Foto: Carlsson-Brant, junto al último sondeo de las excavaciones del castro de Doade. Bernabé/Gutier

Fuente: La Voz de Galicia.es | 27 de junio de 2015

Manuel Blanco, director del museoCasa do Patrón de Doade, era ayer un hombre feliz, en la jornada que concluía las catas arqueológicas iniciadas el pasado día 15 en parcelas adquiridas por la entidad y donde se asentó hace más de dos milenios el castro de Doade: «O sondeo cumpleu de sobra as expectativas», señalaba mientras desgranaba los hallazgos que emergieron con el paso de los días de la tierra de Doade.

Fueron cuatro catas, con una superficie de cuatro por cuatro metros en cada caso: las primeras fueron un tanto lentas y complicadas, aunque ya dejaron los primeros restos cerámicos. Apareció luego lo que parecía un tramo de la muralla, con un muro de refuerzo, en la que se profundizará el próximo año. En las dos siguientes surgieron restos de viviendas «pero moi destruidas. Era unha zona arada con tractor, e apareceron filas de pedra pero difícil de restaurar». Hasta que en la cuarta entrega, comenzada el pasado lunes llegó la joya de Doade: «Atopamos unha vivenda inmensa, moi grande. Calculamos que pode ter seis metros de diámetro exterior, na que profundizamos máis dun metro e aínda non chegamos ao chan de todo».

Foto: Restos de los muros de una de las viviendas

La vivienda es mucho más grande de lo habitual, pues la media es que tuviesen entre 4 y 3 metros de diámetro, y menores en épocas castrexas más tardías. Y es que a falta de que el estudio de los hallazgos confirme fehacientemente su datación, Blanco indica que todo apunta a que la mayoría de ellos son prerromanos, del siglo II al I antes de Cristo, y los más antiguos del IV a. C.

La zona se tapará por completo en la mañana de hoy, con una cobertura fibrotextil y de tierra, para preservarla al máximo. La intención del museo Casa do Patrón es retomar las excavaciones el próximo año, e intentar la consolidación de estos restos y su restauración, para de ser posible acondicionarlos para que hacerlos visitables. Un complemento idóneo al cercano museo, por donde pasan centenares de escolares cada año: aunque al hablar de esta cuestión, Blanco muestra un acento de preocupación porque los fondos son limitados, y precisaría apoyo económico para una iniciativa que según dijo gusta a los técnicos de Patrimonio que ayer visitaron la zona para evaluar las excavaciones.

Por delante queda un minucioso trabajo de catalogación de todos los restos, que comenzó ya en Doade.

Una actividad posible gracias a la colaboración del profesor de la USC José Manuel Caamaño; al director técnico de la excavación, Erik Carlsson-Brant Fontán, a otros dos arqueólogos profesionales y a 12 licenciados en historia que desarrollaron las excavaciones que hoy concluyen.