Cursos de verano de la Olavide. Alejandro Jiménez aclara varios misterios en una visita a la Necrópolis.

 

Fuente: Mario Daza, Carmona | El Correoweb.es, 28 de julio de 2011

 
Cuando a finales del siglo XIX Luis Reyes comenzó a excavar sobre la actual Tumba del Elefante no imaginaba que los restos encontrados acabarían por convertirse en una de las joyas de la Necrópolis de Carmona. A su valor, todavía por conocer en toda su magnitud, se suman las teorías y creencias que sobre su uso llevan generándose desde que se descubrieron los restos. Entre todas, las últimas investigaciones realizadas han destapado que esta construcción funeraria pudo ser en su origen un templo dedicado al dios Mitra.

 

 
Uno de los responsables de las últimas excavaciones, el arqueólogo Alejandro Jiménez, reveló a los alumnos del curso Arqueología entre líneas los avances recientes en las ruinas. De este modo, los participantes pudieron visitar la Tumba del Elefante, cerrada al público debido a su mal estado, comprobando in situ los restos del conjunto que hablan sobre el posible uso que pudo dársele en sus orígenes.

 

 
Precisamente estos trabajos han revelado que los elementos que hablan sobre su uso funerario fueron construidos sobre una base previa, es decir, su adecuación fue posterior a la formación del espacio. Y ahí es donde entra la última teoría de los investigadores. La concepción inicial del espacio -sin contar con los comedores y nichos posteriores- estaba formada por un gran edificio divido en tres naves con una sala principal, en lo que supone un diseño muy similar a los templos dedicados al dios Mitra. Es por ello por lo que se cree que los mitreos hicieron uso de este espacio para honrarlo. "Tanto la cámara funeraria como el comedor principal se retallaron sobre estos espacios existentes", aseguró el arqueólogo del complejo. Ante lo cual afirmó que "tuvo un uso previo que por su estructura se asemeja a los mitreos".

Lo cierto es que desde sus orígenes, las excavaciones en la tumba han dado lugar a hipótesis muy dispares y llenas de contradicciones. En el pozo ubicado en su interior se halló la figura de un elefante -que propició el nombre de la tumba-, los restos de una estatua dedicada a Atis y un betilo, esto es, una especie de piedra utilizada en la época. Pero la realidad es que nunca se supo si esos elementos "eran originarios de allí o fueron trasladados en un momento concreto".

 

 
Jiménez afirmó que "se supone que cuando los mitreos salieron de aquí vendieron el complejo y se le dio el uso que reclamaban". En este sentido, el resto de hipótesis plantean que pudo convertirse en "un colegio funeraticio" en el que los ciudadanos pagaban una cantidad de dinero para asegurarse un nicho. Un hecho que también explicaría "la presencia de tres comedores", ya que los banquetes eran frecuentes en la cultura de la época vinculados a los ritos funerarios.

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Respuestas a esta discusión

En realidad la idea del templo o santuario no es nueva, ya estaba en la monografía de M. Bendala sobre la necrópolis, aunque en su caso él proponía que fuera de Cibeles y Attis. Se trata, pues, de un problema del titular periodístico (como tantas otras veces vemos) y no del autor, que lo aclara mejor: lo que es nuevo es la hipótesis de éste sobre la divinidad, que sería Mitra, y que el espacio fuera reutilizado, partes retalladas, etc.

Complemento la noticia con este vídeo, que recoge una conferencia del arqueólogo al que se refiere la noticia, dada en el mismo Conjunto Arqueológico de Carmona el 19 de diciembre de 2010:

Los misterios de la tumba del elefante por Alejandro Jiménez - Necr... from karcomen on Vimeo.


Dura 1h 15', va explicando muy bien cada espacio de la construcción, ofrece interesantes fotos de las excavaciones antiguas, modernas reconstrucciones en 3D, etc.

Captura de la planta con indicación de espacios (abajo el pozo y su conexión con el estanque o fuente).

