El trabajo en equipo podría ser la clave de que nuestro cerebro evolucionara

Trabajar en equipo y cooperar, las claves para que nuestro cerebro se desarrolle.

 

Vía:teinteresa.com | 11 de abril de 2011

 

La cooperación con sus congéneres y el trabajo en equipo pueden ser la razón por la que el ser humano desarrolló un cerebro tan grande con el tiempo, según un estudio publicado este miércoles.

 

En comparación con el de sus predecesores homínidos, el cerebro del Homo Sapiens podría considerarse como el de un gigante. Pero a pesar de que los científicos llevaban muchos años estudiando el cerebro superdesarrollado que heredamos de nuestros antepasados, nunca han podido explicar por qué había evolucionado así.

 

El estudio publicado por la revista 'Proeceedings of the British Royal Society' cree tener la respuesta y ésta, según los científicos irlandeses y escoceses que han llevado la investigación, podría ser muy simple: para sobrevivir, el ser humano tuvo que aprender a cooperar con sus semejantes. Esto favoreció el desarrollo del cerebro que por cuestiones evolutivas debió crecer suficientemente para permitir al Homo sapiens navegar en la complejidad de las relaciones sociales.

 


Cuanto más evolucionado está el cerebro, más tiende a elegir el trabajo en equipo

Para efectuar el estudio, los científicos crearon un modelo informático que reproducía el cerebro humano. En el programa, la red de neuronas de aquel modélico cerebro era capaz de evolucionar en respuesta a una serie de desafíos sociales a los que los científicos la sometían. De este modo, pudieron hacerse una idea de qué camino podría haber tomado nuestro cerebro en su evolución hasta su estado actual.

 

A continuación el cerebro virtual fue sometido a dos escenarios distintos. En el primero, se planteaba la acción de dos delincuentes detenidos por la policía y que se encuentran ante el dilema de denunciar o no a su cómplice.

 

En el segundo, otros dos individuos se encuentran atrapados en un coche sepultado por la nieve y tienen que evaluar la situación para determinar si unen sus fuerzas para escapar o si dejan simplemente que solucione la situación el otro.

 

La clave en los dos casos es que el individuo que se comporte de manera egoísta también se verá más beneficiado que el otro. Así que, la elección se plantea obvia. El resultado al que llegaron los científicos es que cuanto más evolucionado estaba el cerebro virtual, más tendía a optar por la vía de la cooperación.

 

El tamaño del cerebro determina con qué comunidades cooperamos


"Con frecuencia cooperamos dentro de grandes grupos de individuos que no se conocen y ello exige capacidades cognitivas para determinar quién está haciendo qué y para ajustar nuestro comportamiento en función de ello", dijo uno de los autores del estudio, Luke McNally (izquierda) del Trinity College de Dublín.

 

La cooperación no es del todo desinteresada y a menudo es el resultado de un cálculo para evaluar los beneficios, sobre todo la esperanza de una devolución de favores, aseguró McNally.

 

"Si usted coopera y yo hago trampa, la próxima vez usted podría decir: él hizo trampa la otra vez, por lo que dejo de cooperar con él. Debemos cooperar para poder seguir beneficiándonos de la cooperación", resume el investigador.

 

Por tanto, McNally cree que el trabajo en equipo y la potencia cerebral se estimulan el uno al otro. "El paso a sociedades más cooperativas, más complejas, puede llevar a la evolución de un cerebro más grande. Y con la aparición de niveles de inteligencia más elevados constatamos que la cooperación va mucho más allá".

 

No obstante, hay límites físicos para la cooperación, relativiza Robin Dunbar (izquierda), antropólogo especializado en estudios sobre la evolución en la Universidad de Oxford.

"El tamaño actual de nuestro cerebro limita el tamaño de la comunidad con la que podemos interactuar, aquella a la cual sentimos que pertenecemos", indicó.

Nota: En la edición de Mail Online -que se hace eco de la misma noticia- respecto a esta última opinión del profesor Robin Dumbar, se señala que, por el momento, el tamaño o número de personas con las que podemos interactuar (cooperar) dentro de una comunidad, es aproximadamente de 150. Para hacer frente a, por ejemplo, 500 personas, nuestro cerebro tendría que duplicar su tamaño.

 

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Comentario por María José Grech el octubre 7, 2014 a las 11:26pm

¿No han contemplado la posibilidad de que, ante nuestra evidente desventaja física frente a los depredadores carnívoros de nuestro entorno, la única alternativa de supervivecia fué la cooperación?. Toda especie existente en la naturaleza ha evolucionado hacia formas que le han proporcionado una mejor oportunidad de éxito en el medio en que viven. Otras especies también han conseguido avanzadas formas de cooperación para la caza, lobos, ballenas, delfines.... sin que eso haya supuesto alcanzar el mayor grado de especialización que nosotros tenemos. Luego a esa ecuación le faltan elementos además de la cooperación, como pueden ser el bipedismo, la liberación de las manos para el uso de erramientas, del fuego, que junto con la cooperación social han supuesto el éxito de nuestra especie. Todavia falta mucho para que consigamos entendernos a nosotros mismos adecuadamente.

Comentario por María // el octubre 9, 2014 a las 11:09am

Por lo que sé ,si se ha planteado muchas veces lo de la cooperación como una estrategia de supervivencia en los homínidos ,pero   creo que hasta ahora no se había relacionado con el tamaño del cerebro.Con relación a lo del cerebro sí se ha hablado ,por ejemplo,del consumo de proteínas que habría permitido destinar más energía de la utilizada durante la digestión al desarrollo de este

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