Hace 350.000 años se usaban en Atapuerca herramientas de hueso


Marcas dejadas en un fragmento de hueso al golpear una piedra. Foto: DB

 

Vía: Diario de Burgos digital | C.M. | 5 de abril de 2011

 

Los homínidos que vivieron en la Sierra de Atapuerca hace 350.000 años fabricaron herramientas de piedra, pero también de hueso, según se desprende de un artículo publicado en la prestigiosa revista Journal of Human Evolution titulado Bone as a technological raw material at the Gran Dolina site.

 

Esta industria fue encontrada en las excavaciones realizadas en los años 2000 y 2001 en el nivel TD-10 del yacimiento Gran Dolina. «La importancia de este hallazgo es que se trata de los indicios más antiguos de la utilización de herramientas fabricadas con huesos. Es normal encontrarnos con industria realizada en hueso con la llegada del Homo sapiens en el Paleolítico Superior pero no de tanta antigüedad», apuntó Rodrigo Alcalde (izquierda), responsable de Didáctica del Museo de la Evolución Humana (MEH) y autor del artículo junto a Jordi Rosell, Ruth Blasco, Gerard Clampeny, Leticia Menéndez, Eudald Carbonell (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social), Carlos Díez del Laboratorio de Prehistoria de la Universidad de Burgos, Juan Luis Arsuaga (Centro de Investigación (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos) y José María Bermúdez de Castro (Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana).

 

Además de encontrarse fragmentos de hueso que han sido retocados, se han hallado otros que han sido retocadores. «Los homínidos han cogido determinadas astillas de hueso y las han utilizado para retocar piedra. En lugar de utilizar piedra contra piedra, han usado un fragmento de hueso para golpear la piedra. En el hueso quedan unas pequeñas marcas, que se ven muy claras», añadió el investigador.

 

Según explicó Rodrigo Alcalde, los retocadores en hueso son muy comunes en yacimientos de neandertales, de 100.000 años en adelante, pero no en cronologías tan antiguas «Tenemos huesos cuyos bordes han sido transformados para crear un filo, que no sabemos para qué se usó, y otros huesos fueron utilizados como percutores o retocadores».

 

Los investigadores realizaron modelos experimentales en los laboratorios para estudiar las marcas. «Hemos golpeado el hueso para configurar los retoques y también hemos cogido huesos secos y frescos para comprobar cuál de los dos utilizaron los homínidos para retocar las piedras. Finalmente, hemos podido saber que fue con fragmentos de hueso fresco», añadió.

 

En opinión de Rodrigo Alonso, a partir de este descubrimiento se deberán estudiar de nuevo las marcas aparecidas en instrumentos encontrados en otros yacimientos para comprobar si se trata de un patrón más generalizado. «Igual se han achadado esas marcas a pisoteos de los animales sobre los huesos y no se les dio importancia. La idea es comprobar que el hueso fue utilizado como una materia prima para fabricar herramientas antes de lo que pensaba».

 

Foto

 

Primer artículo del MEH

 

Se trata de la primera publicación aparecida en una revista científica de prestigio mundial en la que colabora el Museo de la Evolución Humana (MEH), Burgos, que este fin de semana recibió al visitante 200.000 desde su apertura el 13 de julio de 2010.

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Comentario por Daniel Eduardo Pérez el abril 5, 2011 a las 3:38pm
Muy buen hallazgo de un antigüedad importante. Gracias por hacerlo conocer!
Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 4, 2011 a las 12:50pm

Una ampliación de la noticia es la siguiente información:

 

Vía: IPHES | 20 de abril de 2011

 

Hasta ahora, por la cantidad de restos líticos aparecidos, más de 20.000, se había considerado que el nivel 10 del yacimiento de Gran Dolina (TD10), en Atapuerca (Burgos), había sido un importante campamento hace unos 350.000 años, donde se habrían establecido a lo largo del tiempo diferentes grupos de Homo heilderbergensis.

 

Un reciente estudio, basado en el análisis de unas herramientas de hueso y que ha sido publicado en el Journal of Human Evolution (JHE), presenta los resultados de una investigación dirigida por el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) donde se demuestra que este nivel también se utilizó de manera puntual para efectuar actividades muy expeditivas. De esta manera se demuestra por primera vez la diversidad de usos del espacio de TD10, lo que avala la complejidad social de aquellas sociedades prehistóricas.

 

En el conjunto de herramientas de hueso estudiadas se incluyen algunas que parecen haber sido elaboradas con fragmentos de bóvidos. Las incisiones observadas al microscopio indican que no pertenecen a las típicas marcas de corte, dejadas por los homínidos durante el proceso de descarnación de los animales, sino a su uso como herramientas, ya que la morfología de estas señales es muy similar a la que se observan en piezas líticas.

 

"De esta manera entendemos que el hueso se utilizaría de forma alternativa a la piedra y de forma puntual, dada la presencia de material lítico que hay en Gran Dolina", declara Jordi Rosell. La técnica principal que utilizan para confeccionar instrumentos con hueso es la percusión.

 


Foto: Jordi Rosell, investigador principal que firma el artículo - Jordi Mestre | IPHES

 

Un retocador

Entre las piezas de hueso localizadas sobresale un retocador que servía de apoyo para presionar sobre el borde de las lascas de sílex y producir muescas de manera controlada. "Así es más sencillo producir las herramientas que necesitaban más elaboración, como las raederas", señala Jordi Rosell, investigador principal del artículo dado a conocer al JHE. "Se trata de un objeto muy utilizado posteriormente entre los neandertales (más de 20.000 años más tarde) y, por tanto, el de Gran Dolina podría ser uno de los más antiguos del mundo", subraya el mismo científico.

 

Por otra parte hay una pequeña colección de huesos retocados como si fueran sílex. No se sabe, sin embargo, todavía, por qué empleaban el hueso y no materias líticas, ya que estas últimas son muy abundantes en la zona. "Defendemos, en todo caso,-declara Rosell-, que los huesos retocados de Gran Dolina están más relacionados con actividades expeditivas y puntuales que con cuestiones planificadas. Su significado real aún la tenemos que valorar, porque siempre habíamos defendido que en TD10 se instalaban los grandes campamentos, pero claro, TD10 tiene tantos años de formación, más de 10.000, que en ese tiempo pueden haber pasado mil cosas", apunta Jordi Rosell.

 

Episodios breves

"Una explicación plausible -según el mismo arqueólogo- puede ser que efectivamente hubiera grandes campamentos, pero entre uno y otro pasen algunos hechos en episodios breves, que de momento desconocemos, y se registren este tipo de actuaciones. O sea, que esta industria ósea se puede corresponder a visitas muy esporádicas de grupos que la utilizan como refugio y hacen actividades muy rápidas como, por ejemplo, utilizar la cueva durante uno de sus trayectos para comer algo deprisa y, para no malgastar las propias herramientas, utilizan cualquier elemento ya preexistente, como los huesos.

"Son más elementos de discusión que nos deben permitir averiguar el comportamiento complejo de las sociedades que nos han precedido", augura Jordi Rosell.

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