(© Necrópolis de Carmona – A. Jiménez)

A partir de la hora da varias fotografías y plantas de distintos mitreos, en Italia y otras partes, y analiza los astros típicos del mitraísmo en relacion con su posición en el cielo de la época (no se oye todo bien, creo que entendí que en el siglo I d.C.).

Personalmente esta reciente interpretación no me convence mucho, ya que la planta básica del edificio no respondería tampoco a la habitual en los mitreos (completamente subterráneo, no descubierto salvo algún óculo), de una sola nave, con bancos corridos a ambos lados...), ni aun contando con modificaciones. Por otro lado, el elefante es un animal que nada tiene que ver con el culto mitraico; el betilo es más multifuncional, pero no se destaca en esta religión. Tampoco es normal la ubicación de un mitreo dentro de un cementerio, suelen darse más en ámbitos urbanos o periurbanos, pero no funerarios, ni se entendería por qué los mitraicos se retirarían de él y lo venderían... en fin, que esta nueva hipótesis plantearía varios difíciles problemas.

Pero el mayor de ellos vendría de la cronología, no ya en relación con el material arqueológico en contexto (que creo recordar no hay apenas, fuera de lo hallado en el pozo), sino porque el culto a Mitra no se documenta arqueológicamente en la propia Roma hasta fines del siglo I - comienzos del II d.C. Por ejemplo en Pompeya (cuyo fin conocemos y datamos bien) no ha aparecido nada mitraico. Y su verdadero triunfo se produce desde fines del siglo II y todo el III-IV d.C. Todo ello haría imposible encontrar un mitreo en Carmona en cualquier fecha anterior a los comienzos del II d.C., y complicado probar una readaptación y uso posterior como columbario de collegium, que, a tenor de la época de esplendor del mitraísmo, se nos iría ya al menos al siglo IV-V d.C., incompatible por tanto con el resto de la necrópolis donde se enclava (donde, por ejemplo, apenas hay sigilatas romanas). Los mitreos además suele aparecer sin uso posterior, simplemente abandonados, o bien destruídos y/o subsumidos bajo edificaciones de culto cristiano.

Aunque, naturalmente y como siempre, son sólo unas primeras impresiones, acaso algo aventuradas incluso, y falta leer el trabajo científico donde supongo que los argumentos se explicarán con más detalle, por ejemplo el tema de las pruebas arqueológicas de la modificación del espacio (no vistas por Bendala), y el más arduo, el cronológico. Por el momento, a mí al menos me encajan más las dos hipótesis tradicionales (que Jiménez literalmente tacha) de un mausoleo familiar, o todo lo más de algún collegium funeraticium.

.............

Más en: Los misterios de la Tumba del Elefante por Alejandro Jiménez - Necr...

Interesantes resúmenes sobre el mitraísmo de la obra Mithras, the Secret God, del gran M.J. Vermaseren, Londres, 1963 (el más completo tras F. Cumont), en: http://www.farvardyn.com/mithras.php

El mitreo de San Clemente, en Roma, bajo la basílica cristiana de este nombre. Foto del portal http://arssecreta.com/?tag=misterios, donde se recogen las teorías celestes en relación con el mitraísmo, sobre todo de D. Ulansey (1989), "mapa estelar" e hipótesis a los que A. Jiménez se refiere con detalle, e imágenes, durante su conferencia (vídeo arriba).

Me siento halagado por la referencia de la clase impartida en los cursos de verano de la UPO en Carmona en un blog de referencia para nuestra profesión como Terrae Antiquae. Me siento igualmente honrado de haber captado la atención de Alicia Canto y me siento en la necesidad de responder a sus, siempre atinadas, apreciaciones. Nuestra propuesta ha sido defendida en una conferencia impartida dentro del programa "ven y te la explicamos" del Conjunto Arqueológico de Carmona, destinado a un público no especialista, por ello, esperamos defender en breve nuestra tesis en un medio adecuado. Los puntos más débiles de la Tumba del Elefante (para cualquier propuesta) son su cronología (desconocida), su función (o funciones) y su aspecto. En cuanto a la cronología, se ha sugerido una fecha cercana a Claudio para su construcción, aunque sin pruebas definitivas. Teniendo en cuenta que "La tumba del Elefante" es posterior a la cercana Tumba de la moneda de Vespasiano, proponemos (a falta, igualmente, de pruebas definitivas) una datación postflavia para la misma.

