea es si solamente obedecía a razones religiosas, o si con ello, se perseguía alguna finalidad técnica aún desconocida.

 

En cualquier caso debían de ser muy poderosas las razones que justifiquen tanto esfuerzo.

 

 

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Comentario por Carmen Diaz Ruiz el abril 17, 2013 a las 12:58pm

!!!Muchas gracias por ayudarnos a ampliar nuestros conocimientos!!!!!

Comentario por Francisco Vitoria el abril 18, 2013 a las 8:29pm

Magnífica su investigación. Soy novato en el foro (es mi primera intervención) y profano en la materia. En cualquier caso, como conocedor y admirador de la zona (Eunate, Olcoz, Torres del Río y las ermitas rurales de la Valdorba, también en Navarra), no tengo dudas acerca de que los constructores de estas maravillas buscaban un propósito que se nos escapa, probablemente relacionado con una sacralidad que, en mi modesta opinión, trasciende el concepto "religioso". Nuevamente, gracias por su sobresaliente aportación.

Comentario por Carlos Pellón Rivero el mayo 22, 2013 a las 11:58am

Puntualizaciones.

De conformidad con las objeciones planteadas por algunos geólogos  procedo a incorporar en el blog algunas puntualizaciones  que estimo nos acercan más a la realidad de los hechos. Gracias por sus aportaciones.

Comentario por Matthias Franze el julio 3, 2014 a las 1:52pm

Gracias Carlos por esta magnífica publicación. Una pregunta: ¿Sería posible detectar las corrientes subterráneas también con otras técnicas que, aparte de la utilizada con varilla, no sean la prospección física directa? Por ejemplo los que se comentan en:

http://www.wikiwater.fr/e9-los-metodos-tradicionales-y.html

Estuve hace unos días en Eunate, presentando los resultados de su investigación y mostrando las imágenes con las lineas a unos alemanes entre los cuales también había algún que otro médico y físico. Ellos se mostraron muy escépticos en cuanto a la técnica de la varilla por lo imprecisa que era, a pesar de que se lleva usando cientos si no miles de años con resultados sorprendentes. Me dijeron que hasta que no se demuestre con métodos "más científicos" y se publicara en revistas científicas de prestigio no le daban ningún crédito a esos descubrimientos. ¿Alguna sugerencia?

En cuanto a la aún desconocida finalidad de la coincidencia entre arquitectura y estructura subterránea de corrientes de agua, ¿cabe la existencia de algún efecto físico, por muy poco perceptible que sea, sobre el cuerpo humano? Los efectos nocivos de determinadas corrientes de agua subterráneas son de sobra conocidos... ¿Sería posible que algunos lugares tuvieran un efecto energetizante, es decir que nada más (y nada menos!!) ayudaran a que una persona allí presente se sintiera bien, relajada, serena etc. 

Cordiales saludos

Comentario por Carlos Pellón Rivero el julio 4, 2014 a las 11:50am

Saludos Matthias.

Celebro que mi estudio haya resultado interesante. Paso a responder a las sucesivas preguntas.

Es necesario diferenciar entre “aguas freáticas” y corrientes de agua en movimiento. Los métodos descritos en el enlace hacen referencia a aguas freáticas. Su localización con las técnicas descritas es perfectamente posible, aunque sus resultados contienen siempre un alto grado de incertidumbre, debido a las múltiples causas ajenas al agua que también proporcionan “señal”, pero lo peor de ellos es su elevado coste.

Las varillas del zahorí no puede detectar estas “aguas estáticas”, solamente las aguas “en movimiento”, tal cómo se expone en mi entrada de blog LA TÉCNICA DEL ZAHORÍ. En ella se expone de modo “cuasi científico” el proceso de investigación seguido y se obtienen unos resultados de precisión verdaderamente increíbles. Me agradaría que los escépticos alemanes argumentaran aquellos aspectos de la investigación con los que no están de acuerdo, para debatirlos y en caso necesario corregirlos. Pero los resultados están ahí y pueden repetirse cuantas veces sea necesario, cosa que he realizado personalmente incluso con diferencias de muchos años y siempre fueron coincidentes.

La acción directa de las corrientes de agua “en movimiento”, lo único que pueden provocar en la persona es una pequeña inquietud si está situada de frente a la dirección de la corriente, ya que se le están generando de modo continuado pequeños avisos de pérdida del equilibrio.

Otra cosa son los efectos “colaterales” que los cursos de agua conllevan. Tales cómo la transmisión de gases procedentes del subsuelo, entre otros el cancerígeno Radón.

La “desconocida finalidad” sobre la relación entre líneas de corriente y estructuras arqueológicas, no es tan desconocida después de leer mi entrada de blog ESTUDIO TÉCNICO DE LAS APARICIONES. Su finalidad queda perfectamente definida. Otra cosa es la forma técnica en la que se produce la buscada “comunicación con los dioses”.

Los posibles efectos físicos sobre el cuerpo humano no son consecuencia directa del agua en sí, sino el resultado de la inhalación de los gases que ocasionalmente la  acompañan. Sus efectos son sorprendentes y hacen preciso un complejo estudio para poder creerlo. Espero poder publicarlo este otoño. Puedo asegurar que levantará fuerte controversia.

En cuanto a los efectos de serenidad causados en el sujeto, es un tema complejo y extremadamente sutil, ya que no sólo intervienen los posibles efectos físicos y los fisiológicos por la presencia en sangre de determinadas substancias inhaladas, sino que el efecto de la sugestión puede lograr resultados sorprendentes. Es preciso analizar cada caso, para poder darse una idea.

Espero haber contestado satisfactoriamente y desde luego quedo a disposición de las objeciones que puedan presentar los alemanes.

Un cordial saludo

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