Foto: Reconstrucción de un entorno neandertal a mediados del Paleolítico (hae unos 80.000 años) | Xavier ROSSI / Gamma-Rapho, vía Getty Images.

Los neandertales, nuestros primos inteligentes, desaparecieron hace unos 42.000 años de Europa por causas aún sin aclarar. Dejaron tras de sí una historia fascinante que incluye hijos comunes con el Homo sapiens, la especie a la que todos pertenecemos, las que parecen ser las primeras pinturas rupestres  jamás creadas y algunos misterios sin resolver. ¿Quiénes eran en realidad los miembros de este grupo humano inteligente, cómo fueron sus últimos años junto al hombre moderno y qué provocó su extinción?

Un equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, intenta ayudar a encontrar las respuestas a estas preguntas gracias a las últimas tecnologías en el campo de la genética. A partir de fragmentos de huesos y dientes recuperados de yacimientos y cuevas de Bélgica, Francia, Croacia y el Cáucaso ruso, los investigadores  han secuenciado los genomas de cinco neandertales «tardíos» que vivieron hace entre 39.000 y 47.000 años, los últimos supervivientes de la especie en el continente.

Gran molar de la mandíbula superior de un hombre de neandertal de Spy, en Bélgica. © I. Crevecoeur.

De esta forma, han descubierto que estos últimos individuos están más estrechamente relacionados con los que aportaron su ADN a los antepasados humanos modernos que con un neandertal que vivió hace 122.000 años en las montañas siberianas de Altái, cuyo genoma fue secuenciado en 2013. Por ese motivo, los nuevos resultados, publicados en la revista Nature, pueden ser más reveladores.

No es fácil obtener genomas neandertales. El numero de individuos es limitado y conseguir ADN a partir de material tan antiguo resulta una ardua tarea. Desde 2010, se habían generado secuencias genómicas completas para cuatro ejemplares de Croacia, Siberia y el Cáucaso ruso. Este estudio agrega cinco nuevos, un juvenil, tres hembras y un macho adulto provenientes de 5 cuevas:

  1. Troisième, en Goyet, Bélgica
  2. Spy, también en Bélgica
  3. Les Cottés, en Francia
  4. Cueva Vindija, en Croacia
  5. Mezmaiskaya, en las montañas rusas del Cáucaso

Ello a sido posible gracias a nuevos métodos desarrollados por el grupo de Leipzing para eliminar el ADN contaminante de los microbios y los humanos actuales.

Foto: Fragmento de hueso de una hembra de neandertal de la cueva de Vindija, Croacia | Mateja Hajdinja

Tener múltiples genomas permite a los investigadores comenzar a reconstruir la historia poblacional de los neandertales. «Vemos que la similitud genética entre estos neandertales está bien correlacionada con su ubicación geográfica. Al comparar estos genomas con el genoma de un neandertal de más antigüedad del Cáucaso, mostramos que las poblaciones neandertales parecen haberse movido y reemplazado entre sí hacia el final de su historia», dice la autora principal, Mateja Hajdinjak (izquierda).

El momento coincide con las pronunciadas fluctuaciones climáticas hace entre 60.000 y 24.000 años, cuando los períodos de frío extremo en el norte de Europa pudieron haber desencadenado la extinción de las poblaciones locales y la posterior recolonización del sur de Europa o el oeste de Asia.

Sin embargo, «la genética sola no puede decirnos cuáles son los factores que llevaron a los neandertales a la extinción», dice Hajinjak a ABC. «Es probable que influyera un número de diferentes factores -continúa-, cambios ambientales combinados con la competencia con los humanos modernos pudieron causar su desaparición, pero no antes de que ambas especies se mezclaran».

Foto: Fragmento del cráneo de un niño neandertal de Mezmaiskaya 2 en el Cáucaso ruso - M. Hajdinjak.

Sin herencia nuestra

Todos, menos los africanos, tenemos un pequeño porcentaje neandertal en nuestro código genético. El equipo también comparó estos genomas neandertales con los de personas que viven hoy en día, y mostró que todos los neandertales tardíos eran más similares a los que contribuyeron con su ADN a los humanos modernos que el más antiguo de Siberia. Curiosamente, aunque cuatro de los neandertales vivieron en una época en que los sapiens ya habían llegado a Europa, no tienen cantidades detectables de ADN humano moderno. «Es posible que el flujo de genes haya sido principalmente unidireccional, desde los neandertales hasta los humanos modernos», dice Svante Pääbo (derecha), director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, el científico que secuenció por primera vez un genoma neandertal.

«Hasta la fecha ha sido imposible determinar si había un flujo de genes de los primeros humanos modernos a los neandertales tardíos. Esto es porque hasta este estudio no había habido secuencias de genomas de neandertales que hubieran vivido al mismo tiempo», dice Mateja Hajinjak. «Pero ahora no hemos encontrado evidencias de que eso ocurriera».

"Actualmente estamos trabajando en cartografiar géneros de individuos aún más neandertales distribuidos a lo largo de su área geográfica y más atrás en el tiempo para que podamos reconstruir su historia, sus movimientos y la interacción con las personas modernas y otros seres humanos", concluye Mateja Hajdinjak.

Fuentes: abc.es | videnskab.dk | seeker.com | 21 de marzo de 2018

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Comentario por Morfeo Gómez el marzo 23, 2018 a las 3:48pm

No es tan difícil: entre los humanos actuales hay tantas diferencias físicas como entre un pigmeo y un holandés; entre un maorí y un bosquimano. Los neanderthales eran humanos, con características físicas algo diferentes, simplemente clasificados como otra especie por coyunturas ideológicas y científicas.

Comentario por Morfeo Gómez el abril 5, 2018 a las 3:06pm

https://www.quora.com/Cavemen-What-did-cave-people-look-like

Aquí tenemos que hay mucho de apariencias y estética en esto. Simplemente, con humanizar más las imágenes, cambiando la habitual "simionización" de todos los homínidos anteriores (por razones bastante racistas), y voilá, tenemos seres humanos.

Los rasgos óseos no son determinantes, por que sigue habiendo rasgos diferentes entre todas las poblaciones humanas actuales. Las narices prominentes, por ejemplo, como rasgos típicamente humano como dice Arsuaga, tampoco es algo universal. ¿Hasta qué punto las medidas craneales son determinantes para determinar especies?

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