En cuanto a su función, proponemos que el edificio ha sido usado durante un largo período de tiempo con usos diferentes. Primero, como mitreo; una vez caído en desuso el espacio se adapta para fines funerarios (tumba familiar) y con un uso colectivo quizás como Collegium Funeraticium (no descartamos ninguna función, sólo que estas son sucesivas y que el edificio se diseñó y construyó como mitreo).

En lo relativo a su aspecto, no quedó claro en la conferencia, pero proponemos que el patio o aula, estuvo cubierto y dividido en tres partes, como el de Sutri, Burdeos, el de las termas de Ostia Antica y un largo etcétera.

No se ubica en una necrópolis (aunque es evidente que está rodeado de tumbas), sino en un espacio extramuros plurifuncional, junto a la vía Augusta y cercano al anfiteatro. El elefante no tiene, a nuestro parecer, nada que ver con el mitreo. Es más, apareció dentro del pozo, con lo que pudo pertenecer al edificio en sus fases posteriores (no del mitreo) o provenir de cualquier otro edificio del entorno.

Quisiera señalar, además, que nuestra propuesta se desarrolla a partir de lo apuntado por Bendala en su libro de referencia sobre la necrópolis romana de Carmona y continúa donde él lo dejó. La ventana, su orientación, fue clave para su propuesta como santuario mistérico y nosotros hemos avanzado en su significado. La cámara es un reloj solar y astronómico que intercepta la trayectoria solar durante los equinoccios entre dos horas y media y tres después del amanecer con la finalidad de corregir los efectos de la precesión de los equinocios y mostrar el cielo mitráico. De esta manera, su vinculación con una religión mistérica (concretamente mitra) queda, a nuestro modo de ver, demostrada, ya que sería difícil achacar esta orientación a la casualidad, al tiempo, que la tumba del Elefante entra en liza en la discusión sobre la simbología astral de la tauroctonía, demostrando, al menos parcialmente, los postulados de David Ulansey sobre la precesión de los equinoccios.

Esperamos publicar en breve un trabajo donde exponer detenidamente nuestros argumentos de cara a una necesaria y fructífera discusión que merece un edificio tan singular como la "Tumba del Elefante". Quisiera agradecer especialmente a Alicia Canto que se haya hecho eco de nuestra propuesta y de sus apreciaciones que inciden en los puntos débiles de nuestra tesis.

Buenos días, Sr. Jiménez. Nada que agradecer, esta necrópolis me ha llamado de siempre la atención por sus muy especiales características, hace pocos años di también una conferencia en ella, sobre sus materiales epigráficos, y por ello, como de Itálica y otros yacimientos romanos andaluces, suelo seguir sus novedades.

Le aclaro primero (lo digo por su comentario en Facebook, anterior a éste) que cuando me refería a que Ud. "literalmente tachaba" las dos hipótesis tradicionales, era por esta imagen que proyectó durante su conferencia (min. 48:41 del vídeo) que la verdad es que me hizo gracia por lo categórica:

Aunque ahora veo, por su comentario de ayer aquí, que en realidad Ud. propugna los tres usos sucesivos. Pensaba que sólo consideraba un segundo uso, el funerario, como tumba familiar o como colectiva, pero no ambas seguidas (eso es aún más difícil, créame).

Paso a comentarle sobre lo que me dice. En lo del elefante, el Attis y el betilo podemos estar de acuerdo en que fueran del mismo ámbito pero de un momento posterior; no de otra tumba más alejada, pues es difícil que se cargara con esas piezas sólo para tirarlas en el pozo de otra, no sería lo más lógico.

