El investigador, Juan Luis Arsuaga LVE / Llibert Teixidó

Fuente: La Vanguardia.com | Josep Corbella| 21 de febrero de 2015

Ha sido un trabajo de más de veinte años. Desde la presentación de los primeros cráneos descubiertos en la Sima de los Huesos en 1993 hasta la publicación de los últimos en la revista Science el pasado junio, el equipo que dirige Juan Luis Arsuaga en Atapuerca ha podido reconstruir la historia del origen de los neandertales. Esta historia, que nadie había explicado bien hasta ahora, revela que los neandertales fueron los únicos supervivientes de los múltiples linajes humanos que evolucionaron en Europa.

¿Qué ideas se ha visto obligado a cambiar por estos fósiles?
Antes sabíamos muy poco y especulábamos mucho. Los fósiles de la Sima de los Huesos son la mayor colección de fósiles humanos del pleistoceno que hay en el mundo. Tenemos restos de unos treinta individuos de hace 430.000 años, que nos han permitido saber más y especular menos.

¿Qué es lo que saben ahora?
La ignorancia tiende a la simplicidad. Antes teníamos una visión elemental de la evolución humana en Europa. Veíamos la población europea como un conjunto y suponíamos que los neandertales eran descendientes de los europeos que vivieron antes.

¿Y no fue así?
Los restos de la Sima de los Huesos nos han enseñado que la realidad es más compleja. Coexistieron varias poblaciones distintas en Europa. Una de ellas llevó a los neandertales, las demás se extinguieron.

¿Cómo ha llegado a esta conclusión?
Antes de tener los fósiles de la Sima de los Huesos, no había dos fósiles iguales entre los restos humanos del pleistoceno medio de Europa. Se atribuía a que había una cierta variedad entre individuos dentro de una única población europea. Pero cuando empezamos a encontrar fósiles en la Sima, nos llevamos una sorpresa.

¿Qué les sorprendió?
¡Que eran todos muy parecidos! Si hubiera habido una gran variabilidad entre individuos en una población única, probablemente hubiéramos encontrado un fósil parecido a uno de Grecia, otro parecido a uno de Alemania... Pero los de la Sima son distintos a los de cualquier otro lugar y parecidos entre ellos. Por lo tanto, son una población diferente. Y si los de Alemania y Grecia son tan distintos, también deben pertenecer a poblaciones diferentes.

¿Qué más le han enseñado los cráneos de la Sima?
¡Los dientes!

¿Qué tienen de especial?
Los neandertales tenían una cara muy peculiar. En lugar de ser una cara plana como la nuestra, la suya estaba apuntada hacia adelante, con forma de cuña. Los cráneos de la Sima, que son ancestros de los neandertales, prueban que los dientes de delante son el primer rasgo claramente neandertal que aparece. Después, esta adaptación se exagera cada vez más y lleva a los otros rasgos distintivos de los neandertales.

¿Por qué se exagera?
Hay que pensarlo en términos de selección natural. Los que tenían una dentadura más prominente eran los que tenían más descendientes, de modo que este rasgo se acentuó.

¿Para qué necesitaban una dentadura prominente?
Mi hipótesis es que tiene que ver con una adaptación a la dieta. Pero no para triturar más los alimentos, puesto que los molares apenas se modifican, sino para procesarlos de otro modo.

¿Qué alimentos?
Carnes. Los neandertales son la especie humana más carnívora.

¿Más que nosotros?
Mucho más. Nosotros somos más flexibles en nuestra dieta, ellos están adaptados a un nicho ecológico de gran carnívoro. Para comer carne, tenían que poder cortarla. Para cortarla, tenían que sujetarla. Y para sujetarla, debía ser útil utilizar la boca como una tercera mano. Si se coge la carne con una mano y con la boca, se puede coger un cuchillo con la otra mano y cortarla.

Después de 31 años excavando en la Sima, ¿qué más espera encontrar ahí?
Sería muy interesante encontrar una pelvis femenina. Ya tenemos una masculina, pero una femenina nos permitiría estudiar el canal del parto y entender mejor cómo se reproducían. También sería interesante encontrar más fósiles infantiles para estudiar mejor cómo se desarrollaban. Pero lo que más deseo encontrar es otra cosa.

¿Qué es?
La puerta de entrada. Después de tantos años excavando allí, aún no sé cómo se juntaron treinta cadáveres en el fondo de la Sima. Para mí este es el mayor misterio de la arqueología mundial. Es muy importante para comprender el comportamiento de aquella especie y no me gustaría morirme sin haberlo averiguado. Y si me muero antes, será lo primero que le pregunte a san Pedro.