En cuanto a que el edificio "No se ubica en una necrópolis (aunque es evidente que está rodeado de tumbas), sino en un espacio extramuros plurifuncional, junto a la vía Augusta y cercano al anfiteatro...", sentemos primero que la proximidad a una calzada no es un elemento diferenciador, por ser lo natural en todas las necrópolis romanas, ni tampoco la proximidad al anfiteatro (lo mismo ocurre en el de Itálica, por ejemplo, con respecto al sector occidental de su necrópolis norte). Dicho esto, si además la llamada "Tumba del Elefante" está rodeada de tumbas, y ella misma también alberga tumbas, creo que será más lógico identificarla como "ubicada en una necrópolis", antes que "en un espacio plurifuncional", ya que tal "plurifuncionalidad", además de carecer de paralelos conocidos, se halla aún por demostrar.

Respecto de la cronología del edificio, repaso hoy en el vídeo que Ud. dice al comienzo que "no tiene idea de ella", aunque hacia el min. 49 cita la "Tumba de la moneda de Vespasiano", y su intuición o impresión (ahora no recuerdo el término justo) de que la "del Elefante" es posterior a ella, y por tanto de fines del I o comienzos del II.

Con ello (dejando aparte el tema de la tipología, la ventana, etc.) llegamos de nuevo a lo que le dije que era para mí el problema más difícil: el cronológico, parcial y globalmente considerado.

En realidad ni siquiera la "Tumba de la moneda de Vespasiano" puede fecharse con certeza, pues el hallazgo en ella de una moneda aislada y sin contexto no nos aclara si, por ejemplo, cayó allí en un momento posterior o muy posterior a su construcción (imagínese, por ejemplo, durante la piadosa visita de un nieto o bisnieto del fundador de la tumba). No sé tampoco por qué cree Ud. que la construcción de la del Elefante sería necesariamente posterior a la recién citada, si la del Elefante no contiene elementos de datación propios.

Tenemos la idea de que las tumbas de Carmona, justamente por estar en su mayoría excavadas en la roca viva, y por los problemas de falta de datos de las excavaciones antiguas, pocos materiales definitorios, etc., están aquejadas de un problema estratigráfico-cronológico común. Aunque podamos suponer, por ejemplo por la paleografía de algunas urnas inscritas y otros datos, que se comenzó a usar en el siglo I a.C., en realidad -corríjame si me equivoco- de la mayoría de ellas no sabemos la cronología absoluta, aunque sí que hemos de tender en principio, para el todo, a la más antigua, esto es, I a.C.-I d.C.

Esto en lo parcial. En cuanto a lo global, es decir, sumando al problema cronológico su hipótesis sobre que primero fuera un mitreo, éste, como le subrayaba ayer, sería el mayor de todos los problemas, "...no ya en relación con el material arqueológico en contexto... sino porque el culto a Mitra no se documenta arqueológicamente en la propia Roma hasta fines del siglo I - comienzos del II d.C...", pero veo que sobre ello no me dice Ud. nada. Esto es, si no podemos demostrar nada mitraico en la misma Roma hasta muy fines del siglo I d.C., o comienzos del II, ¿cómo defender con seguridad, o ni siquiera con una probabilidad plausible, que hubiera en Carmona un mitreo en uso, conocedor incluso de la "teoría estelar", no ya antes, sino ni siquiera al mismo tiempo que en la Urbs?

Le agradezco en todo caso que no vea estos comentarios míos como un deseo de "incidir en los puntos débiles de nuestra tesis", sino como un razonable debate profesional, que creo mucho mejor, para su propia hipótesis, que se produzca "antes de"... ;-) A veces es muy útil contar con un advocatus diaboli, que, si no nos hace desistir, al menos nos ayudará a dar vueltas y explicar mejor aquello en lo que otros pueden encontrar las mismas dificultades. Éste es el sentido, y nunca el personal, aunque, por otros casos que conozco o he vivido, hay quien se molesta a la más mínima, no ya crítica, sino simple discrepancia, o se lo toma hasta como un ataque. Me alegro de que éste no sea su caso. Saludos cordiales.

Por supuesto que no puedo más que agradecer sus comentarios y darme la oportunidad de mantener este intercambio de impresiones, dentro de mis posibilidades. Sus apreciaciones serán tenidas muy n cuenta en la redacción del trabajo que estamos preparando porque afectan a los puntos más débiles de la misma, y somos conscientes de ello. La cronología es clave. Es difícil, o al menos extraordinario, que "la tumba del elefante" fuera un mitreo con una datación anterior a finales del siglo I d.C. De hecho, partimos de la hipótesis de que el edificio debe ser postflavio. No hay pruebas, y difícilmente puede haberlas con la información que ahora tenemos, sólo preparamos el terreno para una futura (y espero que próxima) excavación. 

El hecho que el edificio sufriera varias reformas y funciones diferentes se deriva del análisis arqueológico del edificio y, a nuestro parecer, no ofrece dudas. Será difícil de explicar pero es un hecho arqueológico que tendremos que explicar de manera convincente. Nuestra hipótesis no pretende cerrar el debate, antes al contrario, abrirlo, puesto que son numerosas las incógnitas que quedan por solucionar y, de momento, sólo estamos en condiciones de intuirlas.

Quisiera volver a agradecerle su atención y permitirme el privilegio de compartir con usted esta interesante  charla. Muchas gracias y aprovecho la ocasión para felicitarla por su reciente ingreso en la Real Academia de la Historia.

Quisiera hacer algunas matizaciones a la exposición que Alejandro Jiménez ofrece en el vídeo de diciembre de 2010 en Carmona.

Si tener razón en que la Tumba del Elefante es un templo radica en que el haz solar entra por la ventana en un momento significativo del año, Manuel Bendala hace tiempo que tenía razón y, contrariamente a lo que se comenta en el vídeo (0:51), lo demostró en su momento.

No sé si su primera intuición le llevaría suponer que el haz de luz entraba en el equinoccio. Como ex-alumno suyo puedo aportar su comentario académico al informarnos que se introdujo en la cámara el día del solsticio de invierno y que no pudo comprobar in situ el hecho de que los rayos de luz se introducen en la cámara en el amanecer porque en el horizonte actual hay un obstáculo que lo impide.

Pero la demostración de que de la orientación de la ventana era la adecuada ya se podía realizar sin ordenadores hace 35 años y muchos antes. En el siguiente plano publicado por Bendala indica el ángulo desde la línea equinoccial que identifica la línea de solsticio de invierno. Este parámetro depende de la latitud del lugar y en este caso de Carmona se corresponde con 30,2º.

La hipótesis del vídeo para vincular el templo a un mitreo es, desde mi punto de vista, un poco forzada: No es en el solsticio de invierno, es en el equinoccio pero no cuando sale el sol sino tres horas más tarde…

Y yo me pregunto ¿y si en vez de tres horas ponemos n horas? ¿Será la Tumba del Elefante el Panthĕon de Carmona? (Obsérvese, además, que el término se adecúa perfectamente a la alternativa de cámara funeraria).

Les ruego disculpen la tentadora ironía. Sin más datos, lo lógico es pensar en el solsticio de invierno como momento clave. El parámetro “horas desde el amanecer” ofrece múltiples alternativas y para localizar la correcta sería conveniente saber en qué lugar de la pared incide el rayo y qué había representado en él (cosa imposible de discernir). Otra posibilidad es comprobar que todos los mitreos existentes tengan la misma orientación que la Tumba del Elefante pero ese dato, sencillamente, lo desconozco.

Otra cuestión que permite seguir valorando las hipótesis de Manuel Bendala es el hecho de la identificación de dos fases constructivas. Estoy de acuerdo con Alicia Canto en cuanto a la cuestión de la cronología ya que, además, se entiende mejor así la idea de Manuel Bendala en la que ve en la necrópolis de Carmona un alto grado de indigenismo de influencia púnica (primera fase). En la segunda fase es patente, por tanto, una mayor presencia de los ritos funerarios romanos.

Sr. Jiménez: Gracias por su felicitación, y por su mensaje y amable tono. Siento que estos días ando algo falta de tiempo. Le consigno ahora sólo, confirmando lo que le decía antier sobre la descontextualización de la moneda de Vespasiano que da nombre a la tumba cercana, que según Bonsor (1931, p. 34) la moneda apareció "entre la tierra que la llenaba" ("in the earth which filled it"), esto es, en un nivel de relleno que puede, o incluso debe, ser muy posterior a la construcción de la tumba, y hasta habérsele caído a un rapiñador posterior o muy posterior.

En cuanto a lo añadido anoche por el Sr. Monrúa, comparto el problema de solsticio/equinoccio, y sí veo bastante "cartaginismo" (valga el palabro) en esta necrópolis, a la vez "latinizada" (más que "romanizada", el adjetivo más habitual, pero que me parece más escurridizo), aunque al mismo tiempo creo que un mausoleo dentro de una necrópolis debe ser interpretado en primer lugar como un mausoleo, y que no puede ser ni haber sido, a la vez, antes o después, un verdadero templo, o un santuario, por lo que tampoco compartía la hipótesis que cita. A mi modo de ver, son usos incompatibles entre sí. Saludos.

Profesora Canto, está usted en lo cierto en cuanto a la cronología, carecemos de pruebas para establecer una fecha de construcción; lo que hemos citado es puramente circunstancial, como usted ha argumentado a la perfección,  y sólo un punto de partida. En cuanto a los usos sucesivos, la realidad estratigráfica está ahí. En el primer edificio no había ni cámara funeraria, construida en un segundo momento, ni los tres triclinia, que, de manera patente, se observa en el edificio cómo pertenecen a un momento posterior. Cuáles son los hechos que motivaron el abandono de la comunidad mitráica, son una incógnita pero no lo es que el edificio se reutilizó según la mayor demanda del lugar, para usos funerarios.

Tendremos que explicar muy bien lo que aquí afirmo con rotundidad para poder disipar sus dudas.

Muchas gracias

Sra. Canto: igual no me expresé con la suficiente claridad. Ni afirmo ni descarto que en una primera fase la Tumba del Elefante fuese un templo. Le recuerdo mis palabras: “Si tener razón en que la Tumba del Elefante es un templo radica en que el haz solar entra por la ventana en un momento significativo del año, Manuel Bendala hace tiempo que tenía razón…”. Los mausoleos con óculos no son infrecuentes.

En cuanto a la incompatibilidad templo/tumba sólo recordar que una tumba de un romano era considerada por ellos como locus religiosus, definiéndose esta circunstancia más significativamente en la arquitectura de las denominadas tumbas-templo que iniciaron su andadura exitosa a finales del siglo I. Pero como, y al igual que Ud. comenta, si no se pudieran definir como verdadero templo o santuario quisiera también recordarle el caso de un documento que seguro conoce muy bien como es el Testamento de Lingón en el que el propietario del mausoleo pretende perpetuar el culto a su memoria, además de por obligaciones testamentarias, asociando el culto en su cella memoriae al de una divinidad indígena.

A pesar de lo dicho, estoy de acuerdo con Ud. en que la transformación de un templo propiamente dicho en una tumba es harto complicado; tampoco creo que fuese el caso de la Tumba del Elefante.

Servan, lamento no compartir su rotundidad al respecto. Que Tauro ocupó una posición equinoccial hace algo más de 4000 años, no ofrece dudas (compruébenlo con el programa gratuito Stellarium); que el cielo equinoccial en esa fecha coincide con la representación clásica de la tauroctonía, lo propuso Ulansey en una fecha más reciente a la publicación que usted cita; la lista de autores que relaciona la tauroctonía con una representación del cosmos es también larga y la ventana de la Tumba del Elefante así lo demuestra. Los romanos conocían ya el fenómeno de la precesión de los equinoccios desde hiparco de Nicea en 128 a.C. y habían calculado su velocidad en 1º cada 100 años. Por ello, debemos insistir en la idea que, lejos de estar superada, está cada vez más vigente. Por ello, insisto.
Sr, Monrua, nosotros continuamos el trabajo donde lo dejó Bendala. No tuve la fortuna de tenerlo de profesor pero sí he oído en boca de otros profesores que el silo de Carmona impide, hoy día, la entrada de luz al amanecer del solsticio de invierno, pero, en realidad, el sol no puede entrar por la ventana ningún amanecer del año, puesto que su inclinación intercepta la trayectoria solar entre  dos horas y media y tres después del amanecer. Aunque la comparación sea extremadamente generosa, la Tumba del Elefante no es el Panteón. El sol no entra n horas después, sólo cerca de 3 horas depués, lo que no es un hecho casual. Hicimos un estudio de soleamiento que, posteriormente, comprobamos in situ. No hay dudas. El sol entra cuando predijo el modelo y se refleja en la pared donde el modelo señaló. Animo a repetirlo. Yo usé el Sketchup, software falilito y gratuito. Nosotros en la charla repetimos varias veces que Bendala tenía razón y esa línea es la que seguimos. En cuanto a la punicidad de Carmona, eso es harina de otro costal.

Sr. Jiménez: Quisiera aclararle que lo del Panteón iba con segundas (de ahí la referencia a la ironía).

Si en el solsticio de invierno el haz del luz entra al amanecer en el equinoccio lo hará cerca de tres horas después. Y entre estas dos fechas, diariamente, existe la posibilidad de que el sol entre en la cámara con variaciones de ángulo (salvo que la estrechez y longitud del óculo reduzcan esas posibilidades). Entenderá que a otra fecha del año que consiga pasar el haz por la misma razón que Ud. lo atribuye a Mitra se podría atribuir a cualquier otro dios. Repito, con esto no quiero decir que estemos ante un Panteón de dioses sólo lo referenciaba como justificación forzada a elegir la fecha del equicoccio de invierno como justificación de de encontrarnos ante un mitreo.

Si el haz entra en la cámara en los equinoccios y en el solsticio de verano me resisto a creer que en fechas intermedias, y a una hora n del amanecer, el sol no vuelva a incidir dentro de la cámara. Puedo estar equivocado pero esta cuestión creo que debería dejarla meridianamente clara en su próxima publicación (entiéndalo como una sugerencia).

En cuanto a Manuel Bendala, efectivamente, me siendo muy afortunado de haber podido participar de su docencia en los cursos de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid. Pero también de aprender, en los mismos cursos, de Rosario Lucas Pellicer, Carmen Fernández Ochoa, Juan Blánquez, Sebastián Celestino, Sergio Martínez Lillo y Luis Caballero Zoreda. Un año del que guardo gratos recuerdos y del que no tendría inconveniente en ser repetidor perpetuo…

Sr Monrua, el estudio de soleamiento nos muestra que el sol entra en el centro de la cámara durante los equinoccios y en el centro de las paredes sur y norte en los solsticios de verano e invierno. Aunque el sol tenga un recorrido diferente en la cámara a lo largo del año, la forma e inclinación de la ventana indican que estaba construida para la posición centrada de los equinoccios. Hasta aquí, podría tratarse de un "panteón" o pertenecer a cualquiera de las religiones mistéricas. Lo que hace singular a esta ventana es cuándo se intercepta la trayectoria solar, entre 2,30 y 3 hopras tras amanecer. En ese momento las constelaciones en el firmamento parecen relacionarse más con la interpretación astronómica de la tauroctonía mitraica que con cualquiera otra de las religiones. Si unimos la morfología de la primera fase de la tumba, las similitudes con el mundo mitraico me parecen significativas.

Agradezco a todos las consideraciones que serán tenidas en cuenta, muchas gracias

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